Esto que voy a relatar pasó hace tres años, en enero de 2017, y lo escribo ahora que pasó un tiempo considerable, porque gracias a esta cuarentena tengo mucho tiempo libre y,principalmente, porque estas cosas hay que contarlas además de la insistencia de uno de los protagonistas de este trío, mi primo. Porque ninguno de los dos pensó que algo así podía pasar y porque él es habitué de esta página (y yo también para qué mentir, ja!) me insistió a que lo hiciera poniendo como excusa que esto me podía ayudar con mi “escritura” y práctica en mi carrera de periodismo. También porque no puedo sacarme de la cabeza esta tremenda y placentera experiencia que no creo se vuelva a repetir y además porque que esto debe ser relatado, debe quedar registrado y ser compartido y porque cuando el universo se alinea a tu favor hay que aprovechar. En fin, primero vamos aponer un poco en contexto (disculpen si se hace un poco extensa la narrativa no la quise dividir en dos partes) esta historia que tiene como protagonistas a mi prima “Mariana”, mi primo “Facundo” y yo. Sí los tres somos primos e hicimos un trío.
Bien, los tres somos de Corrientes, una provincia que tiene bellas mujeres por cierto, de una familia que económicamente podría decirse está bien. Mi familia materna es la que tiene un buen pasar económico, mis abuelos tienen un campo grande y es en este lugar donde sucedió esta historia.
Mariana, por el momento, es la única nieta mujer y por ende se imaginarán lo mimada que es por mis abuelos y de los tres ella es tres meses mayor que Facundo y cinco meses mayor que yo.Los tres vinimos a nacer uno detrás del otro y fue toda una revolución el momento en el que empezamos a venir al mundo. Básicamente nos criamos los tres juntos en la casa de mis abuelos, los fines de semana, fiestas, cumpleaños e incluso fuimos al mismo colegio.
Me siento en la obligación de decir que Mariana es una mina muy linda, de hermoso cuerpo, que va a al gym, capitana de su equipo de hockey y de bastante actividad física. Pero también que es de esas minas que vuelven locos a los tipos. Por ejemplo: una vez en un almuerzo con toda la familia reunida y en medio de la comilona cae de sorpresa un pretendiente de Mariana y se manda una escena telenovelesca quedando en ridículo el chabón, llorando, suplicando. Muy patético y volcando en nosotros una vergüenza ajena garrafal hasta que mi abuelo muy amablemente lo invitó al pibe este a que se retirase. Otra también fue la vez que estábamos haciendo sobremesa y viene en una camioneta un pretendiente y a los 15 minutos viene otro en un mini cooper y ahí estaban los dos, decir la palabra “incomodidad”queda corta para describir esa situación hasta que el de la camioneta se fue y lo siguió el otro al rato. En definitiva, Mariana siempre tenía tipos dando vueltas sobre ella.
Algunas fotos de Mariana:
Esta se la saqué yo una vez que fuimos a la pileta.
En la casa de nuestros abuelos.
Como les comentaba anteriormente los tres crecimos y nos criamos juntos, somos como hermanos o mejor aún somos muy amigos y eso que los tres tenemos personalidades muy diferentes. El caso de Facundo lo podría caracterizar como el pendejo piola,caradura pero de fierro. Por ejemplo en varias oportunidades se puso codo acodo conmigo cuando tenía problemas en el colegio con los “bullys” y nos agarrábamos a las trompadas. Es como mi hermano mayor aunque a veces es un pesado como cuando encontró un cuaderno mío con poemas e intentos de cuentos y hasta el día de hoy no para de descansarme con eso.
Cuando teníamos 16 años fue la primera vez que con Facundo hablamos de lo linda que estaba Mariana, me acuerdo que me mandó un mensaje de voz un domingo a la noche después de una tarde en la pileta en la casa de los abuelos, ella tenía un bikini que le quedaba muy bien. Yo no me hice el boludo y le di la razón porque era verdad pero no pasamos de eso, algún comentario y nada más pero lo mejor estaba porvenir dos años más tarde.
Como era costumbre y esta no iba a ser la excepción la navidad del 2017 la íbamos a pasar en la casa de nuestros abuelos. Una vez allá con Mariana y Facundo empezamos lentamente a tomar,primero un par de sidras, después cerveza artesanal que consiguió Facundo y para terminar fernet con Coca que es nuestra bebida favorita. Después de la medianoche, saludos y abrazos mediante continuamos tomando, y como el año anterior, nos fuimos los tres a la casa que nuestro tío Julián (el menor de los hermanos) tenía en el terreno de la casa de los abuelos, es una casita de material con todas las comodidades y que él construyó para tener de “guarida”por así decirlo. Él no pasó las fiestas con nosotros ya que andaba por México con su novia así que le preguntamos si podíamos estar ahí, nos dijo que sí pero nada de fiesta y ese tipo de cosas a lo que le respondimos que no íbamos a hacer nada raro y que íbamos a cuidar su “bulo”. Un copado nuestro tío.
El asunto es que estábamos ahí los tres, Facundo y yo nos acomodamos a frente a la tele para jugar al PES hasta la madrugada emborrachándonos con fernet ya que no teníamos fiesta adonde ir mientras Mariana terminaba de organizar que la vinieran a buscar pero como faltaba un buen rato para eso se prendió con nosotros a seguir tomando.Mientras estábamos ahí tirados en el sillón nos preguntó a los dos los si no queríamos ir con ella a una fiesta no sé donde, lo pensamos y dijimos que sí.Corría el fernet y empezamos a hablar de sus “novios” y ella nos preguntaba si andábamos con alguien y ese tipo de cosas, todo normal hasta ahí, nos reíamos y gastábamos; en un momento se para y dice: “Che, estaba pensando ¿se animan a hacer un trío conmigo?” Facundo terminó escupiendo el fernet y casi tira el vaso... Yo creo que me quedé con la boca abierta tumbado en el sillón mirándola.“No se hagan los pajeros, me di cuenta cómo me miran. Aparte está todo bien y como cada uno el año que viene se va a hacer la suya ya no nos vamos a ver tan seguido...” Esto no era real, pensé, ésta nos está tomando el pelo y nos está jodiendo. La miré a Mariana, lo miré a Facundo y pensando con el pito dije:“¡De una!”. Facundo dejó el vaso en la mesa ratona, se puso de pie y se fue a abrazarla mientras decía: “¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!” Mariana se empezó a reir y nos contó que hacía un tiempo lo venía pensando pero no se animaba a hacerlo con cualquiera además de que quería hacerlo a su manera, lo tenía todo pensado la guacha, y no tenía dos chicos de confianza como para coger así nomás. Y sí en ese sentido tenía razón que entre los tres “estaba todo más que bien”.
Con Facundo tratamos decalmarnos y ahí nos contó cómo quería hacerlo, dijo: “Quiero que cogamos sin forro. Yo tomo pastillas y ustedes están limpitos... Supongo.” Y sí era así, yo hacía 4 meses había cortado con mi ex y Facundo tenía un mes de haber cortado justamente con una amiga de Mariana. Cargábamos una leche como se imaginarán.
