Compartiendo el culo de mi esposa 5

ola! a todos los lectores de mis relatos, ustedes ya saben quién soy, el esposo cornudo de Jael. La puta que tiene lo que tantos machos desean…un exuberante culo para sacarse la leche a gusto; porque muchos tenemos la suerte de tener disponible un exquisito trasero carnoso y macizo de hembra, para el sexo anal, y sentir como lo llenamos de leche, si es la esposa de un amigo, mucho que mejor, pero en mi caso, es la mía quien cumple fantasías de otro hombre con mi permiso en nuestra propia casa.
 Nuestro hogar, es como un lugar de citas donde la única puta es mi mujer y el mejor cliente es el corneador. Es un corneador especial, elegido entre muchos, es varonil, atractivo, discreto y lo mejor de todo; su apantallante miembro, no la tiene más larga que yo, pero sí muy gruesa, con venas muy marcadas y con una cabeza tipo casco alemán que mi mujer adora mamando con dificultad. Siempre he dicho que mi platillo favorito es observar cómo le entra semejante verga por el estrecho culo de Jael; por tal motivo, este macho se merece tener el privilegio de montarla donde le plazca, se ha ganado el puesto de corneador de planta por estas razones que les comento.
 Mi esposa es afortunada de ser hermosa por el lado que la miren, no podrías negarte a ser infiel a tu pareja si tuvieras la oportunidad de conocerla, ella tiene el don de hacer perder la cabeza a cualquier hombre, su voluptuosa anatomía llama la atención donde quiera que vaya y con la ropa que use. Si han visto a Roose Divine, sabrán a que me refiero; varios de nuestros seguidores han tenido ese privilegio de conocerla en selfies que ella edita para complacer una solicitud especial. Son tantos hombres que nos piden conocerla, pero ella decide quien sí, y quien no, debo ser claro en este aspecto.
 Hoy he decidido escribir esta nueva historia a petición de ustedes y solicitud de ella y del amante, para los que leen por primera vez, el corneador es un amigo mío que hace más de un año que le pone duro a mi esposa, incluso ellos me han felicitado por mi forma de redactar sus encuentros, hasta les parece increíble que recuerde todo lo que ellos se dicen antes y a la hora de poseerse. En mi mente cornuda, es imposible borrar las obscenidades que se expresan, cada gesto, gemido y posición, se graban en mi mente de forma permanente. Estoy encantado de dar a conocer como se desarrollan todas las escenas de sexo entre los tres.
También quiero reafirmar mi papel de esposo consentidor o cornudo como quieran llamarme, cuando estamos con Fabián mi rol es observar, a veces puedo participar pero el macho alfa es él, me lo confirma con su forma de penetrarla, de usarla, de disfrutarla y muchas veces dispone del lugar donde se la quiere culiar, por eso se la sigue cogiendo cuando lo dispone en su tienda de ropa, un lugar donde los clientes pudieran sospechar algo, pero sabe cogerla con discreción para evitar problemas con nuestros clientes y familiares, porque ya lo han visto varias veces en nuestra casa, pero siempre le digo a mis suegros que somos socios en ciertos negocios lo cual es mentira. ( La única sociedad existente es com-partir el culo de mi mujer con él) 
Nos hemos arriesgado a realizar muchos actos inmorales y casi a punto de ser descubiertos, pero eso le pone mayor adrenalina al momento. Recuerden que tengo la dicha de ser su esposo y me la cojo como me plazca y en cualquier lugar de nuestra casa, pero he aceptado que un macho con la verga más gruesa y cabezona que la mía, se desleche en su boca, su concha o en su gran culo, Fabián está loco por su trasero y es donde más corridas deposita. También reconozco que es mucha hembra para mi solo, es una hembra que no puede ser desperdiciada viendo pasar la vida con ese cuerpo que la naturaleza le regaló, podría satisfacer a varios machos al mismo tiempo, tiene carne para todos y por eso la comparto, hoy con Fabián, mañana puede ser con otro, es 100% seguro que sea la reina hotwife que todos deseamos y yo, el rey cornudo.
Quiero recalcar que mi esposa es una puta refinada, educada, tiene personalidad envolvente, seductora, fina, una hembra con clase, siempre viste elegante en las fiestas llamando la atención de todo mundo, con los conocidos es muy respetuosa y moralista porque sus padres son religiosos. Solo cuando está caliente pierde todo principio y moral, su lenguaje cambia por uno más obsceno, a raíz de tener amante, se ha vuelto una hembra puta deseosa de sexo a cada momento; nuestra sexualidad se desarrolló placenteramente con Fabián el perfecto corneador de planta, el único que por ahora, que puede satisfacerla, dominarla, conquistarla, sodomizarla….hasta obtener de ella orgasmos intensos que casi la hace olvidar su origen de ser una dama con reputación social.
 El por su parte, está encantado, embrujado y dominado, porque usa su cuerpo de ella para excitarse, masturbarse y finalmente poseerla en busca de una eyaculación potente y salvaje que me muestra en repetidas ocasiones en complicidad mía, cuando se derrama entre sus nalgas. El me confesó que sus huevos producen más semen desde que es amante de mi mujer y por eso en ocasiones cuando está a punto de correrse en el culo de ella, la saca de golpe para mostrarme sus potentes chorros mientras Jael menea lentamente sus nalgas disfrutando el baño de semen. Eso es insoportable para mi y termino con una eyaculación tremenda sin tocarme.
