La vecina, mi cuñada y su sobrina (capítulo 2)

Pasaron los días hasta que volví a tener un día libre entre semana, me levanté a desayunar, prontito, para salir a correr.  No me atrevía mirar hacia la casa de la vecina desde la terraza, por miedo a repetir la experiencia. Me cambié de ropa y cuando iba a salir sonó el timbre. Abrí la puerta y era mi cuñada con su hija Victoria
-          ¿podemos pasar?
-          Pues claro,. adelante
Empezó a contarme mi cuñada, que Victoria no se encontraba bien que no podía ir instituto y no quería dejarla sola en casa, como sabía que yo libraba hoy, pensó en dejarla en mi casa hasta la noche que pasaría a por ella.  
La niña es toda una mujer en los últimos cursos del instituto, venía con chándal color rosa, deportivas  y una bolsa con el pijama y sus cosa, preparada para acostarse. En cambio Yolanda venía con taje azul marino y camisa blanca, como el otro día, la media melena suelta y con gafas. Estaba guapísima, igual que su hija que también lo es.
-          Anda ve y acuéstate en la habitación de tu prima(dijo mi cuñada)
-          No, ve a la de matrimonio que allí tienes tele y si has de estar todo el día puedes mirarla (contesté)
Sin decir nada se fue hacia el piso de arriba al dormitorio a acostarse. Le pregunté a Yolanda si quería tomar un café y me dijo que sí, que aún tenía mucho tiempo, le saqué una taza y nos sentamos en el sofá del salón a charlar.
-          Espero que no hayas tenido un concepto negativo sobre mí, cuñado,..por lo del otro día…
-          Fueron muchas cosas para un día, pero para mí siempre serás mi cuñadita
Con cara de agradecimiento se me acercó y me reclinó la cabeza sobre el hombro abrazándome. Sentí un escalofrío al venirme los recuerdos, entonces ella bajó una mano y la depositó sobre mi sexo.
-          ¿Y esto como lo tienes?
-          No empecemos otra vez que tu hija está arriba
Sonrió, me hizo señal de silencio con el dedo sobre los labios y se levantó para ir a ver como estaba su hija, subió las escaleras y al cabo de un minutó bajó
-          Se ha dormido,..pobrecita lleva toda la noche sin dormir
Entonces se arrodilló ante mí, me bajó la goma del pantalón hasta el suelo y agarró mi manubrio con dos manos y lo chupó, aplicó los labios carnosos sobre el glande y lo lamió pasando la lengua por debajo, sobre el frenillo, luego siguió chupando, no pude soltar ni palabra.
-          Deberíamos parar cuñada
Ni caso, se levantó del suelo y se quitó la chaqueta,..Luego la blusa y bajó la cremallera de la falda que cayó en el suelo. Se quedó con las medias color carne,  con los ligueros azul marino a juego con el sujetador y la braga tanga.  No se quitó nada más, se me acercó y se me sentó encima, restregando su cuerpo contra el mío, yo no me había quitado aún toda la ropa. Mi pene estaba anclado al abdomen por la erección. De un tirón me quité la camiseta y me quedé desnudo, la tumbé sobre el sofá y ella abrió la piernas, me centré en meter la cabeza entre ellas apartando la poca tela de la braguita y besé su coño, pasé la lengua por la raja y separé los labios de la vagina, luego con las manos abrí bien abierto el mejillón, rosado y húmedo, empecé a lamer el clítoris.
Un hilo de flujo vaginal se deslizaba por la raja, hasta el culo mojando la orilla de la braguita, empezaba a estar muy excitada. Seguí chupando el clítoris y metiendo un dedo en el agujero de la vagina, follándola, en poco tiempo empezó a jadear, le venía la corrida, entonces se abrió mas de piernas y se las separó con las manos  para dejarme espacio y exponer mejor su sexo.  Le vino la corrida en un grito, ahogado para no despertar a su hija y apretó con la vagina mi dedo, seguidamente vinieron las contracciones, una detrás de la otra.
 Me aparté para mirar el espectáculo de su orgasmo,  el mejor que he visto, contracciones fuertes, el ano se cerraba y abría la vagina se estiraba en cada pulsación y ella parecía fuera de sí, seguí acariciando suavemente su clítoris mientras le duraban los espasmos, acompañándola, hasta que se apagó poco a poco.  Yo tenía el pene como un palo, me dolían las ingles de llenos que estaban los conductos seminales, ella se incorporó sobre el sofá y se puso de espaldas y apoyando los codos sobre él, puso el culo en pompa y con las manos se apartó los glúteos pidiendo que la follara, sin decir nada.
Me puse detrás de ella, encaminado el pene con una mano y apartando el hilo del tanga para que no molestara le restregué el capullo por la raja y lo metí dentro, empujando hasta el fondo. Como un perrito a una perrita, empecé a follarla, a cabalgar contra su culo bombeando el mango de mi azada.