“Pensaba que nos podíamos juntar acá en la casa de Juli.” “¡Sí! ¡Sí! ¡Sí, dale!” casi gritamos. “¡Bueno,cálmense boludo!” Nos paró y sacó su celu y miró la agenda: “Organicemos para año nuevo, quedémonos acá y después vemos, yo estoy hasta el 1ro (de enero)”Con Facundo lo único que podíamos decir, o balbucear, era “Sí”. Como dije Mariana lo tenía todo pensado, yo la miraba y no lo podía creer, hacer un trío con ella (y Facundo) qué locura y al mismo tiempo todo bien. Facundo como cayendo en la cuenta de lo que iba a pasar le pregunta si íbamos a poder acabar adentro de ella y con una sonrisa le responde: “Obvio tonto, por eso les digo para hacerlo sin forro.” Él me mira y me pega un palmazo cómplice en la espalda y yo hago lo mismo. Mariana nos mira riéndose mientras se muerde el labio inferior con gesto como diciendo “Ay estos dos.”
Mientras estábamos ahí tratando de caer en cuenta de lo que íbamos a hacer Facundo ni lento ni perezoso le pregunta si podíamos “hacer algo” a modo de prueba y Mariana con una carcajada le dice “Aguantá nene, nos vamos en un rato pero si quieren les hago un pete a cada uno para que no se queden tan locos.” En un abrir y cerrar de ojos nos levantamos con la pija dura pero ella nos ataja y le pide a Facundo que vaya a buscar un trapo para limpiar el fernet que tiró, se fue a buscar pero sin antes decirnos que lo esperemos. Yo me quedé ahí inmóvil casi hasta que Mariana me dice: “Vení te doy un recuerdito” Me empuja hacia abajo, se da media vuelta poniendo su hermosa cola frente a mi cara y se saca esta selfie:
La besé un poco, toda su piel olía a un perfume suave y dulce, traté de correr su tanga pero me frenó con la mano y me puso de pie. Cuando volvió Facundo hizo algo parecido y después se sentó en el sillón y en un pedazo de papel anotó un 1 y el otro un 2, entonces el que sacaba uno era el primero y el que sacaba el dos era el segundo, mandó sus manos atrás y al ponerlas en frente nos hizo elegir. Facundo sacó el uno así que me acomodé en el otro sillón para ver ese pete.
Cuando Facundo sacó su pija y Mariana la agarró con toda la confianza del mundo dijo: “Voy a probar algo a ver si me sale, dejáte llevar y si funciona a vos también te lo hago” me hizo ojito y empezó a chupar. Decir que ella lo disfrutaba es quedarse corto,saboreaba la pija de Facundo, la apretaba y se la mandaba hasta el fondo, él suspiraba y la acariciaba. Cuando no aguantó más y soltó la frase “voy a acabar” ella lo miró, sacó la lengua y cuando salió el primer chorro de leche metió de nuevo la pija en su boca y fue tragando de a poco –la leche y la pija- hasta el fondo, una autentica garganta profunda se mandó. Facundo temblaba mientras Mariana de a poco se la fue sacando de la boca y con unos cuantos hilos desaliva mezclada con leche acarició la pija de él, se la chupo un poco más y lo soltó. Facundo se tiró en el piso de la felicidad que cargaba, mirando al techo casi gritando dijo: “¡Qué buen pete la puta madre!” y nos empezamos a reir.
Como pudo Facundo,arrastrándose diría yo, se recostó en el sillón al tiempo que Mariana me llamaba con la mano, me levanté, me bajé la bermuda y el bóxer hasta ubicarme frente a ella que seguía arrodillada, al sacar mi pija me la empezó a chupar suave y profundamente. No podía creer lo que estaba sintiendo, entre el placer y la libertad que había en el ambiente todo era perfecto. Mientras acariciaba su pelo ella levantaba la miraba y me fulminaba con su mirada de loba, en sus ojos se notaba que lo disfrutaba y en la manera que sujetaba mi pija, como se la metía hasta el fondo. No sabría calcular cuánto aguanté porque para serles sincero después de un rato yo quería sentir el placer de acabar en su boca, que se trague mi leche, que me hiciera una garganta profunda como le acababa de hacer a Facundo hacía unos minutos. De tan ido que estaba ni siquiera pude decir palabra, empecé a acabar y Mariana al tiempo que empezaba a tragar la leche fue tragando mi pija hasta el fondo; hasta llegar a la base. Sujeté su cabeza, no quería que dejara de hacerlo, no podía creer eso que estaba pasando y al mismo tiempo el placer de acabar en su boca (o en su garganta debería decir) era maravilloso. Lentamente fue sacando mi pija y como había pasado con Facundo al sacarla se desprendían varios hilos de saliva mezclada con leche, yo temblaba un poco y con su mirada de puta me la chupo un poco saboreando la leche que quedaba, me agarró de la cadera y me tiró en el sillón al tiempo que se levantaba y nos decía: “Bueno, ¿se calmaron un poco? Qué manera de tirar leche ustedes dos, boludo...” Nosotros no podíamos decir nada estábamos en cualquier lado recuperándonos de tremendo pete. Toda la noche pasamos delirando y flasheando con Facundo lo que iba a ser ese trío, el sueño de todos los chabones del colegio de cogerse a Mariana lo íbamos a cumplir nosotros y de qué manera.
A la semana siguiente, creo que fue lunes, a la mañana me despierto viendo que Mariana armó un grupo de whatsapp con los tres con el nombre “El trío galleta” como nos llamaba nuestro abuelo, qué guacha me dije, y lo primero que escribió era que armó el grupo para ir preparando la “juntada” y que quería que nos depilemos a lo que Facundo respondió “Ya lo hice” yo me maté de risa (después hice lo mismo). Por su parte ella nos contó que iba a a ir a depilarse. Mamita querida la calentura, más dela que ya tenía, que me agarró no les puedo explicar aunque se imaginarán.
Creo que la onda de Mariana,su soltura, la libertad y seguridad de ella hizo que esto saliera como salió;con Facundo fuimos meros beneficiados de esta ocurrencia suya.
Por fin llegó el jueves 31 y como estaba planificado pasamos nochebuena en la casa de los abuelos. La cena transcurrió con total normalidad, a la medianoche brindamos y después de una hora que se hizo larguísima para mí, y me imagino que para ellos también,cargamos el fernet y dos botellas de coca y nos fuimos a la casa del tío Julián.
Entramos y Mariana metió llave a la puerta por las dudas, dijo. Mientras Facundo preparaba un fernet ella me pidió que trajera el colchón que era para “los invitados” y lo pusimos en el suelo, ella buscó unas toallas y las dejó cerca. “Bueno, están preparados... Miren que tenemos toda la noche.” Y se reía, se la no tabacontenta. Lo primero que le dije fue: “Marian dejame chuparte la concha por favor” a lo que me respondió: “Obvio tonto, primero pete, tranqui y después vamos de a poco.”