Me pone demasiado que un macho vergón use el culo de mi mujer para sacarse la leche, me excita observar que la están usando como objeto sexual, digo que la usa, porque así es como ocurre todo; ese es nuestro placer, saber que usamos nuestros cuerpos para disfrutar del sexo prohibido que otros no pueden acceder. Muchos quieren al menos estar cerca de ella, incluso tener una prenda íntima donde haya dejado sus olores, lo cual es suerte de pocos. En cambio mi amigo, le brindé confianza para hacerse amante permanente de ella, por su forma de poseerla como ya dije anteriormente, por el grosor de su verga, de su aguante y por su gran discreción que ha demostrado a pesar de que somos de la misma ciudad de Ocotlán de Morelos.
Hoy se la coge sin condón, mi esposa lo aceptó así, porque es un macho higiénico que ella le exige examinarse si quiere seguir disfrutando de sus curvas. Cuando el corneador ya no usa protección es porque los cuernos ya han crecido mucho y los míos crecieron desde el primer día que yo se la ofrecí para que la ensartara en casa.
Hasta ahora, la mejor satisfacción la hemos encontrado viviendo de esta manera, esta forma de tener sexo prohibido, nos ha llevado a cometer todo tipo de deseos y actos inmorales que no se permite en una sociedad normal. La inmoralidad sexual que compartimos, es el ingrediente que necesitamos para disfrutar del sexo más allá de los tabúes existentes.
Les recuerdo que Jael, es educada, seria, incluso tímida, pero cuando se trata de encontrarse con Fabián se olvida de sus principios. Planear salidas acompañados de él, nos hace imaginar todo lo que vendrá: inmoralidad, lujuria, morbo, sexo salvaje…como ejemplo les relato lo siguiente:
 Una mañana que salimos de compras a Oaxaca, yo siempre la tomo de la mano al caminar por las calles e ignoramos a los demás que se detienen a observarla para ver su llamativa anatomía. Fabián actúa como un simple amigo caminando al lado de ella con sus gafas oscuras y es quien nos dice cuántos machos se han detenido a ver semejante hembra que acompañamos. Eso me calienta y le digo cosas a ella como: ¡Todos desean tu culo, mira nomas como te observa ese joven! Ella entre risas picaronas me contesta: –¡Pues solo le queda masturbarse! –¡pobrecillos los hago sufrir!—Me dice sin pena, porque sabe que puede controlar a los hombres con su presencia. Mientras esto sucede, Fabián, vestido elegantemente de saco y corbata, trata de ocultar el bulto que se le va formando en su pantalón de tela y también le dice piropos obscenos como: ¡Eres una calienta vergas!–¡Llegando te voy a chiquitear ese culo mami! Mi esposa tiene que aguantarse las ganas de tocarle la verga en plena calle. Solo le dice: ¡Grosero, que pervertido eres!–¡Respétame que mi esposo viene conmigo! Jajajaja! Es un juego sexual que calienta la sangre de los tres.
La gente ignora que soy un marido consentidor y el que va al lado de nosotros es quien puede satisfacerse con el culote de ella. Ese día después de hacer unas compras por el centro de Oaxaca, ella me pidió ir a una tienda de lencería para saludar a una amiga y de paso comprarse ropita. Al llegar a esa tienda, ellas se saludaron y se dijeron cosas en secreto, tal vez le dijo que veníamos acompañados del semental que la vuelve puta, porque sé que sus amigas también le ponen el cuerno a escondidas a sus parejas. Yo me quedé con Fabián a buena distancia de ellas, observamos que eligió una media docena de modelitos de tangas muy excitantes y enseguida dije: –¡Estoy seguro que esta noche estrena todas, tendremos un show privado!–¡Con esos modelitos se te va aparar la verga para siempre!–¡Va a darte gusto pinche suertudo vergón!
Entonces él me contestó agarrándose el paquete un momento: ¡No te miento, pero tengo la verga dura desde hace rato, con solo ver como menea ese culote frente a mí!–¡Tengo mucha leche para ella!–¿Quieres comprobar que no te miento?– Dijo sobándose la verga, y como no había gente y nos cubrían maniquíes, se sacó la verga un instante,–¡Mira como la tengo!—Su verga estaba durísima y la cabeza lucía terriblemente hinchada. Le dije: ¡Pinche cabrón, te la vas a culiar otra vez con esa vergota! Fueron segundos que se la sacó, él sabe que eso me calienta, no soy gay, lo hace para tomar su papel de macho dominante y casi diciéndome: ¡Con esto controlo la calentura de tu puta mujer! Es un juego erótico y morboso que ocurre entre corneador y cornudo, para marcar su territorio de macho dominante y el mío como macho consentidor, lo prohibido de esta situación me hace desear demasiado que pronto llegue el momento para que posea a mi mujer con tremenda herramienta, fantasía de todo hombre que desea entrar al mundo del cornudismo, pero lo mío ya es una realidad.
—Esta situación hizo reaccionar a mi verga al instante, poniéndose dura y a lubricar.–¡Con esta verga hice puta a tu mujer! Jajaja! ¡La tengo más gruesa y cabezona que tú y eso a ella le fascina!–¡Hoy volverá a ser mi puta, tendrás que aguantarte hasta la noche, recuerda que soy el primero en cogerla.—Yo excitado le conteste: ¡Me gusta que te la cojas en casa, en hoteles es muy riesgoso, no quiero exponerla, dije para calmarlo un rato. Fue cuando contestó: ¡Yo me la cojo donde quiera, hoy su cuerpo me pertenece!–¡Tengo para darle toda la tarde! Jajaja!—La gente ni se imaginaba que estaba con el macho de mi preciosa hembra!—
Pinche Fabián, Algunos solo se conformarían con tocarla y verla desnuda y tú tienes la fortuna de cogerla en casa! ¡Con esa verga, te has ganado el culo de ella! Conteste, agarrándome la verga a punto de explotar
De pronto me dijo, ya muy excitado: Quiero que hagamos algo perverso, para que tengas historias de cómo se cogen a tu esposa…me dijo con una sonrisa lujuriosa. ¿Qué quieres hacer? –Llevemos a tu puta a otro lugar que no sea un hotel, necesito descargar los huevos en ella, necesito me mame la verga al menos. Me quedé sorprendido y pregunte: ¿En el auto? ¡No!, yo sé donde. – En eso llegó Jael y nos dijo: –¿De qué platican amores?–vámonos por una nieve mi amor! –Yo conteste: Fabián te dará un rico helado, ven vamos! Ella nos dijo: ¿Qué cosas han tramado par de perversos?
