Amo negro, esclava blanca - Detalles

AMO NEGRO, ESCLAVABLANCA
Soy Mariana, a punto de cumplir mis 29 años, tez blanca,cabello negro, buen cuerpo (98 de tetas sobre todo). Vivo en Capital, más precisamente en Villa del Parque. Tengo una vida sexual muy activa, soy de lasque puede disfrutar el sexo sin amor. Es más, esto es lo que busco últimamente: sexo sin amor, sin compromiso, ni promesas románticas vacías. Un par de horas de juegos y pasiones intensas. Y chau. Next.
Paréntesis. Resubo este relato por pedido de mayores detalles por parte de algunos lectores. Procedo a hacerlo, tratando de no perder la frescura y tratando de evitar que, por aportar tantos hechos menores,el relato termine siendo tedioso. Ojalá lo logre. Fin del paréntesis.
Pero, ahora, al punto. Después de ver tantos africanos atendiendo esos puestos callejeros de relojes, anteojos y otras baratijas, me entraron las ganas de probar con uno. Habiéndolo hecho  con personas de raza amarilla (un coreano yun japonés, ambos con escasa suerte) se me antojaron que los negros iban a ser experiencias más satisfactorias. Puse manos a la obra entonces. Estaba asistiendo a un curso de diseño de indumentaria en una escuela del barrio deLiniers, más precisamente en la calle Carhué a pocos metros de la Avenida Rivadavia. A la salida misma de la escuela había uno de esos puestos atendido por un negro. Piel negra azabache, alto, delgado. Terminaba sus tareas y levantaba su puesto a las 19.00. Mi curso terminaba a las 18.00 horas. Tuve que retrasarme para que disminuya el tráfico de gente (sobre todo de los compañeros y compañeras del curso). Era viernes. Unos minutos antes de las 19.00 me acerco al puesto.  Pollera por arriba de larodilla, zapatos bajos, camisa oscura un tanto holgada, con dos botones desabrochados y sin corpiño (no fue un olvido, fue absolutamente premeditado). Exhibiendo mi más amplia sonrisa empiezo a mostrar curiosidad por unos collares. Se los pido para probármelos, me los entrega y al tomarlos no mezquino para nada el contacto con su mano. Al sentir ese roce nos regalamos una sonrisa pícara y se ofrece para abrir y cerrar el broche del collar. Se pone a mi espalda, hecho que aprovecho para desabotonar el tercer botón  de mi camisa y dando medio paso hacia atrás me pego a su cuerpo. Al sentir el contacto, se afirma en su posición, me apoya su cintura en mi culo, me ajusta el collar, cierra el broche y vuelve al frente de mí. Se dio cuenta de inmediato del botón desabrochado y del paisaje de mis 98 de tetas más desvergonzadamente exhibidas. Ahí fue cuando Bocar (ese era su nombre) pasó a la ofensiva y fue más al frente, tomando el adorno del collar de entre mis lolas, dándome un generoso roce que elevó mi temperatura hasta lo indecible.  Ya estando totalmente desbocada y con las pulsaciones a mil, le tomo la mano yo y hago que la apoye directamente sobre mi teta izquierda.  Al ser una camisa holgada pudo palpar, fregar y reconocer el volumen de mis pechos y al llegar a mi pezón, y dándose cuenta de que ya estaba erecto, le dio un pellizco mientras estampaba un chupón húmedo y profundo en mi boca. Dada mi calentura, y a mi urgente pedido empezó a levantar la mercadería haciendo un bulto grande con el paño sobre el que estaba expuesta. Le expliqué que estaba con coche. Fuimos al estacionamiento y mientras lo pagaba, él ya me tocaba descaradamente elculo. Le dije que podíamos ir a donde quisiéramos. Lo llevé a un telo de la Avenida Juan B. Alberdi y Medina al que fui infinidad de veces. Ni bien nos subimos al coche me sacó violentamente la tanga rompiéndola, y en el trayecto me metió mano por todos lados, ofreciendo un espectáculo que fue bien apreciado por los pasajeros de dos colectivos que pasaron al lado nuestro. Como quedó dicho, por la falta de pudor y el exhibicionismo que me adornan pude disfrutar de esa situación viendo las caras de los pasajeros que no daban crédito a lo que veían. Llegando al telo tenía cinco botones de la camisa desabrochados y tuveque parar una cuadra antes para emprolijarme un poco, porque ya estaba con las tetas totalmente afuera de mi camisa.
