Relación familiar: Los ojos de mi familia preocupada-Remake

Hace unos años escribí un relato en otra cuenta, la de @misterelax cuenta la cual no puedo entrar porque me olvide los datos y todo eso. Decidí reescribir el primee relato, Relación fraternal: ojos de una hermana preocupada, pero ahora corregido, mejor escrito y con una historia que va por otros lados. Digamos que es una especie de Remake, no sabría como llamarlo, en fin. Espero que guste. 😃
PD: espero esta vez poder terminar la historia.

Obviamente se aceptan todo tipo de criticas.

1.

Era un día común y corriente en plenas vacaciones de verano. El sol había salido hacía rato, y la luz atravesaba la ventana dándome justo en la cara. La luz molesta sumado con el calor de la habitación impidieron que pueda seguir durmiendo.Sin más remedio me levanté de muy mal humor, me vestí lo mas sencillo posible y me dirigí a la cocina para poder prepararme el desayuno. Mientras se calentaba la taza en el microondas me fije la hora, eran las casi las diez de la mañana, me habría encantado seguir durmiendo pero el calor era infernal y no me permitía conciliar el sueño.
Una vez listo mi desayuno salí de la cocina y me senté en la mesa, encendí la notebook y deje la taza a un lado. Lo único positivo de haberme levantado tan temprano era el poder aprovechando la tranquilidad de la casa. Ya que mi hermana seguí durmiendo y además mi madre había salido a trabajar. Y para ser sincero me levantaría a esta hora todos los días de no ser que me gustase tanto dormir.
Pero para mi desgracia la susodicha paz duró muy poco. Eran las onces y media cuando escuche la puerta de la habitación de mi hermana abrirse y maldije internamente, no porque odiase a mi hermana o algo por el estilo, simplemente me dio rabia que la tranquilidad durará tan poco.
Mire para el pasillo y mi hermana se acercaba lentamente hacia la sala, pude notar que estaba recién levantada, o al menos eso aparentaba, todavía tenia cara de dormida y estaba toda despeinada, iba vestida con una remera blanca de tirantes que le llegaba casi hasta las rodillas, y aparentemente sin corpiño.
Creí que vendría a darme los buenos días, pero pareció no notar que estuviese allí, ya que siguió caminando hacia la cocina y cerrando la puerta, sin siquiera decir una palabra. No le di mucha importancia y seguí con mis asuntos.
Al rato escuche la puerta de la cocina abrirse, y Maga, mi hermana, salió de esta con una taza en la mano. Yo seguía concentrado en mis cosas cuando un ruido me hizo estremecer. Mire hacia la entrada de la sala y vi a mi hermana parada en la puerta y frente a ella la taza hecha pedazos.

-La puta madre, me cague toda.-Me dijo mi hermana con una mano en el pecho- ¿Qué haces despierto boludo? pensé que estabas dormido.
-No, me levante hace rato. Mira el enchastre que hiciste.- Baje la tapa de notebook y me pare para poder ayudar a limpiar todo.
-Disculpa, me hiciste cagar toda. Ahora lo limpio yo deja, no te molestes.
-No hay problema te ayudo.
Me puse en cuclillas y comencé a juntar los pedazos de porcelana que se habían esparcido por todo el suelo, tratando de no ensuciarme con el líquido.
-Déjame ayudarte también, que la que se mando la cagada fui yo.
Maga se agacho enfrente mio de la misma forma que lo había hecho yo. Cuando hizo esto mis ojos se clavaron en ella, debido a la posición, el cuello de la remera bajo un poco dejando abierto un hueco que permitía verle las tetas. Ahora me quedaba claro que no había usado corpiño para dormir. Esto me puso nervioso, y sin darme cuenta me corte un poco el dedo con un pedazo de porcelana. Gemi de dolor, y me lleve el dedo a la boca apartando la mirada del busto de mi hermana.

-Ah bueno, después la boluda soy yo.-Dijo Maga riendo mientras se paraba.-¿Te lastimaste feo?
-No no, estoy bien, fue un pinchazo, no me duele.
-Bueno, tene mas cuidado no seas tonto. Voy a tirar esto.-Me mostró los pedazos de la taza rota que había levantado. -Y voy a traer algo para limpiar todo el café.
Maga fue directo a la cocina y yo inconscientemente la seguí con la mirada viendo como movía sus caderas al caminar. En mi mente no se habían apartado la imagen de las tetas de mi hermana en ningún momento.
Maga volvió al rato con un trapo de piso y un secador, y comenzó a limpiar.

