Aventuras cuckold 2

A los pocos días Ceci me dijo que quería volver al club para reencontrarse con el tipo. Había sido el mejor sexo de su vida, dijo, y quería repetirlo. Me sorprendió porque no había hablado una palabra del tema luego de aquella noche, por más que yo me desesperaba por saber qué había sentido y sobre todo si fantaseaba con lo sucedido. Pero no quería darme demasiados detalles. Decía que la avergonzaba. Yo respondí que no entendía cómo podía darle vergüenza conversar sobre el tema y no tener sexo frente a mí, pero ella no quiso discutirlo y, como la verdad es que su plan me calentaba, me callé y simplemente la ayudé a prepararse. Fue a peinarse, depilarse y pintarse las uñas al salón de belleza mientras yo preparaba la ropa: pantalones de cuero negro, sandalias abiertas de taco alto, una tanga minúscula con un anillo atrás, un corpiño traslúcido que apenas podía contener sus pechos y un top brilloso y apretado. Cuando finalmente salimos el viernes por la noche para el club, luego de dejar a los nenes con mi suegra, realmente estaba espléndida; de algún modo tortuoso me excitaba saber que jamás se habría arreglado así para mí.

En el club tomamos algo y charlamos un poco, pero ella me respondía vagamente: estaba ansiosa buscando a su macho. Cuando pensé que estaba a punto de decirme que nos volvíamos, el tipo apareció. Quise ir a hablarle pero Ceci me detuvo. Me dejó sentado en la barra y atravesó la pista con una sensualidad pasmosa (ya no reconocía a mi mujer) y se fue sola a conversar con él. Yo me moría de intriga pero todo parecía ir bien, porque al poco tiempo se reían. Cuando volví de comprarme un trago, noté que el tipo incluso la besaba. Al rato la mandó hacia mí dándole una palmada en la cola, y ella vino a decirme que nos íbamos los tres para casa. Por un lado me sorprendía que ni me preguntase si yo estaba de acuerdo; por el otro, para qué negarlo, la cosa me excitaba muchísimo. Me dijo que el tipo se llamaba Juan. Salimos y tomamos un taxi. Juan la llevaba de la mano. Ceci estaba algo inquieta. Él sedaba cuenta y le hacía bromas, le acariciaba los hombros y la besaba como si yo no estuviera. A mí ni me dirigía la palabra.

Llegamos. Un poco nerviosa todavía, porque nunca había llevado a nadie a casa, Ceci ofreció un trago. Juan ni contestó: la tomó de la cabeza y la besó. Ella respondió de inmediato. Yo fui a buscar los tragos y cuando volví todavía seguían besándose: Juan le manoseaba la cola mientras ella se retorcía como una gata en celo. La arrinconó contra la pared, le sacó el top y bruscamente le arrancó el corpiño. Loca de excitación, agitada, pero muda, Ceci lo miraba fascinada mientras él le lamía los pezones, erectos como rocas y luego, como en el club, la arrodilló: otra vez le pasó la pija por la cara y luego se la dio a comer. Ceci mamaba desesperada, gimiendo, con lo cual a él se le paraba cada vez más. Le lamía las bolas y luego volvía a devorarlo y con las manos lo atraía hacia ella para tragarse hasta el último milímetro.

Yo no aguantaba más. Me senté y comencé a masturbarme mientras observaba maravillado a mi esposa: arrodillada, sumisa, desinhibida, totalmente entregada. Hasta que Juan la paró, la agarró del cuello y le dijo: “Te voy a culear”. Ceci jamás me había dejado probar por atrás; a él le dijo “Haceme lo que quieras”. Lo besaba en la boca mientras él le sacaba el pantalón y la tanga. Y luego Juan la colocó en cuatro patas sobre nuestro sofá. Por primera vez en la noche ella me miró mientras yo me masturbaba frenéticamente y su macho se desvestía. Ceci bajó la cabeza, estiró los brazos y levantó la cola, entregándose. Juan la acarició un poco mientras ella se mojaba y levantaba más el culo. Mi esposa era una perra en celo. Pensé que Juan iba a lubricarla más, pero no: comenzó a penetrarle el ano de a poco, mientras ella jadeaba cada vez más fuerte, casi como si le costara respirar. Debía costarle aguantar esa cabeza tan dura y tan gruesa: “Me duele…”, escuché que decía, pero el tipo seguía penetrándola implacablemente y la agarraba fuerte de las nalgas. “Me duel…”, repitió, y Juan le pegó en la cola: “¡Callate, puta!”. Juan forzaba su pija cada vez más adentro, mientras ella gemía suavemente, sudando, agitada, con la cola roja donde él le había pegado. Se resistía todavía un poco, pero Juan era implacable. De repente la tomó del cuello y, mientras le pegaba de nuevo en la cola, bastante más fuerte esta vez, se la metió de golpe hasta el fondo. Ceci gritó de dolor y de placer. Juan comenzó a bombear cada vez más fuerte. Ella respiraba agitada y gemía cada vez más fuerte: ya no se resistía y me miraba de reojo mientras trataba de sincronizarse con su macho para que no le doliera tanto. Yo no podía resistir aquella visión del semental montando a mi esposa, haciéndola aullar de placer, y pronto acabé. Jua la culeaba sin piedad. “¿De quién sos, puta?”, preguntaba, acelerando los embates, y le pegó de nuevo: “¡Tuya, tuya!”, gritaba mi esposa. Juan me miró: “Ahora le lleno el culo de leche”. Presionó un poco más y Ceci pasó de los gemidos a los gritos mientras él le seguía pegando en las nalgas y chocaba cada vez más rápido contra su culo enrojecido: “¡Sí, sí, más!”, aullaba ella, en éxtasis, mientras Juan le tiraba su pelo hacia atrás como una yegua y la hacía llegar al orgasmo al sentir el chorro caliente en su recto. Juan se desplomó sobre ella. Ceci lo acariciaba, lo besaba y hasta creo que lloraba. Le susurraba: “Nunca me habían cogido así, mi amor...”. Él la miró, se levantó sin contestarle y comenzó a vestirse mientras ella todavía jadeaba, deshecha, tirada en el sofá. Luego la besó, lamiéndole apenas los labios, y dijo en voz alta: “Me llamás la semana que viene, putita”.

Y al salir me tiró la tanga de Ceci en la cara.

8 comentarios - Aventuras cuckold 2

Shiwwo1 +1
Vas aprendiendo la vida cuckold!!!
sebashot31 +1
Cuando quieras yo le.doy de comer en la boca

Aventuras cuckold 2
beppoprohibido
impresionante
sebashot31
@beppoprohibido te gusta escribime al privado tengo todo para ella
cornu99 +1
impresionante , es el tipo de macho que necesito para mi mujer , alguien que la coja bien y la haga gozar

Aventuras cuckold 2

Aventuras cuckold 2
beppoprohibido
Espectacular tu jermu. Súper sexy. Me encantó.
nissan +1
excelente relato, esta aprendiendo tu esposa, ya le gusta demasiado
li_gpj
Lo mejor del porno solo aqui! http://gg.gg/e4d7b

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juanchooo13
Cómo me calientan estos relatos, tuve que ir al baño del laburo a hacerme una paja, muy putita tu mujer me encanta!