Nos desnudamos, nos besó un rato a cada uno mientras nuestras manos recorrían todo el cuerpo de ella. En un momento se tiró sobre el colchón, abrió sus piernas y me fui directo a su concha. ¡Dios, lo deliciosa que era y se sentía! Mientras yo se la chupaba ella gemía de contenta al tiempo que Facundo se acomodó para que ella se la chupe a él. Después cambiamos, todo se fue dando de una manera tan espontánea. No hacía falta decir nada. Así como estábamos ella se acomodó arriba de Facundo y una vez que él se la metió y se movió un poco ella me buscó con su mano en señal deque me acerque; mojé la cabeza de mi pija al tiempo que no sé de dónde ella sacó un pomo de lubricante y me lo pasó, puse un poco sobre su culo y mientras con una mano la agarraba de la cintura con la otra empecé a empujar de a poco mi pija e ir entrando. Una vez que entré comencé a moverme, se sentía tan suave y al mismo tiempo apretado. Sólo cerré los ojos y me dejé llevar por las ganas y el placer que sentía por todo el cuerpo, además de la adrenalina que me desbordaba. Al tiempo que yo me movía Facundo también lo hacía y de alguna manera coordinamos nuestros movimientos mientras Mariana gemía y gemía, por momentos ese gemido lo cortaba para besar a Facundo. También se empezaba a escuchar como sus muslos chocaban con mi cintura y su entrepierna con la de Facundo a un ritmo sincronizado.
Yo estaba ido, sólo disfrutaba de estar cogiendo con semejante pendeja, sentía su culo apretado mientras la penetraba con mi pija, estaba tan lubricada tan húmeda que si bien trataba de no lastimarla ella hacía movimientos hacia mí como diciéndome que la estaba pasando bien.
Las únicas palabras o frases que lográbamos decir eran: “Sí”, “Qué rico, la puta madre”, “Dios…”, y cosas por el estilo. Todo fluía de manera tan espontánea que el goce y el placer se sentía en el aire. Perdí la noción del tiempo, no sé cuántos minutos habrán pasado hasta que Mariana en medio de sus gemidos dice: “¿Me van a acabar bien adentro… juntos?”. Ella siempre tenía las palabras justas, en ese momento la adrenalina y el placer corrían a mil y una vez que dijo eso lo único que pude decir fue un “Sí” agitado y arrastrado. “Acábenme, acábenme, acábenme…” decía Mariana cuando Facundo dijo: “Voy a acabar…” Yo seguía moviéndome cuando empecé a sentir que mi pija no daba más, aguanté lo que pude y empecé a hacer movimientos más cortos hasta que me quedé lo más adentro posible de su culo y empecé a acabar. ¡Por Dios, qué sensación más placentera e increíble! Mi pija bombeaba leche dentro del culo de ella y por los movimientos que sentía Facundo también lo hacía. Mariana gemía y largaba suspiros con cada movimiento nuestro mientras acabábamos. “Ay, qué rico…” decía ella mientras Facundo y yo no nos despegábamos de ella. Continué moviéndome suavemente disfrutando cada segundo como si fuera el último hasta que ella dijo: “No salgan, no salgan. Quédense,quédense.” Así como estábamos nos quedamos dentro de ella, entonces comenzó amoverse a su ritmo. “Voy a acabar” dijo y largó un gemido profundo, yo que la tenía agarrada de sus nalgas sentí como temblaba de placer y como su culo se contraía apretando mi pija, fueron segundos intensos.
Tratando de ser lo más cuidadoso posible me salí lentamente y una vez afuera ella largó la leche que le había dejado, quedé sorprendido: era bastante. Así como me salí ella también se levantó sosteniendo la pija de Facundo y pasó lo mismo: un buen chorro de leche salió de su concha. Dándose media vuelta se puso boca arriba y comenzó a reírse. “Qué rico estuvo eso, chicos. ¿Les gustó?” Facundo quedó tirado así como estaba y yo me tiré en el sillón que estaba ahí cerca, también nos reíamosy decíamos “Wow… ¡Qué hijo de puta!”, “¡Increíble Mariana!”, “¡Qué rico la puta madre!”. Ella largaba carcajadas y se tapaba la cara, en un momento cuando ya estábamos un poco más calmados (por decirlo de alguna manera) ella acarició su concha, estaba llena de leche, se levantó un poco y acarició su culo… igual. Preguntó si había algo para tomar y Facundo dijo que había fernet, se levantó y fue a prepararlo. Yo que estaba sentado, ido por el placer, me quedé mirándola, apreciándola, deseándola hasta que siento que me mira y me dice: “Andá a lavarte con jabón que vamos a cambiar…”, Facundo escuchó y exclamó: “¡Ahora me toca a mí darte por el culo, eh!”. “Sí tonto, calmate”, le respondió ella.
Tomamos un poco de fernet,en todo ese tiempo tuve la pija durísima no sólo por lo que había pasado sino por el hecho de poder acabar por segunda vez adentro de ella en su concha me estaba dejando loco. Tomamos y hablamos un rato, creo que se nos notaba a Facundo y a mí la calentura que cargábamos; y creo que Mariana se dio cuenta porque nos miró y dijo: “Ahora cambiamos –me señaló a mí- vos por la conchi y vos por el culo –mirando a Facundo.”
Me acosté boca arriba y cuando estaba mandando mi mano hacia mi boca para mojar con saliva mi pija Mariana en un movimiento rápido me la chupa un rato dejándome la pija bien mojada, se acomoda sobre mí y mete mi pija en su concha. Por favor que sensación más hermosa estar ahí adentro. La abracé y ella comenzó a besarme, yo apenas me movía. Sentí que Facundo se acomodaba. Mientras Mariana me besaba sentí un gemido saliendo de ella al mismo tiempo que escuchaba a Facundo largaba un“¡Sí, la puta madre!” dejando en claro que se encontraba entrando en el paraíso.
Me movía lentamente, Mariana me seguía besando. Yo acariciaba su cara, después recorría sus hombros y espalda, la apretaba un poco como sujetándome. Sentía su piel tan suave y cuando llegué a su cintura continué penetrándola más fuerte; Facundo comenzó a hacer lo mismo. Ella aceleró sus gemidos, yo sentía su respiración sobre mi cuello, eso me calentaba aún más. Nuestros movimientos eran coordinados, yo me estaba volviendo loco escuchando como su cuerpo chocaba contra el nuestro. Su concha se sentía tan suave, tan cálida. Pasaron los minutos y cada vez se volvían más intensos nuestros movimientos. Para no apurarme yo bajaba un poco el ritmo de mis movimientos mientras Facundo seguía hasta que él también hacía lo mismo. Mariana seguía gimiendo o largando alguna expresión de placer.
