un buen polvo con un ex jefe

 Al mediodía estaba preparándome para salir cuando recibí un mensaje que decía “Hola guapa, ¿estás libre hoy? me gustaría verte aunque sea un ratito” el que me mandaba el mensaje era mi ex jefe.
Era muy simpático, elegante y tuvimos un pequeño encuentro un día que estuvimos trabajando hasta tarde y nos quedamos los dos solos en el consultorio  no tuvimos sexo esa noche aunque estuvimos muy cerca y nos quedamos con las ganas.
Le respondí que si quería podíamos almorzar juntos; él respondió aceptando mi propuesta y quedamos en vernos cerca de mi consultorio . Cuando llegué él ya estaba allí esperándome, me preguntó cuánto tiempo tenía y le dije que tenía tiempo hasta las dos y media de la tarde.
Me ofreció ir a comer a un restaurante  subimos a su coche y nos fuimos. Estuvimos conversando de cómo me iba en el trabajo y hablando de la gente en común que conocíamos. Nos paramos por el semáforo y de repente me dijo que estaba muy bonita y que estaba muy feliz de verme, sin darme tiempo para responderle, se acercó y me dio un beso en la boca y le correspondí. Seguimos nuestro camino, durante el trayecto yo puse mi cabeza en su hombro y le comencé a decir que era una pena que ya no trabajáramos juntos.
Apenas terminé de decirle eso nos empezamos a besar, juntamos nuestras lenguas, él me metía la suya y yo le respondía. Mientras nos besábamos, empezó a acariciarme y rocé su pija  sobre el pantalón, estaba dura y empalmada.
Nos separamos y me dijo que si tenía tiempo me podía enseñar el nuevo departamento que había comprado y que estaba cerca. Yo acepté y nos fuimos, quedaba camino a la oficina, estaba en un edificio nuevo que aún no estaba ocupado del todo.
Entramos en el parking, y una vez en el ascensor nos besamos. Una vez dentro empezó a quitarme la ropa primero el saco, luego la blusa, bajó sus manos y me quitó la minifalda que tenía puesta, me quedé en tanga.
Me fue llevando hacia el sofá mientras me quitaba la ropa, aún estaba vestido así que cuando me hizo sentar en el sofá, yo aproveché para desabrocharle los pantalones, y él siguió hasta quedarse en ropa interior.
Le bajé el bóxer y su pija  salió; estaba dura y su capullo babeaba, obviamente él estaba listo para penetrarme, yo también.


Me recosté en el sofá, él se puso encima de mí, desabrochó el sostén y se puso a lamer mis pezones cambiaba de uno al otro con pasión. Yo sentía su lengua alrededor de mis pezones que ya estaban duros. El siguió bajando sus manos hasta llegar a mi tanga, la bajó muy despacio mientras su cabeza también bajaba hacia mi chocho. Abrí las piernas como si tuviera un resorte.
No perdió tiempo y metió su cabeza entre mis piernas, su lengua jugaba con mi clítoris haciéndome arquear de placer, luego metió un dedo y siguió chupando como un loco. Finalmente se puso sobre mí, con una mano acomodó su pija  y la introdujo en mi concha . Empezó a moverse cada vez más rápido, yo gozaba con cada cogida . Mientras me penetraba yo le decía que había tenido que esperar más de un año para hacerlo pero que estaba valiendo la pena.
Me pidió que me diera la vuelta, me coloque a cuatro patas y se puso detrás de mí, me metió la pija  nuevamente con tanta fuerza que me hizo saltar, se sujeto a mis caderas y siguió cabalgándome con mucha fuerza, yo sentía que me iba a perforar. 
Cambiamos de posición porque yo le pedí estar encima. Se sentó en el sofá y yo me senté sobre él mis pechos quedaron frente a su boca para que me los comiera. Empecé a cabalgarlo, mientras me besaba, me agarró el culo y me ayudaba a moverme, mientras lo montaba vino mi primer orgasmo, fue bestial. Deje de moverme un rato mientras me recuperaba del orgasmo, nos besamos mientras  Él me dijo que quería correrse pero ya eran más de las dos de la tarde y tenía que estar en la oficina.
Le dije si no le molestaba podíamos seguir luego. Él me dijo que estaría ocupado y que no sería posible, mientras conversábamos él no dejaba de pasar sus manos por mi cuerpo deteniéndose en mi clitoris . Yo seguía excitada y la verdad quería tener su leche pero no había mucho tiempo. Al final le dije que si quería lo masturbaba y que la semana siguiente podría estar con él más tiempo.
Aceptó, y sin perder mucho tiempo empecé a pajearlo muy rápido y le chupaba la punta para excitarlo más. Me dijo que ya le venia y le dije que no se la guardará más y que me la diera ya. Estaba poniendo mi boca en su capullo cuando un chorro de leche salió disparado. Parte del semen cayó en mi cara y cuello pero la mayoría cayó en mi boca. Seguí chupándole a verga hasta que acabó.


Fui al baño y cuando regresé él ya estaba vistiéndose y además había puesto mi ropa sobre la mesa. Después de unos minutos salimos nuevamente y él me dejó en el edificio de mi consultorio , nos dimos un beso y quedamos en que nos veríamos nuevamente.

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