Nueva vida con mi hijo 6

Ya habían pasado tres meses desde que empecé a ser la puta del hotel de mi hijo. Con mi sueldo, había vuelto al gimnasio y mi cuerpo había recuperado su firmeza, tenía un aspecto increible. Mi vida con mi hijo y amo era espectacular, no nos cansábamos de follar y cada día llevábamos un poco más lejos mi sumisión. Había cambiado de móvil, cansada ya de recibir mensajes amenazantes de mi marido y llamadas de familiares y amigos. La persona a la que llamaban ya no existía, ahora tenía un nuevo hombre, un nuevo amo.
Estamos a primeros de julio, estaba en casa deseando que llegara mi hijo, pues aquella noche era su último día de trabajo, antes de sus 15 días de vacaciones. Le estaba esperando en el sofa, en braguitas y con una camiseta negra.
Al entrar vino al salón y empezamos a besarnos. Me dijo que nos sentáramos, que traía noticias.
- Mañana por la mañana me voy con unos compañeros de la facultad a un festival de música en Barcelona- Me dijo.
- ¿Te vas a ir el primer fin de semana que tienes libre desde que estoy aquí?
- Llevábamos queriendo ir desde mi primer año, pero nunca lo habíamos hecho. Además, viene una chica con la que solía enrollarme en el campus y me ha sugerido que podríamos aprovechar el festival para echar un polvo ya que no nos vemos desde que dejé la facultad.
Le solté un bofetón a mi hijo. ¿Cómo coño se atrevía a decirme que se iba el fin de semana a follarse a alguna puta veinteañera? Raúl me sonrió, me agarró de la parte de atrás del pelo y empezó a comerme la boca y a mordisquearme el cuello.
- Tranquila, puta. Yo sólo amo a una mujer, pero ya que me voy de festival con los colegas no voy a estar tantos días sin follar, y más después del ritmo al que me tienes acostumbrado.
- Eres un cabrón.- Le dije empezando a sonreirle.- Dime que me amas.
- Te amo Elena.- Me dijo acariciando mi cara.- Eres la mujer de mi vida. Jamás sentiré por nadie lo que siento por ti.
- Buen chico.- Le contesté mientras me subía encima suya y me quitaba la camiseta negra, liberando mis turgentes tetas. Agarré una y le di a mamar a mi hijo. Mis pezones estuvieron pronto duritos y empecé a deslizarme por el cuerpo de Raúl hasta caer al suelo y empezar a quitarle sus pantalones. Cuando su polla fue libre, comencé a pajearle mientras lo miraba y jadeaba pellizcando mis pezones, me incliné y metí aquella polla deliciosa en mi boquita, haciendole una de mis mamadas maestras, dejándole su polla brillante. Terminé de desnudarme, le saqué su camiseta y me volví a subir encima suya. Puse mis piernas abiertas a sus lados y mis manos en sus rodillas, para estar inclinada hacia atras y que pudiera ver mi coño siendo taladrado y mis tetas meneándose mientras lo cabalgaba. Empecé a acelerar el ritmo, disfrutando de aquel trozo de carne.
- ¿Te gusta esto cabrón?¿Te gusta ver a a tu madre cabalgando la inmensa polla de su hijo?- Nunca nos habíamos referido a nosotros como madre e hijo desde que empezamos con aquel juego de amante y puta, pero quise comprobar como reaccionaba a la provocación y últimamente yo había estado viendo bastantes escenas porno de incesto.
- Me encanta mamá.- Me respondió para mi deleite.- Me encanta ver tus tetazas botando delante de mi.
- ¿Si?¿te gustan mis tetas amor?¿Porqué no azotas los pezones de mamá?.
Raúl me sonrió y empezó a pellizcar mis pezones con fuerza y a azotarme las tetas. Yo no paraba de follarmelo mientras miraba como mis tetas se iban poniendo rojas. Al poco, mis piernas empezaron a temblar y empecé a gritar cuando me llegó el orgasmo. Joder que placer, notaba los flujos salir de mi coño mientras mi hijo seguía azotandome. Me inclinó hacia él y empezó a besarme, diciendome lo mucho que quería a su mamá mientras me agarraba del culo para seguir follándome. Yo me deslicé al suelo y empecé a tragarme su polla hasta que me hijo no pudo más y empezó a descargar chorros de semen. Dejé su polla limpia y me recosté en el sofa con mi cabeza en sus piernas mientras besaba su polla.