“Voy a acabar” dije al tiempo que Facundo responde: “Aguantá man…”. “Sí chicos, sí” decía Mariana. Me calmé un poco, aguantando lo que podía hasta que Facundo dice: “Ahora, ahora…”Sin pensarlo comencé a acabar. Creo que es la sensación más increíble del universo, de la vida; acabar adentro de una mina hermosa es lo más. Yo la tenía sujeta de su cintura, la agarré fuerte y creo que Facundo hizo lo mismo tomándola de sus nalgas. Esta vez fue más fuerte porque con cada chorro de leche que largaba la empujaba bien fuerte. Mariana gemía y gemía o los intercalaba con un “Sí” bien profundo. De a poco fuimos bajando la intensidad,muy lentamente, no queríamos parar se notaba; ni Facundo ni yo queríamos salir de donde estábamos. Acabamos y seguíamos adentro, sentí como Mariana se dejó caer, por así decirlo, sobre mí estirando sus brazos. Yo estaba ahí duro y desbordado por esa hermosa sensación de haber acabado adentro de ella. Facundo hacía algunos movimientos lentos, ella se lo pidió. Nos habremos quedado así un buen rato, la verdad la noción del tiempo desapareció. Acaricié su pelo, su cuello, su espalda, apreté un poco sus tetas pero no saqué mi pija de su concha. En un momento Facundo, como pudo, se salió y se tiró en la cama.Mariana muy lentamente se levantó y dejó salir la leche que le dejamos. Se reía y pasaba su mano derecha sobre su entrepierna desde el culo hasta la concha;juntó un poco de leche y la muy guacha se la mandó a la boca: “Mmmmm chicos,qué rico…” Nosotros la mirábamos, nos reíamos y nos calentábamos más. Ella se reía y largaba algunos suspiros placenteros, se limpió con una de las toallas y se fue al baño.
Facundo se levantó y me dice: “Man, qué locura esto… no lo puedo creer…” Se agarra la pija: “No se me baja”. “Y a mí menos”, le respondo. Mientras hacíamos correr el fernet vuelve Mariana toda hermosa, sensual y provocadora: “¡Qué bien salió esto!¿Descansamos un rato y lo hacemos de nuevo?” Ni hacía falta preguntar,estábamos más al palo que si era por nosotros lo seguiríamos haciendo hasta que se nos cayera la pija.
Mariana lo mandó a Facundo a lavarse la pija, como la había hecho conmigo. Se tiró en la cama y me fui directo a chuparle la concha, estaba toda limpia, con aroma a jabón y algo más que seguro se puso. Volvió Facundo y entre risas dice: “Te tenemos unas ganas primi” y entre gemidos y risas responde ella: “No me digas”.
Tomamos un poco, eran las 3 de la madrugada, teníamos tiempo de sobra. Yo seguía con unas ganas tremendas de seguir congiéndola. A Mariana la noté suelta, copada, bah como siempre pero con esto de estar cogiendo con ella se superaba todo.
Le pregunté si podía sacar una foto cogiéndola me dijo que sí pero que no se viera la cara de ella,entonces dice para seguir pero esta vez se la chupaba a uno y otro se la metía de cuatro en la concha. “Yo quiero un buen pete” dijo Facundo y se acomodó,Mariana se puso de cuatro y empezó a chupársela y yo me acerqué y se la metí despacio para cogerla suavemente. Agarré mi celular y saqué esta foto:
Comencé lento y suave por un rato pero era imposible no querer cogerla fuerte porque incluso ella se movía hacia uno como pidiendo más fuerte. Me volvía loco escuchar y sentir sus nalgas chocar contra mí. La cogí un buen rato, me sentía tan bien haciéndolo, cuando llegó las ganas de acabar la cogí más fuerte sin parar, la escuchaba gemir con la pija de Facundo en su boca. Acabé fuerte agarrado de sus nalgas, cuando no salía más leche con mi pija comencé a jugar con su concha: la sacaba y la volvía a meter (qué sensación más placentera, ¡la puta madre!). Exhausto me tiré en la cama y elle me acomodó para seguir chupándomela mientras Facundo se preparaba para cogerla. Sin mucho preparativo y con la leche que dejé en su concha él comenzó a cogérsela también de la misma forma que lo había hecho yo:disfrutando cada segundo, cada movimiento, cada caricia. Mientras tanto, yo relajadísimo como estaba disfrutaba del pete que ella me hacía, primero me limpió la pija de leche, o lo que quedaba, y después sí me la chupó como solo ella lo sabía hacer: haciéndote sentir que le encanta, apretándote la pija con su mano, haciéndote sentir su lengua juguetona y buscándote con la mirada.
Facundo acabó y se tomó su tiempo para disfrutar ese momento. Él se tiró en el sillón, Mariana se dio media vuelta y quedó boca arriba respirando fuerte y yo estaba así como me dejó ella: feliz.
Miré la hora en mi celular y eran las 4:30.
“Che, ¿descansamos un rato?” dice Mariana, asentimos con Facundo. Me sentí agorado pero feliz, respiraba profundamente, al mismo tiempo me sentía extasiado por mi cuerpo fluía placer más que sangre, la pija se me bajó pero no del todo. Quería más.
Tomamos un poco de fernet y no sé quién se durmió primero. Facundo se acomodó en el sillón, Mariana estaba a mi derecha en el colchón… lo siguiente que recuerdo es despertarme de las ganas que tenía de ir al baño, la miro a Mariana y ahí estaba durmiendo como un ángel, busqué mi celular y le saqué esta foto:
Me acosté de nuevo y me volví a dormir. Lo siguiente que recuerdo es entreabrir los ojos y ver como Facundo delicadamente y muy concentrado la da vuelta a Mariana, la pone de cuatro, se moja la pija con saliva, entra y empieza a cogérsela despacio y suave. La miro a Mariana y la escucho gemir un poco, veo que estira un poco sus brazos, me ira y me dice con una voz suave y un poco dormida: “Ey…-sonríe- ¿están con ganas de un poco más?” Le respondo con una sonrisa,acaricio su cabello y su cara. Facundo seguía cogiéndola lentamente hasta que comienza a acabar. Yo estaba con la pija durísima, sale y me mira como diciéndome: “Te toca…” ella se quedó así como estaba, pasé un poco de saliva por mi pija y no me importó que Facundo le haya dejado su leche yo sólo quería cogérmela, entrar en su concha y acabarle adentro, sentirla. Entré y toda esa adrenalina y placer volvió a correr a mil por hora. La cogí despacio disfrutando cada movimiento, me animé a meter mi pulgar, a modo de gancho, en su culo; ella hizo un movimiento como de sorpresa pero lo disfrutaba, se le notaba. Cuando me vinieron las ganas de acabar aguanté lo que pude y comencé a acabar bien adentro de ella, sentía su concha tan tibia, apreté sus nalgas sintiendo como si cada movimiento fuera el último. Terminé de acabar y me salí muy lentamente, jugué un poco entrando y saliendo; después la acomodé recostándola sobre el colchón y me levanté para ir al baño.
Cuando volví Mariana se estaba vistiendo y Facundo lo intentaba. Nos dice: “¿Vieron la hora que es?¡Las 8:15! – Se ríe- Vamos antes de que vengan a querer despertarnos”
Acomodamos y limpiamos la casa de nuestro tío. Nos dimos un fuerte abrazo entre los tres y como si nada hubiera pasado nos fuimos con nuestras familias que se encontraban ahí en la casa de nuestros abuelos.