 –Excitado le dije: ¡Amor, Fabián necesita algo urgente, vamos para que lo complazcas…–De seguro ya quiere algo, desde hace rato le ví con la verga dura como siempre! Jajaja!–Nos encaminamos hacia unas calles poco transitadas sin que los transeúntes dejaran de ver el monumento de hembra que acompañábamos, incluso varios taxistas le lanzaron piropos estando los dos machos cerca de ella. Una hembra del calibre de Jael, pocas veces se ve en una calle de la ciudad, la mayoría va en sus autos y la mía estaba dando un espectáculo visual a los machos que tuvieron suerte de cruzar nuestro camino. La tomé de las potentes caderas y mientras caminábamos me dijo: ¡Me estoy excitando con las miradas lujuriosas de esos hombres!–¡Si mi amor, caminas muy delicioso, es imposible no voltear a verte y eso me hace sentir orgulloso!—Fabián solo caminaba y a propósito se quedaba un poco atrás para ver el movimiento sensual de su culote.–¡Mamacita, tienes unas nalgas divinas!–¡No me canso de vértelo, te lo quiero comer!—Decía Fabián en voz baja.
–¿Dónde vamos? díganme por favor! –¡Vas a mamar mi amor!—Dije muy excitado. ¡Mmmmm! Un hotel es muy riesgoso amor, puede haber alguien que nos conozca, uno se lleva sorpresas. Contestó ella, mientras se mordía el labio inferior.
 Fabián se dirigió a una iglesia de tantas que hay en la ciudad, estaba abierta, por fortuna no era de las más visitadas por el público y dijo: ¡Ven Jael vamos a rezar un momento! Jajaja! Solo habían unas personas afuera descansando en las banquetas que nos observaron, pensarían que éramos turistas o algo así. Nos metimos un poco nerviosos. ¡Ven puta, vas a mamar en este lugar! Dijo Fabián. Ella escuchó la orden y dijo con sorpresa: ¿Aquí…? ¿Cómo se te ocurre? –Pero lo siguió hasta el fondo, sus tacones hacían un sonido excitante al caminar dentro de aquel lugar, sus nalgas se movían de forma sensual, su voluptuosa anatomía invitaba al pecado de cualquier mortal.
Era un lugar no adecuado para que Jael cumpliera los caprichos del amante, era muy arriesgado e inmoral hacerlo allí; pensé que se negaría y saldría de inmediato, ella lo sabía, pudo detenerse y decir vamos a otro lugar, pero imaginé que ella estaba excitada y no tenía control de su voluntad, lo educada y moralista se esfumaba por esos momentos. Comprendí que él, podía hacer que ella cometiera locuras como la que iba ocurrir, la verga de él tenía un poder sobre ella, una verga que mi mujer no se cansaba de admirar y desear y sentirla en su intimidad. Estuve a punto de suspender el acto, por poner en riesgo a mi esposa, pero también la lujuria y el pecado me dominó, quería ser partícipe de ese exquisito placer prohibido e inmoral que emergía nuevamente del infierno.
Mi hermosa esposa estaba a punto de mamarle la verga a Fabián y lo siguió hasta quedar ocultos de miradas. ¿Cómo una hembra como Jael, educada y con principios morales se disponía a mamarle al amante en ese recinto religioso solitario? Comprendí que excitada, era una puta en potencia, capaz de todo cuando ya está caliente y le espera un macho vergón para sacarle la leche con sus labios y boquita de puta mamadora.
No era la primera vez que hacíamos esto, en ocasiones, ella tomaba la iniciativa de hacerlo y ahora era Fabián; masturbar la gruesa verga del amante en el auto, o en un lugar con poco público era ya un hábito sexual delicioso que desencadenaba una terrible excitación de los tres. Lo hacíamos porque, como cornudo, lo disfrutas, saber que tu mujer le vacía los huevos a otro macho en un lugar donde tú no lo harías o pueden ser descubiertos, nos llena de adrenalina. Lo ocurrido en la fiesta del restaurant Santa Marta,(Oaxaca) fue el inicio de actos similares en distintos lugares que si les platicara, tendría que escribir cientos de relatos.
  Yo sabía que mi amigo deseaba intensamente el culo de ella, pero se conformaría con una rápida mamada en ese lugar prohibido. Jael, ya intuía lo que se avecinaba, antes de alejarse, relamiéndose como gata me dijo: ¡cuida bien por favor, te lo suplico será rápido, lo ha de traer en la punta!
Meternos en ese lugar para que mi esposa le mamara la gruesa verga, era algo que nunca habíamos hecho. Los vi girar a la derecha, se metieron a una de las capillas laterales que había en se lugar, yo me quedé vigilante de que el acto se llevara sin interrupciones como mi esposa deseaba. Me acerqué un poco más a ellos, no había nadie absolutamente para nuestra suerte!—Yo temblaba de nerviosismo y de excitación. Al momento de sentarse, vi que Fabián rápidamente se sacó la vergota hinchadísima, inclinándose un poco hacia atrás en el sillón de madera y estiró las piernas. Ella un poco nerviosa, se sentó a su lado y se besaron de forma lujuriosa, mientras veía que el brazo de Jael hacía movimientos rápidos, le machacaba la terrible verga con prisa, él le dijo algo al oído y ella volteaba a verme de forma constante.
