Entregando a mi esposa 4

Entregando a mi esposa 4

   Y así empezó a pasar el tiempo, hacía un mes que Deborah sólo se veía con Jorge a solas, siempre salían, los sábados eran para él, yo me quedaba cuidando a Jazmín, los días de semana, cuando llegaba a casa, Deborah estaba siempre vestida como para salir, algunos días salía con Jorge y otras veces se quedaba conmigo, me dijo que le encantaba que yo no supiera para quien se arreglaba. 
  Un Lunes llegué estaba deliciosa, un vestido corto, medias a medio muslo, pintada discretamente pero resaltando sus carnosos labios, la bese, y me devolvió el beso metiendome lengua:
-Estoy que vuelo de calentura... necesito pija urgente...
-Y para que esta tu marido...
-Para cuidar a la nena... -dijo riendose y empujandome en el pecho- me podes esperar despierto si queres... comes las sobras de lo que deje Jorge... me vas a recibir usada... pero bien dispuesta siempre para mi marido cornudito...
-Hija de puta... que ganas de cogerte tengo... 
-Y dormí un ratito... cuando vuelvo te despierto queres...?
-Si, me encantaría... así te pego una buena cogida...
-Si que rico... dale... esperame entonces...
-Pero amor... por otro lado... yo quiero verte cuando lo haces... era esa un poco la idea...
-Mira que si estás mirando me puedo poner mala... quizás te humille un poquito... eso me calentaría muchísimo... y si miras no se si después te voy a dejar que me cojas... quizás te ayudo con mi manito... pensalo... además tengo un par de condiciones más... quiero que estés desnudo y que no te vayas... la primera vez que vino Jorge me parece que te fuiste a la cocina para no acabar mirando como un pajerito... si estás mirando no te podes ir... y vas a estar desnudo... pensalo tranqui... además si querés mirar... quiero que sea en casa... en nuestra cama... después charlamos que se me hace tarde y estoy recaliente... besito... -me dio un beso en la mejilla y salió de casa.
Le preparé la cena a Jazmín, la acosté, le conté un hermoso cuento de una princesa y se durmió sonriente, le di un beso en la frente, me tomé un vaso de vino tinto, sentado en el sillón escuchando música. Tomé un par de vasos de vino más y cuando me fui a la cama, quedé planchado. 
Me desperté con la concha de Deborah, en mi cara, sus rodillas a ambos lados de mi cabeza, la tanga la corría a un costado con una de sus manos y con la otra se acariciaba su botoncito, tenía el vestido puesto.
-Chupame que estoy muy caliente...
Le chupé la concha un rato, yo también estaba caliente, pero en un momento me pareció sentir que demasiado fluido salía de su conchita, temí que fuera una corrida, ella me agarró fuerte de la cabeza sin dejarme mover
-No pares que llego... me calienta mucho... aaaaa.... si usa la lengua dale..... siiiiii... que rico chupa bien... dale move la lengua... voy a dejar que nos veas... pero chupa bien ahora... dale no pares.... -agarró mi pija y me empezó a pajear, yo sentía una mezcla de asco y mucha calentura, la calentura de Deborah, me ponía más caliente todavía.
-Si move bien esa lengua... dale que te hago acabar con mi manito... dale perrito move la lengua... siiii.... que delicia... no puedo parar de acabar... sos el mejor marido del mundo... no pares dale seguí...
Yo también me ponía cada vez más caliente, ya ni registraba si tenía la corrida de Jorge adentro, solo chupaba como si fuera lo último que iba a hacer en mi vida. Ella me empezó a pajear despacito, cuando sentía que estaba cerca paraba.
-Como te calienta chupar la corrida de Jorge... -dijo poniendole palabras a algo que hasta ahora era un supuesto. No podía hablarle, ella me tenía y no me dejaba mover. 
-Te gusta chuparme así usada...? se levantó un poco para que pudiera contestarle.
-Me gusta que te calientes tanto...
-Vos también estas caliente...
-Me calienta verte así...