Una vez que llegamos a la habitación y cerramos la puerta,Bocar se tornó en dominador, dejando para mí el papel de sumisa (papel que me encanta).Abrió las persianas e iluminó totalmente la pieza. Se bajó el pantalón dejogging que tenía (sin calzoncillos) y agarrándome del cabello me hizo arrodillar y poniendo su gran pija delante de mi boca, me dijo con su español precario, que la abra. Yo quería ver ese muy buen instrumento negro, pero metiro del cabello que todavía tenía tomado y me repitió en voz más alta “Abrí boca….grande”. Lo hice y él me la metió de un golpe y empezó un mete – saca que el ayudaba poniendo su mano en mi nuca y empujando mi cabeza hacia sí. No meresistí para nada, y en segundos estaba con toda la pija dentro de mi boca. Dejándola adentro totalmente empecé amover mi lengua, y pasando mis manos por entre sus piernas las apoyé en su culopara ayudarlo a hacer más profundo el mete-saca. Ahí me detuve para mirarlo. Su culo era más que hermoso . Él no era lindo, su piel era negra, bruñida,azabache, de ese color que ofrece un contraste llamativo con sus  dientes o sus ojos que estaban muy abiertos por el “tratamiento” que le estaba dando. En segundos, retomó su papel dedominador y poniéndome de pie me señaló imperativamente la cama. Me incorporo y me acuesto en la cama boca arriba, pero él, bruscamente y expresando algo de enojo, me dio vuelta y me puso “en cuatro”, dándome unas nalgadas y diciéndome que obedeciera, que las órdenes las daba él (o al menos eso interpreté). Fueasí que recibí sus primeros embates profundos al tiempo que me empezó a hablarsucio con su rudimentario español ( repetía incansablemente “puta” y “gusta pija”y yo respondiéndole “sí, soy puta” y “sí, me encanta, dámela toda”). Al margen de que me excita enormemente que me hablen lo más sucio posible, yo ya estaba en el cielo por sentir toda esa maquinaria oscura moviéndose sabiamente en miinterior. A partir de ese momento, y manejándome autoritariamente me fue colocando de todas las formas habidas y por haber, propinándome nalgadas  y dándome placer como pocas veces  he recibido.  En cuatro patas empezó, siguió  tomando mis piernas con sus manos, haciéndomela carretilla, sin nunca parar el mete y saca. Luego me alzó, y poniéndonos cara a cara, llevó mis piernas a la base de su espalda, con cierto autoritarismo y rigor aceptados y disfrutados intensamente por mí. En esa pose, en la que me chupó las tetas con fruición, él tenía el absoluto control de mi cuerpo porque abrazándome la cintura podía alzarme o bajarme a su antojo. Fue subiendo hasta mi cara, dándome un chupón eterno y profundo a la vez que me acomodaba su verga a la entrada de mi concha. Fue en ese momento, en el que soltando el abrazo con el que me tenía aprisionada mi cintura hizo que la totalidad de esa maravillosa pija entrara en mí de un golpe, todo facilitado por la extrema humedad que invadía mi interior. En ese momento experimenté un orgasmo explosivo ante el cual estallé con un grito animal que salió de mis entrañas,que asustó a Bocar. “Calla o pongo pija”, me dijo. “No dejes de ponérmela nunca,seguí, seguí” le dije casi desmayada del placer. Siguió alzándome y bajándome a su antojo y a continuación me fue cambiando de posición sobre la cama, acostada en el suelo o parados, arriba y abajo y de costado y esa pija entrando y saliendo de mi cuerpo y siempre el sonido tan excitante para mí de sus huevos chocando contra mi cuerpo.
