Fantasias de oficina: El levante y su esposa (Parte 2)

Alberto, Tatiana y yo quedamos exhaustos de ese primerround. El olor a sexo, leche, squirt y fluidos se sentía en el aire. Yo sentadoen el sillón, desnudo, pero con los pantalones aun en mis tobillos. A miderecha Tatiana, despeinada, en tetas con el corset aun puesto, y sus medias delycra bucaneras y esos tacos que resaltaban la belleza de sus piernas. Aun selimpiaba los restos de leche con sus dedos y se los llevaba a la boca. A miizquierda Alberto, totalmente desnudo, con la pija semi muerta, acariciándoseel pecho y las tetillas.
Tatiana: “Que rica leche pendejo… quiero más”
Yo: “Lo que vos quieras mamita”
Alberto: “No se olviden de mi”
Tatiana: “Alber, mi amor, para vos tengo un culo de pendejo putito”

Tatiana se levanto del sillón, se saco el corset. Verla desnuda era unprivilegio. Una MILF de alta calidad. Los ojos de Alberto y los míos se posaronsobre ella. Y lo sabía.

Tatiana: “Que miran tanto? Ahora les toca a ustedes dos. Mamita va a mirar”
Dijo parada entre los dos “Pendejo, sacate el pantalón”

Empecé a sacármelo, sentado como estaba, pero ella me freno. “No no putitohermoso, parate, y dame la espalda, quiero verte el culito… despacito …agáchate”

Le di la espalda, me agache, dejando mis nalgas, a su merced. “Quedate así”dijo mientras me daba una nalgada. Me separo las nalgas, “aaapa, pero quependejo mas goloso…. Viniste depilado”. A lo que respondí “si mami, para vos”.
Tatiana: “Que culo gordo más hermoso” mientras se lamia losdedos y los pasaba por mi agujero y proseguía con una nalgada. “Que linda comote cuelgan los huevos y la pija, pendejo”
Alberto: “Te dije o no te dije que te iba a gustar este putito”
Tatiana: “A vos te gusta más Albert….¿le vas a romper bien la cola para mí?”
Alberto: “Para vos todo mi amor”
Tatiana: “Pendejo, ponete en 4 en el sillón. Albert te va a chupar bien elorto”
Ya totalmente en bolas, entregado a la experiencia, me puseen 4, saque el orto para dejar el agujero bien expuesto. Sentía el aire correrentre mis huevos y mi pija semi dura, sentía ansiedad en la cola. Tatiana separo al lado mío, dándome la espalda, me abrió bien el culo, y dejo caer unhilo de baba, para luego pasar sus dedos y refregar su baba en mi agujero ybolas.

Tatiana: “Veni Albert, todo tuyo”

Alberto se acerco, lo vi arrimarse, ya casi totalmente al palo. Ver esa porongaotra vez al palo, y saber que me estaba o estaban por coger, me hizo hervir lasangre. Me calentaba saber que me tenían a su merced,  y que sabían bien lo que hacían. Teníanexperiencia. Mi pija, sin estar erecta del todo, como siempre que estoy en modopasivo, goteaba presemen.
Sentí la lengua de Alberto, ancha, plana, lamer desde misbolas a mi agujero. Me recorrió una sensación de placer y de entrega. Tatianame tenía las nalgas. “Chupale bien el culo a este puto”. Ese lenguaje agresivo,dominante, me hacia calentar cada vez mas. Me gusta ser su pendejo, su puto (yno soy un pendejo! Pero para ellos lo era). “Prepárale el culito al pendejo”,dijo Tatiana mientras soltaba mis nalgas.
Alberto siguió lamiendo, chupando, y metiéndome la lengua enel culo. Cada tanto daba un lengüetazo largo a mis huevos. Mientras Tatiana meagarro de los pelos, “sacame los zapatos pendejo”. Le hice caso y se paro sobreel sillón. Pasó una pierna por encima de mí y se sentó sobre el respaldo,dejando su concha en mi cara. “Chupamela putito” me dijo sin soltarme el pelo “en un rato te voy a hacer romper bien el orto”. Chupe su concha, se latranzaba. Ella me acariciaba la cabeza, mientras miraba a su marido comerme elculo. “Esta rico Albert?” le pregunto. “Si Tati, tendrías que probarlo”,respondió.