Los tres seguimos en contacto pero cada uno en la suya estudiando y trabajando en distintos lugares;ya no nos vemos tanto como esos días. Espero volver a cogérmela a Mariana, no lo voy a negar y si bien a veces hacemos algún comentario de lo que hicimos espero de verdad volver a hacerlo.
Bueno, espero les haya gustado y calentado este relato sepan que traté de ser lo más detallista posible para que lo puedan disfrutar. Espero sus comentarios. Saludos.
Bien, los tres somos de Corrientes, una provincia que tiene bellas mujeres por cierto, de una familia que económicamente podría decirse está bien. Mi familia materna es la que tiene un buen pasar económico, mis abuelos tienen un campo grande y es en este lugar donde sucedió esta historia.
Mariana, por el momento, es la única nieta mujer y por ende se imaginarán lo mimada que es por mis abuelos y de los tres ella es tres meses mayor que Facundo y cinco meses mayor que yo.Los tres vinimos a nacer uno detrás del otro y fue toda una revolución el momento en el que empezamos a venir al mundo. Básicamente nos criamos los tres juntos en la casa de mis abuelos, los fines de semana, fiestas, cumpleaños e incluso fuimos al mismo colegio.
Me siento en la obligación de decir que Mariana es una mina muy linda, de hermoso cuerpo, que va a al gym, capitana de su equipo de hockey y de bastante actividad física. Pero también que es de esas minas que vuelven locos a los tipos. Por ejemplo: una vez en un almuerzo con toda la familia reunida y en medio de la comilona cae de sorpresa un pretendiente de Mariana y se manda una escena telenovelesca quedando en ridículo el chabón, llorando, suplicando. Muy patético y volcando en nosotros una vergüenza ajena garrafal hasta que mi abuelo muy amablemente lo invitó al pibe este a que se retirase. Otra también fue la vez que estábamos haciendo sobremesa y viene en una camioneta un pretendiente y a los 15 minutos viene otro en un mini cooper y ahí estaban los dos, decir la palabra “incomodidad”queda corta para describir esa situación hasta que el de la camioneta se fue y lo siguió el otro al rato. En definitiva, Mariana siempre tenía tipos dando vueltas sobre ella.
Algunas fotos de Mariana:
Esta se la saqué yo una vez que fuimos a la pileta.
En la casa de nuestros abuelos.
Como les comentaba anteriormente los tres crecimos y nos criamos juntos, somos como hermanos o mejor aún somos muy amigos y eso que los tres tenemos personalidades muy diferentes. El caso de Facundo lo podría caracterizar como el pendejo piola,caradura pero de fierro. Por ejemplo en varias oportunidades se puso codo acodo conmigo cuando tenía problemas en el colegio con los “bullys” y nos agarrábamos a las trompadas. Es como mi hermano mayor aunque a veces es un pesado como cuando encontró un cuaderno mío con poemas e intentos de cuentos y hasta el día de hoy no para de descansarme con eso.
Cuando teníamos 16 años fue la primera vez que con Facundo hablamos de lo linda que estaba Mariana, me acuerdo que me mandó un mensaje de voz un domingo a la noche después de una tarde en la pileta en la casa de los abuelos, ella tenía un bikini que le quedaba muy bien. Yo no me hice el boludo y le di la razón porque era verdad pero no pasamos de eso, algún comentario y nada más pero lo mejor estaba porvenir dos años más tarde.
Como era costumbre y esta no iba a ser la excepción la navidad del 2017 la íbamos a pasar en la casa de nuestros abuelos. Una vez allá con Mariana y Facundo empezamos lentamente a tomar,primero un par de sidras, después cerveza artesanal que consiguió Facundo y para terminar fernet con Coca que es nuestra bebida favorita. Después de la medianoche, saludos y abrazos mediante continuamos tomando, y como el año anterior, nos fuimos los tres a la casa que nuestro tío Julián (el menor de los hermanos) tenía en el terreno de la casa de los abuelos, es una casita de material con todas las comodidades y que él construyó para tener de “guarida”por así decirlo. Él no pasó las fiestas con nosotros ya que andaba por México con su novia así que le preguntamos si podíamos estar ahí, nos dijo que sí pero nada de fiesta y ese tipo de cosas a lo que le respondimos que no íbamos a hacer nada raro y que íbamos a cuidar su “bulo”. Un copado nuestro tío.
El asunto es que estábamos ahí los tres, Facundo y yo nos acomodamos a frente a la tele para jugar al PES hasta la madrugada emborrachándonos con fernet ya que no teníamos fiesta adonde ir mientras Mariana terminaba de organizar que la vinieran a buscar pero como faltaba un buen rato para eso se prendió con nosotros a seguir tomando.Mientras estábamos ahí tirados en el sillón nos preguntó a los dos los si no queríamos ir con ella a una fiesta no sé donde, lo pensamos y dijimos que sí.Corría el fernet y empezamos a hablar de sus “novios” y ella nos preguntaba si andábamos con alguien y ese tipo de cosas, todo normal hasta ahí, nos reíamos y gastábamos; en un momento se para y dice: “Che, estaba pensando ¿se animan a hacer un trío conmigo?” Facundo terminó escupiendo el fernet y casi tira el vaso... Yo creo que me quedé con la boca abierta tumbado en el sillón mirándola.“No se hagan los pajeros, me di cuenta cómo me miran. Aparte está todo bien y como cada uno el año que viene se va a hacer la suya ya no nos vamos a ver tan seguido...” Esto no era real, pensé, ésta nos está tomando el pelo y nos está jodiendo. La miré a Mariana, lo miré a Facundo y pensando con el pito dije:“¡De una!”. Facundo dejó el vaso en la mesa ratona, se puso de pie y se fue a abrazarla mientras decía: “¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!” Mariana se empezó a reir y nos contó que hacía un tiempo lo venía pensando pero no se animaba a hacerlo con cualquiera además de que quería hacerlo a su manera, lo tenía todo pensado la guacha, y no tenía dos chicos de confianza como para coger así nomás. Y sí en ese sentido tenía razón que entre los tres “estaba todo más que bien”.
Con Facundo tratamos decalmarnos y ahí nos contó cómo quería hacerlo, dijo: “Quiero que cogamos sin forro. Yo tomo pastillas y ustedes están limpitos... Supongo.” Y sí era así, yo hacía 4 meses había cortado con mi ex y Facundo tenía un mes de haber cortado justamente con una amiga de Mariana. Cargábamos una leche como se imaginarán.
“Pensaba que nos podíamos juntar acá en la casa de Juli.” “¡Sí! ¡Sí! ¡Sí, dale!” casi gritamos. “¡Bueno,cálmense boludo!” Nos paró y sacó su celu y miró la agenda: “Organicemos para año nuevo, quedémonos acá y después vemos, yo estoy hasta el 1ro (de enero)”Con Facundo lo único que podíamos decir, o balbucear, era “Sí”. Como dije Mariana lo tenía todo pensado, yo la miraba y no lo podía creer, hacer un trío con ella (y Facundo) qué locura y al mismo tiempo todo bien. Facundo como cayendo en la cuenta de lo que iba a pasar le pregunta si íbamos a poder acabar adentro de ella y con una sonrisa le responde: “Obvio tonto, por eso les digo para hacerlo sin forro.” Él me mira y me pega un palmazo cómplice en la espalda y yo hago lo mismo. Mariana nos mira riéndose mientras se muerde el labio inferior con gesto como diciendo “Ay estos dos.”