-¿Y que paso que te levantaste tan temprano?- Sus palabras me sacaron de un leve trance que estaba teniendo.
-¿Que? si, es que el calor de mierda no me dejaba dormir. Es insoportable.
-Si te entiendo, me paso lo mismo, llevaba despierta hace rato. La verdad que no lo soporto más.
-Si se nota.-Por mi mente volvió a pasar la imagen de las tetas de mi hermana.
-¿Como?
-No, digo que si se nota que hace demasiado calor.
-Ah, sí bueno. Espero que no dure mucho. ¿Vos vas a hacer algo hoy?
-No tengo idea, quizá arregle para juntarme con algún amigo, no se. ¿Porque?
-Por nada, pura curiosidad.
-¿Vos vas a hacer algo?
-No creo, hace demasiado calor y me saca las ganas de todo.
Pude notar que al limpiar, inclinaba un poco su cuerpo, haciendo que la remera hiciera lo mismo que la vez anterior. Su el cuello había bajado un poco y permitía ver parte de sus tetas. Mi ojos se apartaban, pero por unos segundos se volvían a desviar hacia sus pechos.
-Bueno, ya esta listo. Quedo perfecto.-Dijo dejando de limpiar. -Bueno me voy a bañar ahora.
Maga me dio el trapo de piso y el secador y se fue caminando al baño. Yo me quedé ahí parado sin poder quitarme de la mente los pechos de Maga.

La imagen de las tetas de Maga iba y venía en mi cabeza, me sentía asqueado de mí mismo por excitarme con un miembro de mi familia. Yo sabía que estaba mal, que no debía pensar de esa forma a mi hermana, pero no podía evitarlo el mero hecho de recordar la situación me generaba ganas de masturbarme.
Necesitaba despejarme un poco, sabía que si me terminaba tocando pensando en ella al acabar me sentiría culpable. Así que tomé mi celular y le mande un mensaje a mi mejor amigo. Su respuesta no se hizo esperar, salude a mi hermana y salí de caza hacia lo de Fer.

Me junte con Fer en una plaza cercana a su casa. Estuvimos caminando, y hablando de las cosas que se nos iban ocurriendo. Obviamente en ningún momento toque el tema de mi hermana. El estar con Fer había hecho que me olvide un poco al respecto de ese tema, pero siempre volvía a caer en el recuerdo.
El tiempo fue pasando sin que me diese cuenta y cuando me fije ya estaba anocheciendo, me despedí de mi amigo y nos fuimos cada uno por su respectivo camino.
Eran aproximadamente las 20:30 y estaba cansado, con Fer habíamos caminado demasiado y mis pies ya no daban para más. Quería llegar a casa lo más rápido posible.
Tome el camino más corto, que si bien era sabido que no era el más seguro no me dio ninguna clase de temor, todavía no era del todo de noche y si caminaba lo suficientemente rápido sabía que no me pasaría nada. La calle estaba desierta, lo cual era normal debido a la mala fama que tenía, y la poca iluminación tampoco ayudaba mucho. En ningún momento detuve mi paso, quería salir de ahí lo más pronto posible, y no me faltaba nada para llegar bien a casa. Y así habría sido de no ser porque una mano me agarró del hombro haciendo que me detuviese.

