Placeres prohibidos (cap7/ Entre las ideas)

Esa mañana estuve de carreras no conseguía pasaje directo sino con escalas y estaba mas nerviosa aun pero ya no podía retractarme, no quería así que le informe que viajaría así.
- Amor llegaras mas tarde pero llegaras tranquila. Ya las reservaciones del hotel están listas. Yo te haré un rico almuerzo para cuando llegues mañana.
- Esta bien amor te amo y confió en ti.
La mañana fue una locura, arreglando las cosas para el viaje y lidiando con Alfonso. Tenía los nervios a flor de piel. Me di un baño caliente para relajarme, me vesti, me peine, me maquille y le envíe una foto a mi Amo.
-Estas hermosa princesa y dentro de poco serás mía.
- Así será amor.
El bus salia a las 3 de la tarde debía estar a las 2 en el terminal de pasajeros. Alfonso me llevo y me despidió cuando arranco el bus. Sentía el corazón en la boca estaba nerviosa ansiosa asustada tenía un remolino de sensaciones. El viaje se me hizo interminable a pesar de que Adonis me acompaño todo el camino con sus mensajes y sus llamadas tranquilizandome. 
A las 6:00 am llegue a la primera terminal en el Vigía, allí debía tomar otro bus hacia San Cristobal y asi lo hice, mi corazón latía como nunca. Ya cerca de San Cristobal había una tranca bastante fuerte por unas fiestas de un santo. Mi amado Adonis estaba como loco llamando muy nervioso porque estaba retrasada y mi celular estaba Casi sin bateria. Al llegar a San cristobal debía tomar otro bus hacia Ureña donde por fin nos veriamos, Dios que odisea pero todo valia la pena el lo valia. Al sentarme en la ultima buseta lo llame y le díje q ya iba en camino que por favor necesitaba verlo antes de bajar del bus qué estuviera allí en el sitio que nos veríamos porque si no me pondría muy nerviosa y el aceptó.
Fueron las 2 horas mas largas de mi vida, todo el camino estuve preguntando a los otros pasajeros si faltaba mucho, parecia una niña.
Mi celular estaba casi descargado por completo y yo estaba tratando de enviarle un mensaje a mi amor cuando el chofer me dijo "hasta aquí llegó señorita , aquí es". Casi vuelvo el estomago al no ver a Adonis, estuve a punto de que me saltaran las lagrimas. Baje del bus coloque mi equipaje en una banca y le pregunté a una chica que estaba allí donde podía alquilar un teléfono a lo que me contestó que allí cerca era imposible. Tome mi celular para ver si lo prendia y apenas reacciono entro una llamada de él, - No te muevas de donde estas ya te vi. Y se apago el teléfono. Saque un cigarro de mi cartera y lo encendi, Adonis odia que fume pero no podía con los nervios. Al cabo de 2 minutos senti un cálido beso en la mejilla, era él, era Adonis, era real. Mi corazón se detuvo por un instante. El tomo mis cosas y me pidió que lo siguiera.
- Tu me habias dicho que eras ciega pero pense que era broma. Me pare en el medio de la calle a hacerle señas al bus donde venias y ni tu ni el chofer me vieron.
Estas hermosa, ven terminare tu almuerzo.
Yo escuchaba sus palabras pero escasamente podía contestar no me salian las palabras estaba demasiado ansiosa.
Llegamos a su trabajo y fuimos directo a la cocina, el se puso a cocinar como si fuera un día normal yo no era capaz de pasar de la puerta, debo haberme fumado una caja de cigarros en esos minutos. Casi no hablamos.
- Quiero que estés tranquila, no pasara nada que no desees quiero que te sientas bien. 
Por fin estuvo listo el almuerzo pero eso era lo que menos me preocupaba. El era todo un caballero, sirvió loa platos y preparó la mesa. Me llevó con el y corrió la silla para que me sentara. Comimos prácticamente en silencio hablando una que otra cosa sobre el viaje. Al terminar de comer se levanto tomo mi rostro y me beso en los labios. Fue el beso mas tierno y dulce que me habían dado en la vida algo que no se correspondia mucho con el hombre dominante que yo esperaba y que pronto descubriria.
- Levantate Anastasia. Coloca tus manos en la pared de espaldas a mi. 
Así lo hice cuando senti sus manos en mi trasero bajando mi pantalón. 
Luego dos nalgadas brutales, una en cada lado que estremecieron cada fibra de mi cuerpo. Acto seguido me tomo del cabello y me puso de rodillas ante él. Deslizo su mano dentro de mi ropa interior sin ocultar una sonrisa de satisfaccion al descubrir lo extremadamente húmeda que estaba.
- Eres mas de lo que soñe Anastasia me encantas.
Sus palabras me hicieron sonrojar porque él aún no entendía algo de lo que yo tenia la certeza. Éramos el uno para el otro. El ying y el yang, nos complementabamos. 
Tomo mi mano para levantarme del suelo volvió a besarme y me dijo ven sigamos hablando.