Tatiana me agarro bruscamente de los pelos, me separo de tu vagina, acerco sucara a la mía

Tatiana: “Sabes a quien se va a coger hoy Albert? A quien le vamos a dejar elculo roto? A vos putito hermoso”, me dijo mientras me metía un sopado.
Yo: “Cójanme”
Eso fue un desafío para Tatiana. Se “enojo” y se calentó.
Tatiana: “Vos no pedís nada pendejo, yo doy las ordenesentendiste? Te vamos a violar cuando queramos puto” dijo mientras me sacudía delos pelos.
Alberto siempre mantuvo la calma, se incorporo, sin dejar detocar el culo y me dijo al oído “tranquilo, es parte del juego”. Tatiana salióde la habitación, pero volvió rápido, con un gel en la mano.
Tatiana: “Ahora, por putito ansioso, te vamos a coger…. DaleAlbert, cógetelo” mientras me ponía gel en el culo.
Alberto se acomodo, apoyo su verga en mi agujero, me la enterróde una. Sentí el momento en que su cabeza se apoyo, y empezó a empujar suavepero sin pausa, hasta llegar al final. Sentía la chota en el fondo de misentrañas, y sus huevos contra los míos. Me hizo ver las estrellas de dolor. Peroentro, sabían lo que hacían, prepararon el terreno.

Yo: “Aaaay, para para que duele”
Tatiana: “Callate putito” dijo y me dio un sopapo. “Bancatela… querías que tecojan ahí tenes”
Alberto: “Tati, quedate tranquila que se la banca”
Tatiana: “Seguro, mi amor? Cogetelo y llenalo de leche al puto este” dijomientras me tiraba del pelo y me daba un beso de lengua riquísimo.

Alberto se empezó a mover muy lento hacia atrás y adelante, apenas la sacaba. Queríaque yo me acostumbre. Era un movimiento sutil. En ningún momento perdió lacalma. El era quien se mantenía tranquilo, y dejaba a su mujer jugar. Ella sealejo dándonos la espalda. La vi dirigirse a la semana, con su culo hermoso deMILF moviéndose, montada en esos tacos altos. Agarro una silla. Se sentó amirarnos, con las piernas abiertas. Una mano en su concha y otra en sus tetas.
Por su parte, la velocidad de los movimientos de Albertoiban en aumento. Cada vez que iba hacia atrás la sacaba un poco más, y la volvíaa enterar al fondo. El dolor ya había desaparecido y lentamente el placer me invadía.Ante cada empuje, podía sentir más como la verga recorría mi interior, y susbolas pesadas, golpeaban las mías. Mi pija a media asta, babeaba sobre el sillón.Ante cada salida, podía sentir como la cabeza de la chota cada vez se acercaba mása la salida de mi culo.
Tatiana: “Albert, tenias razón, se la banca el putito. Meencanta. A él también le encanta me parece… o no pendejo?”
Yo: “Si mamita, me encanta!”
Tatiana: “Queres que Albert te coja fuerte y te llene de leche para mami?”
Albert: “Tranquila Tati… ya va a llegar, quiero que lo disfruten y no quieroromperlo”
Cuando dijo eso, Alberto la saco entera de mi culo. Amesentir la cabeza saliendo. Sentí caer más lubricante sobre mi agujero, y susdedos desparramándolo. Volvió a apoyar la chota y la mando, ya casi sinresistencia por parte de mis esfínteres. Entro de una y al fondo. Comenzó a repetirese movimiento. La sacaba por completo, y la volvía a enterrar al fondo. Suavey parejo. Claramente la idea era dilatarme al máximo.
Tatiana: “Ay, quiero ver eso de cerca” dijo mientras seacercaba a nosotros.

Se paro al lado de Alberto, le agarro la verga y la acomodo en mi hoyo. Albertovolvió a empujar suave y parejo. “Despacio” pidió Taitana, “quiero verla entrar”.Alberto le di el gusto. Volvió a sacarla, y ella se la metió en la boca, le diouna chupada y volvió a acomodarla en mi culo. Y repitieron el movimiento.
Ahí estaba yo, entregado a ellos dos. Encantando de estarentregado. Gimiendo suave. Ella se sentó al lado mío y paso por abajo. Su caraquedo junto a mi cara “Me gustas pendejo, me gusta que seas tan putito”, actoseguido me di un beso hermoso. Largo, húmedo. Nuestras lenguas se trenzaron,entre mis gemidos. Alberto aumento el ritmo considerablemente. Mi pija rebotabapor doquier. “Chupale las tetas a mami” me pidió ella. Obviamente cumplí, selas chupe y se las mordí suavemente, sin dejar de gemir por el taladrar deAlberto en mi culo.
Intente agarrarme la pija para tocarme, pero Alberto no medejo. “No no, no vas a acabar ahora… te conozco un poco”. Era cierto, si metocaba, acababa. Dicho eso, aminoro el ritmo. Me la saco lentamente, para quela sienta toda. “Vengan ustedes dos, chúpenmela” nos ordeno Alberto. Pensé “estaráncambiando el juego….?”, pero no me importo.
Con Tatiana dejamos de transarnos. Yo me incorpore. Llevabaun rato en esa posición y tenía el culo roto y muy abierto. Me arrodille, yjunto a mi Tati. Ella agarro la chota de su marido, durísima y brillante. “Comependejo” me dijo. Volver a chuparle la verga a Alberto, siempre es un gusto. Supija es muy perfecta, o al menos para mí lo es. Muy pornográfica.
Empecé por lamerla, pero rápidamente empecé a chuparla,tratando de comérsela toda. Tati me la saco de la boca, y la chupo ella, tambiéntratando de comerla entera. Me la volvió a ofrecer, y volvió a  intentarlo. Algunas lagrimas de por medio, empecéa lograr enterrarla más profundo en mi garganta. Y Tati, volvió a sacármela paraprobar ella. Claramente chupaba esa pija siempre porque tardo poco en tragarlay casi sin lagrimear. Intercambiábamos la pija de Alberto de boca en boca.

