Primero debería presentarme mi nombre es Fernando, nacido en buenos aires, tengo 24 años y actualmente estudio y trabajo, mido aprox 1,72, tengo cuerpo normal y nunca tuve mucha facha que digamos ni chamuyo para levantarme minas, pero si mi forma de ser que entraba en mucha confianza muy rápido con las mujeres y eso trajo sus buenos frutos.
Todo esto que les voy a contar es real y sucedió en los últimos meses. Uno de los trabajos de la familia es la venta de insumos de todo tipo y con esto de la cuarentena se dio en la venta de barbijos, alcohol y otros productos sanitizantes, por lo cual entre pedidos a veces recorría la ciudad de una punta a la otra. Mientras tanto durante la cuarentena y evitar el contacto con las personas estaba María que no la veía desde el principio de marzo, con quien había empezado a salir un mes antes. Para contarles de ella es una chica divina con pelo castaño, 1.60m de altura flaquita con unas tetas chiquitas, pero unas piernas largas y culo hermoso, como para comérselo todo el día. Se imaginaran todo ese tiempo a puro mensajito y llamada, calentándonos a mas no poder, esperando el encuentro y el gobierno que postergaba cada vez mas los "quince días" de aislamiento, y si para ese punto ya estábamos al palo todo el día de solo pensar en sexo.
Uno de los pedidos de estos insumos da la casualidad que queda cerca de donde vive ella, y el día anterior ya empece a dar rienda suelta a la imaginación sobre que hacer, así que decidí jugar la carta de la sorpresa y tocarle timbre sin que sepa nada de lo que le esperaba. Apenas le toque el timbre me respondió quien era ya que no se esperaba a nadie y yo le respondí "Un pedido de barbijos a nombre de María" acto seguido se estallo en carcajadas ya que se dio cuenta que yo la había ido a visitar sin avisar. Apenas entramos al ascensor para ir a su depto nos pusimos a apretar con esas ganas de mes y medio sin vernos ni tener algún tipo de acción, manos por todos lados, pero lastima que son pocos pisos y el ascensor llego rápido. Entramos a su depto y seguimos con ese franeleo intenso, ella me saco el abrigo sin dejar de chapar y yo la frene, porque me encanta hacer las cosas despacio y haciendo desear aun mas a la persona. Así que la lleve a su cama, la senté y la dejé en corpiño y tanga, y yo con toda la ropa puesta la acosté y me puse arriba, empecé a llenarla de besos y chupetones por todo el cuello, evitando su boca, ya notaba como se iba calentando y su respiración cada vez era mas fuerte y profunda señal de que le estaba gustando y mucho, así que cada vez los besos y mordiscos los fui llevando hacia los hombros y después bajando por las tetas, le saqué uno de los pezones del corpiño y los lenguetee despacito, haciendo círculos por todo alrededor, que cosa maravillosa cuando se van poniendo cada vez mas duritos y erectos, te dan mas ganas de morderlos despacito y jugar con ellos, le saque el corpiño para comerme sus dos tetas sin tapujo y que ella goce cada vez mas. Y después seguir bajando con los mordiscos por todo el vientre hasta la zona de la entrepierna, sentir en la cara el calor que emanaba de su concha y su respiración pesada que mostraba su excitación. Le comencé a llenar de mordiscos los labios de su conchita, toda depilada y rosada que me vuelve loco, por arriba de la tela de la tanga hasta que me pidió por favor que se la coma entera que deje de jugar con la calentura, así que le moví la tela de la tanga a un costado y le mande la lengua bien al fondo de la