En ese punto, ya no había regreso, el lugar no importaba y Fabián estaba decidido a descargar sus huevos, ella tenía hambre de verga y sed de beber el caliente semen de su picador. La puta de mi mujer bajaba de vez en cuando a mamar y volvía su mirada hacia mí que estaba ubicado a 15 m de ellos sobando mi verga y haciendo señas para que siguieran, no había ningún riesgo.
Tenían cinco minutos y no entraba nadie, yo siempre disimulaba ver las imágenes religiosas, mientras fingía hablar por teléfono vigilando la entrada principal, solo veía pasar autos y personas en la calle. Cuando giré para verlos, solo vi la cabeza de Fabián un poco hacia atrás y gemía de gusto. En ese momento Jael ya le propinaba una suculenta mamada mientras tocaba con frenesí el culote de ella, tratando de meter su mano para tocar la piel de sus nalgas. Como no entraba nadie, la calentura me invadió y me hizo perder la cabeza, me valió dejar mi lugar y fui a ver más de cerca, siempre me gusta verla mamar semejante verga cabezona, mi corazón latía de prisa. Pude comprobar el hambre de ella por comer aquella verga que volvería loca a la mujer más decente, le daba chupetones a la cabeza y se detenía apretando desde la base hasta la punta para que brotaran gruesas gotas de líquido lubricante que ella comía con gusto olvidándose del lugar.
Podía escuchar el ruido de como se la estaba comiendo y su forma de chaquetearle por momentos. Fabián la tomaba de la nuca y hacía movimientos de cadera buscando hundir toda su verga en la garganta de ella, pero era imposible por su grosor e inmediatamente ella buscaba respirar para no ahogarse. Paraba de mamar y me dirigía su mirada en silencio, reafirmando su placer por complacer las peticiones del corneador. Entonces, ella de plano terminó hincándose entre sus piernas para mamar con mayor comodidad aquella barra de carne palpitante que no daba muestras de perder potencia.
 Escuche decirle: ¡Ya dame tu leche papi, dámela ya!– Y siguió mamando aquella vergota caliente que ya le escurría saliva por los huevos. Ella al darse cuenta que me senté al lado de Fabián dijo: ¡Si descubren lo puta que soy es tu culpa!–¡Dale puta, sácame la leche, que tu marido mire cómo te la tragas! –La mamada era muy intensa, ella succionaba la cabezota con fuerza y nada que se derramara. Entonces tuve que intervenir y le dije a Fabián que se apresurara porque podíamos ser sorprendidos y se armaría un escándalo.
¡Puta rica!–¡voy a darte mi leche como dice tu marido! En ese momento Jael atrapó con sus labios la punta de la ensalivada cabezota mientras él se chaqueteaba el tronco velozmente. Un bramido apagado indicaba un torrente de semen que golpeó el interior de la boca de mi esposa, aquella verga se tensó al máximo mientras ella recibía toda la leche de él… ¡Una corrida bestial, Jael despegó sus labios un momento de su verga para tragar el semen recibido y al hacerlo la leche salpicó por todos lados!—Mi mujer quería más y volvió a recibir en su boca los últimos chorros para después levantarse rápidamente nerviosa! –¡Eres un maldito, me haces pecar, no puedo creer lo que hicimos!—Quería irse inmediatamente, pero la hice sentar y la tranquilice diciéndole que nadie había entrado, Me dirigí a Fabián para decirle–!No friegues cabrón, ahora si nos vamos directo al infierno! El sonrió sin ninguna preocupación, esperó que su verga terminara de escurrir semen y se la guardó con toda la calma del mundo frente a nosotros.
–¡Bárbaro hoy me convertí en la reina de las putas!—Si mi madre supiera lo que hice aquí, me mata! –¡ Vamos a casa que aún falta más!…!Quiero que me haga puta, necesito su verga enterrada en mi concha!—En ese momento, tuve que contener la eyaculación que se avecinaba, me aguanté porque sabía que venía lo mejor al llegar a casa. Mi pantalón tenía una mancha del lubricante que emanaba de mi verga a cada momento y lo oculte con mi chamarra de piel.
 Nos levantamos y el no dudó en tocarle las nalgas y las tetas rumbo a la puerta principal, incluso la beso largo rato mientras yo caminaba delante de ellos. En eso entró al lugar una familia que llevaba unas veladoras y los vimos entrar en la capilla lateral donde momentos antes el pecado nos invadió. Jael ya más tranquila dijo sonriente: ¡Ojala y no vean la leche que dejaste en el piso! –Antes de salir del recinto religioso la volvió a besar y manosear intensamente, oculto por la gran puerta de madera del edificio, yo esperé en la puerta exitado por todo lo ocurrido, salieron y me la entregó en mis manos para caminar abrazados.
No teníamos perdón de nada, era el colmo de la putería de Jael y el colmo del cornudismo que invade mi existencia! Tal vez reciba críticas sobre esto, pero cuando lo experimenten sabrán de lo que les platico.
