Encuentro (I)

Y al fin llegó el día del encuentro. Ese que venimos ansiando con todo el cuerpo, con toda la lujuria que se pueden tener dos personas.

A cierta hora de la tarde ya me había duchado y preparado todo, sólo me faltaba vestirme. Aprovechaba los minutos que me sobraron relajándome tirada en la cama.. con la mente en blanco, sin autocomplacerme de ningún modo, quería llegar a vernos con todas esas ganas acumuladas.

Teníamos planeado una cena para relajar y desinhibirnos un poco (como si a estas alturas eso fuera necesario..) y después ir al hotel donde él se estaba quedando. Pero, por cosas de la vida, los dos nos desocupamos antes de lo previsto, y en el medio de algo de histeriqueo y algo de hacernos desear llegó la orden (si, la orden.. porque sabe que me gusta que me ordenen) que tanto deseaba leer:

- Venite ya.

Y así fué. Fueron exactos treinta minutos lo que demoré en vestirme, arreglarme, pedir un taxi y llegar. Nos encontramos en un banco, en la plaza frente al hotel (Ay! Como lo voy a ver distinto a partir de ahora a ese banco), nos saludamos con los tradicionales -para mi, no para él- dos besos, y me senté a su lado. No recuerdo nuestras palabras exactas, sólo recuerdo que dijo algo que me hizo sonrojar, y que recordó y confirmó lo que le había dicho anteriormente: no iba a poder mirarlo a los ojos al principio. Me volví a sonrojar.

Ya estaba ahí, ya estaba pasando. Tenía a mi lado al que me hacía volar de calentura cada siesta, haciéndome que le dedique cada uno de los orgasmos que me provocaba a la distancia. Lo tenía ahí, a centimetros. La timidez me ganaba. El supo leerme, entendió esto, y a pesar de que antes me había dado una orden clara, ahora me hacía sentir cómoda preguntándome qué quería hacer, entrar al hotel o ir a cenar. Opté por la primera, y entramos.

Apenas cerró la puerta de la habitación -ni siquiera terminé de apoyar mis cosas en el piso- me besó apretándome suavemente contra la pared. Yo parecía una adolescente inexperta a su lado, temblorosa, nerviosa, sonrojada. Se rió con esa sonrisa malvada que tiene, y me invitó a relajarme mientras seguimos besándonos. Me llevó hasta la cama e hizo que me siente en el borde. Con una delicadeza que ocultaba todo deseo que me haya hecho saber que tenía, me recostó en la cama y se subió arriba mío, besándome el cuello y bajando por mi escote. Con sus manos recorría todo mi cuerpo, desde los muslos hasta el costado de mis pechos. Mi respiración ya estaba agitada, aún algo nerviosa pero dejándome llevar por el deseo.

Me sacó la camisa que tenía puesta, y luego el pantalón. Me dijo que me acostara boca abajo, lo hice acomodando mi cabello hacia un costado. Tenía preparada una soga a cada lado de la cama, me ató gentil pero firmemente con ellas, con los brazos extendidos. El juego recién había comenzado, y él ya logró que yo este totalmente húmeda. Desprendió y sacó mi corpiño. Tiró un poco de aceite en mis pies, y empezó a hacerme masajes. Subía lentamente por mis piernas, muslos, cola.. ¡Ay! Que placer sentir esas manos recorriéndome mientras desaparecía lo ultimo de aquella "adolescente inexperta".

Tiró un poco mas de aceite y subió por mi espalda, hasta llegar a los hombros. No sé decir en que momento exactamente me dejó desnuda por completo, y empezó a tocarme. Primero suavemente, sin prisa haciendo círculos en mi clitoris. Desparramando toda esa humedad que él mismo provocó hasta mi cola. Luego fue aumentando la presión lentamente, hasta que metió uno de sus dedos dentro mio. Gemí, de la manera más autentica que gime una mujer que desea ser penetrada y lo consigue. Siguió provocándome con sus dedos, con sus manos haciéndome masajes, recorriéndome por completo hasta que logró arrancarme un orgasmo, el primero de una noche dedicada a complacernos. Un orgasmo intenso por las ganas acumuladas, pero no tanto como los que le siguieron a ese.

Siguió haciendome masajes, muy suaves, casi como si fueran caricias. Apenas dejó que pasara mi agitación y volvió a repetir todo el proceso, pero esta vez añadió su lengua en mi culo para llevarme de nuevo al borde del orgasmo. El segundo, más intenso que el primero. Pude sentir esa electricidad recorrer todo mi cuerpo, pude sentir como cada parte de mi cuerpo se estremecía con cada corriente. Mi cuerpo se movía sin poder yo controlarlo -hasta donde las sogas me lo permitían-. Yo gemía con cada espasmo que mi cuerpo tenía. El roce con las sábanas parecía incrementar este placer. ¡No podía creerlo! Dos orgasmos y -en sus propias palabras- ni siquiera habíamos empezado.

Y vino luego un tercer orgasmo, apenas lo recuerdo. Mi cuerpo reaccionaba a los estímulos que el sabía darme, pero yo ya no. Recuerdo que acabé despacito, no tan intenso. Me quede inmóvil unos minutos ahí mismo donde acabé. Después nos acomodamos bien, para que entremos los dos, él me tapó y me dejó dormir unos quince minutos.

Y la noche recién empezaba...

5 comentarios - Encuentro (I)

horrotika +1
Muy bueno!! ya la continuacion, besos!!
SweetDragonfly_ +1
Pronto, pronto. Gracias por los puntos y el comentario!
horrotika +1
merecidos, besos!!
mdqpablo +1
exelente . ya queremos saber cómo.sigue pinta que hay mil orgasmos más. van pts
SweetDragonfly_ +1
Ya se esta cocinando el segundo... Gracias por los puntos 😚
mdqpablo +1
ok lo esperamos . muy buena pluma .
VoyeaurXVII +1
oh! suenan tan reales sus palabras!
bien escrito, bien relatado, bien hecho!!!
SweetDragonfly_ +1
Tan real como que en ese encuentro se batieron varios records.. Pero bueno, te enteraras en la segunda parte 😉
SweetDragonfly_ +1
Gracias por los pts
kramalo +1
muy caliente....!!, sos muy calentona...?
SweetDragonfly_
Hay segunda parte de esto... Leelo y juzga por vos mismo 😉
Pervberto +1
Una de esas noches que se abnhelan interminables...
SweetDragonfly_ +1
Insuficientes horas para matar todo el deseo.. (¿acaso queriamos matarlo?)

Gracias por los pts y comentario 😚