El árbol genealógico





Esto que les cuento ya tiene mucho tiempo. Hace ya varios años, mi hermana menor Pamela, que en ese entonces tenía 18 años y estudiaba la licenciatura en Historia, hizo un trabajo de investigación acerca del árbol genealógico de nuestra familia.


Al parecer, buscar la historia de nuestra familia se convirtió en su pasión y más, supongo yo, porque el pasado siempre había sido un tabú en nuestra familia. Mi padre nunca nos había hablado de nuestros abuelos, incluso nunca estuvo de acuerdo con que investigáramos nuestro pasado pero mi hermana, a escondidas de él, pese a todo decidió hacer su trabajo de investigación.


En un principio era un trabajo cualquiera solo que muy difícil de buscar por los pocos datos que tenía de mis abuelos. Sin embargo, mi hermana investigaba tan minuciosamente el pasado que incluso ya ni siquiera salía con sus amigas a pasear por andar investigando. Todo esto me causo mucha intriga y curiosidad. Tanto así que a los pocos días ya me encontraba ayudándole con su investigación. Fue así que seguido la acompañaba a cementerios o a juzgados donde ella encontraba pistas para seguir investigando. En cierta forma era muy divertido ayudar a mi hermana.


Cuando crecimos siempre tuvimos nuestras diferencias y conflictos pero esa investigación nos sirvió para unirnos y conocernos mejor.


Yo en lo personal me di cuenta de lo inteligente y divertida que era mi hermana. Disfrute mucho del tiempo con ella y un buen día me di cuenta de que a parte de ser hermanos nos habíamos convertido en muy buenos amigos.


La buena noticia llegó cuando mi hermana me dijo que al fin había conseguido llegar lejos en su investigación y que tenía antecedentes de los abuelos. Databa de la fecha 1870 el antecedente más viejo que tenía. Era la familia de apellido Martínez Jiménez. Sabía que habían vivido en un poblado llamado San Miguel pero quedaba como a 15 horas de donde vivimos así que la limitante se hacía presente y los sueños de mi hermana por seguir investigando se vieron frustrados. Ese día mi hermana lloró toda la tarde y yo como consuelo pensé en regalarle unos boletos de avión para su cumpleaños. Así lo hice y a los pocos días ya estábamos viajando rumbo a aquél poblado.


Era un poblado que se encontraba a escasos 30 minutos de la ciudad principal. Los primeros días la pasamos muy bien recorriendo el lugar donde habían vivido nuestros abuelos. O al menos eso pensábamos hasta ese momento pues faltaba averiguar si era cierta nuestra especulación.


En esos días me maraville en secreto viendo como mi hermana se había convertido en una mujer vibrante y espectacularmente bella. Era de estatura regular, 165 cm’s aproximadamente. Tenía unas tetas y un trasero con los que me deleitaba e incluso más de una ocasión logre notar como mi hermana se percato de cómo le miraba las tetas a través del escote. A mí el pensar en mi hermana en términos sexuales me hizo sentir un poco raro pero siempre que intentaba no hacerlo ahí estaba ella luciendo otro de sus fabulosos escotes.


Pamela desde que llegamos no perdió el tiempo para seguir con su investigación e hizo una cita con el sacerdote del lugar intentando recaudar información de nuestros abuelos. Cuando el padre tuvo tiempo para atendernos vimos que se trataba de un hombre de edad muy avanzada. La gente lo quería mucho y era muy respetado. Le decían Fray Genaro y siempre se encontraba de muy buen humor.


Fray Genaro nos atendió muy bien y cuando mi hermana le contó de su investigación, nos invitó a buscar en los libros de registro que tenían en la iglesia. Finalmente después de desempolvar cientos de libros, Fray Genaro nos dijo:


-Aquí esta. Jorge Martínez Jiménez nació en 1848 y María nació en 1850. Al parecer nacieron en San Luís y se vinieron a vivir a San Miguel poco antes de 1970.


Pamela saltó llena de emoción cuando el fraile nos mostró el libro con los antecedentes. Incluso se atrevió a preguntarle más al respecto:


-Hay alguna mención de cual era el apellido de María? Nunca lo he podido encontrar.


