Hola mi nombre es Marina, actualmente tengo 29 años, soy tapatía y me encanta el sexo.
Soy una chica blanca, de estatura promedio (1.65), con tetas pequeñas y grandes nalgas. Mis piernas son gruesas y torneadas. No soy una supermodelo, pero me encanta mi cuerpo.
Este relato que les cuento sucedió hace aproximadamente catorce años, así que podrán deducir desde cuando me encanta hacer orales.
Sucedió con José Luis, un chavo de mi edad, nos conocimos justamente en el parque, el usualmente estaba en las canchas de fútbol mientras yo estaba practicando basquet con mis amigas. En una ocasión se acerco y comenzamos a platicar. A partir de ahí, nos encontrábamos varias veces y charlábamos.
En una ocasión, alrdedor de las 9 pm, yo pasaba por la parte de atrás del parque camino a mi casa, cuando nos topamos. Empezamos a platicar, y me pidió que nos sentáramos un rato a seguir conversando. Lo hice. El parque a esa hora tenía muy poca gente. Salvo algún que otro corredor nocturno. Nosotros estábamos en una esquina, donde los árboles nos tapaban.
De repente se acerco y me besó, yo le correspondí el beso. Fuimos subiendo de intensidad, empezó a tocar mis tetas por debajo de la blusa. Yo rozaba por encima de su ropa su verga. Saco mis tetas de la blusa, yo no traía bra puesto, y empezó a mamarlas. Yo desabroche su pantalón, saque su verga y se la empecé a jalar. De repente se paro, me pidió que me hincara, y puso su verga en mi cara. Con su verga tan cerca no titubee para empezar a lamerla, esa fue la primer verga que probé en mi vida.
Abrí la boca, la metí lo más que pude, aunque me causaba arcadas, pero él empujaba mi cabeza contra su pelvis. Mis tetas seguían en el aire, y yo las acariciaba. Voltee hacia arriba para ver su cara, estaba extasiado, y yo también.
Mi lengua jugaba con su verga, la lamí toda, de arriba hasta abajo, mientras acariciaba su huevos. Realmente me estaba gustando tenerla en mi boca, tanto que no me importo que estuviéramos en un parque.
Continuamos por varios minutos, yo ya sentía mi tanguita mojada, así que decidí bajar una mano y empezar a masturbarme, mientras su verga estaba en mi boca, y lo veía, con esa cara que ya saben ponemos las mujeres de inocencia pero que se borra cuando tenemos una buena verga en la boca.
Él ya no aguantaba más. Me pidió que abriera bien la boca, lo cual hice, empezó a masturbarse rápido, yo también, hasta que tuve un orgasmo, ahí hincada en un parque, mientras mi amigo se la jalaba para llenarme de leche.
Justo antes de venirse metió su verga en mi boca, me trague toda su lechita caliente. Le limpié la verga con mi lengua, para no dejar nada, la quería toda para mi. La saque de mi boca. Los dos nos acomodamos la ropa, y nos fuimos cada quien para su casa.
Desde esa vez, teníamos encuentros en el parque, donde siempre terminaba con la boquita llena de leche.
Espero lo hayan disfrutado, tanto como yo.
XOXO
Soy una chica blanca, de estatura promedio (1.65), con tetas pequeñas y grandes nalgas. Mis piernas son gruesas y torneadas. No soy una supermodelo, pero me encanta mi cuerpo.
Este relato que les cuento sucedió hace aproximadamente catorce años, así que podrán deducir desde cuando me encanta hacer orales.
Sucedió con José Luis, un chavo de mi edad, nos conocimos justamente en el parque, el usualmente estaba en las canchas de fútbol mientras yo estaba practicando basquet con mis amigas. En una ocasión se acerco y comenzamos a platicar. A partir de ahí, nos encontrábamos varias veces y charlábamos.
En una ocasión, alrdedor de las 9 pm, yo pasaba por la parte de atrás del parque camino a mi casa, cuando nos topamos. Empezamos a platicar, y me pidió que nos sentáramos un rato a seguir conversando. Lo hice. El parque a esa hora tenía muy poca gente. Salvo algún que otro corredor nocturno. Nosotros estábamos en una esquina, donde los árboles nos tapaban.
De repente se acerco y me besó, yo le correspondí el beso. Fuimos subiendo de intensidad, empezó a tocar mis tetas por debajo de la blusa. Yo rozaba por encima de su ropa su verga. Saco mis tetas de la blusa, yo no traía bra puesto, y empezó a mamarlas. Yo desabroche su pantalón, saque su verga y se la empecé a jalar. De repente se paro, me pidió que me hincara, y puso su verga en mi cara. Con su verga tan cerca no titubee para empezar a lamerla, esa fue la primer verga que probé en mi vida.
Abrí la boca, la metí lo más que pude, aunque me causaba arcadas, pero él empujaba mi cabeza contra su pelvis. Mis tetas seguían en el aire, y yo las acariciaba. Voltee hacia arriba para ver su cara, estaba extasiado, y yo también.
Mi lengua jugaba con su verga, la lamí toda, de arriba hasta abajo, mientras acariciaba su huevos. Realmente me estaba gustando tenerla en mi boca, tanto que no me importo que estuviéramos en un parque.
Continuamos por varios minutos, yo ya sentía mi tanguita mojada, así que decidí bajar una mano y empezar a masturbarme, mientras su verga estaba en mi boca, y lo veía, con esa cara que ya saben ponemos las mujeres de inocencia pero que se borra cuando tenemos una buena verga en la boca.
Él ya no aguantaba más. Me pidió que abriera bien la boca, lo cual hice, empezó a masturbarse rápido, yo también, hasta que tuve un orgasmo, ahí hincada en un parque, mientras mi amigo se la jalaba para llenarme de leche.
Justo antes de venirse metió su verga en mi boca, me trague toda su lechita caliente. Le limpié la verga con mi lengua, para no dejar nada, la quería toda para mi. La saque de mi boca. Los dos nos acomodamos la ropa, y nos fuimos cada quien para su casa.
Desde esa vez, teníamos encuentros en el parque, donde siempre terminaba con la boquita llena de leche.
Espero lo hayan disfrutado, tanto como yo.
XOXO
4 comentarios - Un oral en el parque
tus relatos m exitan mucho