-Eh capo, ¿que pasa que vas tan apurado?- Una voz incómoda sonó detrás de mí. Me di vuelta y tenía enfrente mío a un tipo, de unos treinta y pico de años. Con solo verlo se me pusieron los pelos de punta, tenía una gorrita que no dejaba verle la cara por completo, y la mala iluminación complicaba más las cosas, podía verse su barba toda desarreglada y a medio afeitar. Y vestía un conjunto deportivo de un equipo que podía reconocer, el cual estaba bastante sucio y desarreglado.
Era el tipo de persona que uno evita cruzarse en la calle por el miedo a lo que podría llegar a hacer y ya me estaba arrepintiendo de haber tomado este camino.
-¿Que paso amigo? ¿te esta esperando tu vieja? contesta dale.-Tenía un olor asqueroso a alcohol.
-P...Perdón m...me tengo que ir- Apenas podía gesticular las palabras estaba demasiado nervioso.
-Tranquilo capo que no pasa nada, tamo entre amigo. Relájate. ¿No tenes unos pesos para compartir?
-N..no..disculpe, no tengo nada
Se me acercó más, su mano seguía apoyada en mi hombro, cuando escuchó mi respuesta me apretó más fuerte, esto me hizo sentir un leve dolor. Me miró fijamente y me dijo.
-Dale pendejo, no te hagas el boludito, yo se que algo tenes. Hacete el bueno compartí dale.
-E...en serio...no tengo nada. Por favor...te digo en serio.
Me empezó a mirar con rabia, y el apretón tomó más fuerza, me estaba aplastando el brazo con muchas ganas.
-Mira pendejo de mierda, saca algo ya o te cago bien a trompadas.Se me esta yendo la paciencia.
Con toda velocidad busqué en mis bolsillos. Lo único que encontré fue mi celular y unos billetes que tenía suelto. No era mucho pero lo saque y se los ofrecí con miedo.
-Mira cómo encontraste algo rápido eh. Cuando queres te pones las pilas.- Me soltó el hombro de un empujón haciendo que caiga. Mis manos se rasparon con el suelo pero no me importo, me pare lo más rápido que pude y salí corriendo a toda velocidad.
Durante el trayecto pude sentir como mis lagrimas caían por mis mejillas, y mis ojos empezaban a arder.
Finalmente llegué a casa. Intente entrar lo más rápido que pude, tenía los ojos llorosos y las manos me temblaban. Me era imposible lograr encajar la llave en la hendidura. Cuando lo logre abrir la puerta, entre y la cerré detrás mío de un portazo que hizo retumbar toda la casa. Apoye mi espalda en la puerta y me deje caer al suelo. Las lágrimas no dejaron de brotar.

-¿Sos pelotudo nene? ¿nunca te enseñaron a cerrar una puer…
Maga se quedó callada, yo estaba con mis brazos cubriendo mis ojos, pero sabía que estaba parada delante mío. Sentí sus pasos acercarse hacia mí.
-¡Matias! ¿¡por dios que paso!?
Sus brazos rodearon mi cuello y los míos los suyos. No podía dejar de llorar ni de temblar.
-¡Contéstame! ¿Estas bien? Contesta la puta madre, me estas asustando.
-Me...robaron Maga. Me robaron, el celular y la plata.
-Ay dios mío, tranquilo ya está, tranquilo. No es nada estas bien, y eso es lo importante. Relájate- Maga me abrazó con fuerza, yo no la solté en ningún momento.
Su cálido cuerpo me hacía recobrar fuerzas. Podía sentir como el cariño de mi hermana me consolaba. Maga me hizo levantar y me llevó hasta el sillón y donde nos sentamos y le conté todo lo ocurrido.
-No sabes como me apretó, me duele el hombro todavía. -Le decía mientras me secaba las lágrimas.
-Bueno ya está, tranquilo. Estas bien y eso es lo que importa. Olvídate de todo, ya pasó-Me dijo abrazándome y dándome un par de besos.-Es todo material, se puede reponer, yo quiero que estés bien vos.
-Si, tenes razón. No es para tanto, me asuste fue eso. Disculpa por preocuparte.
-Tranquilo, mira si me vas a tener que pedir perdón. ¿Porque no te vas a bañar? así te relajas. Mientra yo voy pidiendo la comida.
-Dale si mejor me voy a bañar. Me va a hacer ben. Gracias Maga, en serio, sos la mejor.
-De nada nene, para eso estoy.-Me dijo con una sonrisa-
Abrace a Maga por última vez y me fui al baño, dejándola sola en la sala de estar. Por suerte ya estaba mejor y más tranquilo.

Una vez en el baño, abrí la ducha y me saque la ropa. Me mire al espejo, tenía los ojos vidriosos, y la nariz roja. Extrañamente, me causo gracia. Me moje la cara un poco y entre en la ducha. El agua me hizo sentir bien, podía sentir el cuerpo más relajado.
-No pasó nada, fue un susto. Lo importante es que estoy bien. Podría haber sido peor-Me dije a mi mismo.
Seguí estando un rato más en la ducha disfrutando del contacto del agua, dejando que las gotas me revitalizaron un poco.
Di por finalizada la ducha y comencé a secarme. Cuando termine de secarme me quedé mirándome otra vez al espejo. No parecía ser el mismo. La ducha definitivamente me había hecho bien, la ducha y Maga.
Creo que de no ser por ella me habría pasado la noche llorando. Me sentía muy afortunado de tener una hermana así, tan buena, comprensiva, y sobre todo linda. La imagen de mí hermana se fue formando en mí cabeza, y con ello vino el recuerdo de sus tetas. Lentamente mi pene fue cobrando fuerzas hasta quedar completamente duro.
No pude evitarlo, cuando me quise dar cuenta estaba tocándome recordando las tetas de Maga. Pensando en las ganas que tenía de tocarlas, no eran muy grandes pero tampoco eran muy chicas, las imaginaba perfectas. Quería comérmelas y no alejarme nunca de ellas.
Seguir tocándome un buen rato, hasta que me di cuenta lo que estaba haciendo. No llegué a acabar cuando solté mi pene todavía erecto.
-Soy un hijo de puta, como me voy a tocar pensando en mí hermana.-Me dije a mí mismo.
-Tengo que salir y despejarme.

