La rifa - el sorteo (Cargov)

La rifa - el sorteo
Cuando me baje de la camioneta del dueño del salón, me dirigí a casa… cuando entré estaba mi madre sentada en la sala… como siempre, con cara de mujer caliente, no complacida… en sus manos un boleto..

¿Qué es esto? Me pregunto… Un boleto le dije sin ponerle asunto. En qué piensas… a lo que interrumpí, esta es tu idea… necesito dinero y no me lo das… pues daré las nalgas como me sugeriste. Se quedó callada, y me escucho, hasta que me desahogue. Una vez que termine mi alegato… me sentó en el sillón, me abrazó y una de sus manos tocó mi entrepierna.

Me asuste, y me levante, pero me tomo de la cintura de la falda y me sentó nuevamente en el sillón y me dijo al oído… No puedo creer que hagas esto, por conseguir lo que quieres… eso es algo que a cualquier madre le hace sentir orgullosa. No te daré dinero, pero, no crees que la rifa sería un éxito, si en lugar de un premio, fueran dos… Me sonrió pícaramente, mientras sus dedos, hacían a un lado mi tanga… Le sonreí, mientras poco a poco, iba quitando los botones de su blusa…

Aproveché que su sostén se abrocha adelante, para dejar libre sus hermosos senos, que a pesar de la edad, los tiene redondos, duritos y firmes. No me pude contener y le mordí un pezón, mientras ellas pegaba un pequeño gemido… y simultáneamente introducía sus dedos en mi vagina… nos sentamos en el sofá. Ella se quita su falda, dejando al descubierto, que no traía su tradicional tanga, lo que me llamaba la atención y me prendió fue ver que traía un dildo (un pene plástico o un consolador) en su vagina, acerqué mi mano, y sentí que este, vibraba.

Eso fue la gasolina que necesitaba para rápidamente desnudarme y dirigirme a sus piernas, y con mi lengua recorrer desde la punta de sus pies hasta que llegué a su vagina. Con mis manos, procedo a sacar ese consolador, para meterlo y sacarlo suavemente en su vagina. Ella gemía y se podía ver como un líquido salía de su vagina. Muestra de un orgasmo.

Al fondo, escuché una voz ronca y cuando vuelvo a ver, me sorprendo en ver al viejo, con ojos de lujuria y con su pene fuera del pantalón. (Al entrar se me olvido cerrar la puerta, que tonta, pero que oportuna casualidad) Recordé que al viejo le debo un favor. Así que le hago señas para que se acerque para participar, muy contento, se desviste y mientras yo sigo follando a mi madre con el consolador, el lleva su pene a la boca de mi madre, la que no duda en devorarlo, con sus manos libres, el viejo, empieza a tocar y a estrujar los senos redondos de mi madre.

La conciencia no me deja, así que dejo el consolador en paz, y me dirijo al viejo y le pongo mis nalgas al frente. Él deja la boca de mi madre y me inclina un poco para dejar a la vista mi vagina que ya está muy mojada. Sin dudarlo, procede a meter ese trozo de carne, el cual se sintió como si nunca hubiera tenido uno dentro.

Estaba tan excitada pues estaba follando junto a mi madre, la cual procedía a masturbarse con su consolador, mientras veía como su hija era follada por un viejo. Mientras el viejo, me taladra, le susurro, para que pare un momento y al oído le digo… Miras a esa PERRA, mientras señalo a mi madre… a lo que con su cabeza dice que sí, mientras sus dedos buscan mi vagina. Te regalo su culo, le digo, eso fue suficiente, para que se le saltaran los ojos y dejara abandonada mi vagina. Me dirijo a donde está mi madre masturbándose, la levanto del cabello y la llevo frente al viejo. El, la volteo, para que las nalgas queden frente al viejo, luego de que el viejo, recorriera con sus manos las nalgas de mi madre, la inclinó y lleva la cabeza de su pene, a la entrada de su ano… Mi madre suspira y tiembla… Poco a poco este temblor se vuelve un quejido pues ese pene poco a poco va entrando en su ano…

Me prendo, y me paro frente a mi madre, para que su cabeza quede cerca de mi vagina, a lo que pícaramente, me sonríe y comienza a pasar su lengua sobre mi clítoris. Puedo sentir como una descarga de energía recorre todo mi cuerpo. No me di cuenta que mi madre tenía cerca el consolador, así que aprovecho a introducírmelo en el ano. Que escena increíble, el viejo follando a mi madre, y mi madre rompiéndome el ano con un consolador.

Cuando el viejo término, nos sienta en el piso y derrama su leche sobre nuestros rostros, lo cual aprovechamos, para limpiarnos con nuestras bocas, que festín se dio el viejo viendo a dos mujeres besándose y tocándose a sus pies.

El viejo se fue a su casa, y nos quedamos, desnudas, estuvimos así haciendo los quehaceres de la casa. Por unos días fuimos amigas y amantes, que irónico.

El día de la rifa, llegamos temprano al salón, allí estaba el dueño del local, ahora mi amante y junto a él otras cinco prostitutas. Sabes me dijo, es para que tengamos más premios y vendamos unos boletos adicionales… Colocó sonido, y llevó personal, para que vendiera cervezas y sodas. Poco a poco, ingresan los chicos con sus boletos, algunos son guapos, otros no muy agraciados, en la puerta del local muchos más que compraban los boletos adicionales.

