Despedida de Soltero.

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Despedida de Soltero.
Después de un largo noviazgo y varios años de convivencia, decidimos dar el próximo paso. Mis amigos empezaron a planear la despedida de soltero desde el momento en que se enteraron. Seria en el bar de uno de ellos, que cerraria sus puertas ese día. Espero que no te descontroles con tus amigos -me advirtió mi novia-. Para nada -le dije- quedate tranquila.
Esa noche estaba ansioso. Cenamos y bebimos hasta entrada la medianoche. ¡Es la hora! -dijo Pablo-. Me amarraron a una silla y apareció de repente una rubia exuberante con un sugerente traje de colegiala. Comenzó a bailar a mi alrededor, mientras mis amigos aplaudian. Se quitó la blusa y puso sus senos sobre mi rostro. Los besé y lamenté tener mis manos atadas. Luego giró y empezó a mover su cola frente a mi rostro. Mordí sus nalgas mientras ella bailaba. Se inclinó dejándome ver su pequeña tanga. Estaba enloqueciendo con esa hermosa mujer. Se quitó su falda y se sentó sobre mis piernas. Me dió un apasionado beso. Lamió mis orejas y mis labios. Jimena es mi nombre -me dijo al oido-. Chupé su cuello y sentí su dulce perfume. Se quitó el corpiño y sus senos hermosos quedaron a mi alcance. Lamí y chupé sus pezones. Eran suaves y dulces. Con sus senos recorrió todo mi rostro. Se apartó para quitarse su pequeña tanga. Los chicos alucinaban. Su vagina depilada era una belleza. Mis amigos me desataron y junto a esa belleza me retiré a una habitación contigua. Cerré la puerta y me abalancé sobre ella. Mordí sus pezones y acaricié sus enormes tetas. ¡Quiero comerme tu conchita! -le dije caliente-. ¡Obvio hermoso! -me respondió mientras se recostaba-. Sus piernas abiertas me daban la bienvenida. Me metí entre ellas y lamí ese coñito hermoso. Sentí una deliciosa sensación. Mi lengua recorrió su vagina caliente mientras saboreaba su delicioso flujo. Introduje un par de mis dedos dentro de su concha y ella gemia exitada. Me quité la remera y el pantalón. Mi pene estaba erecto y necesitando una buena mamada. Jimena chupó mi pene con delicadeza. Luego con pasión recorrió mi miembro con su dulce lengua. Estaba loco por ella. Mis huevos y mi glande se estremecian al sentir el calor de su boca. ¡Quiero cojer tus tetas! -le dije-. Metí mi pene humedecido entre sus pechos. Empecé a cojerlos y ella me insitaba a más. Me coloqué entre sus piernas y penetré con fuerza su vagina. Cojí a esa hermosa mujer con ganas. Ella gemia de placer y yo estaba enloquecido. ¿Querés mi culito? -preguntó-. La respuesta era obvia. Me pusó de rodillas sobre la cama y lamí su delicioso culo. Lo escupia e introducia mis dedos dentro. Estaba muy caliente y me pedia más. Apoyé el ano de Jimena con mi pene y la penetré despacio. El placer era más que satisfactorio. Follé su ano con amor. Se notaba que estaba bien entrenado. Llegaba al orgasmo y saqué mi pene de su culo. Ella giró y abrió su boca esperando mi descarga. Acabé sobre su rostro. Mi semen caliente se desparramó por su boca, sus labios y mejillas. Lamió mi pene con su lengua dejándolo impecable. Limpié su rostro con un pañuelo y la besé con dulzura. ¡Sos el mejor regalo que podia recibir! -le dije-. Sonrió y me deseo muchas felicidades. Nos vestimos y me despedí de ella. Tomé un par de tragos más con mis amigos, antes de irme a dormir.
La boda se desarrolló con total normalidad, era un dia grandioso. ¡Quiero presentarte a mi prima! -dijo mi esposa durante la fiesta-. Casi me desmayo al ver su rostro. Ella es Jimena -me dijo- vivia en el exterior, pero se va a mudar cerca de nuestra casa. Cruzamos miradas cómplices. Es un placer conocerte -me dijo sonriente-. El placer fue todo mío.

FIN.