Ella empezó a mover el culo también ayudando a que la follara, o mejor dicho follándome ella a mí.
 En un momento pensé en lo  que estaba haciendo. Follándome a mí cuñada en mi casa con su hija acostada en mi cama, todo una locura. Pero cuando se inunda el cerebro de hormonas por la excitación todo es posible.
Entonces empezó a vibrar el teléfono, lo tenía al lado, era mi mujer, entonces pensé -¿ahora que le digo?- dudé en descolgar, pero lo hice reflexivamente
-          Dime cariño
-          Mi amor, se me olvidó decirte que iría Yolanda con su hija a casa esta mañana, para dejarla ahí, que está un poco enferma y
No la dejé seguir
-          Si cariño, están aquí conmigo, quieres que te la pase
-          Si pásame a Yolanda
Le pasé el teléfono a mi cuñada al tiempo que intenté decalvarme de su coño para hacer una pausa, que pensé que sería definitiva, pero mi cuñada apretó hacia atrás para evitar que me desclave, al tiempo que se ponía el móvil en la oreja.
-          Si hermanita,…no no es nada,..parece un poco de gripe,…solo un poco de fiebre…nada mas
 De ver a plena luz del día, el culo de mi cuñada, desde atrás, empalado por mi pene que resbalaba hacia dentro y hacia fuera de su coño, como un émbolo, mientras hablaba con mi mujer como si nada, me excitaba y a ella también, aquello  me subía hacia el cielo de placer. Lo saqué del todo y lo volví a meter suavemente, para volver a verlo entrar suavemente. Aquello me excitaba más, entonces empecé a subir el ritmo, más y más. Me venía el semen, a punto de explotar.
-          Tengo que …colgar ya hablamos que tengo que ir al trabajo ....
Pero mi mujer seguía charlando y no la dejaba colgar,  mi cuñada empezó a suspirar, en silencio, tapando el micrófono del teléfono con la mano, escuchando a mi mujer,  le vino otra corrida, los espasmos contra mi pene lo delataron, apartó teléfono y lo apoyó contra la cama.. Apretaba y soltaba el tronco del pene con fuerza mientras yo también empecé a eyacular,..y a eyacular, primero en lo más profundo de su coño , dos o tres o cuatro corridas de leche entonces lo saqué fuera y apuntando el agujero de su culo lo rocié con el resto de embestidas de esperma, hasta que me vacié casi del todo, ella se volvió a poner el móvil al oído y escuchar a mi hermana con los ojos cerrados mientras se corría.
En el último chorro  metí un poco el glande en el agujero de culo, que aún tenía pequeños espasmos de corrida y terminé vaciándolo del todo.  Entonces colgó el teléfono, y nos dejamos caer en el sofá a recuperarnos, luego nos duchamos y ella se fue al trabajo.
Ya no fui a correr, me quedé en casa prearé la comida y me senté a ver la tele relajado, día una cabezada en el sofá hasta que mi sobrina me llamó
-          Tío!,.. puedes venir
Subí las escaleras corriendo para ver que le pasaba.
-          Tengo calor tío.
Estaba tapada con la sábana, y hacía calor en la habitación, le toqué la frente con la mano, estaba acalorada, enrojecida, pero no parecía que tenía fiebre, igualmente  le di un paracetamol  y un vaso de leche, que se bebió hasta el final, cuando recogí el vaso ella se destapó
-          Uf,.que calor
Llevaba un camisón cortito fresquito, transparente, y debajo se veía una braguita blanca y nada arriba, se transparentaban los senos jóvenes con las areolas hinchadas, rosadas. Se dio la vuelta agarrándose la almohada y abrazándola,  se giró de culo a mí, en ese movimiento se le levantó el camisón dejando todo el culo al aire, la braguita era tan minúscula que parecía que no llevara, solo el hilo blanco que se le metía entre los glúteos blancos y tersos. Vamos tenía un culo virginal de niña pero con formas ya de mujer, como un pastelito de merengue, pedía comérselo.
Mi cabeza me decía (vete ya de ahí y deja de mirar que es tu sobrina). Recordé entonces todas las veces que   la he tenido encima,  desde niña, siempre ha sido muy juguetona y cariñosa, incluso ahora, aunque ya era una mujer. Me alejé de ella hacia la puerta pero antes de salir le di otro vistazo a ese cuerpo angelical.
Al cabo de un rato, pensé en mirar a ver como se encontraba. Volví a la habitación, la puerta estaba casi cerrada solo tenía una pequeña abertura miré por la rendija y estaba acostada bocarriba con las piernas abiertas y la tele encendida,… sin voz, mirando, solo iluminada por la luz de la televisión, con las manos en el sexo.