Mientras estábamos ahí tratando de caer en cuenta de lo que íbamos a hacer Facundo ni lento ni perezoso le pregunta si podíamos “hacer algo” a modo de prueba y Mariana con una carcajada le dice “Aguantá nene, nos vamos en un rato pero si quieren les hago un pete a cada uno para que no se queden tan locos.” En un abrir y cerrar de ojos nos levantamos con la pija dura pero ella nos ataja y le pide a Facundo que vaya a buscar un trapo para limpiar el fernet que tiró, se fue a buscar pero sin antes decirnos que lo esperemos. Yo me quedé ahí inmóvil casi hasta que Mariana me dice: “Vení te doy un recuerdito” Me empuja hacia abajo, se da media vuelta poniendo su hermosa cola frente a mi cara y se saca esta selfie:
La besé un poco, toda su piel olía a un perfume suave y dulce, traté de correr su tanga pero me frenó con la mano y me puso de pie. Cuando volvió Facundo hizo algo parecido y después se sentó en el sillón y en un pedazo de papel anotó un 1 y el otro un 2, entonces el que sacaba uno era el primero y el que sacaba el dos era el segundo, mandó sus manos atrás y al ponerlas en frente nos hizo elegir. Facundo sacó el uno así que me acomodé en el otro sillón para ver ese pete.
Cuando Facundo sacó su pija y Mariana la agarró con toda la confianza del mundo dijo: “Voy a probar algo a ver si me sale, dejáte llevar y si funciona a vos también te lo hago” me hizo ojito y empezó a chupar. Decir que ella lo disfrutaba es quedarse corto,saboreaba la pija de Facundo, la apretaba y se la mandaba hasta el fondo, él suspiraba y la acariciaba. Cuando no aguantó más y soltó la frase “voy a acabar” ella lo miró, sacó la lengua y cuando salió el primer chorro de leche metió de nuevo la pija en su boca y fue tragando de a poco –la leche y la pija- hasta el fondo, una autentica garganta profunda se mandó. Facundo temblaba mientras Mariana de a poco se la fue sacando de la boca y con unos cuantos hilos desaliva mezclada con leche acarició la pija de él, se la chupo un poco más y lo soltó. Facundo se tiró en el piso de la felicidad que cargaba, mirando al techo casi gritando dijo: “¡Qué buen pete la puta madre!” y nos empezamos a reir.
Como pudo Facundo,arrastrándose diría yo, se recostó en el sillón al tiempo que Mariana me llamaba con la mano, me levanté, me bajé la bermuda y el bóxer hasta ubicarme frente a ella que seguía arrodillada, al sacar mi pija me la empezó a chupar suave y profundamente. No podía creer lo que estaba sintiendo, entre el placer y la libertad que había en el ambiente todo era perfecto. Mientras acariciaba su pelo ella levantaba la miraba y me fulminaba con su mirada de loba, en sus ojos se notaba que lo disfrutaba y en la manera que sujetaba mi pija, como se la metía hasta el fondo. No sabría calcular cuánto aguanté porque para serles sincero después de un rato yo quería sentir el placer de acabar en su boca, que se trague mi leche, que me hiciera una garganta profunda como le acababa de hacer a Facundo hacía unos minutos. De tan ido que estaba ni siquiera pude decir palabra, empecé a acabar y Mariana al tiempo que empezaba a tragar la leche fue tragando mi pija hasta el fondo; hasta llegar a la base. Sujeté su cabeza, no quería que dejara de hacerlo, no podía creer eso que estaba pasando y al mismo tiempo el placer de acabar en su boca (o en su garganta debería decir) era maravilloso. Lentamente fue sacando mi pija y como había pasado con Facundo al sacarla se desprendían varios hilos de saliva mezclada con leche, yo temblaba un poco y con su mirada de puta me la chupo un poco saboreando la leche que quedaba, me agarró de la cadera y me tiró en el sillón al tiempo que se levantaba y nos decía: “Bueno, ¿se calmaron un poco? Qué manera de tirar leche ustedes dos, boludo...” Nosotros no podíamos decir nada estábamos en cualquier lado recuperándonos de tremendo pete. Toda la noche pasamos delirando y flasheando con Facundo lo que iba a ser ese trío, el sueño de todos los chabones del colegio de cogerse a Mariana lo íbamos a cumplir nosotros y de qué manera.
A la semana siguiente, creo que fue lunes, a la mañana me despierto viendo que Mariana armó un grupo de whatsapp con los tres con el nombre “El trío galleta” como nos llamaba nuestro abuelo, qué guacha me dije, y lo primero que escribió era que armó el grupo para ir preparando la “juntada” y que quería que nos depilemos a lo que Facundo respondió “Ya lo hice” yo me maté de risa (después hice lo mismo). Por su parte ella nos contó que iba a a ir a depilarse. Mamita querida la calentura, más dela que ya tenía, que me agarró no les puedo explicar aunque se imaginarán.
Creo que la onda de Mariana,su soltura, la libertad y seguridad de ella hizo que esto saliera como salió;con Facundo fuimos meros beneficiados de esta ocurrencia suya.
Por fin llegó el jueves 31 y como estaba planificado pasamos nochebuena en la casa de los abuelos. La cena transcurrió con total normalidad, a la medianoche brindamos y después de una hora que se hizo larguísima para mí, y me imagino que para ellos también,cargamos el fernet y dos botellas de coca y nos fuimos a la casa del tío Julián.
Entramos y Mariana metió llave a la puerta por las dudas, dijo. Mientras Facundo preparaba un fernet ella me pidió que trajera el colchón que era para “los invitados” y lo pusimos en el suelo, ella buscó unas toallas y las dejó cerca. “Bueno, están preparados... Miren que tenemos toda la noche.” Y se reía, se la no tabacontenta. Lo primero que le dije fue: “Marian dejame chuparte la concha por favor” a lo que me respondió: “Obvio tonto, primero pete, tranqui y después vamos de a poco.”
