Atrapada sin salida VII

Atrapada sin salida VII
Capitulo VII

Febrero de 2010

Aislada entre los bosques yermos de finales de invierno, bajo un cielo nublado,de una fría mañana. 
Una melancolica y triste.
Melissa estaba sentada al borde de la carretera. 
Llego puntual a su cita con, aquel desalmado hombre negro.
Después de la última vez que le vio en la iglesia,como pudo logro mentirle a su marido y solo así, cumplió con lo acordado con Gerson.
En esos momentos;
El viento no alejaba las nubes cargadas del cielo y era fácil preveer que se aproximaba una tormenta.
 Cerca de ahí Gerson acechaba entre los árboles latentes y grises con sus ramas retorcidas como dedos artriticos...

Melissa pensó en Tomás,en sus brazos, cubriendola,si estuviera con ella.
Así ella se acurrucaría y el la mantendría abrigada y segura.
Ella idealizaba a su marido.
En aquel momento, ella extrañaba tanto los viejos tiempos.
Cuando eran recién casados y su esposo,le demostraba un amor infinito.
De repente;
Unas pisadas frenéticas  
la sobresaltaron.
 e interrumpieron sus reflexiones. 

"¿Quién es?" Melissa grito.

El incesante golpeteo en el suelo se detuvo.

"Soy yo preciosa, tu amante...
Dijo muy sensual y altanero Gerson.
 

Melissa no acepto,esa afirmación.
E indignada,le respondio.
-Deja de decir tonterías,yo no tengo ningún amante...😠
El la miro, furioso y dijo;
-No me provoques perra.
Y enseguida la tomo del brazo y la jalo hacia el.
Le dió un tremendo beso,que Melissa no correspondió.
Al notarlo, enfurecido la llevo tras de él ,camino a su coche.

Al llegar, finalmente;
Un ruido de la cerradura al girar le trajo una sonrisa momentánea, pero rápidamente la reemplazó con un ceño melancólico cuando se abrió la puerta.

Melissa;entro una vez Gerson le dijo tranquilo.
"Entra"

Ella lo hizo.
 con cautela permitiendo que la figura oscura pasara y cerrando apresuradamente la puerta detrás de él.

Se quitó las manos cubiertas de guantes.y los guardo en uno de los bolsillos de su chaqueta de esquí azul oscuro.

Regresó la sensación incómoda que Gerson le había dado en la iglesia, pero ignoró sus instintos. ¿Cómo podía rechazarlo,si tenía que encontrar una solución al final de todo.

"¿Qué puedes hacer en una situación como esta?" 
Melissa se preguntó.

Con su chaqueta protegiendola del frío.
Aún así era visible que seguía sin cubrir las curvas desarrolladas del cuerpo atlético de Melissa, se necesitó cada gramo de la fuerza de voluntad de Gerson para evitar que sus ojos la devoraran y revelaran sus intenciones.

Anoche "Vi venir la tormenta y pensé que sería mejor conseguir gasolina para mi generador y algo de leña. Cuando llegué a la ciudad, la tienda ya había cerrado. 
Traté de regresar a casa, pero mi camioneta se salió de la carretera y se quedó atascada.
Regresé a duras penas,a mi hogar.
Tuve que tomar el coche y venir por ti, podríamos llegar por la gasolina y llevarla a mi casa?
 Está un km atrás desde aquí ", explicó el.

Melissa pensó en lo inapropiado de ese extraño comentario.
No estaba en sus planes charlar,en casa de el.
El lugar le traería muchos recuerdos...
Pero quería llegar a un acuerdo y enfurecer a ese hombre negro no sería lo más apropiado.
Así pues accedió a llegar por la gas y acudir a casa de Gerson.
Al final de todos modos tendrían que charlar lejos de las miradas curiosas.

