MI PRIMER RELATO
Bendita sea la noche/madrugada que deja volar lospensamientos más mórbidos, eróticos y excitantes que un hombre o mujer puedatener; en estas palabras solo quiero pensar en las cosas que haría con ella.
Dulce noche, el cuarto preparado para un par de amantesdispuesto a arrancarse la ropa apenas la pisen, era un sábado del 2019 del mesde febrero, llegaba de visita sin aviso alguno con esa ganas esos deseos más íntimosde sentir la piel del otro sin pena ni taboo, como no recordar esos labios tancarnudos, suaves y placenteros al besar, hacen que te subas a una nube y lo másrico es lo que la pondrás a hacer con esos mismos labios.
Recuerdo su enterizo negro de encaje que se atoraba con mipantaloneta a la altura de sus caderas, pareciera que la ropa supiera lo queiba a pasar por que de algún momento a otro quiso salir corriendo del lugar,maldito momento en el cual aún se hacían presente terceros en el casa, alparecer entendieron lo candente de la situación que decidieron salir volandodel sitio, para dicha de estos amantes empedernidos no se requería de cuidadoalguno, el preservativo estorbaba del goce de sus cuerpos, sin eso en mentedecidieron amarse a su manera con sus fantasías y sus fetiches.
Besos que salían disparados de esas bocas deseosas de más,caricias que se hacían únicas y roces de esas partes que lo único que ocasionanes avivar la llama, como aquél amante sujeta el muslo de su Mosa con tal fuerzaque sienta el deseo que tiene por ella, las ganas de hacer sus cuerpos uno,tumbada en la cama aquel hombre quiere probar aquel monte venus que solomuestra lo candente del momento, arranca el enterizo con tal ferocidad que sele es difícil notar que aquella mujer ya desea tenerlo dentro de ella, al verlaen ropa interior solo quiere recorrer cada centímetro de su cuerpo con besos ymordiscos que no quede una partícula de su cuerpo por probar, ahora seaproxima aquella lucha insaciable pordespojar aquel invento atroz del hombre, lo cual no se le es compleja para esteamante, su técnica es efectiva, al ver aquellos senos tan perfectos tancomestibles, es inevitable abalanzarse a besarlos morderlos y acariciarlos, conpequeños roses con la lengua, ya solo queda aquel cuarto de tela que impide un gocesupremo.
Nuestro amante se quita el suéter y pantaloneta tanvelozmente que nuestra dama apenas alcanza a notar su erección, lo que la hacequerer tenerla en su boca primero, se arroja a bajarle el bóxer, al quitarloqueda con el pene de su amante en su cara ella lo mira con malicia y sumisión,pidiendo permiso pero sin importar la respuesta ara lo que quiera, ella toma supene erecto y se lo lleva a la boca escupe lame chupa de múltiples formas quevuelve loco a aquel hombre, de manera ruda la tumba nuevamente a la cama conese aspecto primitivo predominando lasituación le arranca sus bragas le levanta los muslos sobres sus hombre yteniendo a la merced la vagina completamente húmeda de su chica le pasa lenguadesde la PC hasta el clítoris haciendo que reaccione con un gemido ahogado,sigue lamiendo sus labios vaginales externos e internos, juega con su clítoris,introduce 1 dedo en ella para tener idea de lo que se avecina.
No se, si fue una mala pasada para esto locos amantes, justoen el momento donde más éxtasis de la situación puede presentar se esinterrumpido por el ruido de una puerta abrir, es el momento justo donde haceacto de presencia la progenitora de nuestro amante.
Refunfuñando y entre dientes retira la erección del interiorde la vagina de su amante, solo es una pausa para aquel momento, pasar a lasala para hacerse presente aquellos amante delante de la progenitora de aquelhombre. Un almuerzo entre miradas picaras, amorosas y teniendo en cuenta queaún no había terminado aquel momento, que esa pausa lo único que hizo fueencender más esa llama que tanto sentían esos enamorados.