El padre miró el libro y tras removerse los lentes nos dijo:


-Su apellido era Martínez Jiménez, como su hermano Jorge, ambos nacieron en San Luís y sus padres eran Saúl y Minerva Martínez.


La expresión de mi hermana era de confusión.


- No, no, no, creo que se equivoca. Ambos eran de San Luís pero María y Jorge se casaron y tuvieron hijos en 1974. Eran marido y mujer no hermano y hermana.


El fraile estudio un poco más el libro y volvió a repetir con un tono de voz que dejaba en claro que no había duda:


-María y Jorge eran hermanos. Los libros de registro no se equivocan. Tal vez estemos hablando de dos personas diferentes, esta segura de que esos eran los apellidos correctos?


Pamela no se quedo conforme y saco una copia del acta de nacimiento de Jorge la cual había encontrado en el registro de nuestra ciudad. Después de revisarla minuciosamente no había duda de que estábamos hablando de las mismas personas.


-Lo ve?- le dijo mi hermana al fraile- eran marido y mujer, no hermano y hermana como usted dice.


-No dudo de su investigación señorita. Yo solo le digo que lo cierto era que ellos eran hermano y hermana.


Pamela se estaba poniendo un poco tensa e incluso tuve que tranquilizarla un poco.


-Eso es ridículo! Tuvieron hijos! No pudieron haber sido hermanos... eso sería...
Pamela guardo silencio se volteó hacia mí y me miro con horror. El fraile tomo la mano de mi hermana y le dijo:


-No piense en eso señorita... esas cosas suelen pasar. Aunque hoy en día suele haber casos también, antes la cultura era muy distinta.


-Pero eso significa que mi familia proviene del...- no pudo terminar el enunciado. Mi hermana busco mi mano y la apretó con fuerza.


-incesto?- le dijo el fraile- le repito señorita, eso suele pasar. Le aseguro que como este hay millones de casos en el mundo. Que dios se apiade de ellos.- Le sonrió el padre a Pamela tratando de animarla.- Aún así estoy seguro que nuestro señor tiene misericordia de toda esa gente. Véalo así, su familia proviene del amor y eso ante los ojos de dios estoy seguro de que no tiene nada de malo.
Pamela intentaba hablar pero no parecía encontrar las palabras adecuadas. El fraile Genaro saco un papel y anotó algo diciendo:


-Si gustan saber más les sugiero que visiten a Bernardo Martínez. El es su tío-abuelo supongo yo.- le paso la nota a mi hermana y continuó hablando- aquí esta la dirección de su granja. Es un poco grande de edad pero creo que les puede ayudar más que yo.


Agradecimos su ayuda y nos fuimos al hotel. Mi hermana regresó casi en completo silencio. Al parecer le había caído más de golpe la noticia que a mí.


-Eran hermanos...- repetía una y otra vez tratando de convencerse a sí misma mientras caminábamos rumbo al hotel.


-Creo que el fraile tiene mucha razón Pamela. Por todo lo que has encontrado hasta ahora al parecer tuvieron una vida muy bonita y si no fue porque cometieron inc...- casi me tiembla la voz en ese momento- si no hubieran sido amantes, bueno pues nosotros no estaríamos hoy en día aquí.- Al terminar tome su mano y seguí diciéndole palabras reconfortantes hasta que ella sola buscó mis brazos.


Algunas veces un abrazo suele ser más reconfortante que mil palabras. Para ese entonces nos encontrábamos en un puente de roca que cruzaba un bello lago. Si hubiera estado con otra mujer distinta a mi hermana lo hubiese encontrado sumamente romántico.


Podía sentir el cuerpo moldeado de mi hermana presionándose contra el mío. Sentía perfectamente como sus senos se pegaban a mi pecho e incluso en un momento fantasee con haber sentido sus pezones pero estoy seguro de que solo era mi imaginación. Sentí como sus muslos estaban muy cerca de los míos pero ni así me movía. Me moví hasta que mi pene se comenzó a parar. Sabía que de no tener cuidado mi hermana pronto sentiría mi pene bien tieso.