Emprendieron el rumbo,ambos iban callados,el ambiente serio,prolongó más el tiempo,pero después de un rato.
Llegaron a casa de este.
Una cabaña muy cerca de Encarnación de Díaz.
Ella fue a ayudarlo a cargar el bidón que llevaba de gas.
 pero él la detuvo.

"Lo tengo", dijo el. "
Es bastante pesado".

Colocó el bidón en el piso de madera apoyado contra el extremo del sofá.

Melissa colgó su chaqueta de esquí sobre el respaldo de una silla y se puso junto al fuego.

Con su chaqueta acolchada, Melissa notó que los músculos grandes se abultaban debajo de la camisa de Gerson.
Se preguntó qué tipo de trabajo físico extenuante realizaba para hacerlos tan grandes.

Gerson era algo guapo, pero estaba casada y no le interesaban otros hombres, especialmente hombres negros. Su fuerte estructura facial parecía haber sido esculpida en mármol con suave piel marrón oscura; corto cabello negro y rizado sobre su cabeza; ojos mojados y negros como obsidiana.

Melissa tomó un sorbo de té que el le había preparado antes, vio a Gerson observándola. "Lo siento,sabes tengo muchas ganas de ir al baño.
 ella preguntó en dónde está?

El sonrió de lado. "En realidad, yo también tengo ganas de ir,pero ve tu primero,al fondo a la derecha...
Dijo señalando.

Melissa se dirigió a la dirección,estaba oscuro y tomo picando la frágil llama de una vela.

Cuando salió de la habitación, Gerson se inclinó hacia donde estaba un pequeño taburete.
 al lado del sofá, silenciosamente retrajo su cremallera lo suficiente como para deslizar su mano adentro, y consiguió un vial que había traído para esta ocasión especial. Él apresuró su té rápidamente con una gran dosis del líquido transparente, la mejor formulación de violación disponible.

el viento gélido se filtró a través de las grietas en la vieja estructura con corrientes de aire mientras Melissa buscaba a tientas la perilla de la puerta con poca luz. 
Parecía cada vez más probable que este hombre negro, un extraño, tuviera que pasar la mañana sin luz con ella.
 
Gerson estaba cerrando el cajón cuando Melissa regresó.

"Mi teléfono celular no funciona en la casa, pero tan pronto como acabemos esto tendré que hacer unas llamadas.

Era un indicio discreto de que ella no quería pasar aquí más tiempo del necesario, y el lo entendió. 

-"Ok"

Melissa regresó al otro extremo del sofá y tomó un sorbo de la taza medio llena. El frío le dio al té un sabor ligeramente diferente, un poco salado, pensó, chasqueando los labios y terminando lo que quedaba.
Pasado un rato;
Ellos comenzaron a charlar,cosas triviales.
"¿Has vivido aquí mucho?" Melissa preguntó : olvidando la mala vibra que recibió de Gerson y encontrándose de un humor más hablador.

"Unos cuatro meses".

"¿De donde eres?"

El se detuvo un momento sin querer revelar demasiado sobre sí mismo y pensando en su respuesta. Cuanto menos supiera de él, mejor. Él mintió y le dijo que era de Colombia.

Decidió alentar la inusual garrulez en ella que inducía la droga. "¿Qué hay de tí?"

Una euforia inusual y una tontería de niña que había enterrado años atrás burbujearon en su superficie en una euforia borracha. Ella se abrió más a él, proporcionando toda su historia de vida que parecía en un discurso cada vez más complejo y menos coherente.

Melissa parloteó sin darse cuenta de que Gerson se acercaba cada vez más. Él se reclinó cómodamente y le rodeó los hombros con el brazo, su toque extrañamente evocaba sus primeros amores, y le sonrió a la cara mientras ajustaba un bulto extremadamente grande en sus pantalones.

