Mi timidez y las mujeres de mi familia 13

Mi timidez y las mujeres de mi familia 13




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Mi timidez y las mujeres de mi familia 12



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Mi timidez y mi responsabilidad guiaron mi juventud, hasta que mis tías y mi madre y alguna más me hicieron despertar.



Se acercaba la época de los exámenes, el tiempo dedicado a los estudios se amplió, apenas salía de mi habitación, mi tía procuraba no interferir para no distraerme.


En clase me concentraba en las explicaciones de la profesora, me costaba mucho comprender algunos temas, estaba agotado y llegue a desanimarme, la mayoría  de mis compañeros ya lo habían hecho y se dedicaban a marear entre las chicas, Emi de vez en cuando se acercaba a mí y me proponía salir al cine, me apetecía mucho, porque la chica estaba buenísima, además me prefería a otros chicos y eso me alagaba y ahora podría conseguir follar con ella.


Me aburría con las explicaciones que no entendía, en la tableta donde tenía mis apuntes también tenía las fotos que me envió Clara, abrí una, la primera el pezón en primer plano, lo amplié y estuve mirándolo un rato, quizá por eso no oí los pasos de la profesora por detrás, se inclino sobre el pupitre y me dijo despacio…


-        Vaya Manu, veo que estás interesado por la anatomía, me gusta, pero ahora es momento de la Economía.


Cerré la foto inmediatamente mientras me subía el rubor a mis mejillas, ella se alejó sonriendo.


Casi al final de la clase no pude resistir la tentación y volví a encender la tableta, esta vez abrí la foto del coño de Clara, todo abierto, procuré taparme pero la profesora apareció por el otro lado, me quitó la tableta y estuvo mirándola un momento, luego se agacho sobre la mesita y me dijo…


-        Me alegro que le interese la anatomía femenina y si tienes alguna duda también te puedo instruir sobre el tema, pero no es el momento ni el lugar, por favor.


Mientras me decía esto la camisa blanca que llevaba se abrió lo suficiente para enseñarme un par de tetas redondas que colgaban apenas sostenidas por un sujetador también blanco. Cuando se levanto y se alejó no tenía el semblante enfadado.


Al salir de clase me dirigí a la biblioteca, estaba decidido en estudiar más sobre la tema del día, me crucé con mi profesora, se marchaba a casa…


-        Hombre! Manu, donde vas? A la biblioteca? Eso está bien, pero dime… por qué estás tan distraído, eres uno de los mejores alumnos que tengo.


-        No lo sé, pero estoy agobiado y me bloqueo, no entiendo nada de nada.


-        Ah! Es eso?, yo conozco los síntomas, quieres saber un secreto? Cuando yo estudiaba me pasaba lo mismo y sabes cómo se me pasaba? Con un buen polvo, la mejor medicina.


Nos miramos y nos echamos a reír los dos, me sorprendió gratamente la ocurrencia, y también porque no parecía enojada por las fotos.


-        Se me ocurre una cosa, por qué en vez de hincar los codos en biblioteca me preguntas las dudas que tienes? sería más rápido. Te invito a comer, no soy muy buena cociera, pero la pasta no me sale mal del todo.


-        Pues… bueno… no quisiera molestar, pero si me lo ofrece así, acepto.


Subimos al autobús, a esas horas iba lleno y después de varias paradas pudimos encontrar un rincón, al lado de una barra, con mi cuerpo le hice un hueco, porque noté que un hombre mayor se pegaba a ella sin motivo tocándole el culo, ella me lo agradeció y se colocó frente a mí, con el bolso grande que llevaba me iba rozando la bragueta, yo intentaba cambiar de postura pero las apreturas no me daban opción, era consciente que no lo hacía a propósito, pero el efecto era el mismo, me la puso dura, en una serie de curvas el autobús dio unos bandazos, nos pillo descuidados y chocamos, sus tetas se pegaron a mi pecho y su cara quedó al lado de la mía, la mano del bolso se pegó a mi polla, la apartó rápidamente, la quitó y yo me aparté pidiendo disculpas, al momento otra curva provocó el mismo resultado y fue ella la que se excusó, la encontró todavía más dura, cuando bajamos del bus estuve con la tableta tapándome la polla hasta que se deshinchó.


Su casa era sencilla, estaba decorada con gusto y tenía muchos motivos italianos, se notaba su admiración por todo lo italiano.


