Un pete en la universidad

Llevábamos varios meses cogiendo, nos habíamos conocido por una amiga en común en alguna salida grupal. "La primera cita" fue en su departamento, luego de 3 cervezas y una linda charla ya me estaba chupando la pija arrodillada en la cocina. Ella morocha, pelo cortito, de contextura grande, unos pezones grandes y oscuros y un culo grande y firme al que le gustaba adornar con tangas muy finita que te hacian perder la cabeza, pero sin dudas lo mejor era su boca, unos labios carnosos y dulces y una lengua que te llevaba al cielo.
Pervertida ella y vicioso yo, no eran nunca menos de 3 polvos mios y 4 o 5 de ella, nos calentaban los lugares peligrosos como el balcón, el ascensor y las escaleras pero queríamos algo más jugado asi que le tiré la idea de hacer algo en la universidad y se re copó (yo ya había hecho algo ahi con otra chica hacía un tiempo).
Una semana después coincidimos, yo curso por la tarde y ella rendía un final, nos desocupabamos tipo 6 pm y quedamos en encontrarnos en una plaza a medio camino entre los pabellones. No podía concentrarme en la clase, ya mi cabeza estaba a mil maquinando la situación y ésa noche jugaba River por la libertadores asi que decidí salir antes e ir a fumarme un porro.
Llegando a la plazita la veo sentada con un jean roto y abajo se notaba esas calzas de tipo red negra que no abrigan mucho pero calientan al espectador, me comió la boca de una y me dijo "boludo ya tengo la conchita mojada", eso fue nafta para mí.
Encaramos hacia la facultad de Comunicación que es donde yo habia tenido una aventura pero claro, eran las 6 de la tarde, estaba lleno de gente iba a ser imposible. No nos íbamos a dar por vencidos tan fácilmente asi que fuimos a recorrer ciudad universitaria (para quien no conoce el campus de la uni de Córdoba es grande con mucho espacio verde y grandes calles que salen hacia distintos barrios). Caminábamos metiéndonos manos, parábamos contra algún paredón para chapar y apoyarla toda, que sintiera como me ponía, ella amagaba a meter la mano adentro de mi pantalón y yo le apretaba las tetas, hasta que vimos que atrás de un pabellón en un vértice había justo un arbolito, arbusto, poco frondoso culpa del otoño, a 50 mts pasaba la calle, asfaltada con tránsito moderado a esa hora, había luz todavia pero el dia era gris por lo que decidimos hacer algo rapidito en ése rincón.
Sin dudarlo nos metimos ahi, tiramos las mochilas al piso y ella se arrodilló desesperada bajandome el cierre del jean como si fuese la última vez en su vida. Me sacó la pija que a esta altura ya me goteaba y me dolía adentro del boxer y empezó a pasársela por la cara, la besaba y la frotaba contra sus labios, empezó a usar su lengua para recorrerme primero la punta y luego todo el tronco de arriba a abajo. Hasta que le ordené que se la comiera toda como ella sabía y así lo hizo, fue metiendosela despacito hasta que mis huevos quedaron en su pera, cuando se quedó sin aire la sacó con un poco de lágrimas en sus ojos y una sonrisa de perversa que yo conocía muy bien, empezó a meterla y sacarla muy fuerte mientras me pajeaba. Me incliné para desabrochar su botón del pantalón y poder meter mi mano, agarraba su calza junto con su tanguita negra y se la subía para que se le enterrara más y se le escapaban pequeños gemidos, suspiros que ahogaba con mi verga, llevé la mano a su concha y comprobé que estaba inundada, era un mar de jugos asi que le dije que se pajeara mientras yo le cogía la boquita, ella muy obediente se bajo un poco la ropa para poder meterse mano y empezó a tocarse muy fuerte, yo sabía que en cualquier momento se venía su acabada asi que empecé a cogerle la boca de manera brutal, la sacaba toda y arremetía de nuevo contra su garganta provocándole arcadas, era tan grande la calentura que teniamos que no hizo falta demasiado tiempo ni demasiadas palabras, cerré los ojos y dejé que ese hormigueo previo al orgasmo derivara en mucha leche que le colmó por completo su boca al mismo tiempo que su cuerpo temblaba por la descarga de su orgasmo, incliné mi cabeza hacia adelante para apoyarme en la pared y poder sostenerme de pie porque sentía que me iba. Mientras tanto ella seguía lamiendo mi pija dejándola impecable y mostrándome que se habia tragado todo como tanto le gustaba. Me mostró su mano llena de sus jugos que lamí con mucho gusto y nos paramos acomodandonos la ropa para salir disimuladamente de ese rincón que por menos de 10 minutos se convirtió en testigo de la calentura de 2 pajerxs.
En la esquina nos separamos para ir por lados opuestos, yo fui al kiosco a comprar una cerveza, prendí el porrito que me habia quedado y fui caminando hacia nueva cordoba para buscar un bar donde ver el partido de River, ella a su casa a pajerse y mandarme fotos y videitos.

1 comentario - Un pete en la universidad

pendejofacha
tremendo bro!
natiema +1
Gracias loco, hace años entro a leer y hoy se me dió por escribir el primero cortito