Melissa vio el contorno curvo de su inmensa tensión masculina contra la tela, se extendió por encima de su cadera izquierda y prácticamente le quitó la cintura del pantalón. Se dio cuenta de que algo andaba mal con ella. Ella ya no podía pensar con claridad. Intentó ponerse de pie y casi se cae antes de que Gerson saltara y la atrapara.
-Oh dios,otra vez. 
Nooooo...
Pensó angustiada

"Vaya, no estás en condiciones de caminar", dijo Gerson sosteniendo a Melissa contra él.
Ella era todo lo que él buscaba en una mujer: una cara hermosa, un cuerpecito perfecto y blanco.

Estrechamente en los brazos de él, ella trató de retroceder por la dureza de su pene que sintió a través de sus pantalones presionando su estómago.

"Quítame las manos. Déjame ... ir", balbuceó, comenzando a sentirse un poco adormecida y muy atontada.

"¿Estás bien? ¿Qué pasa?" 
Una sonrisa fuera de lugar apareció en la cara de Gerson. 
"No te sientes bien, bebé".

Ella lo miró con una mirada vacía, como alguien muy drogado y en un viaje intenso.

"Será mejor que te lleve a la cama; puedes tener gripe o algo así".

Gerson sentó a Melissa en el sofá y con la vela que había usado antes, buscó en sus pertenencias, encontró su teléfono celular, su cargador y un juego de llaves,dentro de su bolsillo de su chaqueta.

Regresó a la sala de estar con el teléfono y las llaves de Melissa en los bolsillos, el cargador del teléfono.
Melissa se había ido y la puerta principal estaba abierta como una invitación para el frío, y el viento.

El avanzo presuroso en su búsqueda.
cuando salió de la casa.
Descubrió que Melissa se desplomó sobre el capó de su auto cerrado. 

Melissa estaba empapada de sudor y se encontraba helada.

Enseguida la metió a la casa,la llevo a su habitación.
Encima de la cajonera brillaba una vela solitaria, su sombrío dormitorio lleno de sombras y frío. Detrás de los labios morados, sus dientes castañeteaban mientras temblaba en los brazos de Gerson. 
La potente droga atenuó lo que habrían sido sus patadas violentas, golpes y retorcimientos desesperados.

El la dejó caer en la cama, con su inmensa polla dura y dolorida para perforar su apretado coño y calmarse. 
Primero, necesitaba tratar la Crisis que experimentaba Melissa.
No sería su dia,si la mujer caía en un choque nervioso,y esto acarrease su muerte,o algo grave.

"Tenemos que quitarte estas ropas de inmediato".

Comenzó a desabotonarle la parte superior. Varios botones volaron de la prenda en su prisa para quitarla. Los dedos de Melissa lucharon sin éxito para mantenerlo sujetos. 
Sus hermosos senos y su estómago aún apretado aparecieron cuando Gerson finalmente logró deshacer la pieza.

"No, déjame en paz", arrastraba las palabras, agarrando la prenda abierta y húmeda contra su pecho mientras él la sentaba y ésta se abría.

Se lo arrebató a ella. 
Fuera de los hombros de Melissa y bajando por sus brazos, la parte superior del sweater finalmente llegó con varios tirones duros, el la arrojó a la cama. Su brazo cruzó temblorosamente sobre su pecho ocultando sus pezones que se habían endurecido por el frío.
Enseguida camino presuroso a su buró,y tomo una pequeña camara,busco por el closet y vio un tripie en dónde colocó la camara y analizando el mejor ángulo,dió click de inicio...
Regreso con ella.
la empujó hacia abajo. 
Sus dedos se deslizaron dentro de las cinturas de los pantalones y las bragas y los apretó en sus puños. Él tiró ferozmente. Las prendas de seda empapadas que le caían de las caderas le bajaban por las piernas y se reunían con su blusa en algún lugar del suelo. 
Melissa yacía desnuda de espaldas debajo de él, con el brazo cubriéndose los senos, la mano sobre la vagina y unos temblores tan fuertes que la cama entera tembló.

Gerson logró desnudarse mientras estaba a horcajadas sobre Melissa, su cuerpo retorciéndose debajo de él.