Le limpié las lágrimas y ella me dijo:


-Gracias... No sabes lo feliz que me hace que estés aquí conmigo.


-Es un placer hermana.- le dije y es que en verdad lo era.


Después Pamela me sorprendió con un beso muy cerca de mis labios. Al hacerlo se pego más a mi cuerpo y estoy casi seguro de que sintió mi pene tieso pues se hizo hacia atrás y me dijo:


-Lo siento mucho. Espero no haberte incomodado.


Me reí y sacudí mi cabeza y tras tomar su mano decidimos cruzar el resto del puente.


-Que dices si vamos a comer algo antes de ir a la casa de nuestro tío?


Pamela estuvo de acuerdo y es que la verdad ninguno de los dos sentía ánimos de ir al hotel.


La comida fue tranquila. No hablamos mucho pero supongo que Pamela tenía mucho en que pensar. Yo por mi parte confieso que durante la comida tuve muchos pensamientos sexuales en torno a mi hermana. Pensaba en mi hermana desnuda, arrodillada ante mí con sus manitas en mi verga masturbándome. Me imaginaba también como sería en la cama, sería tranquila o sería toda una fiera?


Después de comer, mi hermana preguntó por la dirección a gente que comía en el lugar y decidimos alquilar un automóvil para trasladarnos más rápido y cómodo. Durante el trayecto no hubo mucha conversación pues los dos estábamos atentos a los señalamientos que nos habían dado para no perdernos. No tardamos más de 20 minutos en llegar al lugar. Se trataba de una casa moderna rodeada de un enorme patio. Era algo que no nos imaginábamos pues la verdad los dos pensábamos encontrar una granja tal cual.


-Creo que no la imagine de esta manera- me dijo mi hermana sonriendo mientras estacionaba el auto.


De inmediato salió un anciano de aspecto callado. No era más alto que yo, debía medir 1.75 máximo, su cabello era gris y a penas lograba mantenerse de pie.


-Buenas tardes. Que los trae por aquí jóvenes? Están perdidos acaso?- Nos miró fijamente y luego dijo- Creo haberlos conocido antes... tienen un aspecto familiar. No me digan que son familiares míos?
Pamela me miró y yo me apresure a presentarme:


-Mucho gusto yo soy Jesús y ella es mi hermana Pamela.


El anciano me miró y de inmediato dijo:


-Y dime que vienes siendo de mí tú jovencito?


-Supongo que su algo así como su nieto y usted mi tío abuelo señor... Fray Genaro nos envió aquí pues tenemos un poco de dudas acerca de nuestro pasado y queríamos ver si usted podría ayudarnos...


El anciano nos hizo la seña de que lo siguiéramos al interior de la casa y grito:


-Sonia… Soniaa!! Sirve unas tazas de café… tenemos invitados.


Sonia resultó ser su nieta, una muchacha de nuestra edad que tenía un gran parecido físico a mi hermana Pamela. Nos dio la bienvenida y nos sirvió una taza de café acompañada de un pastelillo.


-Así que ustedes son mis sobrinos-nietos eh?


Pamela no aguantó más y fue directa al punto:


-Es verdad que Jorge y María eran hermanos?


-Ahora entiendo porque se fueron de San Luís... al parecer aún sigue siendo escándalo... nadie de la familia supo lo que esos dos pretendían aunque supongo que por la forma en que huyeron lo supusieron varios de ellos...- Después de decir esto miró a mi hermana cabizbajo y dijo- no lo tomes a mal niña. La gente suele enamorarse todo el tiempo... uno no manda al corazón. Uno no decide de quien enamorarse... además ustedes dos parecen ser buenos chicos... después de todo aquella unión parece haber sido bendecida no creen?


-Creo que me sorprendió mucho lo que averigüe esta vez...- le dijo mi hermana


El anciano se volteó hacia su nieta y le dijo:


-Sonia... trae mi libro.- nos miró a nosotros nuevamente y esta vez con una sonrisa nos dijo- mi hermano me contó muchas veces la historia. Créanme que no se trato de lujuria si no de un amor verdadero.