Me gire para agarrar mi ropa y vestirme de una vez. Me llene de bronca cuando me di cuenta que se había salido el agua mientras me bañaba y me había mojado todo. Ahora no tenía nada que ponerme.
No me quedó otra que llamas a Maga para que me traiga un poco de ropa. Abrí la puerta apenas y suficiente como para poder asomar la cabeza. Pegue un grito para llamar su atención y volví adentro, esperando a que ella respondiese.
A los pocos segundos Maga apareció.
-¿Que paso? ¿me llamaste?
-Me podes traer algo de ropa que me olvide?
-Ay dios, bueno ahí va.

Escuche los pasos de Maga alejarse de la puerta. No pasó un minuto cuando escuche sonar el timbre, debía ser la comida que había pedido. Los pasos se volvieron más cercanos a donde yo estaba. De repente, sin previo aviso, la puerta del baño se abrió por completo. Yo me quedé en blanco, estaba desnudo, con la pija para, y frente mío mí hermana con un bóxer en la mano.

-¡Ay perdón!
-¿Pero qué haces? ¡cerra la puerta!-Le dije mientras agarraba una toalla lo más rápido posible
-Perdón, yo pensaba que estabas dentro de la ducha todavía.-Ni siquiera se había molestado en mirar a otro lado, solo se reía mientras hablaba.
-Pero mira para otro lado al menos-Ya me estaba empezando a hacer gracia la situación
De repente el sonido del timbre volvió a sonar cortando nuestra conversación. Maga tiro lo que pareció ser mi bóxer y salió del baño. Yo agarre la prenda de ropa que había tirado al suelo y me vestí. Me sentía incomodo, el bóxer que había traído era de los viejos y me apretaba además de que no me cubría por completo. Podía sentir como se metía el bóxer mientras caminaba para mí habitación. Por suerte Maga había salido a recibir la comida y no podía verme, seguro se habría burlado de haberlo hecho.
Llegue a mi habitación, me saque el bóxer y lo deje sobre la silla. Y así como estaba, desnudo, abrí el cajón de la ropa buscando otro bóxer que ponerme.
Mientras buscaba otro más cómodo la puerta se abrió de golpe. Me hizo pegar el susto de mi vida, tanto que me caí de culo y que sentado frente a la puerta.

-¿Otra vez nene? ¿Pero qué te pasa? si te gusta andar en pelotas decilo.
-¿Pero se puede saber qué hacer? Tomatela me estoy cambiando- Estaba casi furioso, ya era la segunda vez que pasaba.
-Te venia a buscar el resto de la ropa, pensé que estabas en el baño.
Pude sentir los ojos de mí hermana clavando en mí pija desnuda y apartando la vista rápidamente. Luego giró la cabeza y dejo de mirarme. Me dio cierto morbo el estar desnudo frente a ella.
-¿Te podes ir qué me quiero cambiar?- Yo seguía desnudo pero trataba de esconder mis partes con el primer bóxer que había logrado sacar del cajón.
-Perdón, cuando termines veni a comer.

No podía creer todo lo qué había pasado. Primero le vi las tetas a mi hermana, después me robaron, y más tarde había estado desnudo frente a mí hermana, dos veces. Sabía qué debía sentirme avergonzado por eso, pero me sentía extrañamente excitado. Trate de calmarme, me vestí y salí de la habitación. No sabía con qué cara iba a mirarla.
Cuando llegué a la sala pude ver una caja de pizza abierta, la cual le faltaba una porción, que se encontraba en las manos de mí hermana. Ella estaba sentada en el sillón, mirando una película. Tome una porción de pizza y me senté a su lado. Ninguno dijo nada de lo sucedido hoy, ni del robo, ni del incidente de hace rato. O por lo menos así fue por un rato.

