Gemma y yo nos buscamos y nos encontramos

Hacia unas semanas había trabajado en una comunión haciendo fotos. La madre de la niña y yo conectamos bastante bien y en cuanto comenzó el alcohol esta no se cortó y comenzó a tontear conmigo. Esa noche por desgracia no pudimos hacer nada, pero al día siguiente, Gemma U, que así se llama, siguió escribiéndome por WhatsApp. Siempre comenzábamos tranquilos, pero poco a poco nos íbamos tirando darditos. Una semana después, con la excusa de enseñarla parte de las fotos que ya había preparado, quede con ella. Quedamos en su casa, por lo que no me esperaba mas que tonteo nuevamente, pero nada mas abrirme la puerta, vi que algo iba a pasar. Esta llevaba el mismo vestido rojo, de manga larga, largo hasta los tobillos, ajustado con falda ancha abajo, marcando sus buenas tetas y su gordito culo, que llevo el día de la comunión. Al verme la cara de sorpresa, me dijo que como le había dicho que la quedaba muy bien, había decidido ponérselo de nuevo. La dije que me reafirmaba y que la quedaba espectacular.
Pasamos al salón. Nos sentamos en el sofá y cuando la di el usb con las fotos para que lo pusiera en la tv le pregunte si no llamaba a su marido. Esta me confirmo las sospechas, pues no estaba. Estábamos solos y, por lo que intuía, ambos con ganas del otro. Cuando Gemma me dio la espalda para enchufar el usb y se inclinó, me encanto ver como se le marcaba el culo ancho y el tanga en el vestido.
Nos pusimos a ver las fotos y poco a poco el tonteo fue subiendo hasta que Gemma se quitó la mascarilla, se acercó a mí, me quito la mía y comenzamos a besarnos. No pude contenerme mucho antes de que mis manos subieran por su tripa hasta llegar a sus grandes tetas y agarrarlas.
Gemma se levantó, me cogió de la mano y me llevo a su habitación. Por el camino fuimos besándonos. Entramos en ella y la pare frente a un espejo alto que allí había. Le puse frente a él y comencé a besarla el cuello y las orejas y acariciar sus tetas mientras la seguía diciendo lo guapa que me parecía y lo mucho que me ponían sus curvas. Pasé mis manos a su espalda y comencé a acariciarla su ancho culo. Subí mis manos hasta llegar al cuello, donde cogí la cremallera del vestido. Se lo fui bajando mientras seguía besándola el cuello y las orejas, y nos lanzábamos miradas calientes por el espejo. Cuando lo tuvo desabrochado del todo comencé a quitarla el vestido. Gemma se quedo con un sujetador y un tanga rojos, con encaje a juego muy sexys.
Giro la cabeza y volvimos a besarnos mientras acariciaba sus tetazas y restregaba mi paquete por su culo. La gire poniéndola frente a mí, seguimos besándonos y agarre mas fuerte aun sus tetazas. Las saque del sujetador y agache mi cabeza para empezar a comérselas. Se la pusieron los pezones durísimos muy rápido y mi lengua jugo bien con ellos.
Gemma me saco la polla del pantalón, tras desabrochármelo y comenzó a masturbarme, mientras se las comía. Cuando me la puso bien dura, se arrodillo y comenzó a hacerme una mamada. Sus gorditos labios se sentían muy bien pasando por mi polla de arriba abajo. Gemma comenzó despacio para, poco a poco, ir cogiendo velocidad. Su mano jugueteaba con mis huevos. Coloco mi polla entre sus tetazas y me hizo una buenísima cubana.
La di un condón y, en cuanto me lo puso, la levante. Tras unos besos, volví a girarla poniéndola, mirando el espejo. Seguimos besándonos, con una mano la agarre un pecho y la otra la metí por dentro del tanga, comenzando a masturbarla. La incline para delante y esta apoyo sus manos en el espejo. Aparte a un lado su tanga y comencé a follarla el coño desde atrás. Agarre fuerte sus tetazas y nos mirábamos a través del espejo. Esta no paraba de pedirme mas y yo cada vez se la metía mas duro. Solté sus tetas para ver en el espejo como se la movían con cada penetración.
La giré y la cogí en vilo, apoyando su espalda en el espejo. Me rodeo con las piernas, volvía a apartar el tanga y volvimos a follar. Rodeo mi cuello con sus manos y nos besamos. Yo tenia mis manos en su culo, agarrándolo fuerte. Me moví hacia la cama donde nos me tiré junto a ella. Gemma quedo debajo de mí, y seguía rodeándome con sus piernas. Seguía follándola duro y ahora acariciaba sus muslos. Mi cabeza se metía entre sus tetazas de vez en cuando, disfrutando de su roce y comiéndoselas.
La coloqué a gatas en la cama y me puse de rodillas detrás de ella. Le quité el tanga y volví a follarla el coño. Sobre todo, le daba golpes secos, metiendo entera mi polla. Gemma soltaba unos gemidos que me ponían mas cachondo aun, y encima sus tetazas se movían para todos lados. Me eche sobre su espalda y comencé a follarla mas deprisa, mientras agarre una de sus tetazas. Esta giro la cabeza y nos besamos.
La pregunté si le gustaba el anal y cuando, entre gemidos, me respondió que sí, volví a colocarme de rodillas, para seguir follándola el coño, mientras la dilataba el culo con mi dedo gordo mojado en saliva. Cuando lo tuvo suficientemente dilatado comencé a meterle mi polla despacio, oyendo un prolongado gemido de esta. Con mi polla enteramente dentro, comencé a moverla en círculos. Le saque un poco para follarla el culo metiéndola y sacándola despacio.
Me senté en el borde de la cama y Gemma se sentó sobre mí, mirándome. Volvimos a follar y nos besamos. Mis manos agarraron de nuevo sus tetazas y de vez en cuando bajaba la cabeza para comérselas. Gemma daba pequeños botecitos a veces y otras se movía en círculos. Cambie mi polla de agujero e hicimos lo mismo, pero por su culo.
Gemma se giró y se colocó dándome la espalda. Metió mi polla en su coño y comenzó a moverse para delante y detrás. Nos volvimos a besar largamente con mis manos agarrando fuerte sus tetazas. Cuando me iba a correr Gemma se arrodillo en el suelo entre mis piernas. Me quito el condón y volvió a poner mi polla entre sus tetazas. Nuevamente me masturbó con ellas, mientras lamia mi glande. Cuando estaba ya para reventar, la metió dentro de su boca y me la mamo hasta que lo hice. Esta se trago mi semen y me dejo la polla bien limpia.
Se sentó de nuevo sobre mí, rodeándome con las piernas y nos besamos. La acabé tumbando en la cama y me puse a gatas entre sus piernas. Comencé a comerla el coño, mientras mis manos, estiradas, agarraron sus tetazas. Mi lengua no salió de su coño hasta que se corrió.
Me tumbe a su lado y nos besamos y acariciamos un rato. Nos vestimos y, cuando me iba, nos despedimos con un nuevo besazo.

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