Me gustan las mamis putas....

Voy a escribir en estos relatos verí­dicos una serie de ellos con el mismo tí­tulo pero en diferentes escenas, ya que las situaciones al final son las mismas. Hoy escribiendo esto tengo 36 años, sin embargo cuando tení­a 24 trabajaba en una pista de hielo, era muy fachero y la tení­a clara porque desde hací­a muchos años jugaba ese deporte que se juega sobre hielo. Trabajando un sábado a la noche en el botinero, aparece un mujer rubia petiza muy linda, le clavé los ojos apenas entró, no podí­a no ser mia, estuve toda la noche mirándola. Sin embargo apareció su hijo, le quitó los zapatos y me pidió un par de patines alquiler, se los di. A partir de ahí­ fui sacandola de mis objetivos, sin embargo su hijo cansó y quiso sacarse los patines y se quedó con una amiga de ella, la madre se quedó la pista y se caí­a por falta de práctica o se hací­a la boluda para preguntarme como se hací­a para patinar. No pude perderme la oportunidad de lebantármela,me abstraje de que tení­a un hijo, cosa que a los 24 años le huí­a y empecé el chamullo hasta que viendo señales concretas de su parte le dije, "A que no te animás a pasar al cuarto de máquinas", se lo dije varias veces, y se notaba que se morí­a de ganas, en un momento vio a su hijo con la amiga y accedió. Entramos al cuarto de máquinas, llenos de equipos de hockey sudados y batalleros, la mina no pasó un minuto que estaba chupándome la verga desesperada como si fuera la última. Realmente entre mi excitación y la de ella olvidé trabar la puerta y quedó media abierta. Luego de que me chupara la verga hasta que casi me la gastó me la empecé a cojer, ella me pedí­a que por favor me saque el forro que tomaba pastillas, me lo pedí­a por favor... y yo le decí­a que no... entre idas y vueltas se enoja se saca la verga y me tira del forro, sacándomelo, y dice "A la mierda el forro, metémela sin forro que para éso tomo pastillas todos los dí­as", estaba tan caliente que se la puse como ella querí­a, mientras le estoy dando pija a morir escucho que el murmullo de afuera se hace más fuerte sin embargo yo seguí­ y seguí­. Segundos después escucho y veo al nene llorando diciendo mamá que te están haciendo mientras me pegaba para que la suelte y el nene seguí­a llorando, yo me paralicé en ese momento me entró un miedo terrible, una situación que nunca habí­a vivido, sin embargo ella estaba más excita aún cosa que no entendí­a, me pedí­a leche y le decí­a a su hijo que el "Señor sólo estaba jugando con mamá", ella estaba más excitada y gritaba dame leche, se me paró de vuelta pero esta vez fue increí­ble... le di leche a la madre mientras sabí­a que su hijo lloraba desconsolado y me pegaba tratando de proteger a su mamá... le acabé adentro y ella me agradeció, y me confesó que no le importaba la presencia de su hijo, y que incluso la excitaba más. Hoy en dí­a me excito instantáneamente por el sólo hecho de saber que son madres, amo decirles "Qué mamá puta que sós!", pero ojo nunca en presencia de sus hijos, ya pasaron muchos años y me sigo excitando igual, es un morbo muy profundo que no puedo compartir ni con mi familia ni con la mayorí­a de las mujeres normales que me levanto en mi vida, que son muchas, son muy pocas las que permiten que les digan "En esos momentos" mamá puta o que te refieras a sus hijos aunque ellos no estén, en mi caso me alcanza y sobra con saber que existen.