Estando junto a la ventana y obedeciendo su orden de exhibirmis tetas al exterior, mientras él me penetraba por detrás y con una sincronización envidiable es que empiezo mi segundo orgasmo mientras que sentía las pulsiones de su pija barnizando de blanca leche todo mi interior mientras el lanzaba un grito que llamó la atención de dos estudiantes que caminaban por la calle y que se quedaron viendo el “show” de él gritándome “Sos muy puta” y yo respondiéndole “soy TU puta”
Cuando él ya estaba fumando un cigarrillo y yo temblando de tanto placer recibido, me preguntó si realmente “yo era su puta” y si haría todo lo que él me pidiera. Apoyando mi cabeza en sus abdominales le respondí,sin dudar “sí, no tengas duda…todo!!”. Aplastando el cigarrillo, me levantó con sus brazos fuertes y puso mi cabeza sobre la almohada y yo me dejé llevar,sintiéndome su esclava dispuesta a hacer gustosamente todo lo que me insinuara mi amo.  Flexionó sus rodillas a ambos lados de mi cabeza. “Chupa, puta”, orden que obedecí de inmediato. Simplemente escuchándolo y viendo a mi negro me excite nuevamente chupándole la pija y acariciando su culo y el metiéndome mano en todos mis orificios, nos fuimos entonando nuevamente  y  ésta vez el acabó regando mi boca con blanca y más que abundante leche.
Ya volviendo, de vuelta en el coche, me siguió metiendo mano aprovechando que no me había puesto la tanga que él me había roto. En el camino me volvió a preguntar insistentemente “sos mi esclava?”  y “sos mi puta?” y si iba a hacerle caso a lo que me pidiera. “Tienes una esclava puta esperando que ordenes”. Nos intercambiamos los celulares y nos despedimos con un gran beso y caricias amparadas por la noche. Me prometió que el viernes siguiente nos volveríamos aver.
El jueves siguiente me llama y me pide que vaya a su puesto al día siguiente a las 19.00.  Aprovechando nuestro roles de dominador y sumisa me ordenó que vaya sin ropa interior. “Lo haré, Bocar”. Al llegar al otro día con poca gente circulando en la zona, veo a Bocar, al lado de un compañero, tan negro como él, no tan alto pero más corpulento. Yo había ido vestida de la misma manera, es decir pollera, camisa,zapatos bajos y, de acuerdo a lo pedido, sin ropa interior. Nos damos con Bocar un gran chupón en la boca y pone sus manos como para verificar si había obedecido sus órdenes, en cuanto a la ausencia total de ropa interior. Luego habla en su idioma con la persona que lo acompañaba y ambos se ponen a reír estentóreamente. Acercándose Bocar, abre el tercer botón de mi camisa, para ofrecer a su amigo una vista más generosa. Mientras el acompañante  me empieza a mirar cada milímetro de piel, Bocar me empieza a explicar que Adama (así se llamaba el acompañante) había llegado hacía 15 días de su país y no hablaba nada de español y que hacía tiempo que no tenía contacto con mujeres. No hizo falta que me aclarara más.
(En ese momento salió un compañero de la escuela que me vio coqueteando sin ningún tapujo con los senegaleses, pero eso ya forma parte de una historia que rozó la extorsión y que tuve que resolver con sexo .)
Bocar me presenta a su amigo y le doy un beso en la mejilla.Me señala la otra mejilla. Adiviné que en su país se dan dos besos, así que le “pagué”el beso adeudado, y nos reímos los tres. Bocar me dijo que sea un poquito más generosa con Adama. Entonces me acerco a Adama y le doy un pico. Adama, ni corto ni perezoso, se acercó a mí y me metió tremendo chupón.
 Adama empezó a romper el hielo acariciándome la cara y diciendo algo a Bocar. Bocar me traduce que quiere que me desabotone otro botón de mi camisa. Con cuatro botones desabrochados y sin corpiño el panorama es más que provocativo.
Bocar le dice “linda” y Adama repite “linda” defectuosamente.Luego Bocar le dice señalándome “puta” y Adama también lo repite. Más risas y másy más.
Acercándome a Bocar le pregunté algo que después me pareció obvio, si los tres íbamos a estar en la misma cama. “Yo ordeno, soy amo y vos esclava, no?” dijo Bocar. Admití, gustosa.
Al ir a la playa de estacionamiento, le dije a Bocar que me iba a abrochar dos botones para estar más presentable ante el muchacho encargado de la playa. “No!!! Vas a pagar así!!!”. Obedeciendo la orden, me acerco a la caseta de la playa de estacionamiento acompañada por mis dos machos. Y esta vez fue Adama el que mientras yo pagaba me metía la mano pordebajo de la pollera tocándome el culo con todo detalle, amparado porque lacaseta estaba en un rincón oscuro y el encargado no llegaba a ver, por la alturade la ventana de la caja y porque prestaba más atención a mis tetas generosamente exhibidas.