-Perdón por lo de recién, no sabia que estabas ahí.
-No pasa nada, fue un accidente. Ya pasó- Ninguno de los dos se miraba a la cara.
-Fui una boluda, tendría que haber tocado. Igualmente, ¿que hacías así? Yo te había llevado un bóxer al baño
-Lo que pasa es que el que me trajiste es de los viejos, me queda chico y me aprieta
-Aahh. A lo mejor no es que te quede chico, a lo mejor es que ya creciste bastante-Me dijo soltando una carcajada
Me quede callado y sorprendido. Callado por el comentario indirecto y sorprendió por el tipo de comentario que era, jamás me hubiese esperado algo así de ella.
-Bueno dale seguí comiendo o decime y guardó la caja.

Cuando termine de comer guarde todo, fui a la habitación y me acosté en la cama e intenté conciliar el sueño, desgraciadamente no pude. Había sido un día largo y todo lo sucedido no me dejaba descansar en paz. Estuve así por un largo rato pero fue en vano, el sueño no llegaba. Y para no perder el tiempo me fui a la sala para ver la tele. Si iba a estar despierto al menos esperaba hacer algo que me gustase. Estuve mirando la tele por un buen tiempo. No había nada interesante que mirar, culpa de el horario en el que estaba, de todas formas la televisión era una excusa para esperaba que el sueño llegase solo.

Eran casi las dos de la mañana cuando un escuché un ruido proveniente del pasillo. Supuse que Maga se había levantado para ir al baño. Pensar eso mí dio un golpe de curiosidad. Pude escuchar la puerta del baño cerrarse. Sin pensarlo puse la televisión en mute y me acerque al pasillo. Pegue mi cuerpo a la pared, para que no pudieran verme y espere. La espera no duró mucho, a los pocos minutos la puerta del baño se abrió y lo que salió de ahí fue hermoso.
El pasillo estaba iluminado por la luz que generaba la televisión, que no era demasiado, pero lo suficiente como para poder ver algo. Gracias a eso pude ver a Maga, estaba toda despeinada, con un corpiño deportivo que se aferraba a sus gomas y las hacía ver más levantadas. Y debajo lo mejor de todo, una tanga negra de encaje, apenas perceptible, que dejaba sus cola completamente al descubierto. Podía ver como su cola se movía mientras caminaba de vuelta hacia su habitación. Mientras mis ojos la seguían mi erección iba tomando forma. El espectáculo no duró mucho, finalizó cuando Maga entró a su habitación, cerrando la puerta detrás suyo. pero la imagen seguiría durante mucho tiempo en mi cabeza.
Volví a recostarme en el sillón, ni me moleste en ponerle el sonido a la tele. Me baje el pantalón lo suficiente como para sacar mi erección, y comencé a tocarme.
La imagen de la cola de mi hermana daba vueltas en mi cabeza, imaginaba lo que se sentiría tenerla para mi, tocarla, pasarle la pija por toda la cola mientras ella está en cuatro. Y junto a esa idea venía el recuerdo de la mañana, sus tetas tomaron el lugar ahora. Me tocaba pensando en como se verían, y en las ganas que tenía de comerlas y apretarlas. Estaba tan excitado que ya no me importaba que la persona con la que me estuviese tocando fuese mi hermana. Lo único que quería era sacarme la calentura.
Y no me habría faltado mucho de no ser porque el ruido de una puerta abriéndose. Solté mi pene, y subí mis pantalones lo más rápido que pude. Y como si nada había pasado me senté derecho y fingí que no estaba haciendo nada.
Mire para el pasillo y la figura de mi madre aprecio.

-Ay Matías, me asustaste. Que haces acá??
-Pe...perdón...no podía dormir y me vine a ver televisión a la sala.

Camino hacia mi no pude evitar verla, la seguí con la mirada pasando mis ojos por todo su cuerpo. Llevaba puesto un camisón, que llegaba hasta la parte superior de sus rodillas pero no llegaban a cubrirlas por completos. Pude notar que no llevaba corpiño, se podían ver sus pezones marcándose en la tela. La calentura que estaba bajando ahora estaba volviendo a resurgir.
Se acercó y se sentó a mi lado.

