Cómo empecé a coger con mi Sandrita

Ahorauna genial, en estos posts reviviendo mis aventuras. Les cuento cómo empecé conmi potra Sandrita, les recuerdo una rubia de 17 muy linda, delgadita, fina,hija de una amiga de Estela, por lo que ésta tiene onda con ella. Entonces, undomingo al mediodía la invitó a almorzar, y de paso también me invitó a mí a sucasa de Olivos. Fui bañado, de exquisito perfume, saco, camisa, pantalón yzapatos. Llegué tipo 12, me recibió Estela y con un beso y me acompañó alcomedor, donde estaba Sandrita, que cuando la vi me deslumbré, una rubia depelo largo, linda, vestida con saco, blusita, pollera, tacos y muy maquillada,de rico perfume fuerte.
 
Yo,ratonero y sacadito como siempre, no dejé de mironearla mientras me senté con Estela,su marido Ernesto y ella a comer. Buena picada primero con queso, fiambre yaceitunas, y luego una buena pasta, sorrentinos con salsa blanca, y un flan condulce de leche de postre, que disfruté un montón. Aparte de lo recién bañado,la comida me puso en clima, y encima Sandrita me charlaba dulce, mimosa, y suaroma a pintura de labios y perfume me volvía más que loco, tenía unas ganas decogerla ahí mismo en la mesa. Traté de contenerme y seguí el almuerzo, hastaque tras la sobremesa Estela y Ernesto se fueron a acostar la siesta y meofrecieron quedarme para luego merendar con ellos. Así que se fueron, y yoentonces me quedé con Sandrita.
 
Ybueno, solito con ella, ratoneado, erótico como soy, me fui excitando ymironeándola y acosándola más, mientras tomábamos café con crema ahí en elcomedor. Ella me lo preparó, me sirvió, muy dulce y mimosa me charló y fui cadavez más subiendo de pasión y ganas. Pero como no sabía cómo entrarle, me quedéun poco y la tarde iba pasando. Terminó el café y ella se fue a una piezaabajo, a dormir la siesta suya. Por curioso la seguí fingiendo que necesitabapreguntarle algo. Y ahí la vi, sacándose la ropa. Y encima, tras quedarse encorpiño y bombacha blanca, Sandrita sacó la crema de su cartera y se puso cremapara las manos y en el cuerpo, mientras yo la miraba ahí mismo, haciéndome elboludo pero con ganas de reventarla. Y apenas terminó, no pude más, exploté y ala concha de su puta madre todo.
 
Mequité mi ropa, me quedé en calzón delante de ella. Y cuando la fui a acosar,ella primero no quiso mucho, cuando le quise dar un beso en la boca me sacó lacara y quiso zafarse mientras yo trataba de sujetarla para desnudarla y darle.Aflojé, le hice mimos, ella también a mí, nos besamos. Y ahí sí, nada medetuvo. La agarré del corpiño justo cuando me besaba,se lo desprendí, le apretébien sus tetas, se me fue la pija de 25 cm y bien gruesota para adelante y me saquéel calzón. Sandrita se excitó, se olvidó de todo, se puso bien gaucha, yexcitada se sacó su bombacha, revoleándola por el suelo de la pieza.
 
Y ahíyo fui un trueno sobre ella. La sujeté, la tiré en la cama, me le subí y lapenetré con potencia y furia por la vagina, frotando y frotando hasta acabar.El olorcito a crema, maquillaje y la belleza de Sandri me daban ganas locas decoger. Y tras 10 de traca traca, aceleré y eyaculé monstruoso semen en suvagina. Se lo saqué, la di vuelta, Sandrita se puso en cuatro perfecta, abrió yle di por la cola con furia, volviendo a embadurnarla de abundante y espesosemen, eyaculando como loco mientras grité y jadeé y ella gemía y gritaba comoperra en celo sin parar. Sandrita me pidió más y le di más: vagina dos veces,cola, dos vías, le metí un calzador que había en la pieza, la hice masturbar yella acabó en mi boca, yo largué semen en la suya, me lamió el pene chorreantecon ganas, y para rematar, porque la cremita me estimulaba permanente, lacepillé por la vagina de nuevo y Sandrita acabó explotando en flujo total,mientras yo largué terrible semen, en un orgasmo interminable, caliente, loco,furioso. Manchamos todo, me limpié con su bombacha, se la pasé por la cara,ella me pasó la bombacha por mi boca y la lamí con gusto. Fue un domingocopadísimo con esta bellísima rubia. Picadita, pasta, una mujer, cremita y sexocon tremendo semen. Sandrita me las dio todas. Y yo a ella, ni hablar.
 

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