Un vistazo en las sombras dejó a Melissa dudando de sus propios ojos. Su pene realmente no podría ser tan grande.

"Esto te calentará". Él agarró sus muñecas y las luchó sobre su cabeza mientras descansaba su cuerpo desnudo y musculoso encima de Melissa, hundiéndola en el colchón.

"Bájate," Melissa gimió con los dientes apretados. Sus manos escaparon de su embrague y empujaron inefectivamente a sus costados mientras sus pezones se metían en su pecho.

La sensación de su monstruoso pene presionando contra ella, su calidez y dureza sobre su ombligo, confirmaron lo que vio en las sombras.

El cuerpo de Melissa se controlo por el calor de Gerson. 
La poderosa droga se diluyo y le permitió calmarse mientras él le acariciaba el cabello suave y suelto.

La fragancia del shampoo de lavanda que había usado antes entró en sus fosas nasales. 
Él mordisqueó su cuello inhalando el agradable aroma y sus pezones se animaron más en él. "Eso es bebé, déjame mantenerte caliente", susurró.

Las llamas en la chimenea de la sala de estar murieron y la temperatura en toda la casa cayó. Se lamió los dedos y alcanzó entre sus piernas.

Cuando la vela en su habitación se atenuó, la conciencia de Melissa siguió un curso similar a la deriva hacia el delirio. Por breves intervalos ella alucinaba en la media luz. 
Gerson se convirtió en Tomás, compartieron momentos tiernos y ella dejó de resistirse.
El estableció puntos de apoyo, límites extendidos, concesiones aseguradas, le arrebató territorio adicional.

"Ooh, Tommy, por favor", gimió Melissa mientras Gerson sacaba sus labios del clítoris, de sus suaves y sedosos pliegues y acariciaba a su pequeña amiga rosa, despertando de la latencia a la excitación hinchada. 
Minutos después, al darse cuenta de que él no era Tomás, protestó, "¡No, para!" Sus dedos se clavaron en la muñeca de el, e intentaron sin éxito apartar su mano de su vagina

No luches!" Gerson tronó, retorciéndole brutalmente los pezones y abofeteándole la cara. Su golpe sorprendió a Melissa. 
La sostuvo y reanudó la masturbación con menos oposición.

Las alucinaciones de Melissa regresaron, su inquietud disminuyó y le dio otra oportunidad. 
El se agachó hasta la parte interna del muslo y cogió una pierna más que la otra. 
Sus dedos separaron sus labios y expusieron sus membranas rosadas que brillaban con secreciones. "Eso es, bebé, abre para mí".

Su rostro descendió a su coño mientras sus dedos lo estiraban de par en par.

Su calor tocó su rostro. El aroma divino de la mujer recién bañada con jabón costoso formó un éxtasis que llegó a sus fosas nasales. 
Él comenzó a lamer el dulce néctar que fluía de ella.

Su pelvis se onduló brevemente.

"Oh Dios, por favor no lo hagas", gritó, de repente dándose cuenta de que no era Tomás. 
Tommy nunca cometió actos sexuales pecaminosos como el cunnilingus. ¡Un hombre extraño le estaba practicando sexo oral!

Sus manos empujaron contra la cabeza de Gerson, pero su boca se cerró sobre su coño.

"Oh, por favor, Tommy, oh, Tommy, Tommy...", gritó con estupor.

Tomás no estaba allí para ayudarla, pero cada vez que ella repetía su nombre, fantasmas de él volvían a su mente, reemplazando la horrible realidad de que Gerson la violaba. 
Sus empujones contra la cabeza de el disminuyeron en fuerza.

Finalmente, la resistencia de Melissa se desvaneció por completo, sus manos se posaron suavemente sobre el cuero cabelludo de el, lo que le permitió reinar libremente. el comió con avidez su coño ...

Ella había dejado de luchar contra el sexo oral. 
Gerson continuó bajando sobre Melissa, con los genitales en su boca llenos de excitación como fruta deliciosa madurada para captar bajo la atención constante de un implacable sol de verano.