Sonia regresó con un libro lleno de polvo. El anciano lo tomó y lo desempolvó un poco antes de abrirlo.


Antes que nada quiero que sepan que mi madre siempre lo supo. Incluso ella fue quien les dio el dinero para que se fueran de San Luís. Sabía que era un pecado pero era tanto el amor que se tenían los dos hermanos que fue lo mejor que pudo haber hecho en ese momento. Lo hizo por amor a sus hijos después de todo.


-Mi hermano me dio órdenes de quemar todas las cartas y documentos cuando ellos murieran pero yo supe que lo mejor es guardarlos y así se ha hecho hasta el día de hoy. Miren esta carta. Mi hermano se la envió a mi padre poco después de que huyeron- Mi hermana tomó la carta y la leímos en silencio.


Perdona que los hayamos dejado de esta manera. María y yo no podíamos seguir viviendo de esta manera. Necesitábamos salir de la ciudad. Papá, sé que probablemente estés enojado pero quiero que sepas que siempre cuidare de mi hermana. María es feliz e incluso esta a punto de dar a luz a nuestro primer hijo. Serás abuelo en poco tiempo...
Por favor no te molestes con nosotros. Nosotros no quisimos que las cosas fueran así pero la verdad es que la amo con toda mi fuerza y no puedo vivir sin ella. Si tengo que arder en el infierno por lo que he hecho al menos habrá valido la pena.
Te escribiremos cada que podamos. Esperamos un día nos perdones. Te amamos papá. Salúdanos a mamá y a nuestro hermano menor.



La carta era de finales de octubre de 1873. Pamela se limpió las lágrimas y le regresó la carta a nuestro tío-abuelo.


-Gracias...- le dijo en voz baja. Después tomó mi mano y la apretó fuertemente.


-Enséñales la foto...- le dijo Sonia al anciano.- ellos enviaron una foto después de la carta...


El abuelo buscó en el libro y sacó una fotografía. Se la dio a Pamela y ésta se sorprendió al verla. 
Cuando vi la foto entendí el porque de la reacción de mi hermana. María era idéntica a ella. Lo único que las diferenciaba era el atuendo.



-Yo siempre creí que tenía un gran parecido a María pero cuando te vi a ti casi me voy de espaldas prima.- le dijo Sonia a mi hermana.


-Así que ellos son nuestros abuelos...- dijo mi hermana mientras veía la foto.- Son nuestra sangre, incluso tu te pareces un poco al abuelo Jesús...


Esa tarde nos quedamos con nuestro tío-abuelo a cenar. Nos contó como habían muerto nuestros bisabuelos y de cual había sido la última carta que recibieron. También nos contó como es que el se había ido a vivir a San Miguel y preguntó varias veces por su sobrino, ósea nuestro padre.


Le dijimos que nuestro padre nunca nos había hablado de los abuelos pero que ahora sabíamos porque nunca había dicho nada.


Mi hermana le prometió que cuando tuviera su trabajo hecho en lugar de presentarlo como tema de investigación en su escuela le enviaría una copia a él. Sonia y su abuelo nos encaminaron hasta nuestro auto rentado y nos despidieron muy emotivamente. Nuestro tío-abuelo antes de irnos miró a mi hermana y le dijo:


-Te sientes mejor ahora?


-Supongo que si... después de todo era un amor puro al parecer.


Terminamos de despedirnos y justo cuando ponía en marcha el auto vimos como nuestro tío –abuelo le agarraba las nalgas a nuestra prima.


-Oh por dios...- exclamó mi hermana al verlo.


Poco después se metieron en la casa y nosotros nos fuimos al hotel. Mi hermana me agradeció una vez más con otro calido abrazo el que la hubiera acompañado y se fue a su habitación. Después de verla entrar a su cuarto, yo me fui al mío y me di una ducha.


Mientras estaba en el agua, mi pene permanecía semi-erecto todo el tiempo. Tenía muchas ganas de masturbarme pensando en mi hermana pero decidí mejor irme a dormir pues estaba muy cansado. Me puse un bóxer y una playera y me metí en la cama tratando de conciliar el sueño con un aburrido juego de ajedrez que transmitían en la televisión.