Nada más llegar se quitó los zapatos y se puso un delantal en la cocina, me dijo que me sentara en el salón, pero al rato me invitó a poner la mesa. Yo acudí a la cocina, estaba atareada haciendo la salsa de la pasta, se volvió hacia mí y me quedé con los ojos abiertos mirándola, ella se extraño pero pronto vio la causa, el delantal figuraba una mujer desnuda, con las tetas y el coño dibujado con la bandera italiana y el letrero “Recuerdo de Italia”, instintivamente se tapó con una mano las tetas y la otra el coño, al verla me eché a reír, y ella viendo el ridículo también rompió en carcajadas, las bromas continuaron hasta que nos sentamos en la mesa, la verdad es que la pasta le salía muy buena, me preguntó que dudas tenía en la clase y empecé a contarle, ella me iba aclarando todo y la verdad es que era más fácil de lo que yo suponía, fui a alcanzar el vino Lambrusco al mismo tiempo que a ella se le ocurría ponerme salsa, el resultado que la cucharada de salsa fue directa a su camisa blanca, ella como reflejo y acostumbrada a vivir sola se despasó la camisa y se la quitó, estaba llena de tomate, pero su horror fue cuando se miró y vio que la mancha había calado al sujetador blanco de blonda, como llevaba el cierre delante con un rápido movimiento lo soltó, la prenda se abrió con violencia y dejó las tetas sueltas saltando, con las manos ocupadas por la camisa y el sujetador manchados de tomate, no supo qué hacer para no mancharse más y se quedó con los brazos separados,  las tetas se apoyaban casi sobre la mesa, un poco separadas y con los pezones acabados en punta, me sonrió forzadamente…


-        Vaya, hoy estoy de suerte, me has visto las tetas dos veces en menos de una hora.


Yo me levanté raudo y con mi servilleta se las tapé, pero para que no se cayera se la estuve sujetando apretándola sobre las dos tetas, al levantarme ya tenía la polla abultándome en la bragueta, ella se rió y me dijo…


-        No te agobies, no ves que es el destino?, me has visto el canalillo en clase, nos hemos chocado dos veces en el autobús, me has notado las tetas sobre ti, luego el delantal y ahora las manchas y la servilleta, por otra parte sin querer te he tocado la polla que tenías ya dura, en el autobús casi no puedes bajar, y ahora con las manos en mis pechos, la tienes todavía más dura aún, creo que es hora de dar la clase de anatomía que te prometí.


Se quitó la servilleta de las tetas, ya no se podía llamar canalillo, estaban separadas y apuntaban hacia los lados provocadoras, se estiró la falda estrecha y me señaló su habitación, para vivir sola, tenía una cama más ancha de lo normal, mientras entornaba la puerta, se iba soltando la cremallera de la falda, cuando cayó al suelo unas bragas también blancas me deslumbraron, una abultada oscuridad en el pubis delataba una mata de vello rizado abundante pero bien recortado, por los lados no salía ni un pelo.


Atropelladamente me quité la ropa, solo me dejé el bóxer, aún me hacía más ridículo el bulto de la polla horizontal pugnando por liberarse, Tere se encargó de remediarlo, me bajó los calzoncillo de golpe, como un muelle la polla saltó alegre, Tere la pudo atrapar, antes de que se nivelara la rodeó con las dos manos, la miró fijamente y luego a mí…


-        Primera lección, esto es una polla y además magnifica, y esto son los huevos, duros y llenos de leche.


Se quedó de pié delante de mí y cogiendo mis manos, las llevó a sus tetas.


-        Esto son dos tetas, como notarás están suaves, duras, con unos pezones sensibles y tan altas que no necesitan sujetador.


Se bajó lentamente las bragas y una de mis manos la quitó de la teta y la dejó sobre el pubis peludo.


-        Esto es el sexo, también se llama, vulva, coño, pubis y muchas cosas más, si mueves los dedos notaras una abertura, unos labios que se separan entre tus dedos, el bulto que notarás entre ellos se llama clítoris y si lo acaricias su dueña se volverá loca de placer, entre los labios encontrarás un agujero, mete un dedo y notarás el calor y humedad que guarda, y entre las nalgas se encuentra el ano, que aunque tiene otros usos por la naturaleza, también lo tiene en el sexo.


Mi polla estaba en 45º al techo y mis manos me quemaban.


-        Y ahora vamos a ver los conocimientos que tienes tú sobre el tema.


