Me hice pelirroja y cogí con ellas en Día de la Mujer

Se sabe, el 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer. Bueno, las locas de mis potras pelirrojas, encabezadas por Estela y María Teresa, lo hicieron más internacional que nunca. Y yo fui invitado. Sí, sí, de mujer. Y cómo la pasé, como las otras mujeres.

En efecto, el domingo 8 estaba caliente de temprano ya que la noche anterior, Estelita me había invitado a su casa donde organizaba picada de mujeres de pelo rojo por su Día. Yo creí que iba a ir vestido elegante de hombre, camisa, pantalón, perfume, zapatos. No, no. Estela me avisó: " Eso sí Diegui, tenés que venir de pollera, tacos, maquillado y con peluca roja". Bárbaro dije, siempre que no hubiera un hombre encubierto que me quisiera dar. Y tengo pollera, bombacha, lápiz labial, cremita. La cagada era que no tenía blusa, tacos ni peluca. Llamé a alguna de las locas que iban a ir, ninguna atendía, no sé si cogían, pajeaban o qué a la mañana de domingo. Al fin tipo 12 despppppperté a María Teresa, que abía garchoneado con su marido Juan Carlos toda la madrugada y le dije. La gordota estuvo divina, me invitó a almorzar a su casa y me dijo que no me preocupara, que ella tenía de todo para travestirme. Fui caliente pero me tuve que cuidar porque estaba el matrimonio juntito. Comimos, Tere me seleccionó y probó ropa, bijou y maquillaje, me excité vistiéndome y tras quedarme con un juego de ropa, tacos y cartera, me bañé ahí, me vestí con blusita fina, pollera blancca, tacos, corpiño y bombacha abajo, y María Teresa me maquilló un montón, hasta las uñas de rojo fuerte, perfume exquisito y me colgué fina cartera de cuero. Del brazo de María Teresa y a la cena, y cuando llegamos, Estela besuqueó a su noviacha y luego me besó y elogió por mi ropaje.

Y entre mi travestismo, las mujeres superelegantes que abundaban y la cena me volé rapidísimo. Sentado entre Tere y Marisa, una amigota fuertona de Estela, disfrrutamos queso, fiambre de todo tipo, sandwiches de miga y demás cositas frías, antes de tortas potentes. Las mujeres charloteaban y de a poco empezaron a volarse con cerveza y alguna sustancia fuerte, empezaron a reírse a carcajadas solas, hablar pavadas, porquerías y re fuerte. En menos de un rato estaban borrachas y dadas vuelta. Y yo fui entrando en temperatura, y eso que no tomo, pero la elegancia, pintura y perfumes me mataron. Encima me hice la señora, abrí mi cartera, saqué la cremita de bolsillo y me puse en las manos. Así que estaba para pelar pija así nomás, pero no sabía cómo, mientras mi pene ccrecía debajo de mi pollera y no paraba de acariciarlo.

Pero con estas potrancas de reproducción no hace falta hacer planes ni pensar. De pronto, todas (casi treinta) empezaron a darse, manoseos, aplastadas contra la pared, ropa al suelo, tropezaban y tiraban las sillas, algunas se daban con drogas, otras buscaban sus carteras y tras abrirlas sacaban cosas y tras bajar la bombacha de ccualqiera la penetraban. Tere y su hermanota Bea la hicieron puré a Estela, la largaron y la agarraron Ana María y su hermanota Lily y le dieron doble vía ahí en la cocina. Annabella se dejó arrastrar borracha por Belinda, Solange y Patri que le dejaron vagina y cola a la miseria y le chuponearon todo de pe a pa. Teresa fue embestida con furia por las gordotas esposas Carmen y Mónica, luego por Ana y Lily y luego por Consuelo y Cristina, las locas hijas de Teli. Mi Sandrita se dio con Susy Calderioni, la que inició el quilombo de las pelirrojas, y luego borrachita se entregó a dos chicas adolescentes amigas. La casa de Estela, obvio sin su marido que se había ido con amigos, era un campo de guerra entre la ropa, las tipas cogiendo, algunas tiradas, el baño todo de vómitos, flujos y más del cuerpo y lo que te puedas imaginar.

¿Y yo? Preguntarán ustedes. Sí, ovio que no me salvé. Ni me quería salvar. Excitadísimo con mi ropaje femenino, tenía ganas con algún hombre pero no había. Entonces empecé a caminar por la casa y mientras buscaba a quién darle, algunas mujeres en re pedo me choccaban y me toqueteaban creyendo que yo era una más. Y yo aprovechaba y le pasaba las manos por todos lados y tras sentarlas o aplastarlas contra la pared, les bajoneaba la bombacha y se las metía con un pene tremendamente duro y largo, frotando con furia hasta eyaculonear semen a torrentes. Me cogí a Tere, Estela, Ana, Lily, Annabella que me enloquece, Solange, Ccarmen, Moni y claro, para cerrar mi novia Sandrita, a quien terminé encerrando en una pieza, le pedí que me retocara la pintura de la cara y le di tres veces, dos por vagina y una por ccola llenándola de semen a chorros.

Fue así un 8 de marzo que las pelirrojas nunca olvidaremos. Sí, leyeron bien, nunca olvidaremos. Porque por una noche, yo cumplí mi sueño de ser un ratito una pelirroja hermosa, muy maquillada y con pollera, tacos y cartera. Y encima terminé como las demás, cogiendo de lo lindo.

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