No estoy seguro de cuanto tiempo dure viéndolo hasta que escuche claramente como llamaban a la 
puerta. Cuando abrí, vi que era Pamela. Al parecer recién bañada pues tenía el pelo húmedo aún y vestía tan solo una bata de dormir.



-Te he despertado? Perdona es que no podía dormir Chuy...- me dijo poniendo cara de niña traviesa.


-Descuida yo tampoco podía dormir... pasa.


Pamela traía su trabajo de investigación consigo. Nos recostamos en la cama mientras ella me leía lo 
que llevaba escrito.



-En verdad piensas presentarlo aún como trabajo de escuela?


-Por supuesto que no tonto... imagínate que dirían de mí...


Ambos reímos un poco y mi hermana detalladamente me leyó cada párrafo.


Me fue muy difícil ponerle atención porque con su bata de dormir se veía tan sexy que prefería echarle de vez en cuando un vistazo a su exquisito cuerpo que escuchar con atención lo que decía.
Mientras con mis ojos recorría su cuerpo me percate de que no llevaba puesto brassier. Su bata de dormir se amoldaba perfectamente a sus preciosos senos que se mostraban llenos de forma y hasta me parecía ver sus pezones a través de la tela de su bata. Sus piernas moldeaditas se mostraban semi desnudas y mi pene ya estaba tan tieso que pronto se me saldría del bóxer. Tuve que hacer como que me acomodaba en la cama para que no se diera cuenta de mi erección pero cuando me moví mi hermana aprovechó para recargar su cabeza en mi pecho...


Hubo un silencio total en la habitación como por dos minutos y después mi hermana dijo:


-No puedo sacármelos de la cabeza Chuy...


-A quienes, a María y a Jorge?


-Si... me pongo muy nerviosa cuando pienso en lo que hicieron... Huir de su familia a un lugar desconocido donde no conocían a nadie...- mientras hablaba se recargaba más en mi pecho.- No me los puedo imaginar, los dos solos en un lugar ajeno... unidos por un amor verdadero...- La mano de mi hermana descansó en mi estómago y fue la detonante para que sintiera como subía la temperatura.


En voz bajita mi hermana seguía hablando:


-Me imaginó a los dos en un cuarto semi oscuro... en ese entonces aún no había luz o si?


-No lo creo...- le dije con mi voz temblorosa por los nervios.


La voz de mi hermana se hacía cada vez más entrecortada.


-Los dos escondidos del mundo... haciendo el amor...- mientras decía esto sus dedos acariciaban mi abdomen.- puedes imaginártelos Chuy?... alguna vez pensaste que podía haber un amor tan poderoso?... yo nunca pensé que existiera en la vida real... jamás imagine que el amor te llevara a ese nivel... María tenía en su vientre un bebe...


Podía sentir y casi oír como el corazón de mi hermana palpitaba rápidamente. Yo apenas y podía respirar sintiendo como la mano de mi hermana bajaba cada vez más por mi abdomen.


Pamela alzó su cabeza y me miro a los ojos diciéndome:


-Debe haber sido algo hermoso. Un amor como ese debe ser increíble. Tal vez un amor que nadie más puede dártelo...- Mi hermana llevo su rostro cerca del mío, donde nuestros ojos estaban en pleno contacto visual y nuestros labios estaban a milímetros.- Puedo imaginarme un amor así... crees que algún día podamos sentir algo así?


Respondí a su pregunta con un beso, los labios de mi hermanita menor se abrieron y aceptaron gustosamente mi lengua. Nuestros cuerpos parecían juntarse por sí solos mientras mi mano agarraba uno de sus magníficos senos a través de la bata de dormir y su mano tomaba mi pene por encima del bóxer.


Sentí como si hubiera caído en un sueño. Mi hermana se lanzó sobre mí y comenzó a quitarme la playera mientras nos seguíamos besando. El culito duro de mi hermanita se poso sobre mi duro pene y con mi mano derecha comencé a masajearle las tetas por dentro de su bata. Mi mano izquierda se poso en su nalga y Pamela gimió casi al instante. Pamela se separó de mí y llena de desesperación me dijo:


-Hazme el amor... quiero ser tuya chuy... hazme mujer hermanito.