-Así como... usada... llena de la leche de Jorge...
-No, caliente...
-Pero me estás chupando llena de la leche de Jorge... de mi amante... si querés parar para ahora... sino quiero que acabes chupando la corrida de otro hombre en mi... elegí vos... -dijo y se alejo un poco tomando un poco de distancia su pelvis de mi cara.-
Yo estaba sacado, desesperado, mezcla de sentimientos y sensaciones, la agarré de la pelvis y la atraje hacia mi.
-Que bueno... chupa bien... dale cornudito... te gusta la leche de mi macho eh... -ahora no me dejo salir más, me pajeaba despacio siempre parando cuando me sentía cerca- Que bien usas la lengua... esto lo vamos a repetir eh... me encanta que me chupes así... nunca delante de él... no quiero que él te vea así... pero en nuestra intimidad si... no va a faltar... es un requisito para que te deje participar aunque sea mirando... -en ese momento aceleró su paja y sentí como escupía chorros de leche.
-Mira como llegas.... cornudo chupador de conchas llenas... aaaaa... no puedo parar de acabar que rico... aaaaahhhhh.... siiiiiiiiii....  
Después me vino a besar apasionadamente.
-Que rico gusto tenés... yo ya lo conozco... el sabor de mi macho... -me metió la lengua bien profundo. 
-Después le dije que esto no estaba bien... que no pensaba repetirlo... el momento fue muy caliente... pero si era otro de los requisitos para verla con Jorge prefería no estar presente...
-Bueno lo voy a pensar... -nos seguimos besando hasta que ella se levantó, se sacó el vestido y se fue a bañar, yo me apagué como una vela, estaba muerto de cansancio y el vino jugaba su parte.
   Esa semana no volvió a verlo a Jorge, el sábado era su día fijo, yo pensaba que pasaría, si estaría presente o no, nosotros no volvimos a tener sexo tampoco, ella igual siempre andaba super arreglada por casa, como si estuviera por salir, con lencería erótica. El viernes, en la cena estaba con un vestido nuevo, más corto, le marcaba su culazo y se notaba una tanga muy chiquita incrustada en él, se movía sensualmente por la cocina.-Te gusta el vestido nuevo papi... y la tanguita también es nueva... la compre para Jor... te gusta como me queda... -dijo dando una vueltita para mí.
-Estás para matarte... y que pensás hacer mañana...
-Primero quiero ir al cine con él... va a ir con unos compañeros del trabajo... les contó que tiene una amante mayor que él... que es casada... les dijo que estaba buenísima y no le creen... quiero ver la cara que ponen... 
-Pero amor... si algún día te cruzas con algún conocido...
-Que amor...?
-Que decimos... que hacemos...?
-Y tendrás que resolverlo vos... podrás ofenderte y decirle que no le crees al que te lo diga... o podes blanquear que sos un cornudo consentidor... seguro que tenés la pija re dura...
-Como un fierro...
-Viste que no hay problema...
-Quiero ver la cara de los compañeros de Jorge cuando me vean mañana con este vestido... mi alianza de matrimonio... y apretándome al pendejo...
-Y después del cine...?
-Y con Jorge sexo... siempre sexo...
-Sabes lo que te pregunto...
-Lo estuve pensando...
-Y...?
-Pero tenes que cumplir todos los otros requisitos... vas a estar desnudo... no te podes ir... a no ser que yo te lo diga... y te voy a hacer acabar pajeandote... no me vas a coger ni usada... si queres...
-Me muero de ganas de verte con él...
-Y porque no me chupas la conchita usada... cuando el se vaya... ahí te cambio la pajita por dejar que me cojas bien cogida... no te gusto más... ?-dijo dandose la vuelta y levantando el vestido dandomé una vista de su culazo y la tirita del tanga enterrandose en él- A mi me encanta que me cojas llenita... 
-No prefiero que no....
-Que lástima... !!! dijo exagerando una trompita de enojo.- ah... y si nosotros no te hablamos es como si no estuvieras... solo miras... si te queres pajear tambien podes... -dijo riéndose- Ya conseguiste quien cuide a Jaz...?