Durante el resto del día no se pudo terminar aquellasituación solo tocaba esperar el caer de la noche, pero no se contaba con elhecho de una hermana en plena pubertad adicta a las redes sociales que nodejaba la privacidad necesaria o seguridad para que no hubieran frenos agemidos, estando en el mueble sin importar aquella compañía no presencial,decidieron jugar y hacerlo con adrenalina, primero lo primero, como se acercabalentamente a esos labios carnudos de su dama para sentirlos, gozar de forma debesar, como ignorar aquellos senos tan perfectos tan precisos a la mano deaquel hombre, los sujetaba con fuerza, jugaba con su pezón, los pellizcaba, losacariciaba no paraba de tocarlos. Aquella mano picara que no está satisfecha delo que está tocando, baja la mano en busca de más, en busca de su monte venus,era indescriptible aquella humedad que sentía, lo hinchado de su clítoris,aquel jugueteo que lo que generaba en ella eran gemidos ahogados que n podíanser gritados por dicha compañía, como toda mujer predominante también necesitaver la satisfacción de su hombre, le exige que se levante mientras ella se learrodilla delante de él y sin mediar palabras desabrocha y baja el jean paradejar en descubierto aquel pene erecto, con tal autoridad solo lo mira a losojos mientras muy lento lo masturba mientras se lo mete a la boca, como todocaballero la ayuda a sujetar para que juegue sin estorbo alguno, que excitanteera aquella situación donde el dominante paso a ser sumiso, como le decía sudama que no la tocara que la dejara jugar con su pene, aquel juega tan eróticoque ella se divertía viendo la satisfacción de sentir cada espasmo que generabaen el cada vez que se lo introducía a la boca. Llego el punto donde aquelsumiso estaba deseoso de penetrarla, de hacerla gritar, de hacerla suya, contal brusquedad y pasión la levanta la tumba boca abajo en el mueble y unapequeña “lubricada” se dispuso a introducirle el pene dentro de ella tan lentotan fuerte que alcanzo a llegar a lo más profundo de su interior, sabía que sehabía dejado llevar por la excitación, sujetándola del cabello y tirando de elle pide que gima de tal manera que solo lo escuche el, cada penetración tratabade coordinarla con sus latidos para que ayudarla a sentir un clímax mayor,combinando nalgadas sutiles y tirones de cabello aquella pose se quedaba cortapara las embestidas de nuestro amante, no era falta de imaginación o deespacio, lo que estorbaba era la compañía que no permitía dejar aquella damaexplotara completamente, sin más remedio decidió solo colocarla boca arriba, teníademasiada ganas de besarla pero lo que no contaba era que de tanta excitaciónsu dama tenia seca la boca, para él no fue problema, con penetraciones tanlentas y pausadas mientras la besaba para humedecerle un poco la boca,sujetándola de sus muslos decide que es momento de probar su flexibilidadcolocando sus rodillas juntos a sus hombros y dejarla así para su disposición.Tanta excitación tantas penetraciones que solo faltaba llegar al pico más altode aquellas escenas eróticas, era inevitable, en un momento de la penetraciónnuestra dama se levanta tan velozmente que su amante se asusta, al escuchar larespuesta de porque se levantó lo único que hizo fue avivar más la llama ya queno quería venirse encima del y le pidió que la siga penetrando de pie, sindecir una palabra siguió penetrarla hasta aquel punto que nuestro amante sevino dentro de ella y aquella sensación lo que ocasiono fue que su dama seviniera también.
Satisfechos y cansados de aquella “películaporno” toco recoger toda muestra del delito, sin antes mirarse a los ojos ydecirse “TE AMO”…
Bendita sea la noche/madrugada que deja volar lospensamientos más mórbidos, eróticos y excitantes que un hombre o mujer puedatener; en estas palabras solo quiero pensar en las cosas que haría con ella.
Dulce noche, el cuarto preparado para un par de amantesdispuesto a arrancarse la ropa apenas la pisen, era un sábado del 2019 del mesde febrero, llegaba de visita sin aviso alguno con esa ganas esos deseos más íntimosde sentir la piel del otro sin pena ni taboo, como no recordar esos labios tancarnudos, suaves y placenteros al besar, hacen que te subas a una nube y lo másrico es lo que la pondrás a hacer con esos mismos labios.
Recuerdo su enterizo negro de encaje que se atoraba con mipantaloneta a la altura de sus caderas, pareciera que la ropa supiera lo queiba a pasar por que de algún momento a otro quiso salir corriendo del lugar,maldito momento en el cual aún se hacían presente terceros en el casa, alparecer entendieron lo candente de la situación que decidieron salir volandodel sitio, para dicha de estos amantes empedernidos no se requería de cuidadoalguno, el preservativo estorbaba del goce de sus cuerpos, sin eso en mentedecidieron amarse a su manera con sus fantasías y sus fetiches.
Besos que salían disparados de esas bocas deseosas de más,caricias que se hacían únicas y roces de esas partes que lo único que ocasionanes avivar la llama, como aquél amante sujeta el muslo de su Mosa con tal fuerzaque sienta el deseo que tiene por ella, las ganas de hacer sus cuerpos uno,tumbada en la cama aquel hombre quiere probar aquel monte venus que solomuestra lo candente del momento, arranca el enterizo con tal ferocidad que sele es difícil notar que aquella mujer ya desea tenerlo dentro de ella, al verlaen ropa interior solo quiere recorrer cada centímetro de su cuerpo con besos ymordiscos que no quede una partícula de su cuerpo por probar, ahora seaproxima aquella lucha insaciable pordespojar aquel invento atroz del hombre, lo cual no se le es compleja para esteamante, su técnica es efectiva, al ver aquellos senos tan perfectos tancomestibles, es inevitable abalanzarse a besarlos morderlos y acariciarlos, conpequeños roses con la lengua, ya solo queda aquel cuarto de tela que impide un gocesupremo.