-¿Pero estas bien? Sabes que me podes decir cualquier cosa-Me dijo acariciándome el pelo.
-Si, estoy bien. Simplemente no podía dormir.-No podía evitar poner la mirada en sus pecho, ya la a había visto vestida de esa forma, pero nunca había sentido algo al respecto.
Creo que en ese momento pude darme cuenta del tipo de cuerpo que tenía. Sus grandes pechos no debían dejar descontento a nadie. Y no solo sus pechos, era una mujer joven y hermosa, con su pelo castaño igual que Maga. Eran dos mujeres hermosas, cada una destacando en lo suyo. Mi madre tenia sus pechos pero mi hermana tenia su cola. Pero verla así vestida resaltaba mucho más sus atributos. Para ser sincero, era una vista maravillosa.

-¿Seguro que estás bien? Algo te pasa.
-Si si...estoy bien. Tranquila.
-¿Dale Matías que pasa?
Es verdad me pasaba algo, algo que no debía pasar. Estaba re caliente por culpa de mi hermana y mi madre, pero no podía decirle que me estaba excitando con ellas. Me habría mandado a la mierda o mucho peor. Tenía que pensar algo, y rápido. Opte por la opción más obvia, no sabia como se lo tomaría pero era mejor que nada. Le conté la verdad
-....No nada...es que, no se si te habrá contado Maga algo hoy. Pero cuando volvía de lo de Fer me robaron.

Los ojos de mamá se abrieron a más no poder, su cara de asombro cambia a la de preocupación en un segundo.
- ¿Que? ¿como que te robaron? ¿que paso? ¿te hicieron algo? ¿Como no me van a contar?
-Tranquila estoy bien, no fue para tanto.
-¿Como que no fue para tanto? Hijo, te podrían haber echo algo, si te llegara a pasar algo yo me muero.
Sus brazos me rodearon el cuello para abrazarme. Se podía notar su preocupación, además de sentir sus tetas apoyadas en mi pecho. Se sentía bien, era como las estuviese tocando indirectamente. Verme en esa situación me hizo sentir extraño, podía sentir el amor materno pero me generaba una calentura terrible el sentir las tetas de mama sobre mi.
-La próxima te pido que me avises ¿si? No me gusta que me oculten cosas, después voy a hablar con tu hermana.
-No le digas nada, me re ayudo cuando llegue. No la cagues a pedo, no es su culpa.
-Mmm bueno esta bien. Pero la próxima avísenme, ¿donde te robaron?
-Te prometo que la próxima te aviso. Fue en la calle esta que es media turbia.- ella me había dicho varias veces que no fuese por ahí-Ya se lo que me vas a decir, soy un boludo, no tendría que haber ido por ahí. Perdón.
-Si sos medio boludo, pero ya esta. Lo importante es que estas bien, esto te sirve de lección para que no vayas mas por ahi.
-Si olvídate, nunca más tomo ese camino.
-Bueno asi me gusta. Ahora me voy a acostar, vos no te quedes hasta muy tarde. No me gusta que después duermas todo el dia.
Mama se levanto de golpe, y su camisón se levantó levemente dejando ver por un segundo una bombacha de encaje tan blanca camisón. Fue muy rápido, mamá ni se percato, pero yo pude disfrutar de eso por un segundo.
Me dio un beso en el cachete y se fue por el pasillo para volver a los pocos minutos.
-Me olvide que venía a tomar algo-me dijo riendo.
Cuando volvió se me quedó mirando.
-Che Mati, si te cuesta dormir podes venir a dormir conmigo. A lo mejor eso te ayude a conciliar el sueño.

Eso último me sorprendió, jamás me hubiese esperado esa proposición. Pero tenía razón, a lo mejor estando con ella podía llegar a dormir, dude un rato pero finalmente acepte.
Acompañe a mama a su habitación para que preparase la cama para que pudiésemos dormir

