La amiga de mi abuela 4

Después de la sorpresa que me había dado mi abuela en complicidad con Tita, me volví a casa pensando en lo que había pasado, y en lo que esperaba que pasara, ya que mirandolo friamente mi abuela estaba mucho mejor de cuerpo que Tita, a los 71, sus tetas eran inmensas, un poco caidas, pero a quien no le gustan esas ubres que desbordan los corpiños, unas caderas firmes para afirmarse y unas nalgas duras todavía, era viuda y para mejor vivía en casa, que más podía yo pedir. Ya de noche cenamos toda la familia como siempre y luego nos sentamos en el living a ver televisión, al rato como habitualmente la primera que se retiró fue la abuela, al rato mis padres y por fin mi hermanita, al ser el último esperé un rato apagué el televisor y fuí a mi cuarto, la casa era vieja y adelante estaban las habitaciones de mis viejos, de mi hermana y la cocina, un patio con galería y al fondo una pieza más (de mi abuela) y un cuartito que yo había rescatado de ser un depósito y habia convertido en mis aposentos, con un baño compartido para estas habitaciones por medio de un pequeño pasillo. Me acoste, pensando como encarar, un largo rato después escuche a mi abuela entrando al baño, aproveché y en silencio entré en su habitación, me quité el slip y me metí en su cama, cuando ella volvió, me econtro en su cama, desnudo y haciendome una paja, dijo, nene que haces acá y así, ya lo ves, contesté, poniendola bien dura para vos, bajá la voz, pueden oirnos, no te preocupes cuando vine al fondo cerré bien las puertas, y todos están dormidos, me levanté y acerqué levantandole el camisón y diciendole al oido, como te voy a coger vieja puta, para que no tengas que volver a hacer un truco como hoy para tener una pija adentro, si pendejo, decime chanchadas que me calientan, no pares de decirme cosas, nieto degenerado, te estás garchando a tu abuela, y mientras hablaba por primera vez le metía la poronga en esa concha ya mojada, ahí nomás de parados, tomá yegua, sentí bien adentro todo el tronco de tu nieto, que a partir de ahora te va a coger todas las noches, vas a ser una de mis hembras, y vas a hacer todo lo que te pida y te ordene, entendiste puta, si amor, pero ahora acabáme bien adentro, no termino de decirlo que un chorro de esperma, viscoso y caliente se disparó dentro de su vagina inundandola y desbordandola de placer, tanto que en ese momento por primera vez sentí una lengua dentro de mi garganta, la primera vez que cogí a mi abuela, sentí también el primer beso de lengua por amor de mi vida, otro día les cuento algo más.

2 comentarios - La amiga de mi abuela 4

vejetealpalo
Por un error fundamental, se nota que tu relato es solo fantasía y nunca estuviste con mujeres de tal edad...