Tres amigas para pasar el toque de queda

Estaba siendo un viernes tranquilo en el bar, hasta que entraron a el Silvia C, Soraya y Cristina. Me saludaron desde la mesa alta en la que se sentaron y me acerque a saludarlas. Silvia iba con un vestido rojo con lunares negros, de manga corta, hasta medio muslo, mostrando unas medias negras transparentes. Soraya un vestido largo, azul oscuro, con estampado de pequeñas flores rosas, de manga larga, que dejaba ver un poco de sus medias transparentes. Cristina, un vestido rojo clarito con pequeños lunares blancos, de media manga, con botones de cuello a cintura, también hasta medio muslo, dejando ver unas medias negras.
Las serví las copas que me pidieron y me quedé allí hablando un poco con ellas. En ese rato, no me resistí y acaricié las piernas a Silvia C, descubriendo que llevaba liguero. Me puso muy cachondo sentirlo y no me pude resistir a cogerla y llevármela conmigo, diciendo que tenía que pagar la ronda, entre las risas de sus amigas que ya sabían a lo que íbamos.
Nos encerramos en el almacén y nos empezamos a besar. Levante una de sus piernas y la comencé a acariciar, notando nuevamente el liguero. La subí el vestido dejando esa pierna al descubierto, mostrando el liguero, negro con encaje floral, enganchado en la liga de la media también con encaje floral muy sensual.
Tras un rato de acariciarlo, me arrodille. La hice subirse el vestido a la cintura para poder verla bien y acariciarla las piernas, el culo y el coño, con las medias, liguero y el tanga de hilo, también negro de encaje. Pase mis manos de abajo a arriba por sus piernas, hasta llegar a sus glúteos y agarrarlos fuerte. Coloqué mi cara en su coño y, tras olérselo, comencé a morderla el tanga. Lo acabe apartando para comerla el coño. Mi lengua se movía dentro de él, mientras acariciaba su culo y sus piernas.
Me levante y me quite el pantalón. Nos volvimos a besar y Silvia me masturbo un poco, antes de colocarme un condón. La subí el vestido de nuevo y la subí en vilo. La apoyé contra la puerta y metí mi polla dura, en su coño. Comenzamos a follar y acariciaba con mis manos sus muslazos. Mi polla entraba y salió despacio de su mojado coño, mientras nos besábamos y apretaba sus muslos. La bajé y la puse mirando a la puerta. Subí de nuevo su vestido, aparte el tanga y la follé el culo y el coño desde atrás. Mis manos acariciaban sus muslos y culo, dando de vez en cuando un azote a este.
Cuando estaba a punto de correrme, Silvia se arrodillo, me quito el condón y me hizo una mamada. Cuando me corrí en su boca esta, trago bien todo mi semen. Se levanto y nos volvimos a besar. Volví a levantar su vestido, para meter mi mano por el lateral del tanga y masturbarla hasta que esta se corriera.

