Hice cornudo a mi marido en la luna de miel.

Este es un relato de una fantasía que surgió hace un tiempo…
Espero lo disfruten.

Era nuestra Luna de Miel, un lugar soñado, una playa hermosa con una asistencia baja donde se podía descansar sin problemas, y lo mejor poder hacer topless tranquilamente.
Digo tranquilamente porque debido a mis grandes atributos siempre fue algo llamativo el poder estar sin la parte de arriba de la bikini, si bien a mi me gustaba y calentaba ser mirada no quería incomodar a mi pareja. Soy de estatura media, tez blanca, ojos y pelo castaños, gordita pero con dos tremendas tetas, 130, que siempre captan miradas por lo enormes y gordas que son. Como ya dije al disfrutar mostrarme siempre uso de esos bikinis de triangulitos que no dejan nada a la imaginación, mis aureolas son tan grandes como una hamburguesa, por lo que siempre a través del bikini podía verse sobresalir un poco de ellas.
Elegimos como destino una bonita playa del caribe donde además de descansar y disfrutar del paisaje, también podríamos recrear la vista mirando algunos bultos o en el caso de mi esposo algún buen culo o par de tetas, ya que el tema de los celos no es un problema para nosotros. Al llegar a la playa nos dispusimos a relajarnos, contando con la suerte de que encontramos un pequeño lugar con poca concurrencia cercano a unas rocas que formaban una especie de caverna, obviamente había elegido un diminuto bikini color rojo, del que muy pronto me deshice dejando mis enormes ubres colgando lo que empezó a capturar numerosas miradas de las personas que pasaban caminando.
Al pasar de un rato noto que cerca de las rocas había 3 hombres parados quienes entre si hablaban y se reían sin sacar sus ojos de mis bolas de carne al aire. Dos de ellos eran mulatos lo que hizo que mi cabeza volara imaginando que tendrían enormes pijas largas y gordas, cosa que al mirar sus bultos creí con mayor seguridad, y el tercero sin dudas no se quedaba atrás ya que traía un pequeño traje de baño que marcaba una tremenda verga gorda que despertaba la humedad de mi conchita viciosa.
Mi esposo me noto algo inquieta y me dijo “ te noto algo molesta, pasa algo queres que volvamos al hotel o te olvidaste de algo?”
 Nada me molestaba ya que lo único que me inquietaba eran esos terribles tres machos pijudos que no dejaban de mirarme, pero no quería hacer nada que arruinara mi feliz luna de miel y que dejara como un cornudo a mi esposo.
Pero mis instintos de putita pudieron mas a lo que luego de un rato respondí : “si amor perdón me olvide el bronceador y los lentes de sol, podrías ir a buscarlos al hotel, mientras voy a refrescarme al mar y al volver puedo recompensarte por ser tan dulce” le dije mientras terminaba la frase dándole un buen beso de lengua y apretando su pija por encima de la bermuda.
Con él el sexo es el mejor, somos muy liberales en todo respecto a lo que nos gusta y nunca le molesta que me muestre cuando estoy a su lado, pero mi hambre por la pija es algo que nunca se termina.
Al irse mi esposo me asegure que estaba lo suficientemente lejos y corrí la manta un poco mas cerca de los tres hombres que me observaban, va que no paraban de mirar mis tetas… ellos se acercaron riendo y conversando, y uno de ellos, uno de los mulatos, me dijo : “ que lindas tetas tenes hace rato que estábamos mirándote y hablando de las ganas de chupártelas todas que nos dieron, y ahora que estas solita y que escuchamos que tu esposo se fue por un rato vamos a sacarnos bien las ganas con vos tetona”.
Sin dudas ese cruce de miradas surtió efecto, pero trate de hacerme la desentendida porque los 3 me intimidaban bastante, asi que les dije “ disculpen pero estoy casada y no tengo intenciones de engañar a mi esposo” 
Ellos me miraron y se rieron contestando “ quien dijo que ibas a engañarlo, los tres nos vamos a aprovechar de vos, vamos a violarte toda hasta que nos seques los huevos tetona”
 Sin dejarme responder se abalanzaron sobre mi y empezaron a manosearme toda, intentaba zafarme pero era en vano eran fuertes y era inútil tratar de escapar, así que decidí no forcejear mas y dejarlos actuar, ya que en el fondo quería probar esas pijas.