Luego de mi primer experiencia relacionada a las madres que la conté en el episodio 1, va mi segunda experiencia vivida, después de haber dejado la pista de hielo porque era poca guita y ya cogerme a todas las minas que querí­an aprender a patinar no me llamaba la atención, porque un nuevo morbo habí­a nacido en mi. Comencé a trabajar en un centro muy conocido de diversiones en el Shopping Abasto, ubiquensé en el tiempo hace 12 años apróx. era rebelde y me costaba acatar la autoridad de lo que me decí­an que tení­a y lo que no tení­a que hacer. Un dí­a en la calesita rodeada de madres llevando a sus hijos le clavé los ojos a una madre pelirroja que me voló la cabeza, con unos pechos terribles, un pelo rojo lava que poco más me lastimaba la vista, y una tez blanca hermosa. Su hija le pedí­a que de varias vueltas a la calesita, y la madre le decí­a que si y seguí­a subiéndola, pero yo no paraba de clavarle la vista, hasta que se sintió súper acosada y amenazada que fue a hablar con el gerente. El mismo me dijo que habí­a roto una polí­tica de la empresa la cual era "No involucrarme con los clientes", para cuidar mi laburo al tipo le dije que habí­a sido todo una confusión tirandole cualquier excusa, obviamente no me creyó, me dijo que lo iba a analizar en la semana siguiente. Sin embargo apenas salí­ de esa cagada a pedos la encontré sentada en una de las máquinas de fichines, y me acerqué de toque me chupaba un huevo ese laburo de verdad, lo unico que me jodia de que me querí­a hechar era si no me llevaba el numero de la mina. Sin embargo como repito me la crucé apenas salí­ y la encaré le dije que le estaba siendo absolutamente sincero, que no pude dejar de clavarle los ojos encima porque me estaba volviendo loco, prendiéndome fuego por dentro, a la mina la tome tan por sorpresa que se asombró y se la notaba como que no se la esperaba encima no paraba de acosarla con la vista, como si quisiera desnudarla ahi mismo, le dije que me volvió loco y que me chupaba un huevo que me hecharan que no me importaba, enseguida salió el gerente y ella le dice a él que habia sido una confusión y que se habia equivocado, él me dice ya tomé una decisión y esto me confirma aún más la decisión que tomé porque me vió hablando con ella apenas sali de su oficina. Como era de esperarse me echaron al dí­a siguiente, sin embargo algo increí­ble pasó, recibí­ un mensaje a mi celular T290 creo que era Sony Ericsson diciendo que era mujer del shopping y queria saber como habia terminado, le dije que me habí­an echao pero le agregué que no se preocupe que de una manera un otra yo la iba a mirar igual incluso y que lo volverí­a a hacer. nseguida arreglamos para vernos, me pasó a buscar con su coche en un punto intermedio de la capital y fuimos a un hotel muy zarpado de zona norte, si yo tenia 24 la mina no tenia menos de 37/39 eso me poní­a mas a full, y volviendo comento que pagó todo yo no puse un mango porque no lo tení­a era un pendejo cagado de hambre se hizo cargo del, hotel, forros (al pedo porque no los usamos), champagne etc. Me la cogí­ toda la noche, agarraba con fuerza su pelo rojo y le daba hasta que no la escuchaba gozar de verdad no dejaba de empujar, le acabe una, le acabé dos veces y a la tercera luego dos dos horas seguidas mi verga estaba media cansada, y respondí­a poco, por ende mi cabeza sola se le escapó "Que mamá puta que sós" y cuando la mina empezó a moverse más con mi chota adentro entendí­ que le gustaba, se lo repetí­ una y otra vez, hasta que le fui diciendo "Me volvés loco porque sos mamá", y cuando ella me dijo "Soy la mamá más PUTA que conociste?" fue como un acto de magia mi pija en estado de media dureza por el cansancio se endureció como una piedra, nunca la habí­a vista así­, parecí­a magia, David Coperfield un poroto. Le acabé adentro y ella lo gozó como nunca, que en parte estuvo bueno que me haya denunciado al gerente porque sino seguro no me la cogí­a. Realmente tuvo razón la mina, el laburo me chupaba un huevo sólo querí­a cogerme a esa mina y si hubiese estado en cualquier otro laburo también lo hubiera hecho. Una vez más habia saciado y solidificado mi obsesión por las madres.

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