Tatiana:“Que bien que la chupa el pendejo, no Albert?”
Alberto: “Te lo dije mi amor, la chupa excelente como vos”

Tatiana me la ofreció otra vez, me la metí en la boca, pero esta vez ella meagarro de los pelos y me forzó a retenerla entera en la boca. Hasta los huevos.Tosí, y ella me la saco. Cayó una lágrima por mi mejilla, mis ojos estabanvidriosos. Ella solo atino a transarme, para luego repetir el movimiento variasveces, hasta que me transo una vez más, se incorporo y se sentó en el sillón.
Tatiana: “Toda tuya pendejo, chúpasela como quieras”
Le chupe la pija a Alberto por 10 minutos o un poco más.Pija, huevos, lamidas, garganta profunda. Todo lo que me salió. Lo disfrutecomo siempre que disfruto chupar pija. Pero cada vez que intentaba tocarme,Tatiana con un pie me sacaba la mano de mi chota dura. “Shhhh, tranquilopendejo… no te toques, ya viene algo mejor” me decía.
Tatiana me agarro de los pelos, se levanto del sillón, obligándomea levantarme y dejar de chupársela a Alberto. Me beso, beso a Alberto, nos hizo besarnos con Alberto, y me tomo de lamano. “Veni lindo, vamos a nuestra habitación”
Cama King size, solo con sabanas blancas. Luz tenue.Lubricante en la mesa de luz. Estaba todo orquestado.
Tatiana: “Acóstate en el borde de la cama boca arriba”
Atrás nuestro venia Alberto, con la pija durísima y loshuevos colgando hermosamente. Su chota rebotaba. Me acosté tal como me pidió Tati.Ella se arrodillo a mi lado, paso una pierna por encima de mi cabeza, y dejo suconcha en mi cara. “ Chupame el culo y la concha”. No la hice esperar.
Sentí a Alberto levantarme las piernas, y dejar caer más gelen mi ya abierto ojete. Puso mis piernas en su pecho y hombros para empezar aenterrarla. Me la mando toda sin resistencia. Yo solo gemí ahogado por eldelicioso culo de Tatiana.
Alberto: “Te amo mi amor” le dijo a Tati.
Tatiana: “Yo a vos mi Albert” y le dio un beso.
Alberto empezó a cogerme fuerte, bien fuerte. Tanto que nome dejaba pensar en chupar a su mujer. Y Tati se metió mi pija en la boca. Eraun coctel para el lechazo que no se hizo esperar. Las embatidas de Alberto eranferoces y veloces, al igual que el pete de Tati. Rápidamente mi culo empezó alatir y cerrarse, mi pija cada vez más dura. A medida que yo me acercaba aacabar Alberto aumentaba su velocidad y sentía como su pija también engordabadentro mío.
Mi culo se cerró por completo, comencé a llenarle la boca deleche a Tatiana y casi en simultáneo sentí algo caliente en mi interior. EraAlberto descargándose en mí. Era increíble, no terminaba nunca. Su garcha latía,y expulsaba leche casi al unisonó con la mía.
Me la saco el culo, y sentí como caía leche desde miagujero. Estaba extasiado, y ahogado por el culazo de Tati. Ella se levanto, sedio vuelta, y me beso, obligándome a compartir y tragar mi propia leche.
Estaba fusilado, cogido y acabado. Pero sabía que ellos no habíanterminado conmigo…
Continuara…..
(Lo relatado es fantasía)

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