Me levantaron y me llevaron cerca de las piedras para que según ellos pudiéramos estar en un lugar mas intimo, donde decían que querrían violarme por todos los lugares posibles… acomodaron la manta en el piso y me tiraron sobre ella y sin demorarse uno de los mulatos se prendió de una de mis tetas y empezó a chuparla con una voracidad sorprendente, sus manos recorrían mi culo a lo que otro de ellos se unió diciéndole “ espera deja algo para nosotros que pensas que vos solo comes”, se arrodillo y comenzó a meter su mano por debajo de la bombacha del bikini, abriendo con sus dedos largos y anchos mi conchita.
Al lograr introducir un par le dice al otro mulato “ no te quedes ahí mirando veni súmate que no sabes lo mojada que esta esta puta, seguro estaba deseando verga desde la primera vez que nos miro mientras estaba el cornudo delo marido, porque sabias que lo vamos a hacer bien cornudo no?”
El mulato se prendió de la teta que quedaba libre y no podía hacer otra cosa que gemir como una puta que se entrego a tres machos vergudos… se intercambiaron lugares hasta que no pude aguantar y desenfunde las pijas de los mulatos, sin dudas esos pensamientos que había tenido se habían quedado cortos al lado del tamaño real que tenían esas dos tremendas pijas negras, una era bien larga y cabezona, mientras que la otra apenas mas corta pero ancha, eran verdaderas morcillas que me urgía tener en la boca y en los demás orificios. Uno de ellos dijo “acuéstenla ya que quiere pija va a empezar a recibirla”, pero uno de los mulatos dijo ” por ahora solo por la boca hay que prepararla bien a pesar de que sea una puta tetona no deja de ser una dama” sin esperar uno de los mulatos se acomodo al lado de mi boca mientras el segundo me arrancaba el resto del bikini y comenzaba a comerse la conchita totalmente depilada que terminaba de descubrir, su lengua no terminaba de recorrer cada espacio de mi conchita, clítoris, labios y cada lugar, sorbía todos los jugos que mi conchita al rojo vivo producían, estaba en llamas mientras esos tres machos hacían conmigo lo que se les antojaba…
Había perdido la noción del tiempo y mi esposo había llegado al lugar llevándose la sorpresa que ya no estaba, preocupado comienza a caminar cuando se topa con la escena…
Estaba acostada en medio de los 3, uno me chupaba la conchita, mientras otro no paraba de chupar y comerme las tetas y uno de los mulatos me daba en la boca su verga enorme la cual devoraba con muchas ganas, mi esposo se acomodo al costado de las piedras para no ser visto, y con la pija paradisima por esa escena que lo dejaba como el mas cornudo, pero sin dudas eso era algo que lo enloquecía a full…
Enseguida me arrodille y pedí que los 3 se pararan rodeándome para poder chupar cada una de esas hermosas vergas que iba a tener dentro de mi concha y mi culo en breve, chupe, lamí y engullí cada una de ellas, deseando dejarlas bien duras para pedirles que me llenaran de pijazos y asi poder acabarme toda.
Lo próximo que sucedió fue acostar a uno de los mulatos y montarlo, no iba a perderme de cabalgar una de esas vergas negras, me subí y comencé a saltar clavándome en la concha esa pija negra y cabezona mientras mis tetas enormes no paraban de sacudirse y rebotar para todos lados, sin perder el tiempo otro decidió cogerme la boca, no paraba de gemir, gritar pidiendo que me garcharan toda para hacer bien cornudo a mi marido, pero además pidiendo que me disculpara por amar tanto la pija y haberme entregado a esos tres machos…
Cambiamos de pose y de macho, ahora los dos mulatos me cogían… uno sobre mi, levantándome bien las piernas, me bombeaba sin piedad mientras el otro me acomodaba en su regazo haciéndome tragar la pija hasta la garganta, mi esposo se pajeaba sin piedad ya que no podía creer como su reciente esposa se dejaba enfiestar por tres machos pijudos y calientes en plena luna de miel.