concha, la flaca se retorció entera y eso me dio el pie para empezar a mandar lenguetazos a diestra y siniestra, alternando entre la vagina y su clítoris, para volverla loca de placer, antes de hacerla acabar le saque la tanga dejándola completamente en bolas por fin y le empece a comer el agujerito del culo, llenándolo bien de saliva y abriéndolo de a poco con la lengua, saque la lengua del culo y se lo volví a llevar al clítoris mientras que el dedo indice iba puertear el culito, eso la volvió mas loca que antes y al toque empezó a tener orgasmos como nunca antes, uno atrás de otro y temblando toda, con sus manos hundiendo mi cabeza en su concha totalmente sumergida en el éxtasis del orgasmo durante dos minutos enteros. Me pare y me saque la remera y la flaca totalmente desenfrenada del placer ni dudo en volar el cinturón y bajarme los jeans con calzón y todo, la verga que ya estaba al palo salto como un resorte y se la metió de una en la boca para hacerme un pete digno de su calentura. Me acomodo en su cama boca arriba y se subió para cabalgarme, la pija entre lo mojada que estaba la concha y el pete previo entro como con vaselina adentro suyo. Que cosa linda cuando se te pone arriba la mujer y te cabalga como sola ella sabe hacerlo, clavandola bien adentro y moviendo la cintura, ya delirábamos de placer, la flaca ya toda sensible de la chupada de concha volvió a tener un par de orgasmos y yo moje el dedo indice llenándolo bien bien de saliva y se lo lleve a la puerta del culo, para dejárselo abierto y con leche adentro. Le metí un dedo, y después otro, y al rato ya tenia tres dedos adentro del culo. Sacó la verga de su concha y se la dirigió al orto, nunca nadie le había cogido la cola, así que se imaginaran lo apretada que estaba cuando empezó a entrar la pija, sabía que entre toda la franela, la chupada de pija y la cabalgata no iba a durar mucho mas, así que en un par de bombeadas le avise que iba a acabar ella empezó a subir y bajar rápido y cuando sentí que se venia el lechazo se la clave hasta el fondo mientras acabamos los dos juntitos por última vez en el día. Ya con una sonrisa de oreja a oreja después de tanta espera y por fin un bendito polvo (y que polvo) mire el teléfono y había pasado una hora y media desde que toqué timbre y nos reímos ya que yo no pensaba estar mas de una hora en su casa para seguir con algunos repartos y no llegar tarde a la mía.
Y así fue mi primer relato con María entre las veces que nos pudimos ver aprovechando esos momentos de pedidos y otros trabajos en estas ultimas semanas.
Todo esto que les voy a contar es real y sucedió en los últimos meses. Uno de los trabajos de la familia es la venta de insumos de todo tipo y con esto de la cuarentena se dio en la venta de barbijos, alcohol y otros productos sanitizantes, por lo cual entre pedidos a veces recorría la ciudad de una punta a la otra. Mientras tanto durante la cuarentena y evitar el contacto con las personas estaba María que no la veía desde el principio de marzo, con quien había empezado a salir un mes antes. Para contarles de ella es una chica divina con pelo castaño, 1.60m de altura flaquita con unas tetas chiquitas, pero unas piernas largas y culo hermoso, como para comérselo todo el día. Se imaginaran todo ese tiempo a puro mensajito y llamada, calentándonos a mas no poder, esperando el encuentro y el gobierno que postergaba cada vez mas los "quince días" de aislamiento, y si para ese punto ya estábamos al palo todo el día de solo pensar en sexo.
