Consignas para un sábado, la previa (I)

- Tengo una sorpresa para vos esta noche, pero tenés que hacer un par de cosas para ganártela.
- Ah, ¿si? ¿Cómo cuáles?
- Quiero que te prepares para salir conmigo. Quiero que te bañes, para empezar. Tomate una larga ducha relajante. Quiero que te peines y maquilles andando por el departamento solo en ropa interior y remera corta, con la ventana que da al vecino del otro edificio abierta. Si, ese vecino que sabemos que te tiene ganas.
- Ajam, ¿algo más?
- Si, te dejé una cerveza enfriándose, tomátela mientras te preparas. Quiero que te pongas más linda y más puta que nunca para mí... ¡Ah! En la mesa de la cocina hay una caja con lo que quiero que te pongas hoy, vos elegís lo que te pones sobre eso.
- Decime... ¿A dónde vamos? Así sé que ponerme...
- Eso no lo vas a saber aún. Solo tenés una condición: lo que te pongas te tiene que dejar accesible a cualquier cosa que quiera hacerte. Paso a buscarte en tres horas. Un beso.

Y cortaste. Miré la hora, pasarías como a las 22:00. Tus intenciones eran claras, querías saber que seguía siendo la sumisa que podías dominar. Y como siempre, yo obedecí.

Primer paso: la ducha. Me di una larga ducha con el agua como me gusta, casi quemándome la piel. Aproveché que podía darme una ducha sin andar corriendo por la hora y recorrí mi cuerpo acariciándome completa. Jugué con mis pechos enjabonados, mi cola, mi clítoris. No hubo parte de mi cuerpo que no haya sido tocada. Intentaba imaginarme a dónde me llevarías, cuáles serías tus planes, porqué tanto misterio. Cuando me quise dar cuenta, había pasado como cuarenta minutos en la ducha, era hora de salir.

Segundo paso: la ropa. Me puse una ropa interior y una remera, como lo ordenaste, y me dispuse a buscar qué ponerme para la salida. Primero abrí la caja que me habías dejado: era un conjunto color negro y borgoña. Consistía en la bombachita y el corpiño de encaje, como te vuelve loco, y un portaligas con las medias negras. Decidí que lo mejor, para estar accesible como lo pediste, era un vestido corto. Pero quise doblar la apuesta y pensé, ¿porque no mejor sin vestido? Y preparé sobre la cama un sobretodo largo de gabardina negra, que me llegaba hasta más o menos la mitad del muslo, con doble fila de botones y cinto que marcaba la cintura. Había pasado hora y media desde tu llamado, hora de continuar con la preparación.

Tercer paso: calentar al vecino. Abrí todas las ventanas que daban hacia su departamento y me dispuse a recorrer el departamento para llamar su atención. Primero lo hice disimuladamente, el también al principio espiaba con disimulo. Me agachaba a buscar cosas del piso, o me estiraba sobre la mesada de la cocina para alcanzar algo de la alacena. Abrí la cerveza, me serví un vaso y me senté en una silla justo frente al ventanal que nos dividía. Ni el vecino ni yo disimulábamos nada a esta altura. Tomé unos cuantos tragos y dejé caer, "accidentalmente", en mi entrepierna. Me limpie con la mano, mientras lo miro al vecino y me llevo los dedos mojados a la boca, regalándole la mejor cara de puta que podía poner. Me ve empezar a tocarme para él, primero jugando con mi clítoris sobre la ropa, después correr la bombachita que tengo puesta y empezar a jugar con mis dedos en la entrada de mi conchita. Muy suavemente empiezo a meter un dedo, y cuando éste ya no es suficiente meto dos. Mientrás, con la otra mano levanto mi remera y comienzo a tocarme las tetas, a jugar con mis pezones que ya están duritos. Me los pellizco y los traigo hacia mí para humedecerlos con mi lengua. Espío al vecino y se está haciendo una paja frente a su ventanal, sin disimular ni un poco. Sigo un poco más, hasta acabar. Quedo tendida sobre la silla, un par de minutos hasta recobrar el aliento. Miro la hora, llegarías en unos cuarenta minutos… Hora de terminar de prepararme.

Cuarto paso: maquillaje. Durante los siguientes treinta minutos aproximadamente me dediqué a maquillarme sin apuros, a probarme la ropa que habías elegido para mí, a ver qué tal me quedaba con el sobretodo y las medias negras. Me mire al espejo por última vez, conforme con lo que veía. "Te voy a volver loco con esto" pensaba.

En los últimos diez minutos antes que llegaras me invadieron mil preguntas… ¿A dónde me pensabas llevar? ¿Será un lugar abierto, cerrado? ¿Estoy llevando mi cartera? ¡Uy! La cartera, casi me olvido de cargar la billetera. ¿No será mucho ir sin ropa, solo con el sobretodo? ¿Vendrás con el auto, o pensás subirme a un taxi así?

Como siempre, llegás puntual. Me decís por el portero que estás abajo. Salgo del departamento con algo de pudor de que se note que no tengo ropa. Me cruzo con un par de vecinos en el ascensor, parecen no notarlo. Me tranquilizo un poco. 

Me encuentro con vos en el hall de entrada, me comés la boca con intensidad mientras me rodeas con tus brazos y me apretás hacia vos. Me soltás, me agarras tiernamente de la mano y nos vamos hacia la salida.

- No te imaginás la noche que tengo planeada para vos...

4 comentarios - Consignas para un sábado, la previa (I)

Mephisto19 +1
Me encantó cómo calentaste a tu vecino 🔥
SweetDragonfly_ +1
Habrá proximamente uno contando otra historia con el vecino 😉
mdqpablo +1
queremos.ser vecinossss ! por.que zona nos mudamos ? buen relato
SweetDragonfly_ +1
Lejos, lejos. Muy al norte.
Gracias, me alegra que les guste 😊
Pervberto +1
Una primera parte que promete.
horrotika +1
queremos pasar a buscarte, y no es fantasia!! es deseo por vos...
SweetDragonfly_ +1
Pasen, queda lejitos, pero me da tiempo a preparme para ustedes 😏🔥
horrotika +1
que ganas de saber esos preparativos...