El calor del tren

El calor del tren
Era un día de mucho calor y decidí coger el tren para ir a casa y darme una ducha fresquita y así poder calmar el calor que tenía encima, ya que estaba chorreando de sudor por todo mi cuerpo. Así que saqué el billete de tren, me senté en uno de los asiento. Poco después se sentó a mi lado un chico que estaba bastante bueno. El chico se puso a mirar como el sudor resbala por mi cuerpo lentamente. Al poco rato vi que el chico se ponía cada vez más cachondo y le pregunté si quería ir al baño conmigo para calmar su sofoco. El chico me dijo que si. Fuimos al baño y el comenzó a besarme a sacarme la ropa mientras me tocaba todo el cuerpo y me metía mano. Luego le hice lo mismo a él y nos pusimos tan cachondos que enseguida me la metió y empezamos a follar como locos sin parar, pero era un poco incómodo y lo dejamos a medias. Recogimos todo o volvimos a nuestros asientos. Le dije que lo acabaríamos en mi casa. Nos dirijimos a casa y ya en la entrada me desnudo y me sobó todo y yo me dejé llevar por el deseo. Nos acabamos de desnudar y nos metimos en la ducha y él me empujó contra la pared de azulejos y me la metió por el coño que lo tenía tan lubricado que entró toda sin resistencia y él empezó a follarme cada vez más fuerte que me mojé toda en pocas embestidas. Al rato, el chico me cogió del pelo haciendo una coleta en la mano y me dio la vuelta y mis tetas se aplastaban contra los azulejos que estaban fríos que hicieron que mis pezones se pusiera muy tiesos y duros mientras me la metía por el culo yo me dedeaba al compás de cada embestidas que me volví a correr en minutos. El chico me dio por el culo durante algún tiempo más me dijo chupamela y déjame seco. Y me la metió en la boca y yo chupaba muy fuerte y rápido, moviendo la lengua en círculos lentos y rápidos sobre el glande hasta que se corrió en mis tetas y en mi boca.

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