De regreso al estacionamiento Jael fue objeto nuevamente de miradas lujuriosas de los hombres, incluso el dueño de una juguería donde ella solicitó comprarse una bebida de las que toma, nopales licuados, etc. Ni nos cobró, porque ella se puso a platicar en el señor y él, le explicaba cómo hacer sus bebidas. El tipo se impresionó con ella y con solo escuchar su voz fue dominado y más aún, cuando mi mujer se dejó ver el par de nalgas cubiertas por la delgada mezclilla tipo sleggins. El pobre vendedor por más que quiso disimular, observó por buen rato a Jael, quedando absorto con semejante hembra comprándole jugos. Nosotros disimuladamente observamos todo con nuestros lentes oscuros y agradecimos su amabilidad al dueño de los jugos.
Me urgía llegar a casa y le dije a mi esposa: ¡Puta! De seguro seguirás mamando verga en todo el camino, verdad? –jajajaja! Amor, tu sabes que eso haré, si se la mamé en la iglesia, en el auto… que me la ensarte! Jajajaja! –Su excitación la hacía decir cosas obscenas.
Al llegar al estacionamiento, Fabián la tomó por detrás un momento y abrazó su cintura para besarle el cuello y decirle una serie de obscenidades que excitan a mi mujer y por supuesto que a mí. Se besaron de forma apasionada, una mujer que también sacaba su auto los observó, pero nunca imagino que yo era el marido de ella y el nuestro corneador.
Sacamos el auto del estacionamiento y ella se fue atrás con él, quería mamar más verga, sé que le fascina la gruesa herramienta de mi amigo. En el transcurso de las calles de la ciudad, él le fue mamando las tetas y acariciando todo el cuerpo de ella. Sabía de su aguante y no iba a derramarse hasta poseer el culo de ella en casa, le mostraba su verga y obligaba a mamarle en cada semáforo para mantenerla excitada, por suerte nuestro auto tiene cristales oscuros para no exponer demasiado a mi mujer.
Ella por su parte le chaqueteaba en todo el trayecto.—Se me acercaba para decirme: ¡Mira que vergota tiene para mí, amor! –! Llegando a casa me va a coger, me hará su puta!–¡Quiere mi culo, esta loquito por mi culo, su verga me vuelve loca, lo sabes amor, por eso lo traemos con nosotros! – Manejaba con la verga durísima escuchando lo que mi esposa me decía para calentarme más.–¡Querías ser cornudo, ahora te aguantas mi vida! Escuchar todas esas expresiones me hizo perder el control de mi eyaculación.
Mi verga estalló entre mi bóxer y tuve que detenerme para controlar mi respiración y que mi corazón volviera a su ritmo normal pero era imposible. Pronto sería testigo de la posesión sexual de mi esposa. ¡Ohhh, amor has manchado tu pantalón! ¡ufff! No te preocupes por mí, atiende a Fabián, quiero que te lo cojas llegando!
En el mismo auto, Fabián solicitó a Jael mamarle el ojete del culo para prepararlo, ella de forma sumisa obedeció su petición, ella no se negaba a nada. ¡Eres una diosa, tu culo es único mi amor!—Escuché decir. –¡Que culo tiene esta puta, gracias por compartirla amigo! Ella le mostró la tanga color beige que llevaba puesta, pero no se lo quitó porque así lo solicitó él. ¡Así quédate mi amor, te ves riquísima! –Solo voltéate, voy a mamarte la concha y el culo!
Ella se puso en cuatro en el asiento, su tanga la hizo a un lado y él le comenzó a mamar primero la panocha, luego el esfínter, quería ver todo, pero imposible porque iba manejando. Solo escuchaba la forma de succionar esa parte delicada de ella, sus gemidos de perra, eran tan claros que aún no los olvido. Rogaba que mis suegros no fueran de visita a casa como acostumbran los fines de semana. Deseaba tener todo el tiempo para que ellos cogieran a gusto, quería ,masturbarme más de una vez observando como su gruesa verga dominaba su ano, deseaba ver como ella se movía arriba de él de forma erótica y sensual buscando su orgasmo. Pero mi platillo especial es ver el ritual de la posesión anal, al principio es laborioso penetrarla, pero una vez que la cabeza hace su trabajo con lubricante, toda le verga entra sin dificultad a pesar de su grosor.
Vamos llegando dije muy excitado. Mi esposa se subió los jeans con dificultad y él le dio palmadas en las nalgas…!Perra, voy a chiquitearte, necesito tu culo!—¡pero primero me das por la concha amor, quiero sentirte toda adentro!
Fabián tenía dominada a mi esposa, sabía que la iba a culiar duro, su culo era su obsesión nos lo había confesado. Llegue frente a casa y activé el portón de forma automática, entramos y cerré de inmediato. Mi verga babeaba de excitación, Fabián abrió la puerta para que ella bajara y en cuanto lo hizo la besó enroscando su lengua con la de ella, buscó su culo y lo acarició, tocaba sus piernas de forma obscena. Yo busqué la llave para entrar a casa. De pronto escuche a Fabián decir: –¡Me la voy a coger aquí en tu garaje! –Jael, abriendo su bragueta para sacarle la verga dijo: –¡Vamos adentro mi rey, aquí pueden sorprendernos los vecinos…!Eres una puta y eso no debe importarte! Con maestría le bajó los jeans hasta la rodilla y la empujo al cofre del auto, la tanga color beige se perdía entre sus nalgas y solo un triángulo asomaba por arriba. ¡Uuufff! ¡Que culo de hembra!
–¡Coger una puta como ella no importa el lugar!–¡El culo ya lo traes dilatado, voy a darle de comer! Sabía que Fabián estaba muy caliente y se la iba culiar allí mismo sin entrar a casa. –Se sacó la verga y la tenía muy inflamada, su verga era imponente y desafiante, cualquier mujer no se negaría a ser penetrada por él.