Nuestro amante se quita el suéter y pantaloneta tanvelozmente que nuestra dama apenas alcanza a notar su erección, lo que la hacequerer tenerla en su boca primero, se arroja a bajarle el bóxer, al quitarloqueda con el pene de su amante en su cara ella lo mira con malicia y sumisión,pidiendo permiso pero sin importar la respuesta ara lo que quiera, ella toma supene erecto y se lo lleva a la boca escupe lame chupa de múltiples formas quevuelve loco a aquel hombre, de manera ruda la tumba nuevamente a la cama conese aspecto primitivo predominando lasituación le arranca sus bragas le levanta los muslos sobres sus hombre yteniendo a la merced la vagina completamente húmeda de su chica le pasa lenguadesde la PC hasta el clítoris haciendo que reaccione con un gemido ahogado,sigue lamiendo sus labios vaginales externos e internos, juega con su clítoris,introduce 1 dedo en ella para tener idea de lo que se avecina.
No se, si fue una mala pasada para esto locos amantes, justoen el momento donde más éxtasis de la situación puede presentar se esinterrumpido por el ruido de una puerta abrir, es el momento justo donde haceacto de presencia la progenitora de nuestro amante.
Refunfuñando y entre dientes retira la erección del interiorde la vagina de su amante, solo es una pausa para aquel momento, pasar a lasala para hacerse presente aquellos amante delante de la progenitora de aquelhombre. Un almuerzo entre miradas picaras, amorosas y teniendo en cuenta queaún no había terminado aquel momento, que esa pausa lo único que hizo fueencender más esa llama que tanto sentían esos enamorados.
Durante el resto del día no se pudo terminar aquellasituación solo tocaba esperar el caer de la noche, pero no se contaba con elhecho de una hermana en plena pubertad adicta a las redes sociales que nodejaba la privacidad necesaria o seguridad para que no hubieran frenos agemidos, estando en el mueble sin importar aquella compañía no presencial,decidieron jugar y hacerlo con adrenalina, primero lo primero, como se acercabalentamente a esos labios carnudos de su dama para sentirlos, gozar de forma debesar, como ignorar aquellos senos tan perfectos tan precisos a la mano deaquel hombre, los sujetaba con fuerza, jugaba con su pezón, los pellizcaba, losacariciaba no paraba de tocarlos. Aquella mano picara que no está satisfecha delo que está tocando, baja la mano en busca de más, en busca de su monte venus,era indescriptible aquella humedad que sentía, lo hinchado de su clítoris,aquel jugueteo que lo que generaba en ella eran gemidos ahogados que n podíanser gritados por dicha compañía, como toda mujer predominante también necesitaver la satisfacción de su hombre, le exige que se levante mientras ella se learrodilla delante de él y sin mediar palabras desabrocha y baja el jean paradejar en descubierto aquel pene erecto, con tal autoridad solo lo mira a losojos mientras muy lento lo masturba mientras se lo mete a la boca, como todocaballero la ayuda a sujetar para que juegue sin estorbo alguno, que excitanteera aquella situación donde el dominante paso a ser sumiso, como le decía sudama que no la tocara que la dejara jugar con su pene, aquel juega tan eróticoque ella se divertía viendo la satisfacción de sentir cada espasmo que generabaen el cada vez que se lo introducía a la boca. Llego el punto donde aquelsumiso estaba deseoso de penetrarla, de hacerla gritar, de hacerla suya, contal brusquedad y pasión la levanta la tumba boca abajo en el mueble y unapequeña “lubricada” se dispuso a introducirle el pene dentro de ella tan lentotan fuerte que alcanzo a llegar a lo más profundo de su interior, sabía que sehabía dejado llevar por la excitación, sujetándola del cabello y tirando de elle pide que gima de tal manera que solo lo escuche el, cada penetración tratabade coordinarla con sus latidos para que ayudarla a sentir un clímax mayor,combinando nalgadas sutiles y tirones de cabello aquella pose se quedaba cortapara las embestidas de nuestro amante, no era falta de imaginación o deespacio, lo que estorbaba era la compañía que no permitía dejar aquella damaexplotara completamente, sin más remedio decidió solo colocarla boca arriba, teníademasiada ganas de besarla pero lo que no contaba era que de tanta excitaciónsu dama tenia seca la boca, para él no fue problema, con penetraciones tanlentas y pausadas mientras la besaba para humedecerle un poco la boca,sujetándola de sus muslos decide que es momento de probar su flexibilidadcolocando sus rodillas juntos a sus hombros y dejarla así para su disposición.Tanta excitación tantas penetraciones que solo faltaba llegar al pico más altode aquellas escenas eróticas, era inevitable, en un momento de la penetraciónnuestra dama se levanta tan velozmente que su amante se asusta, al escuchar larespuesta de porque se levantó lo único que hizo fue avivar más la llama ya queno quería venirse encima del y le pidió que la siga penetrando de pie, sindecir una palabra siguió penetrarla hasta aquel punto que nuestro amante sevino dentro de ella y aquella sensación lo que ocasiono fue que su dama seviniera también.
Satisfechos y cansados de aquella “películaporno” toco recoger toda muestra del delito, sin antes mirarse a los ojos ydecirse “TE AMO”…
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