"Ooh, deja de hacerlo Tommy", gimió, sus caderas girando en espiral en intentos a medias para escapar de su comportamiento inusual. "Ooh, no allí ... ah, no deberías ... no, está mal".

La boca de Gerson se quedó con sus giros, negándose a liberar su coño de una tortura placentera.

Melissa se preguntó brevemente sobre el extraño comportamiento de Tomás. 
Nunca le había hecho este acto pervertido, pero se sentía bien. 
Ella se comprometió más con eso.

Llegó el momento. 
La llama de la vela se convirtió en una pequeña cuenta y la habitación se volvió casi completamente oscura.
Gerson empujó su gran polla gorda contra la entrada de Melissa. 
Quería meterse dentro de ella ahora, mientras ella permanecía receptiva; antes de que su lucidez volviera, sus alucinaciones pasaran, y se diera cuenta de que él no era su esposo y se resistiera nuevamente.

Su pene empequeñeció enormemente al de Tomás, y su vagina tuvo dificultades para acomodarlo. 
Empujó más y más fuerte hasta que sus labios vaginales empapados, ultra receptivos a los estímulos de sus atenciones orales, se abrieron lo suficiente, admitiendo la cabeza de su polla.

"Me duele esta vez, Tommy", gritó, encontrando cada vez más difícil pronunciar palabras debido a los químicos en su torrente sanguíneo. 
El pene de Tomás se sentía diferente, a Melissa le pareció más grande. 
La abrió con una fricción increíble que nunca antes había experimentado.

Su pequeño gatito blanco fue engañado para aceptar otra vez al gallo negro.

"Oh, te sientes tan bien, bebé", exclamó Gerson por el alivio tranquilizador de sumergir su polla dura y dolorida en su coño apretado, húmedo y sedoso. Esta fue la rica recompensa blanca por ir a la iglesia y por toda su paciencia, planificación y persistencia. "Está bien, cariño, ya estoy dentro. Iré fácil".
Dice el...

"Ow, no, realmente duele ... se siente diferente", gimió Melissa mientras el lentamente, pero constantemente, insertaba más de su grueso cuerpo en ella. "Sácalo", dijo ella mientras su coño se estiraba más allá de las dimensiones para satisfacer a Tomás.

"Te acostumbrarás, cariño, y comenzarás a amarlo pronto", dijo él, su gigantesca polla apenas encajando en ella, tocando fondo y comenzando un retiro temporal y sin prisas.

"No, ow, ow - ooh ..." Melissa comenzó a gemir, en sincronía con los suaves empujes de el, comenzando lánguidamente, como la cadencia constante y progresiva de los limpiaparabrisas de un automóvil a baja temperatura en una noche lluviosa.

La carnosa polla del negro tiró de los labios vaginales de Melissa en la dirección en que viajaba.

Atraída por creer que era su esposo, pensó que él se sentía muy diferente esta noche. Pero hacían tantos años desde que tuvieron relaciones sexuales. Su vida amorosa disminuyó desde la primera vez que se casaron.

El pene de Tommy ahora era tremendamente más grueso y más largo de lo que recordaba. Le llevó una eternidad penetrarla completamente, tan profundamente, llenándola por completo, y luego retroceder casi por completo. Las sensaciones, a diferencia de cualquier otra que haya experimentado, se volvieron menos desagradables a medida que su anatomía se adaptaba a regañadientes a un compañero dotado de una superioridad abismal.


Recordando la reacción en los pezones de Melissa. 
Gerson comenzó a mordisquear su cuello y se dirigió hacia cada una de sus orejas.

"Ooh, corazón!!", Melissa jadeó, sus manos deslizándose por su musculosa espalda y abrazándolo.

"¿Mi gran polla negra se siente bien en tu apretado y pequeño coño blanco?" el cerró sus labios con los de ella antes de que ella pudiera responder.

