Comparto un texto erótico de un cuento inspirado en fantasías
Estabamos los dos sentados en la mesa, con una birra en la mesa y un partido de fondo. La ansiedad por probar su cuerpo era todo y los nervios de no saber cómo reaccionaría eran más aún. Después de la tercera cerveza y una charla más cercana después de una carcajada mi mano se apoyó en su pierna. Me miró, con su cuerpo grande, su tez morena y su mirada directa. Seguimos hablando y mi mano acarició su pelo, su sorpresa me miró otra vez dubitativo. Fuimos a comprar otra cerveza y bajando en el ascensor le comí la boca. Fue un beso intenso, con labios mordidos y lenguas conjugadas. No hablamos hasta que volvimos a subir y ahí otro beso y mi mano se pasó por su pantalón para ver si el mito era real. Lo era.
Cuando llegamos no hubieron palabras ni cerveza. Lo agarré de su cuerpo y empecé a besarle el cuello mientras le tocaba la pija y con la otra mano recorría su torso gordo. Su panza me seducía porque era como la mía. Le saqué la remera y lo empujé en la cama. Recorrí con mi lengua cada centímetro de su cuerpo hasta llegar a la cintura y le bajé el pantalón y el boxer. Su pito me golpeó la cara de lo parado que estaba. Era mi primera vez y no tenía experiencia así que le pasé la lengua por los huevos mientras lo masturbaba hasta que pasé la lengua por todo el tronco y llegué a la cabeza para metermela entera en la boca. Su pija se endurecía y alargaba aún más dentro de mi boca mientras él me agarraba de los pelos.
Después de tanta calentura lo dejé sin ropa y me saqué todo yo. Me acosté arriba de él y nos empezamos a besar rozándonos nuestras pijas. Él agarró las dos y empezó a pajearlas juntas. Después de eso me senté derecho encima y empecé a rozarle el culo por esa verga negra y dura. "Te gusta que sea puta?" le dije. No respondió porque el placer no lo dejaba hablar. Me paré a ver qué hacía y le dije "me siento muy trola hoy" pero me senté a ignorarlo y ver qué hacía. No me dejó. Se paró y me tiró en la cama a chuparme la pija. El mejor pete de mi vida me lo hizo ese chico que se decía hetero. Al rato me dio vuelta y me empezó a dar un beso negro, mientras yo gemía y le mostraba cuánto me gustaba. Inesperadamente me puso lubricante y metió los dedos. De a poco, de a uno. Mi primera vez en eso también fue gloriosa. Cuando pensé que volvería a chuparme sentí su verga dura metiéndose de a poco. "Ahhhh" sólo pude decir. Él me agarró de mi pecho, jugó con mis tetas de gordo, mientras me iba metiendo cada vez más el pito. "Ay hijo de puta, toda metela, cogeme toda" le grite. Y llegó a fondo. Me la puso y me la sacó. Y me la puso y me la sacó. Y me puso en cuatro y me pegó cachetadas en el culo. Le pedí que me pegue más fuerte. Me dejó rojo el culo mientras me cogía.
Le pedí que pare y lo acosté. Me senté arriba suyo mirándolo a la cara. Me metí toda su verga adentro y empecé a cabalgarlo mientras el me hacía la paja. "Ahhhh sí, seguí por favor" me pedía. Y yo seguí. Mi pito acabó encima de su cuerpo y a él pareció que le gustaba. Yo le pedí tragar. Después de un par de culazos más me corrió y me arrodillé. Le saqué el forro y me tragué su pito entero una, dos, diez veces. Empezó a gemir más y más y me llenó la cara de leche que junté con la mano y me tragué mientras él se tocaba el pito recién acabado.
Un rato más tarde se fue. Lo peteé en el ascensor bajando y quedamos para juntarnos a tomar cerveza la próxima semana.
Estabamos los dos sentados en la mesa, con una birra en la mesa y un partido de fondo. La ansiedad por probar su cuerpo era todo y los nervios de no saber cómo reaccionaría eran más aún. Después de la tercera cerveza y una charla más cercana después de una carcajada mi mano se apoyó en su pierna. Me miró, con su cuerpo grande, su tez morena y su mirada directa. Seguimos hablando y mi mano acarició su pelo, su sorpresa me miró otra vez dubitativo. Fuimos a comprar otra cerveza y bajando en el ascensor le comí la boca. Fue un beso intenso, con labios mordidos y lenguas conjugadas. No hablamos hasta que volvimos a subir y ahí otro beso y mi mano se pasó por su pantalón para ver si el mito era real. Lo era.
Cuando llegamos no hubieron palabras ni cerveza. Lo agarré de su cuerpo y empecé a besarle el cuello mientras le tocaba la pija y con la otra mano recorría su torso gordo. Su panza me seducía porque era como la mía. Le saqué la remera y lo empujé en la cama. Recorrí con mi lengua cada centímetro de su cuerpo hasta llegar a la cintura y le bajé el pantalón y el boxer. Su pito me golpeó la cara de lo parado que estaba. Era mi primera vez y no tenía experiencia así que le pasé la lengua por los huevos mientras lo masturbaba hasta que pasé la lengua por todo el tronco y llegué a la cabeza para metermela entera en la boca. Su pija se endurecía y alargaba aún más dentro de mi boca mientras él me agarraba de los pelos.
Después de tanta calentura lo dejé sin ropa y me saqué todo yo. Me acosté arriba de él y nos empezamos a besar rozándonos nuestras pijas. Él agarró las dos y empezó a pajearlas juntas. Después de eso me senté derecho encima y empecé a rozarle el culo por esa verga negra y dura. "Te gusta que sea puta?" le dije. No respondió porque el placer no lo dejaba hablar. Me paré a ver qué hacía y le dije "me siento muy trola hoy" pero me senté a ignorarlo y ver qué hacía. No me dejó. Se paró y me tiró en la cama a chuparme la pija. El mejor pete de mi vida me lo hizo ese chico que se decía hetero. Al rato me dio vuelta y me empezó a dar un beso negro, mientras yo gemía y le mostraba cuánto me gustaba. Inesperadamente me puso lubricante y metió los dedos. De a poco, de a uno. Mi primera vez en eso también fue gloriosa. Cuando pensé que volvería a chuparme sentí su verga dura metiéndose de a poco. "Ahhhh" sólo pude decir. Él me agarró de mi pecho, jugó con mis tetas de gordo, mientras me iba metiendo cada vez más el pito. "Ay hijo de puta, toda metela, cogeme toda" le grite. Y llegó a fondo. Me la puso y me la sacó. Y me la puso y me la sacó. Y me puso en cuatro y me pegó cachetadas en el culo. Le pedí que me pegue más fuerte. Me dejó rojo el culo mientras me cogía.
Le pedí que pare y lo acosté. Me senté arriba suyo mirándolo a la cara. Me metí toda su verga adentro y empecé a cabalgarlo mientras el me hacía la paja. "Ahhhh sí, seguí por favor" me pedía. Y yo seguí. Mi pito acabó encima de su cuerpo y a él pareció que le gustaba. Yo le pedí tragar. Después de un par de culazos más me corrió y me arrodillé. Le saqué el forro y me tragué su pito entero una, dos, diez veces. Empezó a gemir más y más y me llenó la cara de leche que junté con la mano y me tragué mientras él se tocaba el pito recién acabado.
Un rato más tarde se fue. Lo peteé en el ascensor bajando y quedamos para juntarnos a tomar cerveza la próxima semana.
1 comentarios - Fantasía (gay)