-Si mis viejos me preguntaron si la podían llevar que hace mucho que no la ven...
-Buenísimo entonces... cuando este por llegar del cine te mando un msj... así te desnudas para mi... quiero verte caliente porque mi macho me va a coger delante tuyo...
Al día siguiente yo me fui a llevar a Jaz donde mis viejos, me retuvieron un largo rato así que no me pude ir, cuando volví a casa Deborah, ya se había ido.
Camine por la casa, fui a nuestro cuarto, las sabanas eran nuevas, era la primera vez que las veía, cuando entré al baño, había una nota con rouge en el espejo, Te amo cornudo!!!, no sabía si limpiarlo o no, pero decidí hacerlo, puse un poco de música tranqui y me serví una copa de vino, me fui tranquilizando un poco, puse un rato la tele, había un partido de la champións, eso me entretuvo bastante. Cerca de las 20 sonó mi cel
-Desnudate... llegamos en 5...
Me desnudé, mi pija estaba durísima, desde el lunes que no teníamos sexo y la situación me recalentaba, escuché la puerta y mi corazón latía como a punto de estallar. Entraban riéndose. Deborah hablaba:
-Creo que se dieron cuenta que te la chupe en el cine... te gustó...?
-Cada día me volves más loco...
-Que bueno... -se giro hacia el y se comieron las bocas, yo miraba todo, parado al costado de ellos, Debora se puso de rodillas le bajo el pantalón y el boxer, la pija de él salió bien dura- Que dura y cabezona la tenes... mi marido no puede competir... además con toda la leche que me das... pobre no tiene donde empezar... -se la empezó a chupar con deleite- que delicia tu pija papi... me vas a dar mucha lechita hoy...?
-Desde el lunes no nos vimos... tengo las pelotas llenas para vos...
-mmmm... que rico...! donde me vas a dar el primero que es el más abundante...
-Donde la perrita lo quiera...
-Sabes que me encanta que me llenes la conchita... me vuelve loca sentirte acabar adentro... -ella seguía chupando, de a ratos me miraba, le tiro de la muñeca a él para que mirara hacia mi lado, mi pija se sacudía y estaba empezando a escupir.
-Algunos disfrutan más siendo cornudos... viendo como se les cogen a las esposas... 
   El se sentó en el sillón y la montó sobre él le saco los pechos por arriba del vestido y del sujetador, la tanga corrida a un lado, el vestido puesto, unas medias a medio muslo divinas y él la agarraba fuerte del culo subiendola y bajandola bien duro sobre él...
-No me acabes acá... quiero que me acabes montandome... me parece que me la metes más profundo cuando me montas... y la leche no se sale enseguida...
   Mi pija estaba dura de nuevo. Fuimos los tres hacia el cuarto, Deborah se sacó el vestido quedando solo en ropa interior y se tiro en la cama, el no tardó demasiado en montarla, yo estaba al costado de la cama mirándolos. El le daba un duro mete y saca y de a ratos se comían las bocas, Deborah con los ojos cerrados, sus manos ahora apretaban fuerte el culo de Jorge en un momento sus uñas se clavaron en él.
-Si potro... dame todo... cuanta leche... como te siento... sentis como te apreta mi cuevita tu poronga...
-Si perra sos la mejor...
-Si seguis duro... que delicia... te amo potro... sos el mejor amante que tuve...
-Y tuviste muchos...?
-No, no muchos... pero ninguno como vos...
Mi pija se sacudía de nuevo, el te amo potro fue como una daga en el corazón, me llenaba de miedo y calentura.
El se salió de encima de ella
-Quiero cogerte en cuatro perrita... sabes que me volves loco... como la perra que sos...
 Ella se puso en cuatro moviendo el culito, primero se desnudo dejandose solo las medias a medio muslo, él la agarró de la cintura y la penetró despacio. 
-Como me ajusta la verga esta conchita...
-Te gusta papi... soy toda tuya... para lo que quieras...
y te gusta mi culazo...
