Turista jubilado

Otro relato rescatado de internet, disfruten
Por fin de vacaciones. Llegó el 15 de Julio y mi marido y yo llegamos por fin al hotel de cuatro estrellas que esta quincena nos habíamos dado por capricho. Yo trabajo de enfermera y tengo 26 años, llevamos dos años casados. El tiene 30 y trabaja en una empresa. Es la primera vez que nos coinciden las vacaciones y podemos ir juntos. Soy blanca, no muy alta, pelo largo, pechos normales y un culo bien redondo. Nuestro matrimonio y nuestra vida intima era espectacular, estaba enamoradisima y nada podía ir mal.
Según conseguimos deshacer nuestras maletas decidimos bajar a la piscina antes de comer. Me puse un bikini amarillo con cordones. Al llegar a la piscina nos dimos cuenta de que habíamos coincidido con la típica excursión de jubilados y además numerosa porque casi no había sitio ni donde colocarse. A trancas y barrancas conseguimos colocarnos casi donde acababa el césped al lado de dos matrimonios de la excursión de unos 70 años. Por mi trabajo estaba acostumbrada a miradas lascivas de las personas mayores y cada vez les daba menos importancia, incluso lástima me daban a veces saber que los pobres sodo podían contentarse con alegrar la vista de vez en cuando con carne jóven.
Hacía calor y no tardamos mucho en meternos al agua los dos. Entre bromas y risas mi marido y yo nos reíamos dentro de la piscina e incluso nos dábamos algún abrazo y beso en el agua. Las miradas de los dos viejos las notaba en mi nuca contínuamente, no me preocupaba aunque la de uno de ellos, el más feillo y que parecía más veterano, era ya demasiado penetrante.
Salimos del agua y nos tumbamos en la toalla, boca arriba cerré los ojos pero era consciente de que el viejo estaba radiografiandome. Empecé a sentirme incómoda. Abrí los ojos y le vi como no perdía ojo. Su mujer le hablaba pero casi no reaccionaba, solo contestaba monosílabos sin perder de vista mi cuerpo. Volví a cerrar los ojos pensando en mi teoría de desear lo imposible, me acechó la lástima y me puse boca abajo para que también pudiera ver mi culo, algo que todos mis novios habian dicho que era perfecto. Despues de "jugar" un poco con él su mujer decidió que debian irse y el obediente la siguió. Me quedé más tranquila la verdad, aunque me daba un poco de pena...
Decidimos comer en el hotel, asique me puse el pareo y una camiseta encima del bikini para ir al buffet. Al colocarnos en la cola con las bandejas me di cuenta de que el viejo estaba detrás, cada vez se acercaba más y en un momento noté su bulto entre mis nalgas. No me lo podía creer. Me estaba arrimando en pleno buffet con mi marido y su mujer delante. Me quedé totalmente paralizada durante un instante, no me lo podía creer, esto ya pasaba de un simple vistazo. Disimulando me moví hacia delante lo que pude y me separé de él, no quería mirar atrás, pedazo bulto me acababa de arrimar, unos 20cm de carne.
Sin mirar atrás y con mi bandeja llena seguí a mi marido hacia la mesa para comer. Espero que no nos sigan... pues sí, nos siguieron y en la mesa de enfrente se sentaron ellos. El viejo de frente a mí, mi marido y su mujer dándose la espalda. En ese momento se cruzaron nuestras miradas y el viejo sonrió. Yo agaché la cabeza. No se si era un desbarío mío que creía que me miraba más de la cuenta o no, estaba muy confusa. Además, no podía quitarme de la cabeza semejante aparato que me había empujado en mi culo.
Al acabar de comer, mi marido quiso quedar en la habitación durmiendo la siesta y yo sin embargo volví a bajar a la piscina con el bikini y un libro. Me puse a la sombra a leer cuando veo que cae una pelota de papel a mi lado... HAB 202, antes de las 4. 
Era el viejo?... se estaba pasando... no podía dejarle que siguiera o me estaría amargando mis vacaciones ya desde el primer día. Aún no eran las 3 de la tarde asique decidí subir y ver que cojones quería y si prentendía sobrepasarse dejarle claro ciertas cosas.
Toque a la puerta e inmediatamente me abrió el. No me miró a la cara, ilusa de mí, me había olvidado poner la camiseta y acababa de subir junto al viejo pervertido con la parte de arriba del bikini solamente.
- Que quiere, déjeme en paz ya...
- Enseñarte esto que se que lo quieres ver. Y se bajó el bañador dejando al aire su trozo de carne de más de 20 cm. Puedes irte o quedarte tu verás.
- Es usted un cerdo, soy una mujer fiel a mi marido y no una puta barata
- Ya, ya... solo hasta las 4 mujer fiel... y me cerró la puerta en las narices.