Ya en el coche Adama, sentado en el asiento del acompañante  no podía esperar más y empezó a meterme mano en las tetas, ofreciendo, cuando salimos otro espectáculo gratis al responsable de la playa, pero ya en la calle y en pleno tránsito empezó  a chuparme y meterme mano por todos lados.Obvio que le tuve que decir a Bocar que le pidiera calma, que yo ya había accedido y que haríamos todo lo que ellos quisieran dentro de unos minutos. A pesar de lo dicho Adama siguió metiendo mano, pero más tranquilo.
En Argentina hacia poco tiempo que se había permitido el uso de las habitaciones de los albergues transitorios por más de dos personas. Yo no sabía si se estaba aplicando esa medida en todos los telos. Por lo tanto,fui a lo seguro. Fui a un hotel en la calle Bahía Blanca, en Floresta donde yo ya había realizado un par de tríos.
Una vez en el hotel y una vez cerrada la puerta de lahabitación, no pude contenerlos a los dos. Me dejé llevar. Adama, que era el más necesitado empezó con mi boca, en la fellatio más corta que haya realizado jamás. Creo que fueron menos de 30 segundos y reventó en mi boca mandando su contenido directo a mi esófago. No necesitó nunca Adama tiempo para recuperarse. A continuación me puso en cuatro (también poniéndose en dominante)y me penetró por atrás mientras que Bocar me penetraba por mi boca. Bocar, al tiempo que hablaba con Adama y se acostaban los dos boca abajo en la cama, me ordenó imperativamente que les besara el culo a ambos. Los dos tenían culos hermosos, así que me dediqué  concienzudamente a disfrutar acariciando,  besando y chupando detalladamente desde el culo hasta el escroto. Adama, con cierto rigor y dureza, me indicó que me ubique en la cama boca abajo y empezó el a chuparme el culo, muy profundamente y con profusión de saliva, tras lo cual se acuesta al lado de mí, boca arriba y autoritariamente me pone arriba de él, boca arriba también. Obviamente optó por mi culo mientras Bocar me daba por la concha. Así me hicieron la primera doble penetración de esa noche. Con el culo ya relajado,humedecido y abierto por la hermosa herramienta de Adama, fue más fácil para mis dos machos obrar conmigo como si yo fuera solamente una muñeca inflable destinada al placer de ellos. Pese a que no hubo nunca una objeción de mi parte,Bocar era severo, grosero y autoritario, sabiendo que me gusta que me traten así.Se intercambiaban las posiciones, y las tareas hablando entre ellos en senegalés y sin consultarme a mí me ponían en la posición deseada con profusiónde nalgadas, utilizando mis tres orificios a voluntad y con total discrecionalidad. Así fueron una y otra vez invirtiendo los roles y las posiciones. Me paraban, me sentaban, me acostaban, boca arriba o abajo, sin que medie palabra, solo gestos, indicaciones y nalgadas. Bocar me alzó en sus brazos, penetrándome por la concha y "regalando" a Adama mi culo, regalo que éste aceptó de inmediato a las carcajadas. Hasta que en un gran final y mientras yo me desmayaba en la cama se masturbaron arriba mío para terminar en una lluvia blanca que me dejó enchastrada, con la boca, la cara, las tetas y todos mis orificios llenos de leche, muerta de cansancio, con el culo rojo de tantas nalgadas y muy, pero muy feliz.

Con Adama solo nos pudimos vernos un par de días después. Le pidió a Bocar “permiso “ porque quería coger una vez más conmigo, porque la esposa estaba porllegar de Senegal . Nos seguimos viendo con Bocar pero más espaciadamente. Unavez por mes, aproximadamente, ya forma parte de las amistades que tengo con derechos.Obviamente nuestra única salida es el telo. Adonde yo puedo someterme sin ninguna limitación a todas las órdenes del oscuro amo de todos mis deseos.
 
FIN

5 comentarios - Amo negro, esclava blanca - Detalles

Pervberto
Me había parecido muy bueno antes y me sigue pareciendo ahora.
bettyeugen
Increibles tus relatos. Están inundados de excitación y pasión, además de muy bien escritos. Me calentaste mucho. Estaré pendientes de tus relatos. Gracias!!!
LAEMMEDEMYRIAM
No vale si no pasas info de bocar jajajajja naaa mentira te felicito por disfrutar van puntos