Salimos del almacén y Silvia volvió con sus amigas. Yo volví con ellas al poco, para invitarlas a un chupito, momento en el que nos lanzaron indirectas sobre lo realizado en el almacén. Volví a la barra y continué trabajando. Cuando iba a llegar la hora de cierre, temprana por culpa del toque de queda por la pandemia, estas se me acercaron a despedirse.
Cuando terminé de limpiar el bar, me despedí de mis compañeros y salí, llevándome una grata sorpresa. Aparcadas frente a la puerta, estaban las tres. En el asiento trasero, Cristina bajo la ventanilla y me dijo que montara, que íbamos a su casa a seguir la fiesta, que ellas también querían pasarlo bien. No pude negarme, así que me monté. Soraya conducía y Silvia iba a su lado. Atrás no tarde en empezar a besarme con Cistina y acariciar sus piernas. Al meter la mano por su vestido note que sus medias tapaban su coño y culo. Recordé los botones de su vestido, por lo que la desabroché el abrigo y poco a poco fui desabrochando los botones mientras la iba besando las zonas que quedaban a la vista. Comenzó a asomar un precioso canalillo realizado por un sujetador blanco y sus bonitos pechos. Cuando empecé a besárselo, Silvia empezó a hacernos fotos, y decir que iba a mandárselas al novio de esta, que estaba el pobre trabajando. Su novio Javier, es buen compañero de fiestas y sexo y seguro que le hubiera gustado estar allí con nosotros.
Al poco de recibir las fotos contesto a Silvia diciéndole que lo pasáramos bien y le esperáramos que a las 7 llegaba a su casa. Yo seguí besando el canalillo y acariciando las tetas de Cristina hasta que aparcamos el coche. Camino del portal y en el ascensor, fui besándome con las tres. Fuimos a la habitación de matrimonio, donde me rodearon y seguimos besándonos.
Silvia y Soraya se agacharon y me desnudaron de cintura para abajo, comenzando a jugar con mi polla y huevos. Yo volví a meter mi cabeza en el canalillo de Cristina, mientras con una mano acariciaba sus pechos y con la otra su culo. La subí el vestido, para meter mi mano por la falda y acariciar su culo y coño tapados por las medias.
Soraya y Silvia me empezaron a comer la polla y los huevos. Le quite el vestido a Cristina, saque sus pechos del sujetador y se los comí, mordiendo sus ricos pezones. Soraya continuo, sola, la mamada, pues Silvia se colocó frente a Cristina. La rompió las medias, aparto su tanga blanco y comenzó a comerla el coño. Soraya me la comía a una velocidad alta y me la puso bien dura rápido. Mi mano jugueteaba con los pezones de Cristina junto a mi lengua.
La di a Soraya un condón y en cuanto me lo puso, agarre a Cristina y la coloqué mirando contra la pared, apoyando sus manos. Abrí más el roto de las medias, aparte su tanga y comencé a follarla el culo. Mis manos pasaron hacia delante para agarrar sus pechos. Soraya y Silvia se colocaron a nuestro lado y se pusieron a besarse y acariciarse. Soraya apoyo su espalda en la pared, se subió el vestido, dejando ver que sus medias acababan en los muslos y que llevaba un tanga azul. Silvia se arrodillo y aparto el tanga para comerla el coño.
Fui follando el coño de Cristina también, hasta que Soraya me agarro de la mano y, quitándose a Silvia de delante, me llevo al sofá, donde me sentó. Se quito el vestido quedándose con las medias, el tanga y el suje también azul. Se sentó sobre mí, se apartó a un lado el tanga y comenzamos a follar. Nos besábamos y mis manos acariciaban sus muslos. Subí mis manos hasta desabrocharla y quitarla el sujetador. Comencé a comerla los pechos y follar más despacio y profundo. Contra la pared, ahora Silvia la comía el coño a Cristina.
Cristina salió del salón y Silvia se colocó de rodillas en el sofá a nuestro lado. Tras besarnos y acariciar un poco sus piernas, la pedí que se quitara el vestido. Silvia estaba espectacular con las medias, el liguero, el tanga y el suje, también negro con encaje floral. Se lo quité rápido y también la comí los pechitos junto a los de Soraya. Mis manos acariciaban los muslos y culos de ambas.
Cristina apareció con un dildo largo y doble. Se coloco tras Soraya y la inclino hacia mí. Se metió una cabeza del dildo en el coño y la otra la metió en el culo de Soraya. Comenzamos una doble penetración, que, por sus gemidos, la estaba gustando. Silvia se puso de pie en el sofá, y coloco su coño en mi boca. Aparto el tanga y volví a comérselo.
Nos levantamos todos y tras besarme con las 3, coloque a Soraya en el sofá de rodillas mirando la pared. Me puse de pie, detrás de ella, y volví a follarla el culo y el coño. Cristina y Silvia se sentaron en el suelo, se metieron el dildo y comenzaron a hacer la tijera. Tras un rato, Silvia cambio su puesto con Soraya y la folle todo. Al final Cristina también paso por el sofá para follarla culo y coño a gatas.
Cristina se sentó en el sofá, me quito el condón y metió mi polla entre sus pechos. Me hizo una cubana hasta que me corrí y me lamio la polla limpiándomela. Silvia y Soraya se masturbaron hasta que también se corrieron.