¿Sus oídos la engañaron? "Gran polla negra ... pequeño coño blanco?" Se preguntó Melissa. ¿Por qué Tommy le diría eso a ella? Nunca habló de esa manera ni usó esas palabras feas y vulgares.

"Mmmm", Melissa gimió en su boca, sin preocuparse al principio, sus manos se deslizaron hacia la cabeza de Gerson mientras simultáneamente follaban y se besaban.

El pelo no podía ser de Tomás, ni los músculos increíbles, el cuerpo gigantesco y lo más inquietante de todo, el enorme pistón que trabajaba dentro de ella. Melissa giró la cabeza para sacar la lengua de su boca y romper su beso profundo.

"Por favor, detente ... bájate de mí", comenzó a llorar con dificultad, dándose cuenta de que estaba teniendo relaciones sexuales otra vez con esa persona, un hombre negro y no su marido.

"No puedo parar ahora bebé, me hiciste comenzar y tengo que terminar", respondió el
entre empujones.
Estaba tremendamente comprometido perforando el coño de Melissa.
puta


Melissa no podía recordar cómo comenzaron a follar así, pero estaban celosamente "haciéndolo", lo cual era completamente diferente a ella. 
Sí, había habido novios que la cortejaron hace mucho tiempo antes de casarse, pero desde el matrimonio, ella fue fiel a Tomás. Ella nunca consideró a otro hombre, especialmente uno negro.
Hasta el día de su desliz,pero había sido una tremenda equivocacion,tal cual está.
Angustiada pensó;
Otra vez,estaba pasando...

Es poco probable que este enorme toro negro, la forma en que la atacaba como un martillo neumático, alguna vez la detendría o le sacaría el pene antes de correrse. 
Melissa se dio cuenta de algo aún más preocupante que su infidelidad a su esposo. 
Ella no sabía si el estaba usando protección y no estaba usando ningún tipo de anticonceptivo. ¿Cómo podía dejar que esto sucediera?

"Por favor ... para", murmuró Melissa. "Casada ... adulterio ... embarazada".

 Gerson impresionado,vio cómo, a pesar de la droga que le dio Melissa logró verbalizar sus pensamientos fragmentados. 
La posibilidad de decirle que ya estaba impregnada tuvo un efecto perverso en él.

Golpear a una engreída perra blanca como Melissa fue un logro. 
Un embarazo no deseado la uniría permanentemente a la raza negra a través de un hijo. 
Haría que su amor fuera un recordatorio perpetuo de el y su violación.

Por experiencia previa, Gerson sabía lo bien que el compuesto que le había dado a Melissa funcionaba en las mujeres. En unos minutos su cooperación volvería con fervor.

"No te preocupes. Lo sacaré antes de que me corra, bebé", la tranquilizó.

Su acto atroz había progresado demasiado durante demasiado tiempo, se sentía demasiado bien para ambos ahora y seguiría su curso.

"Ooh,"⚡⚡
 Melissa jadeó, la polla aserrando dentro y fuera, frotando un punto dulce debajo de su clítoris que nunca antes había sido estimulado a través del coito. Seguía distrayéndola y no pudo ignorarlo. Sin embargo, Melissa no entendió la conexión entre las intensas sensaciones que experimentó y el tamaño del pene de Gerson.
Ella nunca tuvo relaciones sexuales con un hombre ni remotamente tan bien dotado.

Tenían que detenerse, pero delirando y en un nivel increíble, Melissa pospuso brevemente la resistencia solo para sucumbir a la droga nuevamente, confundiendo una vez más al negro por su esposo, y absorbiéndose por completo realizando el acto sexual con él.

Con la lucidez de Melissa que no dura más que los relámpagos, pasó rápidamente una hora de apasionada relación amorosa. La lengua de Gerson exploró cada grieta en su boca, su polla agujereó su coño prácticamente visitando su cuello uterino, y se abrazaron repetidamente mientras gemían el uno al otro.