-Anda acostándote que yo voy al baño y vuelvo
-Bueno dale

Agarre la almohada que estaba en mi habitación, la lleve al cuarto de mama, y me acosté. Me quede esperando que mamá volviera del baño para poder dormir o aunque sea intentarlo.
No tardó mucho en volver. Cuando entro a la habitación yo ya estaba recostado a un lado de la cama. Me la quedé mirando, viendo su figura, recorriendola de pies a cabeza. Fijándome principalmente en sus pechos, era increíble cómo podían llamar la atención.
En un momento se acercó a un mueble, de esos que que tiene cajones para guardar ropa y todo tipo de cosas, que ademas venia con un espejo en la parte de arriba. Se inclinó un poco para verse la cara en el espejo del mueble.
Yo no le quitaba un ojo de encima, ahora tenía mi mirada clavada en su espalda, más concretamente en su cola, que si bien todavía estaba tapada por el camisón, con un leve movimiento podría quedar al descubierto. La sola idea ya me ponía muy caliente. Si bien mi mama no destacaba por su cola, no tenía nada que envidiar a otras mujeres. No era muy grande pero generaba efecto en cualquiera que la viese, y en ese momento a su hijo lo estaba afectando.
Finalmente se ató el pelo. Se dio vuelta y me sonrió. Me moví del lugar en el que estaba y me apoye contra la pared, de tal forma que entrásemos los dos. Mamá apagó la luz del velador, dejando la habitación a oscuras, y se acostó dándome la espalda.

El tiempo pasó y seguía sin poder dormir. Intente cerrar los ojos y distraer la mente pero pero no funcionaba. Había pensado el volver a la sala a ver tele pero eso no ayudaría en nada.
Me quedé mirando un rato el techo recordando el día que había tenido. Recordé cuando llegue a casa. En como el abrazo que Maga me había calmado y me hizo olvidarme de los sucedido. Una sonrisa se formo en mi cara. Me puse en posición fetal y comencé a recordar lo que había pasado a la mañana sobre las tetas de mi hermana, y un recuerdo llevo al otro, pase de pensar en sus gomas a recordar su cola. Mi erección iba a creciendo a medida que recordaba. De a poco la imagen de mi madre también tomó lugar, sobre todos sus tetas, con sus pezones marcándose en la tele de su camisón, y la sensación en mi pecho cuando me abrazo.

Mire a mi madre por encima de mi hombro, estaba acostada dándome la espalda y con las piernas flexionadas. Me volví a girar y me quede viéndola. Mis ojos fueron a parar directamente a donde terminaba su camisón.
Mi verga ya había crecido hasta su máximo y se marcaba por completo en mi short.

-Che ma, ¿estas despierta?- no hubo respuesta. -¿te molesta si me voy a ver la tele?- le pregunte lo primero que me vino a la mente y sin embargo hubo silencio. Mama ya se había dormido. No se que paso por mi cabeza, pero al darme cuenta de esto moví mi mano hasta el final de su camisón. Mi respiración se agitaba y no dejaba de mirar a mamá por si llegaba a despertarse. Tenía una mano sobre mi pija, tocándome por arriba del short y la otra sosteniendo la prenda de vestir de mi madre.
Lentamente, muy lentamente, moví el camisón intentando levantarlo un poco. Siempre con el miedo de que mamá se despertase. Ni siquiera había pensado que decirle se ocurría.
Con paciencia pude hacerlo, lleve el camisón un poco más arriba de sus muslos y deje al descubierto una bombacha de encaje blanca, que cubrían la cola de mi madre. Con la luz apagada era apenas visible, solo la luz de la luna y de la calle, que entraba por la ventana, me permitía ver algo. Pero lo poco que veía me hacía hervir la sangre. Me recosté en la cama y me quede mirándole la cola.
La adrenalina del momento era increíble, jamas me había sentido asi. Entre más tiempo pasaba asi, mas grande se hacía la erección en mis pantalones. Fantaseaba con apoyarle la pija un poco, pero eso ya era ir demasiado lejos.
Sin apartar ojo del culo de mama metí mi mano dentro del pantalón y me toque la pija directamente. No me estaba masturbando solo me tocaba. Pensando en lo hermoso que sería poder arrimarse, tocarla directamente o imaginando como se vería esa cola si no llevara nada.
Mi calentura ya no daba para más, me saque la pija pija del pantalón y me la sacudí un poco, estando a centímetros de mi madre. Mientras pensaba “tengo terrible ganas de apoyarte toda ma, tenes a tu hijo re caliente”.
Eso último me hizo caer en cuenta de lo que estaba haciendo. Sin embargo no era suficiente para que parase. Me subí el pantalón y salí de la habitación directo al baño. Donde me hice la paja de mi vida pensando en la cola de mi hermana y las gomas de mi madre.

3 comentarios - Relación familiar: Los ojos de mi familia preocupada-Remake

el_voyeur
Muy buena la historia. Espero continuacion. Saludos
frankenraro
Falta mas!!! Le doy un 5 mientras... cuando termine le doy 10