Una masajista de Tinder

Todo comenzó en un viaje que hice a Buenos Aires por reuniones de trabajo.
No soy muy habitué de hacemos pero 3 o 4 por año suelo hacer.
Aburrido en el departamento de mi hermana una tarde descargue Tinder y me dije, vamos a ver qué onda.
Después de un trato, PUM! ¡MATCH!
Inicio el chat, tranqui como quien va la cosa, y me presento.

Y - ¡Hola! ¿Cómo estás?
E - Hola, bien y vos?
Y - Todo tranqui por aquí, embolado sin saber qué hacer. Vos, ¿Qué andas haciendo?
E - Más o menos lo mismo - ya me dio a entender que no tenía muchas ganas de charlar pero le seguí el juego-.
Y - ¿A qué te dedicas? Si se puede saber?
E - Soy masajista. - ¡Puf! Me voló la cabeza!
Y - Wow, que bueno. Con lo que necesito uno ahora después de tanta reunión.
E - Me encantaría.
Y - Perfecto, ¿qué tengo que hacer para ganarme un masaje?
E - Primero, conocernos. - wow, yo pensé que ya me estaba dando pie para que nos veamos en ese mismo momento -.
Y - Listo no hay drama, mañana podemos vernos en un bar, si quieres, a dónde estés más cómoda. ¿En qué parte estás?
E - Dale, yo te aviso cuando termine y nos vemos. Soy de la zona de Avellaneda.
Y - Perfecto no estoy muy lejos, de última me todo un Uber y listo.

Así nos presentamos, mediante una aplicación que nunca me dio resultado positivo.
Me acuesto a dormir pensando en ella, y revisando sus fotos que había subido en su perfil.

Les pasó a detallar como es ella.
Vamos a ponerle un nombre, ya que por obvias razones no daré el nombre verdadero, vamos a llamarla Agostina. Ella es alta, 1,70 le calculo, según lo que pude ver, una carita de angel que te puede enloquecer en 5 minutos, unas tetas que dan que hablar, muy bien puestas por la naturaleza (son mi debilidad). Unas piernas que si te agarran no te sueltan más, y que pueden hacer que pierdas la cabeza (entre ellas)
Para qué hablar de la cola, según las fotos, prominente lomada después de la espalda. Ideal para arrinconar el Fito a la noche.
Vamos a los detalles importantes. Tiene unos ojos divinos que se pueden apreciar detrás de unos cristales enmarcados que generan una sensualidad única en su rostro. Por supuesto acompañado de unos labios super carnosos que te dan deseos de estar constantemente besándolos. Un aro argolla en la nariz, dándole la frutilla del postre de una belleza perfecta.

Al día siguiente, yo tenía una reunión de por lo menos 6 o 7 horas con directivos de la empresa con la que trabajo.
Siempre, después de la reunión no falta el que tira la idea de hacer un after office, por lo general soy yo, tomando unas cervezas y picando algo.
Durante los reunión traté de conectarme en la reunión y no escribirle tanto para que no la espante. Pero no me aguante y le escribí en un brake del almuerzo.

Y - Hola hermosa, cómo estás?
A - Bien aquí en el trabajo, recién termino con un cliente y ahora entra el otro en 1 hora
Y - Que bueno, debes estar a full!
A - Más o menos, ahora tengo una pausa para comer.
Y - Yo también estoy en eso, y me tente en escribirte
A - Jajaja. ¿Cómo va tu día?
Y - Agotador, no veo la hora de tener un masaje super relajante
A - Ahora tengo todos los turnos ocupados, pero puedo hacer un lugar en mi depto para atenderte, ahí tengo una camilla de emergencia.
Y - Genial, me encantaría. ¿A qué hora crees que te desocupas?
A - Creo que a las 19, si el último no llega tarde.
Y - Perfecto, a esa hora yo ya estoy más que desocupado. ¿Quieres que te busque?
E - No hace falta, pero te paso la dirección por las dudas.
Y - Perfecto!

En ese momento ya la reunión no me importaba, ya estaba pensando en cómo iba a disfrutar de dos cosas hermosas. El masaje, por supuesto, y de la masajista, era más que obvio.
Perdí el hilo de la reunión como a las 17 horas, no solo por cansancio, sino por lo que me esperaba.

A las 18 horas termina la reunión, mis colegas armando todo para un after office en el mismo bar de siempre, yo solo pensaba en donde iba a darme una ducha para no ir con sudor y olor a oficina y reunión. A parte si iba a disfrutar de un buen masaje, necesitaba una ducha para descomprimir mi cuerpo.
En ese momento me llega un mensaje de ella, diciéndome que su cliente le había cancelado y que estaba libre, si quería ir a buscarla o que vaya directamente a su departamento.

Le dije que me esperara así vayamos juntos en el Uber. Cuando la vi no se imaginan lo que era esa mujer, me estaba enloqueciendo de tan solo verla acercarse al auto. Si, como se imaginaran, yo también la vi venir en cámara lenta, como si fuese Sarah Jessica Parker en Sex and the City, totalmente sensual. Tal vez ella no se sentía así porque salía de trabajar, pero bue, mi cabeza camina a otra velocidad y tiene otras realidades paralelas. Jajaja
Subió al auto, nos presentamos y nos saludamos como si fuésemos amigos de toda la vida.
Ella le paso su dirección al Uber, y partimos.

Llegamos y como todo caballero baje primero y la ayudé a bajar, ella abrió la puerta y entramos.
Subimos por la escalera porque quedaba en el primer piso, no se imaginan la vista que tuve desde atrás, esas nalgas se meneaban más de lo común. Entonces pensé que se trabaja de una jugada de ella para saber si le miraba la cola o no. Cuando en el descanso giró para mirarme se dio cuenta que venía bastante embobado con su caminar, no dijo nada y sonrió.

Entramos al departamento y no puedo explicarles el ambiente de paz y tranquilidad que se sentía en el ambiente. Era algo que pocas veces lo había sentido en mi vida. Un perfume que te transporta a la tranquilidad directamente en una milésima de segundos. Luces bajas, todo totalmente armonioso por donde lo mires.

En ese momento la encaré y le hice la pregunta.

Y - Perdón Agostina, se que puede sonar medio zarpado pero, ¿me prestarías la ducha para que me de un baño? Es que vengo de una larga reunión y debo apestar.
A - Si no hay drama, justo te estaba por decir lo mismo, que me iba a dar una ducha y que si querías puedes darte una, después de mi.
Y - Perfecto, sos una genia!
A - Dame un segundo que te traigo una toalla.

En ese momento al irse a la habitación, mi cabeza no daba mas, mis pensamientos estaban todos alborotados y pensaba, será un sueño o en verdad me esta pasando esto? Nunca en la vida se me había dado una situación parecida, pero me estaba gustando.
Pasaron 5 minutos y aparece ella envuelta en una toalla blanca dispuesta a bañarse y con mi toalla en la mano. Yo quedé anonadado, totalmente sin palabras. O sea man, estaba parada frente mio, prácticamente en bolas a punto de darse una ducha.
Me entregó la toalla, prácticamente me la tiró porque yo no podía sacar mis ojos de esa mujer. estaba divina, es divina.
Se dió media vuelta y encaró al baño, mientras se alejaba yo no paraba de mirarla para ver si se le caía la toalla o si se pudiese ver algo más. Pero no.

Continuará...

5 comentarios - Una masajista de Tinder

ferchus2008 +1
hola muy buen relato espero por la segunda parte
callmeMatt
buen relato, me gustaria contratar sus servicios, te molestaria pasarme por privado su contacto profesional?