Nos desnudamos, nos besó un rato a cada uno mientras nuestras manos recorrían todo el cuerpo de ella. En un momento se tiró sobre el colchón, abrió sus piernas y me fui directo a su concha. ¡Dios, lo deliciosa que era y se sentía! Mientras yo se la chupaba ella gemía de contenta al tiempo que Facundo se acomodó para que ella se la chupe a él. Después cambiamos, todo se fue dando de una manera tan espontánea. No hacía falta decir nada. Así como estábamos ella se acomodó arriba de Facundo y una vez que él se la metió y se movió un poco ella me buscó con su mano en señal deque me acerque; mojé la cabeza de mi pija al tiempo que no sé de dónde ella sacó un pomo de lubricante y me lo pasó, puse un poco sobre su culo y mientras con una mano la agarraba de la cintura con la otra empecé a empujar de a poco mi pija e ir entrando. Una vez que entré comencé a moverme, se sentía tan suave y al mismo tiempo apretado. Sólo cerré los ojos y me dejé llevar por las ganas y el placer que sentía por todo el cuerpo, además de la adrenalina que me desbordaba. Al tiempo que yo me movía Facundo también lo hacía y de alguna manera coordinamos nuestros movimientos mientras Mariana gemía y gemía, por momentos ese gemido lo cortaba para besar a Facundo. También se empezaba a escuchar como sus muslos chocaban con mi cintura y su entrepierna con la de Facundo a un ritmo sincronizado.
Yo estaba ido, sólo disfrutaba de estar cogiendo con semejante pendeja, sentía su culo apretado mientras la penetraba con mi pija, estaba tan lubricada tan húmeda que si bien trataba de no lastimarla ella hacía movimientos hacia mí como diciéndome que la estaba pasando bien.
Las únicas palabras o frases que lográbamos decir eran: “Sí”, “Qué rico, la puta madre”, “Dios…”, y cosas por el estilo. Todo fluía de manera tan espontánea que el goce y el placer se sentía en el aire. Perdí la noción del tiempo, no sé cuántos minutos habrán pasado hasta que Mariana en medio de sus gemidos dice: “¿Me van a acabar bien adentro… juntos?”. Ella siempre tenía las palabras justas, en ese momento la adrenalina y el placer corrían a mil y una vez que dijo eso lo único que pude decir fue un “Sí” agitado y arrastrado. “Acábenme, acábenme, acábenme…” decía Mariana cuando Facundo dijo: “Voy a acabar…” Yo seguía moviéndome cuando empecé a sentir que mi pija no daba más, aguanté lo que pude y empecé a hacer movimientos más cortos hasta que me quedé lo más adentro posible de su culo y empecé a acabar. ¡Por Dios, qué sensación más placentera e increíble! Mi pija bombeaba leche dentro del culo de ella y por los movimientos que sentía Facundo también lo hacía. Mariana gemía y largaba suspiros con cada movimiento nuestro mientras acabábamos. “Ay, qué rico…” decía ella mientras Facundo y yo no nos despegábamos de ella. Continué moviéndome suavemente disfrutando cada segundo como si fuera el último hasta que ella dijo: “No salgan, no salgan. Quédense,quédense.” Así como estábamos nos quedamos dentro de ella, entonces comenzó amoverse a su ritmo. “Voy a acabar” dijo y largó un gemido profundo, yo que la tenía agarrada de sus nalgas sentí como temblaba de placer y como su culo se contraía apretando mi pija, fueron segundos intensos.
Tratando de ser lo más cuidadoso posible me salí lentamente y una vez afuera ella largó la leche que le había dejado, quedé sorprendido: era bastante. Así como me salí ella también se levantó sosteniendo la pija de Facundo y pasó lo mismo: un buen chorro de leche salió de su concha. Dándose media vuelta se puso boca arriba y comenzó a reírse. “Qué rico estuvo eso, chicos. ¿Les gustó?” Facundo quedó tirado así como estaba y yo me tiré en el sillón que estaba ahí cerca, también nos reíamosy decíamos “Wow… ¡Qué hijo de puta!”, “¡Increíble Mariana!”, “¡Qué rico la puta madre!”. Ella largaba carcajadas y se tapaba la cara, en un momento cuando ya estábamos un poco más calmados (por decirlo de alguna manera) ella acarició su concha, estaba llena de leche, se levantó un poco y acarició su culo… igual. Preguntó si había algo para tomar y Facundo dijo que había fernet, se levantó y fue a prepararlo. Yo que estaba sentado, ido por el placer, me quedé mirándola, apreciándola, deseándola hasta que siento que me mira y me dice: “Andá a lavarte con jabón que vamos a cambiar…”, Facundo escuchó y exclamó: “¡Ahora me toca a mí darte por el culo, eh!”. “Sí tonto, calmate”, le respondió ella.
Tomamos un poco de fernet,en todo ese tiempo tuve la pija durísima no sólo por lo que había pasado sino por el hecho de poder acabar por segunda vez adentro de ella en su concha me estaba dejando loco. Tomamos y hablamos un rato, creo que se nos notaba a Facundo y a mí la calentura que cargábamos; y creo que Mariana se dio cuenta porque nos miró y dijo: “Ahora cambiamos –me señaló a mí- vos por la conchi y vos por el culo –mirando a Facundo.”
Me acosté boca arriba y cuando estaba mandando mi mano hacia mi boca para mojar con saliva mi pija Mariana en un movimiento rápido me la chupa un rato dejándome la pija bien mojada, se acomoda sobre mí y mete mi pija en su concha. Por favor que sensación más hermosa estar ahí adentro. La abracé y ella comenzó a besarme, yo apenas me movía. Sentí que Facundo se acomodaba. Mientras Mariana me besaba sentí un gemido saliendo de ella al mismo tiempo que escuchaba a Facundo largaba un“¡Sí, la puta madre!” dejando en claro que se encontraba entrando en el paraíso.
Me movía lentamente, Mariana me seguía besando. Yo acariciaba su cara, después recorría sus hombros y espalda, la apretaba un poco como sujetándome. Sentía su piel tan suave y cuando llegué a su cintura continué penetrándola más fuerte; Facundo comenzó a hacer lo mismo. Ella aceleró sus gemidos, yo sentía su respiración sobre mi cuello, eso me calentaba aún más. Nuestros movimientos eran coordinados, yo me estaba volviendo loco escuchando como su cuerpo chocaba contra el nuestro. Su concha se sentía tan suave, tan cálida. Pasaron los minutos y cada vez se volvían más intensos nuestros movimientos. Para no apurarme yo bajaba un poco el ritmo de mis movimientos mientras Facundo seguía hasta que él también hacía lo mismo. Mariana seguía gimiendo o largando alguna expresión de placer.
“Voy a acabar” dije al tiempo que Facundo responde: “Aguantá man…”. “Sí chicos, sí” decía Mariana. Me calmé un poco, aguantando lo que podía hasta que Facundo dice: “Ahora, ahora…”Sin pensarlo comencé a acabar. Creo que es la sensación más increíble del universo, de la vida; acabar adentro de una mina hermosa es lo más. Yo la tenía sujeta de su cintura, la agarré fuerte y creo que Facundo hizo lo mismo tomándola de sus nalgas. Esta vez fue más fuerte porque con cada chorro de leche que largaba la empujaba bien fuerte. Mariana gemía y gemía o los intercalaba con un “Sí” bien profundo. De a poco fuimos bajando la intensidad,muy lentamente, no queríamos parar se notaba; ni Facundo ni yo queríamos salir de donde estábamos. Acabamos y seguíamos adentro, sentí como Mariana se dejó caer, por así decirlo, sobre mí estirando sus brazos. Yo estaba ahí duro y desbordado por esa hermosa sensación de haber acabado adentro de ella. Facundo hacía algunos movimientos lentos, ella se lo pidió. Nos habremos quedado así un buen rato, la verdad la noción del tiempo desapareció. Acaricié su pelo, su cuello, su espalda, apreté un poco sus tetas pero no saqué mi pija de su concha. En un momento Facundo, como pudo, se salió y se tiró en la cama.Mariana muy lentamente se levantó y dejó salir la leche que le dejamos. Se reía y pasaba su mano derecha sobre su entrepierna desde el culo hasta la concha;juntó un poco de leche y la muy guacha se la mandó a la boca: “Mmmmm chicos,qué rico…” Nosotros la mirábamos, nos reíamos y nos calentábamos más. Ella se reía y largaba algunos suspiros placenteros, se limpió con una de las toallas y se fue al baño.