Uno de los pedidos de estos insumos da la casualidad que queda cerca de donde vive ella, y el día anterior ya empece a dar rienda suelta a la imaginación sobre que hacer, así que decidí jugar la carta de la sorpresa y tocarle timbre sin que sepa nada de lo que le esperaba. Apenas le toque el timbre me respondió quien era ya que no se esperaba a nadie y yo le respondí "Un pedido de barbijos a nombre de María" acto seguido se estallo en carcajadas ya que se dio cuenta que yo la había ido a visitar sin avisar. Apenas entramos al ascensor para ir a su depto nos pusimos a apretar con esas ganas de mes y medio sin vernos ni tener algún tipo de acción, manos por todos lados, pero lastima que son pocos pisos y el ascensor llego rápido. Entramos a su depto y seguimos con ese franeleo intenso, ella me saco el abrigo sin dejar de chapar y yo la frene, porque me encanta hacer las cosas despacio y haciendo desear aun mas a la persona. Así que la lleve a su cama, la senté y la dejé en corpiño y tanga, y yo con toda la ropa puesta la acosté y me puse arriba, empecé a llenarla de besos y chupetones por todo el cuello, evitando su boca, ya notaba como se iba calentando y su respiración cada vez era mas fuerte y profunda señal de que le estaba gustando y mucho, así que cada vez los besos y mordiscos los fui llevando hacia los hombros y después bajando por las tetas, le saqué uno de los pezones del corpiño y los lenguetee despacito, haciendo círculos por todo alrededor, que cosa maravillosa cuando se van poniendo cada vez mas duritos y erectos, te dan mas ganas de morderlos despacito y jugar con ellos, le saque el corpiño para comerme sus dos tetas sin tapujo y que ella goce cada vez mas. Y después seguir bajando con los mordiscos por todo el vientre hasta la zona de la entrepierna, sentir en la cara el calor que emanaba de su concha y su respiración pesada que mostraba su excitación. Le comencé a llenar de mordiscos los labios de su conchita, toda depilada y rosada que me vuelve loco, por arriba de la tela de la tanga hasta que me pidió por favor que se la coma entera que deje de jugar con la calentura, así que le moví la tela de la tanga a un costado y le mande la lengua bien al fondo de la concha, la flaca se retorció entera y eso me dio el pie para empezar a mandar lenguetazos a diestra y siniestra, alternando entre la vagina y su clítoris, para volverla loca de placer, antes de hacerla acabar le saque la tanga dejándola completamente en bolas por fin y le empece a comer el agujerito del culo, llenándolo bien de saliva y abriéndolo de a poco con la lengua, saque la lengua del culo y se lo volví a llevar al clítoris mientras que el dedo indice iba puertear el culito, eso la volvió mas loca que antes y al toque empezó a tener orgasmos como nunca antes, uno atrás de otro y temblando toda, con sus manos hundiendo mi cabeza en su concha totalmente sumergida en el éxtasis del orgasmo durante dos minutos enteros. Me pare y me saque la remera y la flaca totalmente desenfrenada del placer ni dudo en volar el cinturón y bajarme los jeans con calzón y todo, la verga que ya estaba al palo salto como un resorte y se la metió de una en la boca para hacerme un pete digno de su calentura. Me acomodo en su cama boca arriba y se subió para cabalgarme, la pija entre lo mojada que estaba la concha y el pete previo entro como con vaselina adentro suyo. Que cosa linda cuando se te pone arriba la mujer y te cabalga como sola ella sabe hacerlo, clavandola bien adentro y moviendo la cintura, ya delirábamos de placer, la flaca ya toda sensible de la chupada de concha volvió a tener un par de orgasmos y yo moje el dedo indice llenándolo bien bien de saliva y se lo lleve a la puerta del culo, para dejárselo abierto y con leche adentro. Le metí un dedo, y después otro, y al rato ya tenia tres dedos adentro del culo. Sacó la verga de su concha y se la dirigió al orto, nunca nadie le había cogido la cola, así que se imaginaran lo apretada que estaba cuando empezó a entrar la pija, sabía que entre toda la franela, la chupada de pija y la cabalgata no iba a durar mucho mas, así que en un par de bombeadas le avise que iba a acabar ella empezó a subir y bajar rápido y cuando sentí que se venia el lechazo se la clave hasta el fondo mientras acabamos los dos juntitos por última vez en el día. Ya con una sonrisa de oreja a oreja después de tanta espera y por fin un bendito polvo (y que polvo) mire el teléfono y había pasado una hora y media desde que toqué timbre y nos reímos ya que yo no pensaba estar mas de una hora en su casa para seguir con algunos repartos y no llegar tarde a la mía.
Y así fue mi primer relato con María entre las veces que nos pudimos ver aprovechando esos momentos de pedidos y otros trabajos en estas ultimas semanas.
2 comentarios - Relato de cuarentena (real)
Pasate por el mio:
http://www.poringa.net/posts/poringueras/3716040/La-vecina-no-aguanto-la-cuarentena.html