Al día siguiente nos despertamos temprano y nos pasamos parte de la mañana en la cama sólo abrazados y besándonos tiernamente hasta que Raúl cogió su mochila y se fue.
Rápidamente me puse en marcha, lo había pensado todo el día anterior. Si mi hijo no podía estar 3 días sin follar, su madre no iba a ser menos ¿no?. Además pensé en aprovechar para probar algo nuevo. Me puse una bonita lencería blanca y me hice algunas fotos sin mostrar mi cara, me registré en una página de contactos y redacté el anuncio: "Mujer de 36 años busca una chica joven, dentre 20 y 25, para una noche de pasión en Palma. Sólo llamadas, no chicos" y agregué las fotos. Tuvo que pasar un tiempo, mientras recibía llamadas de chicos y fotos de pollas que me tentaron bastante, hasta que llamó una chica.
- Hola guapa.
- Hola cariño, ¿te ha gustado mi anuncio?
- Estoy desnuda en la cama sin poder dejar de mirarlo.
- Mmmm muy bien pequeña. ¿Y te apatecería quedar esta noche en mi piso?
- ¿Te importa si te hago videollamada por skype?
- Claro, amor, te paso mi skype por wassap.
Mientras se lo escribía me desnudé de nuevo y fui a nuestra cama. Nada más aceptar vi su carita. Era una chica joven, morena, de ojos negros. Tenía un piercing en la nariz, uno en la lengua y tres en su oreja derecha. Por su cuello asomaba un tatuaje.
- Eres preciosa, cariño.
- Gracias, a ver que te parece esto.
Fue bajando su móvil lentamente para que su cuerpo se fuera descubriendo poco a poco. Descubrí que el tatuaje del cuello era el final de un tatuaje que le cubría todo su brazo izquierdo, llegó a sus tetas, unas tetas pequeñitas muy bonitas con un piercing en cada pezón y entre ellas tenía otro tauaje, éste de un corazón negro. Era una chica con una piel muy blanca y el efecto de sus tatuajes en ese cuerpo tan blanquito era espectacular. Empecé a acariciar mi coño mientras mi nueva amiga seguía bajando su cámara. Cuando llegó a su coñito adolescente, empecé a meter mis dedos en mi raja. Era un coño muy bonito, totalmente depilado y con el contraste de su piel blanca se veía un efecto rosadito precioso. Mi nueva amiga empezó a meter sus dedos en el coño para que viera como se humedecía. Aunque el día anterior había fantaseado con hacer un lésbico en ausencia de mi hijo, no soy lesbiana. Pero claro, tampoco había sido una puta y lo estaba disfrutando mucho y después de ver a esa niña tan cachonda confirmé que iba a probarlo. La cámara volvió a su carita, con sus mejillas un poco encendidas.
- Te toca.- Me dijo sonriendome.
Empecé a bajar la cámara. Cuando llegué a mis tetas, pellizqué mis pezones y me di algunos azotes mientras gemía, seguí bajando despacio para que viera mi barriguita plana hasta que llegué a mi coñito. En estos últimos meses me había dejado algo de vello por encima y cuando mi hijo me follaba me gustaba que me diera tirones de ahí. Seguí bajando y la cámara llegó a mi coño con mis dedos ya dentro, la escuché.
-Abrete el coño.- me dijo.
Le hice caso, mostrándole mi coño húmedo y bien abierto durante unos segundos y volví a subir la cámara a mi cara.
-¿Qué te ha parecido? ¿ Te espero esta noche?
- Claro, estás buenísima, luego me pasas tu dirección.
Seguimos hablando un rato, le conté que mi novio se había ido y que teníamos una relación muy abierta, y que aunque había follado con varios hombres durante nuestra relación, nunca había tenido una experiencia lésbica. Ella me contó que aunque se acostaba con hombres, prefería follar con mujeres, que no me preocupara, que ella también estuvo nerviosa su primera vez pero que ya vería como gozaría la experiencia. Nos despedimos y colgué.
Me vestí con un pantaloncito corto y una camiseta, busqué en mi móvil un sex-shop y allí me dirigí. Estaba a dos calles de mi piso. Mi idea era comprar un cinturón de esos con polla. Quería follarme a mi nueva amiga como mi hijo me follaba a mi, aunque no le había comentado nada a ella pero esperaba que le gustara la idea.