-Sos una delicia...
La agarró de la cintura y empezó un bombeo bien duro, yo veía la melena de Deborah ese rojo fuego cayendole sobre la espalda, la diferencia con su piel blanquísima y veía la piel morena de Jorge cubriendola, después la puso de costado, su culazo sobresalía, era una delicia como se movía
-Donde vas a querer la leche ahora perrita...?
Ella con el dedo índice se golpeó la boquita un par de veces, el le dió unos cuantos bombeos más, se salió de ella y agarrandole los pelos en una colita, le dió su miembro y le descargó bien profundo en la boca, Debora se acariciaba su almeja mientras se tomaba su jugo.
Después él cayo derrumbado en la cama, ella se fue a su pecho y jugaba con su miembro y sus pelotas acarciandolos suavemente.
-Querés cerveza amorcito...?
-Si me encantaría...
-Rolly traenos cerveza... bien fría... y después... antes de venir a mirar limpia la acabada que dejaste en el comedor... pajero...
Sentí un escalofrío de excitación que me corría por la espalda y las pelotas. Les serví la cerveza y fui a limpiar mi corrida, los dos estaban semisentados desnudos en la cama, Deborah volvió a hablarme.
-Limpiaste tu corrida...?
-Si...
-Otra vez que pase podes ausentarte para limpiar... a ver si nos patinamos... además es un asco... que acabes en el piso... mira como Jorge sabe donde acabar... es mejor no Jor...?
-Que mala sos perrita...
-Pero es la verdad... espero que con los años no te vuelvas pajero vos también... -los dos se rieron y se besaron, Debora tomó un trago de cerveza y se fue a chuparle la pija con la cerveza en la boca, volcandola y recogiendola, estaba sacadísima. Le dijo.
-Ahora quiero que me cojas de nuevo como tu perrita...
pero cuando  acabes... tiramela toda en la espalda y la colita... 
Ahora el le daba bien duro, pero agarrandola fuerte del pelo, yo de costado veía como se bamboleaban los pechos de Deborah que tenía la boca abierta y los ojos cerrados
-Bien duro potro... me encanta que me cojas en mi cama... soy tu hembra... tu puta... toda tuya... quiero sentir como me escupe esa pijota que tenes... negro divino...
Él no hablaba, solo se concentraba en cogerla bien duro, no se cuanto tiempo pasó, en un momento empezó a acelerar su cogida. ahora la agarraba de nuevo de la cintura, al tiempo que aceleraba su cogida.
-Siiiii... potro... que delicia... escupime bien... marcame como a tu perra...
En un momento él la sacó, y aunque era su tercera corrida, el primer latigazo de su corrida llegó hasta el pelo de Debora que sonrió, el resto cayeron en su espalda y otro poco en su culo.
Se besaron un rato, se tenía que ir, al día siguiente trabajaba, se dió una ducha rápida, Deborah se quedó acostada culo arriba en la cama.
-Me salpicó mucho...?
-Un montón...
-Más que vos en tu primera acabada... es una delicia el pendejo... está refuerte... que suerte que me convenciste de cogermelo... andá a ver si necesita algo.
No necesitaba nada, se vistió, lo acompañe hasta la puerta, me dió la mano, y me dijo que esperaba no haberme ofendido, que él se calentaba conmigo mirando, pero que no quería faltarme el respeto, me hizo gracia, le dije que no se hiciera problema.
Cuando volví, Debora me dijo que era hora de mi segundo polvo.
-Empezá a masajearme repartiendome la crema de mi macho... primero por la espalda y baja hasta la cola... suave... así... despacio... juga con la cola... -me empezó a pajear cada vez más rápido, yo sentía que estaba cerca de llegar.
-Te gustó cornudo... 
-Si me volvés loco...
-Bueno tiene que empezar a venir en la semana también... así cogemos comodos y vos podes mirarnos...
Mi pija volvió a escupir otro montón, mientras Deborah se reía y me decía.
-Que cornudo te volviste de golpe...

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