"No, no puedo. No está bien", Melissa balbuceó de repente al sentir que se aproximaba otro orgasmo y nuevamente reconoció que Gerson la estaba follando, no Tomás.
 Recordó cómo había querido detener a el negro antes, y continuó luchando debajo de él.

"Shhh, solo relájate. Está bien. Nadie lo sabrá y te lo voy a sacar en un momento".
la calmó un poco hasta que la droga volvió a aparecer. 
Tenía la intención de hacerla desfallecer de pasión.

La llama de la vela que se había convertido en una mota azul finalmente se apagó. 
Ahora en completa oscuridad, sonidos distinguibles llenaron la habitación: el chapoteo de sus fluidos corporales mezclándose, el chirrido de la cama que anunciaba cada uno de sus movimientos hacia ella, los gemidos de desesperación de Melissa que contenían indicios de algo más, y el incesante aullido de la furiosa tormenta afuera,que había hecho acto de aparicion.


"Ooh, oh, oh, Dios por favor, no",💫💫💫
 Melissa maulló.
 Fue muy tarde. 
Ella se corría de nuevo. 
Su coño estaba apretando la polla de Gerson sin control. 
Ninguna palabra o acción podría ocultar esta verdad física que ocurría entre ellos.

Quizás Dios estaba mirando, pero al igual que Tomás tampoco la iba a ayudar.

"Eso es, bebé, eso es lo que quiero. 
Quiero que te corras más por mí. 
Muéstrame cuánto amas,la gran polla negra", se rió el mientras las uñas de Melissa se clavaban en sus bíceps musculosos.

Melissa solo pudo gemir entre respiraciones pesadas en respuesta. ¿Cómo podría ella hacer esto y cómo podría cualquier hombre decente referirse a este acto degradante como amor? Ella nunca podría amar a ninguna parte de él, incluso si se sintiera como mariposas en sus muslos y abdomen; como conducir un automóvil sobre la cresta de una colina en fuerte descenso; como ascender demasiado rápido y demasiado alto en un columpio.

Nunca había experimentado orgasmos múltiples antes, pero el sexo extramatrimonial era terriblemente incorrecto y desagradable, especialmente con este hombre negro. 
Ella despreciaba a Gerson por seducirla de alguna manera a ella y a su cuerpo por traicionarla.

A pesar del odio de Melissa por Gerson, no podía dejar de llegar al clímax por él. Ella no pudo seguir la pista, pero el contó su orgasmo al menos 12 veces durante su largo viaje inaugural en su gran polla negra antes de finalmente permitirse correrse.

Melissa notó que los empujes se aceleraban, y su campana florecía dentro de ella. 
La golpeó con mayor fuerza. 
Sus enormes y ondulantes músculos negros se endurecieron por la tensión dentro de ella, llegando a un punto de ebullición. 
Sin embargo, en medio de otro orgasmo alucinante, ella ignoró los signos.

"Oh, cariño, voy a correrme en tu coño".

"No, sácalo ahora".

La inercia era demasiado grande, como tratar de detener una locomotora. 
Ninguno de los dos hizo nada para alterar su curso físico hacia una colisión explosiva. Su coño mojado seguía dando la bienvenida a su polla de regreso con espasmos involuntarios como si tratara de ordeñarla.

Como un géiser, su polla finalmente se vacio en su coño caucásico, alimentándolo con una abundancia de potente semen negro.

"Oh, Dios, no, no lo hagas", se preocupó impotente debajo de él, su pene y su vagina pulsaban al unísono para estimularse mutuamente. "Te estás acabando en mí".

El se quedó encima de Melissa después de que terminaron de tener relaciones sexuales. De nuevo Melissa lo abrazó con delirio mientras pasaban los minutos. Sintió que su gran pene lentamente se volvía flácido dentro de ella y su copiosa eyaculación comenzó a salir de su vagina sobrecargada...

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