Cuando entré, saludé al dependiente y empecé a mirar. Jamás en mi vida había estado en un sitio así. Empecé a mirarlo y tocarlo todo, investigado para que se usaba cada cosa. Finalmente, encontré lo que buscaba, cogí también una botellita de aceite y fui a pagarlo. Mientras el dependiente me cobraba, por cierto era un chico muy guapo, rapado y con varios piercing, aunque algo delgado para mi gusto, me fijé en que detrás suya había un cartel que decía: " Sábado 6 de julio, sesión de Glory Hole. Precio:50  euros". No tenía ni idea de que era aquello y era al día siguiente asi que pregunté.
- Ven conmigo.- Me dijo el dependiente, presentandose como Marcos.- Es mejor que te lo muestre.
Lo seguí y entramos en una pequeña sala vacía.
-Esta es la sala del Glory Hole.- Me dijo.- Una de las tres que tenemos. Las chicas que quieran participar se ponen aquí, mientras por estos agujeros- me dijo enseñándome unos agujeros en las paredes de la sala.- van entrando pollas de nuestros clientes y las chicas van pajeándolos y chupándoles la polla. Mañana los clientes al llegar nos entregan el dinero y un informe sanitario para controlar que las chicas no tengan problemas. Las chicas se llevan la mitad del precio de la entrada. Cuando un cliente va a correrse, golpea la pared, y ya la chica decide si quiere que se corra en su boca o en su cara. ¿Que te parece?
- Me parece muy excitante.- Dije mientras me imaginaba allí chupando pollas.
- Si quieres puedes pasarte. Mañana sólo tenemos dos chicas y puedes quedarte con una de las salas. Te aseguro que vienen muchos hombres y puedes sacar un buen dinero.
Me mordí el labio mientras lo pensaba. Estaba claro que el dinero y el mamar pollas de desconocidos me atraía, el problema era mi hijo. Había pensado en contarle lo de la chica de hoy, pero no sé si debería contarle esto. Al final decidí hacerlo y guardarme el secreto.
- Estupendo, estás muy buena y seguro que muchos se apuntan a tu sala. Ahora, tengo que pedirte que te desnudes de cintura para arriba para sacarte una foto y enseñarte en la entrada, pero no te preocupes, voy a buscar un antifaz para que tu cara no se vea completa.
Mientras Marcos me buscaba el antifaz, me quité la camiseta dejando mis tetas libres, me pellizqué los pezones para endurecerlos. Marcos volvió e hicimos las fotos.
- Bueno, pues mañana nos vemos preciosa.
- Una cosa más.- Le dije tras pensarlo un poco.- Si quiero follarme a alguno de los tios, ¿pueden entrar a la sala conmigo?
- Claro. Tú mandas ahí dentro, puedes hacer que entren los tipos que quieras.
Sonreí con su respuesta, me despedí de él y me fui a casa para prepararme para mi cita.
a las 21:00 sonó el timbre. Había llegado Mónica. Me había puestouna batita negra transparente que me había comprado con mi trabajo y lencería negra. Abrí la puerta y allí estaba mi ángel, con una camiseta violeta de tirantes y unos pantalones vaqueros cortitos desgastados. Entró sonriendome, mirándome de arriba a abajo. Era algo más bajita que yo, lo cual me encantaba. Cerré la puerta y me volví para besarla. Fue mi primer beso lésbico. Me encantó el sabor de su boca, el contacto de su piercing dentro de mi boca. Agarré su culo con mis manos, era pequeñito y blandito, me encantaba esa chica, joder.
- ¿Tomamos algo?- me dijo acariciandome.
- Claro, cielo. Esperame en el salón.
Fui a la cocina a coger unas cervezas y saqué del congelador una botella de vodka caramelo para unos chupitos. Metí la botella en un cubo con hielos y fui al salón.
- ¿Te importa que fume?- Me dijo mientras sacaba una bolsita de marihuana. Joder con la niña, menuda caña tenía.
- Claro que no. - Yo nunca había fumado pero sabía que esa noche lo haría.