Facundo se levantó y me dice: “Man, qué locura esto… no lo puedo creer…” Se agarra la pija: “No se me baja”. “Y a mí menos”, le respondo. Mientras hacíamos correr el fernet vuelve Mariana toda hermosa, sensual y provocadora: “¡Qué bien salió esto!¿Descansamos un rato y lo hacemos de nuevo?” Ni hacía falta preguntar,estábamos más al palo que si era por nosotros lo seguiríamos haciendo hasta que se nos cayera la pija.
Mariana lo mandó a Facundo a lavarse la pija, como la había hecho conmigo. Se tiró en la cama y me fui directo a chuparle la concha, estaba toda limpia, con aroma a jabón y algo más que seguro se puso. Volvió Facundo y entre risas dice: “Te tenemos unas ganas primi” y entre gemidos y risas responde ella: “No me digas”.
Tomamos un poco, eran las 3 de la madrugada, teníamos tiempo de sobra. Yo seguía con unas ganas tremendas de seguir congiéndola. A Mariana la noté suelta, copada, bah como siempre pero con esto de estar cogiendo con ella se superaba todo.
Le pregunté si podía sacar una foto cogiéndola me dijo que sí pero que no se viera la cara de ella,entonces dice para seguir pero esta vez se la chupaba a uno y otro se la metía de cuatro en la concha. “Yo quiero un buen pete” dijo Facundo y se acomodó,Mariana se puso de cuatro y empezó a chupársela y yo me acerqué y se la metí despacio para cogerla suavemente. Agarré mi celular y saqué esta foto:
Comencé lento y suave por un rato pero era imposible no querer cogerla fuerte porque incluso ella se movía hacia uno como pidiendo más fuerte. Me volvía loco escuchar y sentir sus nalgas chocar contra mí. La cogí un buen rato, me sentía tan bien haciéndolo, cuando llegó las ganas de acabar la cogí más fuerte sin parar, la escuchaba gemir con la pija de Facundo en su boca. Acabé fuerte agarrado de sus nalgas, cuando no salía más leche con mi pija comencé a jugar con su concha: la sacaba y la volvía a meter (qué sensación más placentera, ¡la puta madre!). Exhausto me tiré en la cama y elle me acomodó para seguir chupándomela mientras Facundo se preparaba para cogerla. Sin mucho preparativo y con la leche que dejé en su concha él comenzó a cogérsela también de la misma forma que lo había hecho yo:disfrutando cada segundo, cada movimiento, cada caricia. Mientras tanto, yo relajadísimo como estaba disfrutaba del pete que ella me hacía, primero me limpió la pija de leche, o lo que quedaba, y después sí me la chupó como solo ella lo sabía hacer: haciéndote sentir que le encanta, apretándote la pija con su mano, haciéndote sentir su lengua juguetona y buscándote con la mirada.
Facundo acabó y se tomó su tiempo para disfrutar ese momento. Él se tiró en el sillón, Mariana se dio media vuelta y quedó boca arriba respirando fuerte y yo estaba así como me dejó ella: feliz.
Miré la hora en mi celular y eran las 4:30.
“Che, ¿descansamos un rato?” dice Mariana, asentimos con Facundo. Me sentí agorado pero feliz, respiraba profundamente, al mismo tiempo me sentía extasiado por mi cuerpo fluía placer más que sangre, la pija se me bajó pero no del todo. Quería más.
Tomamos un poco de fernet y no sé quién se durmió primero. Facundo se acomodó en el sillón, Mariana estaba a mi derecha en el colchón… lo siguiente que recuerdo es despertarme de las ganas que tenía de ir al baño, la miro a Mariana y ahí estaba durmiendo como un ángel, busqué mi celular y le saqué esta foto:
Me acosté de nuevo y me volví a dormir. Lo siguiente que recuerdo es entreabrir los ojos y ver como Facundo delicadamente y muy concentrado la da vuelta a Mariana, la pone de cuatro, se moja la pija con saliva, entra y empieza a cogérsela despacio y suave. La miro a Mariana y la escucho gemir un poco, veo que estira un poco sus brazos, me ira y me dice con una voz suave y un poco dormida: “Ey…-sonríe- ¿están con ganas de un poco más?” Le respondo con una sonrisa,acaricio su cabello y su cara. Facundo seguía cogiéndola lentamente hasta que comienza a acabar. Yo estaba con la pija durísima, sale y me mira como diciéndome: “Te toca…” ella se quedó así como estaba, pasé un poco de saliva por mi pija y no me importó que Facundo le haya dejado su leche yo sólo quería cogérmela, entrar en su concha y acabarle adentro, sentirla. Entré y toda esa adrenalina y placer volvió a correr a mil por hora. La cogí despacio disfrutando cada movimiento, me animé a meter mi pulgar, a modo de gancho, en su culo; ella hizo un movimiento como de sorpresa pero lo disfrutaba, se le notaba. Cuando me vinieron las ganas de acabar aguanté lo que pude y comencé a acabar bien adentro de ella, sentía su concha tan tibia, apreté sus nalgas sintiendo como si cada movimiento fuera el último. Terminé de acabar y me salí muy lentamente, jugué un poco entrando y saliendo; después la acomodé recostándola sobre el colchón y me levanté para ir al baño.
Cuando volví Mariana se estaba vistiendo y Facundo lo intentaba. Nos dice: “¿Vieron la hora que es?¡Las 8:15! – Se ríe- Vamos antes de que vengan a querer despertarnos”
Acomodamos y limpiamos la casa de nuestro tío. Nos dimos un fuerte abrazo entre los tres y como si nada hubiera pasado nos fuimos con nuestras familias que se encontraban ahí en la casa de nuestros abuelos.
Los tres seguimos en contacto pero cada uno en la suya estudiando y trabajando en distintos lugares;ya no nos vemos tanto como esos días. Espero volver a cogérmela a Mariana, no lo voy a negar y si bien a veces hacemos algún comentario de lo que hicimos espero de verdad volver a hacerlo.
Bueno, espero les haya gustado y calentado este relato sepan que traté de ser lo más detallista posible para que lo puedan disfrutar. Espero sus comentarios. Saludos.
43 comentarios - Un trío con mi prima y mi primo (100% Real con fotos)
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