Cristina se fue a por unos vasos para tomar algo. Soraya y Silvia se levantaron y nos besamos. Mis manos acariciaron sus culos hasta que Cristina volvió. Entonces nos sentamos en el sofá, menos ella que, tras servirnos la copa, lo hizo en el suelo. Charlamos sobre sexo y poco a poco fuimos calentándonos nuevamente.
Silvia y Soraya se sentaron de lado en el sofá, dejándome en medio. Comenzaron a acariciar mi polla con sus pies cubiertos por las medias. Poco a poco comenzaron a masturbarme, mientras Cristina nos miraba y se masturbaba. Cuando me la pusieron bien dura Cristina se colocó de rodillas entre mis piernas y comenzó a hacerme una mamada. Silvia y Soraya se colocaron de rodillas y comenzamos a besarnos los 3, mientras acariciaba sus culos. Al poco metí mis dedos corazón en sus coños y las masturbé.
Cristina me coloco un condón y se sentó en mí, dándome la espalda. Se empezó a mover en círculos, mientras seguía masturbando a sus amigas. Soraya se bajó y se colocó delante de Cristina. Tras besarse, se arrodillo entre nuestras piernas. Cristina se metió mi polla por el culo, follándoselo, mientras Soraya la comía el coño. Silvia se colocó de pie, me volvió a echar hacia atrás y coloco su coño en mi boca, apartando otra vez su tanga para comérselo. Mis manos subieron por sus piernas, acariciando sus muslos con las medias, hasta llegar al liguero, poniéndome a jugar con los tirantes.
Cuando Silvia se corrió, se bajó del sofá. Eche a Cristina hacia atrás, apoyándola contra mi pecho y agarre sus pechos, acariciándolos y pellizcando sus pezones. Soraya siguió comiéndola el coño hasta que se corrió. Entonces Cristina se bajó y Soraya se colocó igual que estaba ella. Metí mi polla en su culo y mientras se lo follaba, Cristina la comió el coño. Nos besábamos y acariciaba sus pechos. Silvia también se unió a nosotros besándonos.
Cristina cambio y comenzó a comerla el coño a Silvia, entonces Soraya se giró y empezamos a follar mirándonos de frente. Agachaba la cabeza de vez en cuando, dejándola de besar, para comerla los pechos. Mis manos acariciaban sus muslos. Cuando iba a correrme, Soraya se colocó a gatas en el sofá, me quito el condón y me comió la polla. Yo comencé a masturbarla. Cuando me corrí me dejo seca la polla. Yo no pare de masturbarla hasta que se corrió.
Se volvió a sentar sobre mí y nos besamos y acariciamos hasta que Silvia se corrió en la boca de Cristina.