Estuvimos un rato bebiendo y charlando, riéndonos y acariciándonos furtivamente. De repente sonó mi móvil, era un mensaje de wassap de mi hijo. Lo abrí y era un video. Apareció su cara mirando a cámara y fue bajándola hasta que vi a una rubia chupándole la polla. Menudo cabrón era, como sabía que aquello me pondría celosa y cachonda a la vez. Le enseñé el video a Mónica. Cogió mi móvil mientras miraba el video.
- Vaya, menuda polla tiene tu chico. ¿Quieres que le mandemos nosotras también algo?
Me quedé mirándola. Desde luego esta chica era puro fuego. Pensaba contarle mi experiencia lésbica a mi hijo cuando volviera, pero él había empezado asi que le dije que si.
Empezó a comerme la boca mientras desabrochaba mi sujetador. Me pasó el móvil y me dijo que hiciera una foto desde arriba mientras se metía una de mis tetas en la boca. Hice la foto mientras me excitaba. Mónica se puso de pie de espaldas a mi y empezó a bajar su pantalón. Lo primero en lo que me fijé es que no usaba ropa interior, y luego vi unos tatuajes de unos lazos en la parte de atrás de sus muslos que me encantaron. Me cogió el móvil de la mano y se tumbó en el sofá con las piernas abiertas.
- Voy a grabar un video.- Me dijo.- ¿Quieres salir en él lamiendo mi coñito?
Joder con la niña. Parecía que yo llevaba un letrero de sumisa en la cara. Me acomodé entre sus piernas y empecé a darle lametazos en el coño. Era más agradable de lo que pensaba, y los chupitos estaban haciendo bien su trabajo. Empecé a saborear bien aquel coño adolescente mientras su dueña me grababa. De vez en cuando, miraba a la cámara a la vez que pasaba mi lengua por su húmeda entrada.
Me dijo que ya había mandado el video a mi hijo, mientras yo seguía a lo mio. Joder, la primera vez que probaba un coño y ya estaba deseando que aquella chica se corriera en mi boca. Mónica me acariciaba la cabeza, guiándome por donde quería que la lamiera, enseñando a su amiga madura a comer bien un coño y de repente empezó a gritar que iba a correrse y empecé a notar sus jugos dulzones entrando en mi boca mientras su aroma me llenaba entera. Fue una delicia. Me agarró la cara y empezó a lamer mi boca y a meterme su lengua, saboreando su propia corrida cuando mi móvil empezó a sonar. Era mi hijo.
- Hola, amor.
- Vaya, vaya, puta. Que bien te lo estás pasando. Dile a tu amiga que  salude.
- Hola Raúl.- contestó Mónica, que no paraba de sobar mis tetas.- Tienes una novia increible. Y aprende rápido.
- Me alegro. Espero que acabes bien satisfecha esta noche. Y espero que nos visites de nuevo cuando yo esté por allí.
Me quedé mirando a Mónica. Vaya con mi hijo, se ve que el rollo dominante le había dado mucha seguridad.
- Bueno, me ha gustado tu polla en el video.- Le contestó.- Eso si, yo te la chuparé mejor que esa rubia pija.
- Ja, ja. Estoy seguro de eso. Bueno chicas os dejo, pasadlo bien.
- Un beso, amor.- Y le colgué.
Cogí a Mónica de la mano y fuimos a mi habitación. Me quité lo poco que me quedaba de ropa y mi ángel hizo lo mismo. En cuanto vi sus preciosas tetas con sus piercings y su cuerpo blanquito y tatuado, agarré su culo y empecé a chupar sus tetas. Estaban riquísimas y mi ángel jadeaba, se ve que era una zona muy sensible para ella. Me llevó hacia la cama y me tumbó sobre la cama echándose encima de mi comiendome la boca. Mientras nos besábamos, empezó a frotar su coño con el mio. Estabamos cachondísimas. Notar los piercings de sus tetas rozar mis pezones y su coñito rozando el mio me estaban llevando al cielo. Se deslizó por mi cuerpo y empezó a lamerme entera, bajando hasta mi entrepierna para empezar a hundir su lengua en mi raja. Era una jodida experta, empezó a mordisquear mi clítoris mientras me follaba con sus deditos. Alargué la mano, la cogí del pelo y levanté su cabeza.
-Abre la boca, puta.- Le dije, ya era hora de que fuera yo la que dominara. Abrió su boquita y le escupí dentro, moví su cabeza y apreté su boca contra mi coño y empecé a jadear para terminar corriéndome en la boquita de mi ángel. Subió por mi cuerpo y empezó a besarme desesperada.