Me cogí la polla vigorosamente y le di varias sacudidas, el capullo apareció brillante bajo el prepucio, apoye la otra mano en su hombro y le hice arrodillarse frente a mí, cuando su cara estaba frente a mi polla le cogí la cabeza con las dos manos y la aproximé al glande, su boca se abrió y se fue tragando hasta que sus labios rozaron mis pelos, sus ojos lloraban y la saqué un poco, después empujé la cabeza y la atraje varia veces, luego la solté y ella siguió el movimiento apenas podía abrir tanto las mandíbulas, tenía la boca pequeña, pero se esforzaba por no rozarme con los dientes, me tumbé en la ancha cama atravesado y la puse con su coño sobre mi boca, aparté la maraña de pelo con la lengua hasta encontrar el clítoris, pasé de largo y lamí los labios menores hasta empaparme la boca, después volvía al botón que ya estaba duro, lo mordí y lo lamí hasta notarlo palpitar, Tere movía sus caderas buscando mi lengua, el sabor de sus jugos era delicioso, mi polla era chupada desde el frenillo hasta bajo de los huevos, las caderas generosas de la chica no paraba de moverse, mi boca la seguía, mis dedos se metieron dentro del coño de la profesora, procurando llegar al punto G, yo no sabía nada de esto pero lo había leído, pero parece que lo encontré pues dio un salto hacia mi boca, la acaricié y la noté temblar en mi mano, lo que no esperaba es que en pleno furor ella mojó con saliva su dedo corazón y le metió en mi ano, mi primera reacción fue evitarlo, pero no sé que tocó que mi polla sufrió como un calambre eléctrico y empezó a expulsar leche como un torrente, Tere se deshacía en un orgasmo brutal.


-        Uf! La primera lección veo que la has comprendido bien, creo que podemos compartir conocimientos.




Estuve acariciando sus hombros, besando su nuca y cuello, creo que descubrí una zona erógena especial, porque me volvió a coger la polla todavía blanda, se tumbó en la cama y abrió las piernas sujetándolas por las rodillas, su coño rodeado de pelo se veía rosado con la vagina abierta. Me levanté y salí al salón y volví con mi tableta, enfoqué al coño, una serie de flashes lo iluminaron, luego las tetas fueron inmortalizadas , incluso el culo oscuro y rugoso, cuando comprobé el buen resultado, la puse en posición cámara y la apoye en el tocador, el mueble tenía un buen ángulo, cuando volví junto a 


Tere aún estaba con las piernas levantadas, me coloque sobre ella y comprobé que mi capullo coincidía en su coño, me dejé caer y desapareció dentro, cerró los ojos y suspiró, con los músculos pélvicos me estrujaba el glande y yo le contestaba con mis pulsaciones, metiendo y sacando sin cesar ella gemía y yo gruñía, Tere me animaba…


-        Vamos Manu, fóllame más fuerte, eres una maravilla, métela toda, soy tuya toda, rómpeme el coño, lléname de leche.


Yo iba ciego, entraba y salía sin descanso, recordé que me había dicho que era toda mía, le tomé la palabra y le levanté más la piernas sobre su cabeza, cuando quiso adivinar mis intenciones, yo con mi polla chorreando sus flujos la apunte en su culo y apreté, reconozco que quise darle una lección, pero una vez más me equivoqué, ella simplemente aspiró aire y esperó hasta que el glande pasara, luego respiró y mi polla entró hasta los huevos, mis dedos atacaron a su clítoris y a su vagina, cuando le vino su orgasmo sus piernas bailaban en el aire incontroladas, pero me gritaba…


-        Siii, sigue así, métela toda, hazme correr como una perra, lléname el culo de leche.


Le demostré que era buen alumno y de lo más obediente, le provoqué un orgasmo explosivo y me corrí dentro de su culo al mismo tiempo, caímos desmadejados en la súper cama, Tere me abrazó y me dijo que era un alumno aventajado y que por ella me daba un máster, me llene de orgullo, lo reconozco.


Cuando pudimos levantarnos me vestí, ella buscó otra ropa limpia y me acompaño hasta la parada del autobús, nos despedimos con un piquito y me fui a casa, sentado en el bus ojeé la grabación que había hecho y aún me reaccionó la polla un poco, quizá se la enseñara a Ana.


CONTINUA.....

1 comentario - Mi timidez y las mujeres de mi familia 13

dantraloco
Las de tu familia, incluyendo la lesbi, parecen un poco sositas en la cama, pero esta si es una tigresa jajaja
Buen post, van ocho puntos