Jael, excitada le tomó la verga y agarrándola de la base me dijo:–¡Papi, mira lo que se va a comer mi concha y mi culo!–¡La quiero sentir aquí mismo, soy su puta y lo voy a complacer!—Mientras me sacaba la verga para ser partícipe del espectáculo sexual entre mi mujer y su amante.–¡Si te la vas a culiar aquí, adelante!–¡Hazla tu puta, mi esposa te pertenece pinche vergón!
La tomó por detrás e inclinándola al cofre del auto, me acerqué para ver como aquella cabezona verga buscaba entrar en la concha de mi mujer. Hizo a un lado su delicada tanga. ¿No te la has cogido aquí verdad? –¡Nadie sabrá que me la cojo aquí, al menos que tú lo cuentes cornudo! ¡jajaja! –¡Con esa verga tienes derecho de montarla donde sea, hazla tu puta cabrón! Dije muy excitado, observando como su vergota buscaba entrar en la concha de ella.–¡Ya, que esperas mi rey, dame esa cosota que tienes!–¡Que mi marido vea como me revientas la concha, ummmm!
Fabián, empujó semejante verga y entro lentamente en la lubricada vagina de ella. ¡AAAGGGHH! –¡Por dios, es muy inmensa amor!! ¡Aaagghh! –¡Soy su puta, ahora me coge en la entrada de nuestra casa! –Aaagghh! –¡Que delicia, como me llena!!!–¡Perra te voy a chiquitear aquí mismo, me vale que nos escuchen!–¡Eres capaz, maldito pervertido!–¡Vamos, dame duro, reviéntame, que mi marido sepa lo puta que soy contigo!
Me dio unas inmensas ganas de chaquetearme y derramar mi leche pero me contuve, mi platillo favorito aún faltaba. Jael bramaba en cada empujón, incluso el auto se meneaba, lo caliente del cofre hizo que se cambiaran del lugar y la condujo a la pared.–¡Una puta como tu necesita una buena montada, vamos abre esas piernas! Ella se sostuvo de la pared sin quitarse los jeans, Fabián estaba enloquecido poseyéndola por la concha. La tomaba de las caderas y le daba potentes empujones, luego la tomó de frente y la ensartó en esa posición mamando sus tetas. ¡AAGGHH! ¡Mi amor, vas hacer que me derrame afuera de la casa! Saqué el lubricante anal del auto, sabía que la iba a chiquitear, yo lo deseaba intensamente.
Tomó una silla de metal para sentarse y le pidió que ella se diera sentones dándole la espalda. Ella se tuvo que quitar los jeans y me aventó su tanga. Enseguida se dirigió a él, ya esperaba con la verga muy dura, su enorme glande estaba brilloso. ¡Vamos puta comete toda la verga, complace a tu marido! Me acerqué para recibir una mamada, ella solo me dio unas chupadas y dijo: ¡Me voy a correr mi vida!…!Me la clava divino y es enormeee! Su orgasmo se avecinaba y él con una mano le cerró la boca para apagar sus gemidos…!AAHHHGG! ¡AAGGHHHFFFF! AGGHHFFFFF!. Su cuerpo se convulsionó encima de él, usando todas sus fuerzas, Fabián no se detuvo, con movimientos de caderas le enterraba toda la verga de forma continua. Entonces me acerqué para besarla, la sostuve, porque estaba hecha una marioneta…!Mi vida me he corrido como una perra!—Dijo con los ojos semicerrados. ¿Te has masturbado viéndonos?–¡No, aún falta lo mejor, va a encularte, es lo que sigue!
De pronto sonó el teléfono de Jael…Lo saqué de su bolso para revisar la llamada y dije: ¡Es tu mama! –¡Menos mal que no ha tocado la puerta! Dijo con una risa picarona mientras se reponía de su orgasmo. Fabián, agitado, se masturbaba en silencio, y con señas me solicitó el tubo de crema. Rápidamente se lo pasé, y en voz baja dije: ¡Rómpele el culo con esa vergota!
Por su parte alcanzamos escucha a Jael hablar con su madre: ¡ Salimos a Oaxaca mami, acabamos de llegar!–¡Él está con un amigo hablando de negocios con su amigo mami! –¡Esta bien, aquí les esperamos! Fue lo que ella dijo y colgó.
Fabián con la verga bien durísima se acercó a ella por detrás.–¡Este culo necesita un tratamiento especial, se lo prometí a tu esposo!–¡ Ummm! Pero tendrá que ser un poco rápido… mi madre no tarda en llegar!–¡Vamos adentro! Dijo con voz de gata. El voluptuoso cuerpo de ella estaba en manos de nuestro corneador y no iba perderse el placer de penetrarlo para llenarlo de leche. Mi eyaculación estaba por reventar en cualquier momento. El, en todo momento no perdió tiempo para manosearla a gusto, un cuerpo como de Jael, no solo es para admirarlo, sino manosearlo hasta el cansancio… sacarse la leche con su culo, ese era un gusto personal de Fabián y yo un cornudo voyeur cómplice de ese acto sexual a la que sometía a mi mujer en mi propia casa.
Ella se detuvo en la sala y se recargó en un sillón individual. Ella prefiere ser enculada de esta manera, es su pose favorita, lo descubrí en cada encuentro con mi amigo. Se inclinó un poco para que nos deleitáramos con su terrible culo, meneándolo de un lado a otro de forma sensual separando sus piernas de diosa pagana, su concha tenía vellos, no se había depilado aún, lo que le daba una visión muy erótica. Su concha estaba hinchada, jugosa y rosada, pero a su macho le interesaba penetrar su culo; ilusión de muchos hombres que conocemos, pero Fabián cumplía su fantasía de culiar a voluptuosa hembra a su antojo.
