Una vida entre tantas.

Una vida entre tantas.
 
A veces algunas cosas
A, la que no le damos interés, ocurren:
Y al hacerlo ya nada será, igual.                                                                                                                                    
Absolutamente y definitivamente nada.

g.g.c.
 
 
Introducción
Yo he sido unamujer de una vida simple y delicada en la soltería, con padres muy rectos entodo respecta a mis, estudio u de normas de vida que reflejen que su hija,fuera corriente, a una mujer normal. 
Me casé a los veinticuatros años, aún virgen, nos amábamos en ese entonces,hasta llegar al límite de la penetración, en donde él ya me conocía desnuda yyo a él le había hecho  conocer mi calor,de mi boca de mis senos y de en todas las partes de su cuerpo
Conocíamos y hacíamos, lo que la mayoría de mujeres hacían sin confesárselos ni siquiera, a sus amigas íntimas…
                         
Nos enlazamos muy enamorados, en donde nuestros padres, nos acompañaron en todo y fuimosa vivir a una casa alquilada  a un amigo llamado Evaristo que lo era de mipadre, a no más de ocho cuadras de mi casa paterna y a dos cuadras del caminode cintura que era muy transitado por los colectivos.
Era todo en laMATANZA.
Esa casa a los tresaños, la compramos al morir, el amigo de mi papá.
Trabaja Carlos  mi marido en una empresa dedicada a laasistencia de todo lo relacionado a la construcción  desde que se había recibido de contador y erasumamente considerado por sus compañeros y sus directores de le empresa.
Él lo que hacía era la parte contable, y en un lugar de trabajo muy delicado yrodeado de grandes problemas, pues en la Argentina  aun no habíamos salido de una gran depresióneconómica después de un periodo muy duren la vida de todos los argentinos.

Yo empecé trabajar como empleada de un supermercado en la parte de reposiciónde  faltantes de productos, en donde atoda hora iba viendo y acomodando mercadería en las hileras
Era muy grande el supermercado con varias empleados y empleadas, al tiempoformamos una familia en donde cada uno sabía lo necesario del otro PERO ENNOSOTROS ahora  hubo un cambio la vida comopareja cuando novios conocimos lo ardientes que podíamos ser, y Carlos siemprese preocupó por llenar mis expectativas, por complacerme y por llenarme de todolo que yo necesitaba, pero ciertamente ahora, éramos tan diferentes vivíamossí, pero empezó a surgir una grieta y a un tiempo ella me tragó
Así pasaron varios años de "feliz matrimonio", sin reclamarnosnada y siempre deseando más.

Hacíamos el amor yno acababa solo cuando mi marido se dormía y yo me masturbaba.
I
Alberto, entró enmi vida, una tarde de marzo, cuando yo estaba ordenando la góndola central dela entrada del local
Me llamo buscándoloal dueño del supermercado, al cual desconocía y venía a solicitarle una facturano paga y le guie hasta el piso alto donde mi patrón tenía una dependenciadonde manejaba lo íntimo de sus negocio, o sea su ingreso y salida de plata y tambiénallí recibía a las visitas.
Había pasado más de una hora cuando mi jefe se despidió porque debía retirar a su esposa de un trámite urgente yyo le acompañe al visitante porque era una de las ultimas que quedaba en elnegocio
Y  ese hombre  se ofreció a llevarme a casa, por lo tarde que era…

Acepte, no sinmostrarme  reticente y él lo agradeció,más en el camino se estableció un dialogo sincero en donde sencillamente dibujosu existencia que sufrían la indiferencia de una vida simple y monótona.
Baje cerca de micasa a tan solo dos cuadras, pero no quería ser observada por mis vecinos
En esa semana fue a la oficina dos veces más, y el viernes, al salir era una tardecalurosa típica de un mes en marzo me invitó a tomar unas cerveza ycomplemento “en una cervecería alemana  muy buena”, cerca de centro de San Justo deexcelente cerveza y algo discreta
Mi primera intención era decirle NO, pero era algo que me gustaba irallí ya que me habían comentado  que, suservicio  eran como excelente.
Lo pensé, pues sabía que mi marido se quedaría a dormir en lo de su madre queestaba remolona de salud y mi esposo vendría en dos días.

Y le dije aAlberto, si te acepto la invitación, pero:
Espérame dos cuadras del súper, indicándole el lugar, así  no me conocen y  hablan estaré allí en media hora

Nunca había visto aese hombre con sus ojos se concentraron, llenos de asombro desde el escote demi blusa a mis piernas descubiertas. Mi pollera era amplia y algo corta ydespués de una felicitación por ello, nos fuimos a la cervecería, donde había música alemana y las mesas eranpequeñas haciéndose que nuestras rodillas chocaban.

Nos sentimos cómodos esa noche y también a un tiempo sentí la mano de Albertoen mi rodilla buscando subir por mi pierna, salimos de ahí y al subir a su autovamos a tu casa´

Dude el sí pero selo di, ya lo iniciado estaba en mí, estaría previsto
En el camino supe que hacía más de un año, su esposa se había ido de lacasa, las palabras fueron "diferencias irreconciliables".

