Mis ex 5: la más puta
Primero que nada insisto con quesolo cuento historias reales que me pasaron. Se que se pierde espectacularidadpero para mí no hay nada mejor que lo verídico.
En esta ocasión les voy a contarde las más putas de mi ex. Técnicamente en realidad no llega a ser ex, es unamina con la que garché cuando los dos teníamos veintialgo y nos veíamos confrecuencia pero nunca fuimos pareja pareja (cada uno mantenía sus otrosgarches, aunque yo casi nada porque me dejaba seco la piba)
A la piba en cuestión se la habíacogido un par de veces un amigo. Justo me los encontré una vez juntos y me dicuenta que a la piba la conocía de la facu, aunque no eramos de la mismacarrera cursábamos una materia general en común. Rubia, petisa, bastante culonay tetas aceptables, cara de petera. En la facu calentaba pijas a lo loco. Noiba vestida provocativa pero siempre se las arreglaba para que se le bajen losyoggins o el jean y mostrar la tanga.
Una vez charlando con mi amigo(que es religioso y medio pacato) me dijo que no la vio más porque era muyzarpada, salían y se vestía re trola, o se lo quería garchar en cualquier lado.Obvio que a mi me calentó más y le pedí permiso para encararla. Me dijo que síque no había drama que no habían llegado a ser nada ellos.
La clase siguiente que compartíacon ella me le puse a charlar preguntándole por mi amigo haciéndome el gil,ella se re dio cuenta, me siguió la corriente y quedamos en juntarnos en micasa a hacer unos ejercicios.
Se vino con una calcita no muyajustada pero si medio transparente y una tanga blanca criminal. Desde que leabrí la puerta estuve con la pija dura.
En un momento voy a preparar unosmates a la cocinita (que como cualquier depto. De estudiante era muy estrecha)ella se viene conmigo y se me pone a hablar al lado. En menos de 10 segundosestábamos contra la pared tranzando. Ese día garchamos toda la tarde y fueterrible, la piba era una genia, te exprímia, no sé cuantas veces me hizoacabar, además de que era re caliente también hablando, pedía pija, leche todo
La cosa es que por un tiempo garchábamosbastante seguido, aunque nunca fuimos novios novios. Tal cual como decía miamigo cuando salías con ella eras el centro de la atención, si en la facultadcalentaba con supuestos descuidos cuando salía directamente se ponía en bolas.Le aprendí a reconocer un brillo en los ojos y una mirada especial cuando secalentaba que significaba que necesitaba pija ya. Tal cual como dijo mi amigono le importaba nada: te llevaba al primer baño o calle disponible y te cogía. La primera vez que fuimos a su casa entramos por un pasillito (vivía tipo en un ph) y me dijo que no podíamos coger adentro porque justo habían ido los viejos a visitarla y se escuchaba todo. Yo pensé que entonces no ibamos a garchar pero ahí nomás me arrinconó contra la pared y garchamos en el mismo pasillito.
Como conté en mi anterior relatome gusta preguntarle a las pibas con las que estoy cosas de su vida sexual anterior.Como sé que la sociedad juzga al pedo la sexualidad femenina o que puedenpensar que a mi me molesta cuando les pregunto con cuantos tipos estuvieronprimero les tiro: ¿masomenos 50? Entonces se sienten menos mal contándome de sus15, 20, 30 lo que sea.
Con esta piba de entrada me dijoque muchos más. Al final me redondeó en 100 pero por todas las cosas que mecontó (no me puse a hacer la suma) tienen que haber sido más. Había hechotríos, cuarteto, en el secundario había cogido con casi todos los de quintocuando iba a tercero, con varios de su curso, en el viaje de egresados segarchó medio Bariloche, había garchado con preceptores (no con docentes medijo), con amigos del padre ya siendo mayor. Había empezado a chupar pija a los 12 años y desde ese edad si salía conalguien y por algo no podía o quería coger al menos se la chupaba (así quehabía chupado más de las 100 pijas que se cogió).
Extrañamente aunque usaba apedido no era muy amante de los juguetes ni de los disfraces, las fotos nada,era más de ir a los bifes.
No sé, la piba me contó un montónde cosas, la verdad que está copado que pudiera disfrutar así de su sexualidadsin rollos. Yo justo unos meses después me puse de novio y dejamos de vernos.
Espero que les haya gustado, en un rato subiré una nueva historia real.
PD: Quiero aclarar que puse la más puta porque es el término usado coloquialmente, no estoy de acuerdo con su uso despectivo y me parece perfecto que cada persona viva su sexualidad como le parezca.