Pensé,( maldita sea, se está masturbando), efectivamente, con una mano se sostenía la braguita y con la otra se frotaba el clítoris. Pensé entrar a reprimirla, pero me esperé, mirando la función. Era como un sueño, un ángel tocándose el coñito, con la espalda recostada en la almohada mirando la tele. Se metía el dedo en el agujero para mojarlo y lo aplicaba sobre el clítoris, masajeándolo suavemente. Tenía la cara acalorada por la excitación, debía de estar mirando alguna película erótica de las que ponen en la tele por cable.
Decidí entrar, primero me fui hacia la escalera para que me oyera y empecé a hacer ruido, entré en el cuarto dándole tiempo y ya estaba con el camisón bajado y mirando la tele, pero no le dio tiempo de cambiar de cadena.
-          ¿Cómo te encuentras Victoria?,…. Que estás mirando
-          Nada tío,… una peli que echan por la tele
Era una película erótica “Emmanuel”,  le dije
-          Es un poco fuerte para ti sobrina, es para mayores, cambia de cadena
-          Valeeee!
Y cambió de cadena, un documental sobre animales de la sabana
-          Pero tío estoy muy aburrida, quédate a mirar la tele conmigo,..porfa
Me senté a su lado a ver el documental, entonces ella se me acercó y se reclinó contra mí, le pasé al brazo por detrás de la espalda y nos quedamos un rato así. Parecía que le había hecho efecto el paracetamol y estaba bastante mejor.
El documental era interesante, sobre los animales. Pero entonces empezaron a mostrar el cortejo de una cebra macho sobre el aren de cebras hembra, una de las hembras que estaba en celo se mostró receptiva al macho y se puso el documental un poco ….. el macho empezó a crecer  y le salió un pene largo con la punta colorada rondando a la hembra, de repente levantó las patas delanteras y se encaramó sobre la hembra, el pene le daba tumbos pero al final la acertó y la metió por la vagina de la hembra.
-          Vamos a cambiar esto sobrina,..que se pone desagradable el documental
-          Tío….déjalo que quiero verlo
No sé porqué pero lo dejé. La voz en of del documental relataba los hechos mientras la cebra montaba la hembra, las imágenes eran muy explícitas, se vio como el macho le vino el orgasmo y se quedó quieto,. luego se soltó y con él salió el pene semierecto  goteando aun chorros de esperma.
-          ¿A ti también te sale tanta…. Tío?
-          Pero que dices niña,..no seas impertinente
Pero ella al mismo tiempo me puso la mano sobre el bulto del pantalón,  como disimulando y empezó a acariciarme la punta, lentamente, rozando la tela, al tiempo que se me acercó un poco mas contra mi cuerpo.  No sé porqué me quedé quieto y no dije nada, ella seguías acariciando con los dedos por encima de la tela, el pene empezó a segregar lubricante y a mojar el pantalón, lo que facilitaba el roce de sus deditos. Se me puso duro como un tronco, el bulto era notable.
-          Se te ha puesto muy duro tío,..y tienes la punta mojada ¿es por las cosquillas?
No le contesté, entonces ella me apartó el pantalón y lo sacó fuera. Me miró a la cara pero no dije nada. Entonces lo acarició moviendo la piel arriba y abajo.
-          Es muy grande tío,..  te molesta que te la toque
-          No, …pero solo un poquito, que soy tu tío
No sé cómo ni como me salieron esas palabras. Pero ella empezó a masturbarme lentamente, entonces, me agarró la mano y la metió  entre sus piernas por debajo del camisón, busqué y pasé la mano sobre el vello del pubis,..lo tenía cortito y no se había puesto las bragas, luego con un dedo recorrí la rajita al tiempo que ella abría las piernas, lo hundí un poquito marcando la línea de la rajita, que estaba mojada , metí un dedo buscando el agujero de la vagina. Estaba calentita y mojada, el dedo entró poco a poco. Era un agujero apretado, me costó de meter adentro,  empujándolo,  el dedo se coló todo, lo moví adentro y afuera, era  como en un guante de seda mojada.
 Me incorporé un poco para poder acariciar el clítoris con la otra mano. Ella seguía moviendo mi pene, ahora torpemente, estaba más pendiente del gusto que yo le daba en su clítoris a su coño.  Se dejó caer en la cama bocarriba con las piernas abiertas al máximo, yo seguí sentado moviendo su clítoris y metiendo el dedo, ella meneaba la mano con mi pene dentro. Entonces me aparté y me coloqué a lo largo con la cabeza entre sus piernas, la agarré de las caderas y empecé a chuparle el coñito, salado, sabroso, untuoso, calentito,  chupe y chupe hasta que empezó el orgasmo, levantó las caderas y puse la lengua dentro de su coñito apretado, mientras ella me apretaba con las contracciones la lengua.