Cuando sube un animador indicando la forma de la rifa, y que adicionalmente, habían cinco chicas más… Aprovecho a subir al escenario con una minifalda negra, pegada, y una blusa muy pegada de color blanco, casi transparente, además no traía sostén. Los chicos, rechiflan y aplauden… tomo el micrófono y el silencio se apodera del local. Pido que suba mi madre, la cual va con un traje muy formal, que la hace parecer una ejecutiva. Lo que no saben, es que es un traje preparado, el cual se cae al tirar con fuerza de él. 


Yo sé que quieren un espectáculo de lujo, por lo que decidí, que hoy me acompañe y me ayude, una mujer a la desean igual que a mí, y que además, sé que muchos la conocen, y no porque sea mi madre, sino porque ya se la han follado muchos de ustedes. Diciendo esto, tiro del traje formal y queda una mujer en sostén blanco de encaje, el cual contenía sus senos a punto de salirse de la copa de los mismos, y una mini tanga del mismo color y material, que hacían juego con sus media que acompañaban su ligero. Los chicos, aplaudían y gritaban, dando su aprobación para el otro premio que indirectamente proponía. 

Esto motivo al dueño, para enviar a las otras chicas en ropa interior al escenario… Como ven, les digo… Hay otros premios. Así que suben al escenario una tómbola con los números que ya no eran 200, si no 300. 

Si, había entre espectadores y trabajadores 325 hombres, para solo 7 chicas. Esto sería una gran orgía, la cual estaba deseosa de que empezara.

El animador, comienza a sacar un número premiado, para que la primera de las rameras fuera entregada. Cuando sacan el número, un hombre gordo, levanta la mano, saltando de alegría. Y para sorpresa de los asistentes, la chica lentamente, se quita toda la ropa. Camina entre la multitud, la cual aprovecha a tocarla por donde pueden. Con esfuerzo, la chica llega al hombre y este sin más la espera con la verga ya parada de la emoción, por lo que no le es difícil, darle una buena mamada, mientras que los que están alrededor contemplan lo que después sería una buena follada.

La segunda chica también es entregada esta vez a dos jóvenes que habían comprado un boleto entre ellos, debo decir, que se la pasaron fenomenal. Así una a una, fueron entregadas las cinco chicas que el dueño había contratado.

Por lo que le pido la palabra al animador y les indico, que quienes se ganen a mi madre, se la deben follar en el escenario… Todos se sorprenden, pues pensaban que era solo para uno, pero esto era algo que mi madre me había pedido. Así que le cumplí, le di a cuatro desconocidos, para que la follaran sin piedad por todos sus agujeros.

Cuando llegaron los afortunados, mi madre no se había desnudado como las demás chicas, al verlos, ella de arrodilla y hace a un lado su tanga, mostrándoles que tenía dos consoladores, uno en cada agujero, luego exclama, ¡y aun quiero más! Los chicos se desvisten, sin dudarlo y comienzan a hacer su sueño realidad. 

A lo lejos veo reflejos de flashes y cámaras de video, que no pierden detalle de lo que acontece. Bueno amigos… ahora falto yo… El que gane, decide si me folla solo, o con alguien más.

Sacan el boleto ganador, y es un tipo de aspecto corriente, creo que es de rancho, pues su ropa así lo indicaba. El tipo sube acompañado por otros dos tipos del mismo aspecto de él. Solo me tuvo frente a él, y de un tirón, me arranca la blusa, dejando al descubierto mis senos blancos y firmes, mientras sus amigos, me bajan la falda y hacen a un lado la tanga. Les brillan los ojos, se ve que me desean.

El tipo ganador, saca su pene y me dice al oído, antes de que se me adelante alguien… dicho esto se va hacia mis nalgas y me introduce su pene… debo decir, que me lo esperaba, pero no de esa forma. El tipo, a pesar de ser ranchero, se manejaba un pene grueso, que me hacían pensar en lo que mucho tiempo había querido, ser follada por unos chicos desconocidos bien dotados, y que me dominaran. Que no me dejaran tomar la iniciativa. Ser ellos los que dijeran, así te follo, y así hacerlo.

Mientras era culeada, había dos pollas frente a mí, las cuales querían entrar al mismo tiempo a mi boca… casi me ahogo… y es increíble, como si los chicos supieran mis deseos. Pues solo se quitó el tipo que me culeaba y se tumbó en el suelo, me dijo que cabalgara su pene, a lo que corrí a subirme al miembro erecto. Posición que fue aprovechado por otro tipo, para meterme su pene, el cual sentí caliente dentro de mí ya perforado culo, el último de los tipos, frente a mí, no dejaba que gritara, pues su pene tapaba mi garganta. Era una chica maniatada, por tres hombres, los cuales, no tenían piedad alguna. Pude alcanzar a ver a más hombres a mí alrededor con sus penes de fuera, masturbándose. Algunos, más atrevidos, se acercaban y me daban nalgadas o me estrujaban los senos.

Cuando mis chicos de aventura terminaron, me dejaron su leche en el pelo. Se levantaron y se perdieron entre el montón. Yo quedé tirada en el piso, pero fue el momento que aprovecharon algunos curiosos, para tomar su lugar. Yo estaba excitada, era un sueño, veía una cantidad de penes, de diferentes colores, tamaños y grosores. Y todos duros y deseosos de poseerme. No recuerdo mucho, pues creo que hasta me desmaye de tanto que fui follada. Lo que sí es seguro, es que cuando desperté, estábamos en un salón las siete chicas desnudas, con el torso sobre un sofá, las nalgas al aire y el ano muy adolorido, el pelo enredado, lleno de semen y con la vagina toda adolorida. A todas nos dolían las piernas, y no recordábamos mucho.

Fue una agradable velada, hasta donde recuerdo. Después de esto, tengo un lindo apartamento, donde noche a noche suceden cosas inesperadas.
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