Primero que nada insisto con quesolo cuento historias reales que me pasaron. Se que se pierde espectacularidadpero para mí no hay nada mejor que lo verídico.
En esta ocasión les voy a contarde las más putas de mi ex. Técnicamente en realidad no llega a ser ex, es unamina con la que garché cuando los dos teníamos veintialgo y nos veíamos confrecuencia pero nunca fuimos pareja pareja (cada uno mantenía sus otrosgarches, aunque yo casi nada porque me dejaba seco la piba)
A la piba en cuestión se la habíacogido un par de veces un amigo. Justo me los encontré una vez juntos y me dicuenta que a la piba la conocía de la facu, aunque no eramos de la mismacarrera cursábamos una materia general en común. Rubia, petisa, bastante culonay tetas aceptables, cara de petera. En la facu calentaba pijas a lo loco. Noiba vestida provocativa pero siempre se las arreglaba para que se le bajen losyoggins o el jean y mostrar la tanga.
Una vez charlando con mi amigo(que es religioso y medio pacato) me dijo que no la vio más porque era muyzarpada, salían y se vestía re trola, o se lo quería garchar en cualquier lado.Obvio que a mi me calentó más y le pedí permiso para encararla. Me dijo que síque no había drama que no habían llegado a ser nada ellos.
La clase siguiente que compartíacon ella me le puse a charlar preguntándole por mi amigo haciéndome el gil,ella se re dio cuenta, me siguió la corriente y quedamos en juntarnos en micasa a hacer unos ejercicios.
Se vino con una calcita no muyajustada pero si medio transparente y una tanga blanca criminal. Desde que leabrí la puerta estuve con la pija dura.
En un momento voy a preparar unosmates a la cocinita (que como cualquier depto. De estudiante era muy estrecha)ella se viene conmigo y se me pone a hablar al lado. En menos de 10 segundosestábamos contra la pared tranzando. Ese día garchamos toda la tarde y fueterrible, la piba era una genia, te exprímia, no sé cuantas veces me hizoacabar, además de que era re caliente también hablando, pedía pija, leche todo
La cosa es que por un tiempo garchábamosbastante seguido, aunque nunca fuimos novios novios. Tal cual como decía miamigo cuando salías con ella eras el centro de la atención, si en la facultadcalentaba con supuestos descuidos cuando salía directamente se ponía en bolas.Le aprendí a reconocer un brillo en los ojos y una mirada especial cuando secalentaba que significaba que necesitaba pija ya. Tal cual como dijo mi amigono le importaba nada: te llevaba al primer baño o calle disponible y te cogía. La primera vez que fuimos a su casa entramos por un pasillito (vivía tipo en un ph) y me dijo que no podíamos coger adentro porque justo habían ido los viejos a visitarla y se escuchaba todo. Yo pensé que entonces no ibamos a garchar pero ahí nomás me arrinconó contra la pared y garchamos en el mismo pasillito.
Como conté en mi anterior relatome gusta preguntarle a las pibas con las que estoy cosas de su vida sexual anterior.Como sé que la sociedad juzga al pedo la sexualidad femenina o que puedenpensar que a mi me molesta cuando les pregunto con cuantos tipos estuvieronprimero les tiro: ¿masomenos 50? Entonces se sienten menos mal contándome de sus15, 20, 30 lo que sea.
Con esta piba de entrada me dijoque muchos más. Al final me redondeó en 100 pero por todas las cosas que mecontó (no me puse a hacer la suma) tienen que haber sido más. Había hechotríos, cuarteto, en el secundario había cogido con casi todos los de quintocuando iba a tercero, con varios de su curso, en el viaje de egresados segarchó medio Bariloche, había garchado con preceptores (no con docentes medijo), con amigos del padre ya siendo mayor. Había empezado a chupar pija a los 12 años y desde ese edad si salía conalguien y por algo no podía o quería coger al menos se la chupaba (así quehabía chupado más de las 100 pijas que se cogió).
Extrañamente aunque usaba apedido no era muy amante de los juguetes ni de los disfraces, las fotos nada,era más de ir a los bifes.
No sé, la piba me contó un montónde cosas, la verdad que está copado que pudiera disfrutar así de su sexualidadsin rollos. Yo justo unos meses después me puse de novio y dejamos de vernos.
Espero que les haya gustado, en un rato subiré una nueva historia real.
PD: Quiero aclarar que puse la más puta porque es el término usado coloquialmente, no estoy de acuerdo con su uso despectivo y me parece perfecto que cada persona viva su sexualidad como le parezca.
1 comentario - Mis ex 5: la más puta