El otro macho que había quedado descolgado propuso que me pusieran de costado ya que el deseaba prepararme el culo para poder rompérmelo todo, así que sin mas se acomodo entre los cachetes de mi culo gordo y comenzó a lamerlo todo, no daba mas de tanto placer, era usada por esos tres machos y pedía que no dejaran de penetrarme, cuando uno de ellos ve a mi esposo y lo llama : “veni dale cornudo ya que estas veni a la fiesta y mírala de cerca, ahora vas a apreciar como nos cogemos a tu esposa que por cierto bien tetona y petera resulto ser, veni quédate acá con la cara bien cerquita y mira como disfruta de la verga, se hacia la fiel pero en cuanto vio nuestras vergas se entrego la putita”. Mi esposo me miro y me dijo “ amor que haces es nuestra luna de miel, hace días me prometías que me ibas a ser fiel y ahora soy un cornudo porque te enfiestas con estos tres pijudos”.
En medio de esa sensacional cogida que me estaban dando solo lo mire y le dije: “ perdona amor pero amo mas las pijas, me vuelve loca que me enfiesten dos vergones negros y otra pija gorda, ahora se buenito y mira como me terminan de enfiestar estos machos que conseguí por estar exhibiendo mis tetas gordas”. Después de decir esto los pijudos siguieron cogiéndome mientras el ultimo de ellos comenzó darme la culeada mas rica que podía imaginar, y ahí estaba en mi luna de miel, observada por mi marido, y siendo garchada en la boca, la concha y el culo por 3 pijas enormes, era el sueño de toda puta. No podía parar de acabarme, había tenido tantos orgasmos que no paraba de gritar y pedir ser bañada por la leche de esos tres machos calientes. Obvio después de tremenda cogida no se negaron a mi pedido, procedieron a arrodillarme a mi y a mi esposo, nos pusieron juntos y mirándolo desde arriba le dijeron a mi esposo : “ves estas pijas que te refregamos por la cara, están todas acabadas por la hembra que tenes de esposa, viste como la garchamos toda, eso se hace con las putas como ella”.
Mi esposo solo asintió con la cabeza y solo pudo ver como me prendía a chupar como desesperada cada una de las vergas que había encontrado aquel día. Pedía y suplicaba leche hasta que ellos se acercaron y dijeron que nos preparemos porque nos iban a dar el baño de leche de nuestras vidas, al terminar la frase saltaron los primeros chorros a nuestras caras, no podía parar de tragarla con ansias de mas, mientras mi esposo no solo tomaba sino se acababa todo después de la paja que se había hecho… pronto uno de los mulatos me acerco la pija y con la mano empujo mi cabeza bombeándome la boca y rebalsándola de leche caliente y pronto siguieron los otros dos, quienes no se quedaron atrás llenándome la cara y la panza de leche, los chorros también habían quedado en la cara de mi esposo.
Al terminar de limpiar con mucha eficiencia cada una de las pijas, los machos se despidieron y se alejaron caminando… quedando los dos bañados en leche caliente después de una maravillosa enfiestada.
FIN

5 comentarios - Hice cornudo a mi marido en la luna de miel.

misangre222 +1
Diossss que lindoooo me puso la pijaaaa a millll
unojuan +1
Qué putona. Me encantan la gordas tetudas chanchitas como vos. Me mostrarías las tetas en la calle si te lo pido.sos tan putita ?
anfora +1
un gran relato!!Que ganas de manosear esas tetas!!😛
marin_25hot +2
Buen relato Que putita mas sabrosa como me encantan
Nalgonas bien tetonas y buenas adictas ala pija
Van +10 saludos y besos bella putita
🔥🔥👏😍😍❤😈