- Tengo una sorpresa para ti.- Le dije mientras iba a mi antigua habitación. Me puse mi arnés y empecé a masturbar mi polla disfrutando del efecto de ver aquel rabo saliendo de mi raja. Volví a la habitación y me puse con los brazos en jarras. Mónica se quedó mirándome, se puse a cuatro patas en la cama y me indicó que me acercara. Introduje mi polla en su boca y empezó a chuparla hasta dejarla brillante. La hice tumbarse boca arriba y empecé a introducir mi polla lentamente en su coñito, mientras ella gemía. Comencé a acelerar el ritmo, dándole una buena follada mientras pellizcaba sus pezones.
-¡Oh, joder, si, así!- me decía- Voy a correrme, sigue.
Empecé a embestirla hasta que empezó a gritar y a correrse. Yo seguí follándomela, joder, que maravilla esa sensación de estar dándole placer a mi ángel con mi polla. Un poco, después se liberó de mi y se dio la vuelta mostrándome su exquisito culo con sus lazos en sus muslos.
- Vamos puta, fóllate mi culo. Llevo desando tener tu polla dentro desde que la vi.
Joder con la niña. acerqué mi boca a su agujero y empecé a follar su culo con mi lengua. Lo lamía como si fuera lo más delicioso que había probado nunca. Cuando estuvo bien mojadito, empecé a follarme aquel culito con mi polla.
-Ahh, eso es perra, fóllame bien.- Gritaba mientras con su mano frotaba su coñito.
- Voy a reventarte el culo, pequeña zorra.
- Si, parteme el culo, puta madura, destrózame.
Empecé a embestirla con violencia, sujetando con una mano la base de mi polla mientras con la otra la azotaba sin piedad en su culito blanco. Pronto su nalga quedó enrojecidad con marcas de mi mano y mi ángel empezó a convulsionar volviéndose a correr. Menudo vicio tenía aquella niña.
Me quité el arnés y le dí la vuelta tumbándola boca arriba y me subí encima, con mi coño a la altura de su boca. Pronto empecé a sentir aquel piercing llevándome al cielo. Menuda gozada notar aquel metal frio en lo más profundo de mi coño. Empecé a cabalgar su boca mientras masajeaba mis tetas hasta que terminé corriéndome en su boca.
Después de aquello, nos fumamos unos porros mientras nos besábamos y sobamos nuestros cuerpos. Le propuse pasar la noche y aceptó encantada.
A la mañana siguiente Mónica había desaparecido y a mi me esperaba mi vista al sex-shop. Tenía dos mensajes en mi teléfono, un video de mi hijo corriéndose en la cara de aquella puta y uno de mi ángel diciéndome que esperaba repetir pronto.
Sobre las ocho de la tarde fui para el sex-shop. Me había puesto mi vestido negro de tirantes y unos tacones. Cuando llegué, el establecimiento estaba cerrado. No abría hasta y media que las chicas nos preparáramos tranquilas. Cuando Marcos me abrió, me dijo que estaba espectacular y me dijo que las otras chicas ya estaban en sus salas y me acompañó a la mia. Entré y me quité el vestido, por supuesto no llevaba nada debajo. Puse mi boca al lado de un agujero y me saqué una foto mostrando también mis tetas que mandé a Mónica: " Voy a disfrutar de mi primer Glory Hole, deséame suerte". La respuesta no tardó en llegar: "Joder tía, menuda marcha tienes, déjalos secos guarra". Sonreí, dejé el móvil junto a mi ropa y me quedé esperando. Poco después empecé a escuchar el bullicio en el local. Me empecé a tocar pensando cuando llegaría mi primera polla y cuántas tendría que tragar aquella noche. Casi inmediatamente una polla totalmente erecta asomó por un agujero. Me relamí, mojando mis labios y empecé a mamar aquella polla. Fue una experiencia genial, me sentía la más puta chupando una polla sin saber quien había detras mientras tocaba mi coño. Mientras mamaba advertí que un agujero de la derecha aparecía una nueva polla, alagué la mano ye empecé a pajearla mientras terminaba con la primera. Al rato, escuché unos golpes y recordé que era el aviso de la corrida, aumenté la mamada y empecé a notar los trallazos de semen en mi boca. Terminé de limpiarla y la polla desapareció mientras me giraba a la polla que llevaba un rato pajenado. Esta vez, cuando escuché los golpes apoyé aquella polla en mi lengua mientras