Llegamos a la casa,bien tarde para que nadie nos descubriese al coche lo había estacionado en unlugar donde atendía día y noche todo el año
Nunca  me imaginé que después de casarme estaría conun hombre, que no era mi marido, reacondicionado mi ropa y pintándome y perfumandomuy levemente ciertas partes de mi cuerpo pero nada en mi fue planeado, ni porvenganza.
Era mi calentura
 
 
“Me casé joven yenamorada. Siempre creí que la infidelidad era algo que quedaba totalmentedescartado de mi relación, hasta que durante el último año descubrí que miesposo me había sido infiel en repetidas ocasiones con distintas mujeres”.
Siempre he sidosociable pero los celos e incertidumbres de mi marido me habían obligado aabandonar muchos amigos, así que decidí retomar esa vida social y hacer nuevasamistades.
Tomamos lo quehabía en casa un cerveza Quilmes  
A un momento en queyo sabía que estaba empapada me acercó a su boca, al principio mi boca nuncasupe porque le ofreció resistencia, pero quedo sucumbida cuando su lenguaempezara de una mágica manera a recorrer cada centímetro de ella, dejando asícomo emociones de placer a  deslizarse sulengua por todo mi interior.
Sentí un pedazo decarne tibia y suave, era su pija.
Sin mirarlo se latome nos acostábamos sobre la alfombra y soltándole su miembro, me quite misblusa y deje caer mi pollera, solo estaba vestida con un pequeño sostén negro yuna discreta y sensual tanga, el hizo lo mismo tirando al costado cerca de unsillón toda la ropa
A un tiempo sentícomo me acercaba su miembro con su mano poniéndose a un costado  elevandosin sacármelo mi corpiño y me tomo la boca para besármela e introducirme supija en mi boca
Vi que era algomorena, bien cabezona y más gruesa a la que hube de conocer ante a un hombre, másgrande o distinta a mi marido A unos moviento de un tiempo excitadísimos  y tomándome la cabeza se descargó en mi bocay yo energizada  me lo trague y con milengua  limpie la última gota
Nunca  lo hice con tanta pasión y a un tiempo él seacostó en el piso y yo sobre su pecho
 
Llévame a tu piezaamor, me dijo
Fuimos  los dos desnudos, el abrió una puerta dirigiéndomea mi cama  
Ahí me beso de unamanera ardiente y me levanto con sus manos, hasta apoyarme en mi cama o yanuestra cama  hacía  mucho tiempo que no sentía tanto placer tantacalentura.
Estire mí mano yagarré su pija estaba durísima a un tiempo  el abrió delicadamente mis piernas.
Volvió a besar mivagina, acariciarme el clítoris y me llevo, a un orgasmo fuerte profundo.
 Cuando me penetro sentí que rellenaba toda miconcha, que las paredes se expandían, cada centímetro provocaban mis gritos deplacer, sentí cosas que jamás con ningún hombre  me había sentido, aprecié que ese pene tocabafondo como nunca antes ninguno lo había hecho.
Tuve un segundo orgasmo,….un orgasmo que casi me hizo  desmayar de placer.

Mientras acababa lejuraba que siempre seria suya, que quería esa pija para siempre dentro mío.
Se enderezo ycontinuo cogiéndome con toda su fuerza, levantaba mi espalda y me llegaba hastael alma. Acabo salvajemente, sentí su leche caliente rebalsar de mi concha.Descanso un segundo y comenzó a sacarla, le pedí que la deje adentro un poquitomás, así lo hizo
 
Nos dormimospasaron las hora y ya amanecía cuando me desperté el, aun dormía suavemente
Fui a orinar  en el inodoro con el pis salían líquidos decolor amarillo mesclados con la leche de él quedando en el
Me enjuague denuevo en el bidet
 Me recosté al lado. Se despertó y levemente sealejó unos centímetros y fue a orinar
Cuando se retornó junto a mi apoyando esa pija enmi cola, apretándome los senos dulcemente empecé a sentir que ese pija queríamás,  a lo que el sutilmente  empezó a hacerla retar  a mi concha, con el roce de su pija
 Yo divagaba pero estaba entremedia como unapendeja que jamás lo hubiese hecho,  y laquería con desesperación
El a un momento tomo mi cola conlas dos manos y a un moviento inesperado mi cola aun virgen,  recibió la cabeza de sexo por primera vezsabía lo que sucedería:
Era mi culo
No, no, no le grite, no mi amor,nunca me lo hicieran o rompieran cielo, sácala  
Y el apronto  más, me movió  su pija hacia adentro de mi cola llenándometoda en segundo
A un tiempo, cuando mi dolor sefuese calmando, notaba como él me iba moviéndome su pija dentro de mi culo
 Ayúdame amor ábretela la nalga y, le fuiayudando abriéndome con las manos los cachetes para que no rosan en  la entrada de mi culo
Había hecho una presión  sobre mis tetas en donde notaba que los dospezones eran una piedra
Perdóname amor, si te hice dañopero quería que fueses mía
Se suave cielos, le dije a supregunta
Acabe yo primero, creo que fueuna catarata  nunca había acabado así, meavergonzó, y luego el
Sentí en mi cola esa presión quenunca había sentido, mi agujerito estaba llenándose de leche caliente yaprisionándome todo adrento
Creo que ello a un tiempo medesespero y casi sin leche volví a acabar
Un fuerte trueno me despertó,había empezado de nuevo a llover y buscándole, a él, encontré una nota: la mesade la cocina te dejo algo para ti
Mire la hora eran las siete ymedia de la noche, me dolía mucho la cola y estaba toda la cama llena defluidos de los dos.
Me tape y dije no pongo eldespertador
Muy cerca de las cuatro dela  mañana me desperté
Me bañe y poniéndome un salto decama de invierno fui la cocina: vi la carta
A un tiempo nos veremos, salgo dela empresa el lunes y no sé qué será de mi vida
Mi vida siguió desaperciba con miesposo y a los cinco años nos separamos
Ahora vivo sola en Almagro
FIN
 
Epilogo
Nunca más supe de él en dos años. Unatarde recibí un llamado telefónico  en micelular.
Le escuche muy  dolida lo que para mí  había sido un verdadero abuso.
Le respondí ante su llamado: “algunavez hube de conocerte y hasta desearte, pero eso murió ya en mi vida”.
Nunca  más llames, por respecto hoy te respondo…

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