De inmediato le saque la bata de dormir. Sus tetas eran increíbles. Grandes y bien formadas. Su entrepierna estaba empapada, podía sentirla sobre mis muslos.


Pamela cayó encima de mí y nos volvimos a besar. Pamela hábilmente bajó mi bóxer y me dijo casi al oído:


-Quiero ver que tan grande es mi hermanito... guau!- dijo mi hermanita maravillada- no tenía idea de que estuvieras tan grande... es tan lindo...- terminó de quitarme el bóxer y tomando mi erección con su mano me dijo- tu pene es lindísimo...


-Esta hecho para ti... te amo tanto Pamela... todo este tiempo no podía quitarte los ojos de encima... estas guapísima.


-Ya lo sabía... ha sido muy divertido ver como me comías con la mirada todos estos días sabes?- comenzó a masturbarme y casi me quita la respiración.- tengo que probar esta rica carnita..


-Aaahhhh que ricooo- casi grite cuando mi hermana se metió mi pene en la boca y comenzó a chupármela riquísimo.


Esa noche mi hermana me mostró lo delicioso que chupaba el pene. Mis manos acariciaban su pelo y sus tetas mientras me daba una chupada de los mil demonios!


-Aaahhhh me voy a venir Pam... me voy a venir!


Alzó un poco su cabeza sin dejar de masturbarme con sus manitas y dijo:


-Hazlo!- y de inmediato volvió a chupármelo.


-Aaahhhh siiiii te amo tanto Pamela!- grite moviendo mis caderas frenéticamente. Casi colapsándome solté los primeros chorros de semen en su boca. Sus labios jamás dejaron de aprisionar mi pene.


Pamela no paro de chupar hasta que me dejo seco. Cuando estuvo satisfecha alzó su cabeza y me dijo:


-Necesito que esta misma noche me hagas tuya...- No me dio tiempo de recuperarme.


Se subió encima de mí y tomando mi pene así de flácido como estaba lo llevo hasta su concha y lo empezó a meter todo.


-Hmm que rico... te amo hermano mío!- gemía mientras se encajaba mi palo que ya comenzaba a estar duro nuevamente.


Yo gemí con fuerza cuando sentí el inmenso placer de meter mi pene en su estrecha concha. Mi hermana cerró sus ojos y por unos segundos permaneció sin moverse, solamente sentada en mi pene. 
Después comenzó a mover sus caderas lentamente y terminó moviéndose como una loca sobre mi pene.



-Aaahhh me vengo... me vengo... me vengo!!- gritaba como poseída mientras cabalgaba frenéticamente mi pene.- así es como nuestros abuelos hicieron el amor! Aaahhhhh hmmm… - en 
medio de su orgasmo me dijo- Aaahhh!!... quien hubiera dicho que coger con tu hermano sería así de rico.



Nos besamos con el alma esa noche. Nuestros cuerpos se acoplaron perfectamente. Follamos como si lleváramos años haciéndolo.


-Te amo Chuy… hmm Cójeme amor mío… Cójeme como el abuelo se cogía a la abuela! Aaahhh


Pude sentir como el calor entre sus piernas se incrementaba y sus jugos corrían por nuestros muslos.


-Yo también te amo Pamela! Mi preciosa y sensual hermanita! Aahhhh que rica estas!


Pamela de repente me rasguño en los hombros con fuerza e hizo que por más que lo quisiera evitar terminara eyaculando en su interior.


Mi hermana terminó encima de mí moviéndose lentamente hasta que mi pene terminó de soltar las últimas gotas de semen.


-Desde que era una niña quise estar contigo Chuy... te amo...


Su confesión me sorprendió mucho.


-En verdad?- le pregunté mientras mi pene aún seguía chorreando lo último de semen adentro de ella.


Mi hermana sonrió y me beso en los labios.


-Te lo juro... de niña solía pensar que algún día me casaría contigo y tendríamos muchos hijos.- se le escapo una risa nerviosa en ese momento.- tu sabes como somos las niñas... somos muy cursi... aún así cuando crecí y supe que no podríamos ser novios siempre me pregunte de que tamaño sería tu pene.