lo pajeaba con fuerza hasta que empezó a correrse en mi lengua, dejé caer aquella corrida en mis tetas. Así fue trascurriendo la noche hasta que en uno de los agujeros apareció una tremenda polla negra. Joder, era la polla más grande que había visto nunca, empecé a tocarla y lamerla hasta que no puede aguantar más y le dije al dueño de aquella mosntruosidad que entrara conmigo. El negro entró en mi sala y empecé a lamer sus labios y a comerle la boca mientras masajeaba su polla. Luego me agaché y empecé a chuparsela. Joder, aquella polla me estaba llevando la boca al límite, era incapaz de alojarla entera en mi garganta. Tras un rato lubricando aquel aparato me puse a cuatro patas y apoyé las manos en la pared. El negro empezó a meterme su enorme cipote en el coño. Joder, era inmensa, yo resoplaba del esfuerzo hasta que aquella enorme polla terminó por empalarme, empecé a mover mi culo adelante y atrás disfrutando como una perra cuando vi que una polla estaba esperando en un agujero a mi derecha. Le grité que la metiera por el agujero que tenía delante y empecé a tragarmela mientras el negro empezaba a follarme con violencia. Menudo macho estaba hecho, me azotaba mientra me destrozaba el coño. La polla que tenía delante empezó a correrse en mi boca, ni siquiera había oido los golpes, el semen empezóa  chorrear de mi boca mientras gritaba al negro más fuerza en la embestida y empecé a correrme como nunca. Mis piernas temblaban incontrolables cuando el negro solotó un bufido y empezó a descargar dentro de mi coño. Joder, lo notaba lleno y oía como su lefa empezaba a gotear en el suelo. Me dí la vuelta y me senté abierta de piernas mientras observaba mi coño. Su corrida había sido tan grande que parte se salía de mi, cogí un poco con mis dedos y me los llevé a la boca para saborear el fruto de mi esfuerzo. Sonreí al negro mientras salía de mi sala. Más pollas fueron entrando en los agujeros y todas ellas salieron descargadas. Al final había perdido la cuenta de cuantas pollas se habían corrido en mi boca y en mi cara, pero cuando acabé y me senté en el suelo extenuada, vi mis tetas completamente llenas de semen mientras pasaba las manos por mi cara acercando los restos de semen a mi boca. Empecé a masturbarme cuando escuché la puerta.
- Elena, soy Marcos. Te traigo tu dinero, hay que ir saliendo.
- Pasa Marcos.- Le dije completamente abierta y masturbándome. La verdad es que desde que lo vi el día anterior estaba deseando su corrida.
- Joder, nena.- Me dijo cuando me vio allí llena de semen y pajeándome.- Parece que te lo has pasado bien.- Me dio mis ganancias de aquel día.
- Me lo he pasado genial.- Le dije cogiendo mi dinero y dejándolo a un lado.- Pero aún me falta una corrida.- Dije con la voz más puta que pude.
Marcos se sacó su polla en un santiamen mientras cerraba la puerta y me acerqué gateando como una perra total para empezar a chupársela. Después cogí mi vestido y limpie los restos de semen del suelo y le dije que se tumbara. Me subí encima suya y empecé a cabalgarlo con mis tetas botando, hasta que me corrí escandalósamente. Me puse de rodillas y sujeté mis tetas mientras sacaba la lengua. Marcos empezó a pajearse y pronto comenzó a descargar una tremenda lefada sobre mis tetas, mi cara y mi pelo.
Nos quedamos los dos jadeando y me dijo que las otras chicas ya se habían ido, me dijo que había una ducha al fondo del local para que me aseara antes de irme. Le dije que no hacía falta, me limpié la cara con el vestido, dejé las tetas como estaban y me coloqué mi vestido negro lleno de manchas de semen. Le dije que ya tenía mi número, que me llamara alguna vez que repitieran el Glory Hole y salí al frescor de la noche. Disfruté el contactor del aire frío en mi cuerpo ardiente, con mis tetas llenas de semen de extraños y algunos restos en mi pelo y mi cara y me fui a casa pensando en la puta en que me había convertido y en lo tonta que había sido todos aquellos años por no disfrutar como lo estaba haciendo ahora.
Continuará...

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