Por el toque de queda, no podíamos volver para casa, así que teníamos que dormir allí. Soraya fue la primera en decir que tenía sueño y Cristina la acompaño a la habitación. Mucho sueño no tenían, pues las comenzamos a oír gemir. Esto nos puso más cachondos a Silvia y a mí y me senté de rodillas sobre ella. Nos besamos y mis manos acariciaron sus piernas. Una de ellas acabo entrando por el lateral de su tanga y masturbándola.
La tumbe en el sofá y me eche sobre ella. Nos besamos bien acaloradamente mientras mis manos la acariciaban de arriba abajo. Me coloque de rodillas y esta comenzó a masturbarme con los pies. De nuevo, el tacto de sus medias me la puso dura rápidamente. Me coloqué un condón, volví a tumbarme sobre ella, aparte a un lado su tanga y se la metí de un golpe. comencé a follarla duro, acariciando fuerte sus muslos, besándonos y mordiéndola fuerte el cuello, las orejas y los pechitos.
La gire, tumbándola boca abajo y me tire sobre ella, nuevamente, follándola ahora su rico culo. Silvia giro su cabeza y nos besábamos mientras nos agarrábamos con las manos. Me coloque de rodillas y ella a gatas, para seguir follándola el culo y el coño. Mis manos ahora acariciaban su culo y sus muslos.
La gire tumbándola nuevamente boca arriba. cogí sus piernas y las coloqué contra mi pecho. metí mi polla en su coño empapadísimo y seguimos follando, mientras la acariciaba las piernas, sobre todo el liguero, y la besaba los pies.
Nos tumbamos de lado en el sofá, yo detrás, la levante una pierna y metí mi polla en su culo. Se lo folle mientras acariciaba su pierna levantada. Este giro la cabeza y nos besamos durante el resto del polvo.
Cuando me corrí, dentro de su culo, Silvia se bajó del sofá, se colocó de rodillas, me quito el condón y me lamio el glande limpiándomelo. Luego se volvió a tumbar conmigo y nos quedamos dormidos mientras nos besábamos y acariciábamos.

Por la mañana Javier nos despertó cuando llego a casa y nos vio a Silvia y a mí en el sofá. Entre risas nos preguntó si lo habíamos pasado bien. No nos había dado tiempo casi a contestarle cuando en el salón apareció totalmente desnuda Cristina. Mientras se besaban, Silvia no perdió el tiempo y comenzó a desabrocharle el pantalón. Le decía que antes de acostarse merecía un premio por una noche larga de trabajo. Le saco la polla y comenzó a comérsela.
Cristina me cogió de la mano y me levanto. Me saco del salón y me llevo al baño, agarrado por mi pollon mañanero bien duro. Cerro la puerta del baño y encendió la ducha. Mientras se calentaba al agua, comenzamos a besarnos. empezó a masturbarme y yo no tarde en empezar a hacer lo mismo, con mi dedo corazón dentro de su coño.
Nos metimos en la ducha y, tras unos besos, Cristina se arrodillo y comenzó a comerme los huevos mientras seguía masturbándome. Al rato empezó a comerme también la polla, haciéndome una mamada muy relajante a esas horas de la mañana.
Levante a Cristina y ahora yo me arrodille, para comerla el coño. Mis manos agarraron su culo fuerte. Mi lengua cada vez se movía más y más rápido y Cristina apretaba mi cabeza contra ella.
Me levanté y salí un momento de la ducha para ponerme un condón. Al entrar, la coloqué contra la pared, la levante una pierna, y metí mi polla, bien dura, en su jugoso coño. Mientras follábamos, acariciaba su culo, su pierna levantada y nos besábamos. De vez en cuando agachaba mi cabeza y la comía las tetas ricas, mojadas por el agua. Cuanto mas duros tenia los pezones, más tiempo pasaba comiéndoselos.
La gire y la coloque mirando a la pared, un poco inclinada con el culo bien ofrecido. Lo golpee con mi dura polla, antes de metérsela por él y follárselo despacito. Estire mis manos y agarre sus tetas. Poco a poco la fui follando el culo más rápido y agarraba sus tetas, más fuerte. Cambié de agujero y volví a follarla el coño hasta que se corrió.
Entonces se giro y nos volvimos a besar bajo el agua de la ducha, mientras me quitaba el condón y seguía masturbándome. Volvió a arrodillarse y nuevamente me hizo una tremenda mamada, antes de meterla entre sus tetas y masturbarme con ellas hasta que me corrí. Mi semen salió fuerte y en abundancia manchándola las tetas y cayéndola algo en la cara. Me volvió a comer la polla para limpiármela bien.
Se levanto y nos besamos y metimos mano, un rato, bajo el agua, antes de salir del baño.

En el salón estaba Silvia acabando de vestirse. Javier estaba en la habitación follando con Soraya. Cristina se fue con ellos y yo me vestí para irme con Silvia en el taxi que había pedido.
silvi

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