¡Solo tienes menos de media hora para cogerme el culo, mi madre viene en camino, date prisa!–¡No friegues que pinche culote tiene esta puta, me la voy a culiar con tu permiso!— El, Casi babeaba por la excitación, su mirada estaba fija en las nalgas de ella mientras se masturbaba de prisa. Un par de nalgas exquisitas, sin grasa, sin celulitis, era digna para un manjar solo de dioses, reconocía que era mucho culo para mí solo, por eso lo compartía con un vergón como él. Se inclinó atrás de sus nalgas y abrió con una mano para observar el esfínter de ella…!Mmmmm! ¡Que cerradito lo tiene, ahorita vas a ver cómo te la dejo cornudo!—Con dos dedos le lubricó el ano y le dilató el esfínter…!Aggghhh! Gimió ella cerrando sus ojos y abriendo la boca. Después introdujo el dedo medio en su cavidad anal para hurgarlo mientras con la otra mano se masturbaba lento, ella no paraba de gemir y solicitar que ya la penetrara porque mis suegros venían para la casa a visitarnos.–¡Ya cabrón, ya dale, que el tiempo es corto! –Le dije.
El sacó el dedo del ano de Jael y se lo dio a probar. –¡Zorra, prueba el sabor de tu culo!–¡Su sabor me enloquece puta! –Ella mamó con desesperación su dedo, como si fuera una verga. ¡Eres una puta mamadora, me gusta demasiado lo que te van hacer!–¡Eres un cornudo mi vida, me van a culiar otra vez en casa, disfrútalo!
Entonces Fabián se paró rápidamente y con la verga punteando sus nalgas me dijo: ¡Ven, acércate quiero que observes lo que tanto te gusta!–¡Voy a cogerle el culo a tu mujer!–¡Si, hazlo pinche vergudo, dale duro a esta zorra!–¡Te la mamó en la iglesia porque es una puta!–¡Dale sin compasión, rómpele el culo por puta!–¡Dale esa vergota! –Mientras mi esposa se concentraba para recibir la inmensa verga de Fabián, ella estaba dispuesta a ordeñarlo antes que sus padres llegaran.
¡Me haces desesperar, házmelo ya! Dijo como una perra en celo—Como siempre, con una mano tomó una de sus nalgas para dejar libre su esfínter, Fabián enloquecido, apuntó la cabeza a la entrada anal, la enorme cabeza buscó hacer camino, yo me acerqué más para ver el enculamiento de Jael. Su verga resbalaba hacia abajo y ella esperaba impaciente la estocada. Agarrándose la vergota sostuvo el terrible glande en la entrada, empujó lentamente, y de pronto el ano de mi esposa comenzó a ceder. No era la primera vez que se lo hacía, pero casi tenia veinte días que no la había cogido por ahí, ella gimiendo de placer lo incitó a que siguiera–¡Hazlo, no te detengas!–¡Quiero toda tu leche mi amor!
La verga me estalló cuando vi desaparecer solo la cabeza de su gruesa verga. ¡Ooohh! ¡OOhh! Uffff! Mi leche lo salpiqué en las piernas de Jael, ¡Cornudo, mira cómo le va entrando toda la verga! Mi semen salía por torrentes mientras vi desaparecer la verga de su amante en el delicado esfínter de mi mujer. ¡Aaagghh!–¡Aaaagghh! Mi amor me rompió el culo! Mi verga seguía dura a pesar de la brutal corrida. –¡Zorra, le están dando de comer a tu culo hambriento!–¡Si mi amor, su verga me vuelve más puta cada dia!–¡Soy suya, mi culo le pertenece siempre!–¡Aaauugghh!
Mientras recibia semejante verga por el culo, ella no dejaba de gemir con la boca abierta y los ojos por ratos los ponía en blanco, sinónimo de la brutal sodomización que Fabián le propinaba resoplando como un toro. ¡Plaf, plaf, plaf! Se escuchaba en toda la sala–¡Me la vas a dejar inservible! Dije en voz alta. ¡Un culo como el de tu mujer meceré esto y más…la puta termina pidiendo más! Tuve que encender el equipo de sonido para que los vecinos no escucharan los alaridos de placer de Jael. Ella estaba a punto de caerse al suelo por la forma de poseerla analmente, pero me sorprendía que ella lo incitaba a que le diera más duro.
De pronto el detuvo la terrible cogida y aprovechó para mostrarme como le estaba quedando el ano a la zorra de mi mujer. Sacó con lentitud su grueso garrote y el ano de ella formaba una “O” que poco a poco recuperaba su forma natural, pero antes de que se cerrara por completo, veía comó se la volvía a enterrar hasta la base. ¡La has roto completamente, pinche vergudo! Mientras me chaqueteaba violentamente al lado de ellos.
Mi mujer resoplaba, tenía la cara roja y el cabello revuelto. ¿Cómo pude permitir que mi esposa llegará hasta ese grado? ¿Una hembra hermosa como ella merecía vivir de esta forma tan inmoral? No había lugar para arrepentimientos. Mi esposa era puta de mi amigo y lo será por largo tiempo.
Fabián todo sudoroso la condujo al sillón grande y la empujó para ponerla en cuatro. Le mamó el culo y enseguida le ordenó que ella se sentara en su verga que palpitaba furiosamente, sin dar muestras de cansancio. Ella se sentó dándole la espalda, no sin antes menear el culote en su cara. La tomó de las caderas y la jaló hacia abajo para enterrar su gran mástil en el ano de ella. De esta forma se la estuvo culiando como 10 minutos, ella rebotaba encima de él jalando aire con la boca abierta, mientras el corneador usaba su culo en busca de una potente eyaculación. ¡Plaf, Plaf, Plaf! Era el sonido que escuchaba cuando era turno de ella para darse sentones en su verga recargada en el pecho del Fabián.