No se reprimió y jadeó ruidosamente, de gusto, al ritmo de las contracciones.  Me aparté para mirarla, estaba guapísima con el pelo a la cara las tetas hinchadas y la vagina chorreando de flujo, como mi cara, los últimos apretones de su culo apagaron su orgasmo y me recosté a su lado.
No esperó y reemprendió a agarrar mi pene, que estaba a punto de reventar , lo movió lentamente, le pasó el dedito por el frenillo aplicando una caricia insistente que me llebava a la corrida, pero se levantó y se puso encima de mí abrió las piernas y encaminó el pene hacia su coñito.
-          ¡No Victoria,..que soy tu tío, follar no!
Ella se detuvo y se sentó sobre mi pene, colocándolo a lo largo de la rajita mojada, mientras sostenía la braga a un lado para tener contacto entre los dos sexos, sin clavarlo dentro, empezó a restregar, moviendo el culo de delante hacia atrás, frotando la vagina contra mi polla.
-          ¿Y  así,..? sin meterlo dentro no es malo tío,… ¿vale?... te gusta así,….córrete así tío
No pude ni soltar palabra, empecé a eyacular con el vaivén de su coñito mojado, un chorro tras otro se vaciaron sobre mi abdomen, mientras ella seguía cabalgando y con los dedos jugando con la leche que se iba depositándose.
Cuando terminamos, me fui a ducharme otra vez y salí con el bañador puesto y le dije
-          Veo que ya estás mucho mejor,..¿verdad?
-          Si, tío,.. (con cara de inocente)
Pues descansa
-          Vale, pero tu aquí tío, conmigo
Me dormía a su lado pero al cabo de un rato me desperté y ella estaba hurgando entre el bañador buscando otra vez el pene, no me dio tiempo. Aprovechando una erección empezó a chuparlo, los labios carnosos subían y bajaban sobre él, mientras la lengua rodeaba el glande y sorbía y sorbía.
-          Victoria te he dicho que no
Pero ahora no me hizo caso y se puso sobre mí otra vez, ahora no me dio tiempo y encarando la vagina contra el pene se sentó sobre mí ensartándolo, lentamente, pero hasta el fondo. Estaba muy apretada, pero entró toda. Se quedó un momento quieta pero enseguida empezó a mover el culo follandome.  Se había quitado la ropa. Los senos bamboleaban al movimiento de su cuerpo. Estaba preciosa, insoportable, imposible de no dejarse follar.
La reciente eyaculación hizo que durara bastante, ella cabalgaba y cabalgaba. Pero volvieron a llenarse los depósitos de semen y entonces la agarré de las caderas y la tumbé sobre la cama, le dí la vuelta y la puse en pompa. Cuando lo adivinó ayudó levantando el culo y abriéndose con las manos.  El coño abierto por detrás y el ano expuestos como una flor que espera que le quiten el polen, acerqué el glande al agujero de la vagina y lo metí despacito para saborear mejor el deslizamiento del pene en las paredes de la joven vagina.
la follé como a una perrita, empujando despacito, poco a poco, metiendo y sacando, ella dijo
-          Como la cebra tío,..házmelo como la cebra
Me levanté y acuclillado empecé a follarla, más aprisa. Me quemaba el semen dentro, di un grito y empujé para correrme, la moví de su sitio, y intenté apartarme para no eyacular dentro, pero ella empujó hacia atrás dejándome sin posibilidades y solté el chorro dentro del coño de mi sobrina, me quedé inmóvil en el segundo chorro y haciendo un esfuerzo lo saqué de dentro, soltando los demás chorros sobre su culo abierto, de forma que resbalaba el semen por la raja, hasta su vagina y sobre la sábana.
Recogí las sábanas y a la lavadora. Cuando borramos todas las pruebas, me fui ha hacer la comida y pasó el día si mas incidentes. Por la tarde llegó mi esposa, charlando como siempre, un beso y fue a ver a mi sobrina, luego dijo
-          ¿Cómo es que has cambiado las sábanas cariño?
-          Es que tu sobrina las ha sudado todas esta mañana con la fiebre
Ni escuchó la explicación dio un repaso por la casa y dijo
-          ¿Sabes que mi amor?. Me han ofrecido un trabajo nuevo de recepcionista, que me pagan el doble que en donde trabajo.  Es la  empresa donde trabaja mi hermana Yolanda. Ya le he dicho que sí

6 comentarios - La vecina, mi cuñada y su sobrina (capítulo 2)

omi24 +2
Muy bueno,espero salga pronto la 3 parte
capitan_can +1
Muy bueno!
Como se nota que la hija heredó lo birrionda de la madre!
tauroboy-nsfw +1
Jajajaja.. El final muy bueno.. Esperando la. 3ra parte.. Si hay claro..(espero que si)