Indignada, volví a mi sitio de la piscina, pedazo cerdo como se atreve. Bueno por lo menos no volverá a molestarme. Intenté olvidar el incidente y enfrascarme en la lectura pero pasó lo que nunca creí que pasara. Estaba muy contenta con mi marido, era feliz pero ese cimbrel no salía de mi cabeza, no podía concentrarme. Me estaba excitando poco a poco pensando en semejante miembro. Guardé mi libro y alcé la vista, allí estaba el viejo desde la ventana, continuaba mirándome. No se en que momento ocurrió... pero pasó. Cogí mi bolsa, guardé todo e incluso sin pareo subí. Iba solo con el bikini y estaba golpeando de nuevo la puerta del viejo. El como si me esperase abrió enseguida.
- Amo a mi marido, solo atiné a decir de primeras
- Si claro, no lo dudo, pero mi verga también te gusta...
Me ruboricé mucho cuando me dijo algo que quizás... era verdad...
- Pasa chica...
Allí estaba en la habitación de un viejo del Imserso en bikini deseando verle de nuevo el nabo. Me cogió la bolsa del hombro y me la dejó en una silla. Por mi espalda apareció y me abrazó mis tetas. Empezó a sobarlas suavemente mientras me besaba el cuello para luego comenzar a apretarmelas más y más.
- Estás cansada de tanto romanticismo, tanto sexo amoroso, tanto besito... quieres que te rebienten, verdad...
cuando dijo eso mi culo se movió solo hacia atrás para atrapar ese bulto que ya estaba en plena ebullición. Mientras me masajeaba las tetas empecé instintivamente a mover el culo
- Tu cuerpo contesta por ti misma. Tan modosita, tan rica, tan casadita y vienes a que te ponga fina un viejo
Me giró y me plantó un morreo de los largos. Mi lengua empezó a jugar con la suya y sus manos ya habían tomado mi coñito que estaba mojado.
- Al final creo que si que eres una puta barata... me dijo mientras me apretaba el coño, lo que me hizo soltar un gemido fuerte y con mi mano agarrar su polla y sacarla del bañador comenzando a masturbarla
- La tienes grande, quiero probarla
- Tranquila modosita, tienes mucha ropa puesta aún y ese culo quiero verlo
- Pues quitamela... le dije mientras seguia dandole manivela a la polla
Me desató el bikini con salero. Primero dejó libre mis tetas, las besó y las chupó con energía. Yo no pude más y con mi boca trague semejante polla metiendomela y sacándomela hasta la garganta
- Joder que caliente eres niña, me ha llevado medio dia tenerte comiendome la polla
- Amo a mi marido le dije mientras se la mamaba
- Que si, que si, lo mas muchísimo
- Pues si, le dije mientras descansaba y me volvía a meter su polla en mi garganta.
Notaba mi rajita arder mientras tragaba semejante pollón del viejo verde. Me apartó de mi manjar y se tumbó en la cama. Me ordenó sacarme la parte de abajo del bañador y subirme a su miembro, cabalgarle era lo que quería ese viejo.
- Ven, sube aquí y mueve ese pedazo culo anda...
Obediente me subí encima de él. Estaba tan mojada que su polla entró de primeras en mi coñito. La metí entera, suave las primeras veces para empezar a aumentar el ritmo poco a poco. Con mis manos acariciaba su pecho de pelo canoso y con mis dientes mordía mi labio. Me estaba a punto de correr del gusto. Que polvazo... Con su polla dentro de mi me tiré encima de él
- Comeme la boca, le pedía, quería besarle...
- Trae las tetas aquí y deja la boca, putas películas...
Cogió mis tetas con sus dientes y me puso a mil. Me corrí encima de su polla, mis jugos corrían a traves de mis muslos y grité, grité como una verdadera hembra en celo. Eso le hizo sonreir a mi amante que agarrando mi culo me movió las caderas más y más fuerte.
- Y ahora toma mi leche, cerda casada
- Sí dame toda tu leche viejo
Y me la dió... noté mis paredes estallar en otro orgasmo casi inmediato cuando recibieron la leche del viejo asqueroso......
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Ni dos segundos me mantuvo en esa posición. Con desaire me sacó de entre sus piernas... 
- Va a venir mi mujer y yo también la quiero mucho sabes asique aireando.
Mi cara dejó ver cierta mueca de disgusto ya que pensaba que para aquel viejo yo era una diosa y me estaba dando cuenta que no era más que un polvo barato.
- No pongas cara de compungida no te enamoraras, jajajaja... se rió el condenado mientras me tiraba mi bikini a la cara, Anda ponte el bikini y vete, ya nos veremos...
Saliendo de la habitación de mi viejo amante me di cuenta de que acababa de tirarmelo, me había gustado y aún quedaban 15 días de vacaciones en ese hotel... mi marido seguía durmiendo cuando entré en la habitación. Directamente fui a la ducha, necesitaba sacarme a ese hombre de la cabeza.

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