El teléfono sonó y era mi suegra. Estoy marcando a JAEL y no contesta! –Ya vamos para allá, llevamos pizza para cenar preparen una bebida. Dijo mi suegra.
Fabián aprovechó para poner bocabajo a Jael en la alfombra, mientras colgaba el teléfono pude ver la facilidad con que la ensartó, su ano estaba domado. Ella resoplaba y pataleaba de placer, en ese momento ella no soportó más y explotó en un orgasmo con los ojos en blanco y casi aullaba de placer ¡Aauuugghh! ¡Si!, ¡S!i, Así mi rey ¡auuuughh!
El masacraba su culo con arremetidas rápidas, veía entrar y salir aquella poderosa barra de carne de su cavidad anal, estaba dominada, enculada, conquistada, emputecida por su macho corneador. Me acerqué masturbándome para decirle que su madre venia en camino… ¡Ufff! Amigo que culo tiene tu mujer, me sacara toda la leche!–¡Llénale el culo, se lo merece! Dije botando mi leche en el cabello de ella, de pronto, él, se puso tenso y paró de moverse frenéticamente, un bramido largo salió de su garganta, ¡AAAgghhh!–¡Ooouuuhhhggg! Divino trasero de esta zorra que tienes por esposa! Allí se quedó ensartado depositando todo se semen en los intestinos de mi esposa.
Jael, bocabajo y con las piernas abiertas, me solicitó ayuda para levantarse, Fabián se levantó con la verga escurriendo semen, revisé el culo de mi esposa y estaba rebosante de leche, recogí lo que escurría entre sus piernas y se lo di a probar, la muy puta se los comía de forma obediente. Fue cuando le dije: ¡Tu madre viene en camino, metete a bañar! –Cansada y sonriente me dijo: ¿Viste cómo se cogen a tu mujer?–¿Viste cómo me dieron de comer verga en casa?—Si mi vida, me encantó verte gozar como una hembra caliente, Fabián sabe lo que quieres…su verga te ha dominado como siempre!
Ella se besó un momento con él, agradeciendo todo el placer experimentado. Se fue a bañar y me puse limpiar el semen regado en la alfombra y apliqué un poco de aromatizante para eliminar el olor a sexo y a culo que había en la sala. Fabián contento me daba las gracias por compartir a mi esposa con él, se iba marchar pero le dije que se quedara, que mis suegros traían pizza para cenar. De pronto sonó el timbre y fui para abrir, eran mis suegros. Venían a pasar la tarde con nosotros. Al llegar a la sala Fabián estaba sentado como un amigo de negocios, muy respetuoso, saludo a los padres de Jael como lo hace un caballero y nos pusimos a platicar mientras Jael salía del baño. Ella a los 10 minutos salió vestida con un short de mezclilla a la rodilla y una blusa muy grande para ocultar su culo y disimular todo lo más que pudiéramos frente a sus padres.
Fabián le cayó muy bien a mis suegros y ni siquiera sospecharon que él es quien me ayuda a coger a su hija, mi suegro nunca imaginó que en el sillón individual donde estaba sentado, hacía media hora, Jael estaba inclinada recibiendo la gruesa verga de nuestro amigo por su culote, la mancha de semen estaba justo en donde apoyaba los pies mi querida suegra, también desconocía que esa marca era de la leche que brotó del culo de su hija y que allí fue donde la enculó brutalmente el que ahora le compartían un pedazo de pizza. Ellos compartían pizza con el corneador de Jael, yo compartía su cuerpo para hacerla feliz sexualmente.
Cuando llegó el momento de despedirlo, lo hice solo, Jael solo se despidió de un apretón de manos, noté una complicidad perversa al apretarse la mano, fue un mensaje morboso entre ambos, sabía que ella deseaba despedirlo como acostumbra pero era imposible. Al estar en la puerta de la calle, le dije que yo le avisaría cuando haríamos otro encuentro. Él me dijo que se iba con la verga durísima, que se quedaba con las ganas de verla estrenar las tangas compradas en la ciudad y que sino fuera por la visita de sus padres, pensaba repetir más noche con ella. Yo le dije que guardara la leche para culiarla en su tienda de ropa en cualquier momento. ¡Es tu puta! Le dije. Se retiró y me quedé excitado, esperando mis suegros se fueran para desfogarme en mi esposa.
Espero y haya sido de su agrado esta aventura vivida con el corneador, hasta el momento ella sigue siendo la puta de él, no creo que cambie su forma de ser, la volví una zorra y así quiero que sea para siempre. Espero comentarios: 

5 comentarios - Compartiendo el culo de mi esposa 5

Si-Nombre
Excelente relato gracias por compartir me alegra que sean una pareja tan unida y comprensivos entre ambos
El corneador es muy afortunado los felicito por disfutar de la experiencia y manterner unido el hogar es genial
CornudoFelizPy
Mi esposa es una puta casi full time hace 1 año, empezo cogiendo con mis amigos y conocidos y ahora ya coje con otros pero cobrando como lo puta que es.
sildivia
muy bueno, tienes una esposa bien putona, tambien yo tengo una así, le gusta usar mini falditas mientras caminamos por la calle y me encanta cuando se la quedan viendo mirandole las ricas tetas y el culo de cerda que tiene
nicolzar
Alguna foto falto gracias
CORNUDOLECHERO
Tener un amante de planta para la mujer es lo mejor. El ha cogido a mi mujer por 2 años, y muy seguido superandome en todo, el puede montarla de día o de noche y le mete tremenda verga . La ha follado más veces que yo,. Y también la ha follado en garage