1. Cass

Aproximadamente dos meses luego de lo sucedido con Esme, me tocó visitar una de las sucursales, justo realizaba mis labores dentro de la sucursal, cuando entró Cass, una chica de esos rumbos, de unos 24 años. 1.70 de estatura, atlética (iba al gym), muy bonita, cabello negro, la parte superior de su cuerpo normal tetas pequeñas pero bien formadas, en la parte superior, unas piernas gruesas, largas y bien torneadas, con un culo aún más torneado, grande, redondo, delicios que usará lo que usará, siempre se le notaba. Anteriormente ya la había visto y en algunas ocasiones había interactuado con ella, la primera vez fue como una simple cliente más; la segunda no deje pasar la oportunidad y le pregunté algunas cosas.
Casa había tomado unos objetos, se acercó a la caja, el empleado estaba ordenando unos productos, era mi oportunidad, le pregunté si nombre y si venía muy seguido a la tienda, ella también me preguntó mi nombre y me comentó que por qué casi yo no estaba en la sucursal. Pasaron 2 horas, estaba por terminar en la sucursal, cuando Cass regresó, yo inmediatamente me acerqué a ella y le pregunté si podía ayudarla, ella me dijo que sí, que necesitaba un producto (producto que no vendiamos), yo le contesté que si quería se lo podía conseguir, que le avisaría cuando lo tuviéramos, intercambiamos de número y nos despedimos.
En los siguientes días, comenzamos a charlar por Whatsapp, nada fuera de lo normal, hasta que me preguntó sobre el producto que había "pedido", ahí se puso interesante:
- Oye ¿Y el producto que pedí?
- No lo he conseguido, no es así de fácil
- ¿Qué tan difícil puede ser consegirlo? 
- Pues como no vendemos eso, es complicado
- ¿Entonces por qué me dijiste que tú lo conseguías?
- Para conseguí tu número
- Jajaja, tramposo, ahora tendré que poner una queja
- Está bien Cass, una de mis funciones es atender las quejas de las sucursales o del personal
- Pues entonces te daré la queja a tí
- Sí Casa, puedes hacerlo en el buzón de quejas de la sucursal o mandar un correo
- Seguro ni las leen, no hay otra forma
- Mmmh, podría ser que lo hagas de forma directa
- ¿A dónde debí dirigirme?
En ese momento, le envié la dirección de la oficina, y le dí la indicación de que fuera después de ellas 5pm (casi nunca hay nadie en la oficina)
Al otro día, a las 5 en punto sonó el timbre de la oficina, ella Cass y como era de esperarse, en la oficina sólo estaba yo. Cass llegó con unos jeans súper ajustados y una blusa también ajustada. La hice pasar a mi cubículo:
- Dime Cass ¿Qué es lo que pasa?
- Pues que en su empresa no cumplen con lo que prometen
- Jajajaja, te ofrezco una disculpa
- No es suficiente con una disculpa
- Dime ¿Qué más se necesita?
- Pues no lo sé
- Dime ¿Para qué ocupas el producto?
- Lo uso antes de ir al gimnasio
- Se nota que vas al gimnasio
- ¿Ah, sí? ¿Cómo lo sabes?
- Cass, se nota
- ¿Me has estado mirando o qué?
- Con ese cuerpo es imposible no hacerlo, si te molesta disculpa
- No es ningún problema, es más, te dejaré que lo veas de cerca
Cass se levantó, se paró a un lado de mí y me dijo:
- Ahora sí ya puedes ver mejor
Yo comencé a observar sus gruesas piernas, subí la mirada y me quedé clavado en su zona pélvica, que el pantalón marcaba muy bien, su abdomen, subí y contemple sus bubis, cuando llegue a su cara ella giro y comencé va bajar la mirada hasta llegar a su delicioso trasero que el pantalón apretaba y lo hacía ver parado. Luego, ella giro y me dijo: 
- Tú no te quedas atrás, también se ve que haces ejercicio, ahora me toca ver
Yo normalmente uso pantalones y camisas ajustados, y efectivamente hago ejercicio. Entonces me levanté, ella se sentó en la silla en la estaba y comenzó a mirar, se quedó un buen rato mirando mi entre pierna, luego giré y de pronto sentí una ligera palmada en mi nalga, yo voltee rápidamente y le dije:
- Era ver, no tocar
- ¿Qué, no quieres tocar?
En ese momento, ella de puso de pie, se acercó a mí, la tomé de la cintura y poco a poco comencé a bajar mis manos hasta llegar a sus nalgas, comencé a masajear las lentamente, Cass acercó sus manos y me tomó de las nalgas, comenzó a apretarlas, ella dijo:
- Están más ricas de lo que se ven, si así está atrás, adelante debe estar mejor
Comencé a desabrochar su pantalón, metí las manos y me dí cuenta que no llevaba puesto nada abajo, luego nos comenzamos a besar, Cass comenzó a acariciar mi cuerpo, yo poco a poco comencé a bajar su pantalón, luego puse mi mano en su vagina y comencé a tocarla lentamente, a la par, le empecé va quitar su blusa, cuando la tuve completamente desnuda, comencé a besar sus pechos y empecé a introducir un dedo en su vagina mientras que con la otra mano, abrí sus nalgas y puse la punta de mi dedo en su ano. Cass estaba disfrutando, entonces ella comenzó a tocar mi verga por encima del pantalón y poco a poco fue quitándomelo, hasta que con su mano apretó mi pene y dijo:
- Es enorme, eso no me va a entrar
En ese momento metí otro dedo en su vagina y ella sólo soltó un rico gemido.
Luego Cass se recostó en el sillón, yo puse mi verga en la entrada de su vagina y ella volvió a decir que no le iba a entrar todo, que era muy grande, yo le dije que se tranquilizara, acto seguido, comencé a empujar lentamente, al principio Cass se quejó un poco, pero conforme iba entrando, los quejidos se convirtieron en gemidos, yo le movía lentamente, sacaba casi toda mi verga y otra vez la metía, así, poco a poco comencé a aumentar la velocidad, Cass estaba disfrutando, ella comenzó a acariciar su clítoris, luego ella me pidió que parara, que quería otra posición, yo le dí la vuelta, la puse de a perrito y nuevamente, comencé a meterlo poco a poco, ella desde el inicio comenzó a masturbarse hasta que tuvo un orgasmo, así continuamos, yo apreciaba esas hermosas nalgotas rebotando, nuevamente me pidió que parara, yo creí que sería para cambiar de posición, sin embargo ella se sentó, tomó mi verga y se la llevó a la boca, Cass recorrió todo el prepucio, dejando la cabeza descubierta, ella comenzó a chupar la cabeza como si fuera una paleta, mientras que una mano me masturbaba y con la otra acariciaba mis testículos, así estuvo por un buen rato, ella disfrutaba, lamía y chupa toda la cabeza, cuando estaba por venirme, le avisé a ella lo sacó de su boca, siguió masturbándome y empezó a apretar mis testículos, apuntando hacía su cuerpo desnudo, que terminó bañado en mi semen, luego de eso, ella se recostó, yo me senté en otro sillón, platicamos un rato y luego ella me pidió una franela para limpiarze, se limpió, se vistió, la acompañé a la entrada de la oficina, me dió un beso muy largo y me dijo: que buen servicio dan.

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