Descansó su cabeza en mi pecho y mientras nos veíamos a los ojos me dijo:


-No te voy a dejar ir tan fácil sabes?


Eso fue lo último que dijo antes de caer dormida. Esa noche desperté después de haber estado soñando a nuestros abuelos. Soñé que se encontraban con nosotros en la habitación. Fue tan real el sueño que desperté buscándolos. Poco después mi hermana despertó un poco exaltada y me dijo:


-No me vas a creer lo que soñé...


Había tenido el mismo sueño que yo. Pamela volteaba a todos lados como buscando a los abuelos pero todo había sido tan solo un sueño compartido. Después de eso volvimos a hacer el amor hasta caer dormidos nuevamente.


El amanecer nos encontró desnudos a los dos en la misma cama. Cuando la escuche decir -"te amo Chuy... esto ha sido maravilloso"- supe que mi hermana estaba ya despierta.


No sentimos ningún remordimiento. Tan solo sentía como si el corazón se me fuera a salir. El hambre nos hizo pararnos de la cama, pedimos de desayunar en la habitación y desayunamos desnudos besándonos y acariciándonos todo el tiempo.


-Te quiero conmigo siempre Chuy...


-Siempre estaré contigo mi amor... ya veremos lo que el futuro nos tiene preparado.


El resto de nuestra estancia la pasamos en la habitación del hotel haciendo el amor como locos. Ya habíamos encontrado lo más importante así que ya nada nos importaba. Solo queríamos amarnos.
Un día antes de irnos visitamos a nuestro tío-abuelo. Al vernos de inmediato nos dijo:


-Creo que han encontrado al fin lo más valioso...- no dijo más pero supusimos que ya se imaginaba de nuestro amor pues después nos dijo- esta es su casa, les fue heredada por su abuelo quien ya se imaginaba el futuro en la familia... cuando gusten venir a vivir aquí serán bienvenidos siempre.


Mi hermana aprovechó para pasar al baño antes de irnos y cuando lo hizo mi tío-abuelo me dijo:


-Somos un par de suertudos. Los dos somos miembros de una familia en la que hay mujeres de fina calidad. No podemos culparnos de tener siempre nuestro pedazo de carne en estas chicas. Al parecer tu hermana se te ha revelado como mujer. Yo también amo a Sonia sabes? Y no me importa si he de morir algún día por su culpa... después de todo ella es la culpable de que a un hombre tan viejo como yo se le siga parando...- me hizo un guiño y cuando regresó mi hermana sin ningún pudor la bese en los labios y durante el regreso a casa la trate no como a mi hermana si no como a mi mujer.


Al mes y medio supe que mi hermana estaba embarazada y nos escapamos como lo habían hecho mis abuelos años atrás. Nos fuimos a vivir con mi tío-abuelo y Sonia quienes se mostraron con nosotros siempre muy cariñosos y comprensivos. La casa y las mujeres (Sonia y Pamela) me fueron heredadas a mí. Al parecer ese había sido el legado de mi abuelo y yo había sido el afortunado legatario. Mi padre supongo yo que siempre supo la verdad pero nunca hizo nada por buscarnos. Hoy en día tenemos dos hijos, un niño y una niña a los que hemos llamado Jorge y María...

10 comentarios - El árbol genealógico

veteranodel60
Exelente relato una verdadera joya , espero que sigas contando más historias, te dejo mis 10 puntos
mellamoanonimo
Increíble relato! Me encantó el desarrollo de la historia familiar y el final de los dos hermanos enamorados. Muy caliente ese encuentro y ese morbo
frankenraro
Me encanto este relato, si en cierto o inventado, espero que continue.
197yjaja
Muy bueno.me explotloto la pija jaja...
______5
Buena historia, me sentí identificado...
Estrodri
muy hena historia veo q somos varios que venimos de familias incestuosas.
El_Cochinoco
Exelente relato! muy original! Van puntos
Figuereo2018 +1
Dudosa historia, las fechas no coinciden, como puede vivir una persona que nacio en los tiempos de 1800s?