Esmeralda, Mi Primera Vez

Si es la primera vez que me lees, bienvenido; si ya me habías leído antes,mil gracias.

No tengo muchos amigos, no es que sea antisocial, ni tampoco que seainsoportable. Conozco a muchas personas, muchos compañeros de borrachera,muchos compañeros de muchas partes, pero pocos amigos. Si digo esto es porquesi deje de ser virgen fue gracias a la ayuda de uno de ellos.

Esmeralda era un año más chica que yo, en realidad solo unos meses y habíamossalido desde hace algún tiempo en plan «sin compromisos» ambos éramos vírgenesy a pesar de los roces que habíamos tenido ninguno había insinuado nada alrespecto. Si yo seguía siendo virgen era por dos razones: que no tenía dineroni para los condones y dos, no tenía un lugar en donde hacerlo con libertad, nome alcanzaba para el motel y mi casa aunque vacía, estaba rodeada de vecinoschismosos, además las paredes del departamento de mi madre eran muy delgadas.En ese lugar no había privacidad.

Nunca me había importado mi virginidad, sabía que el momento llegaría cuandotuviera que llegar, sin embargo, sentía que después de tener sexo por primeravez no me iba a detener y tendría relaciones a cualquier oportunidad. Aquí esdonde entra uno de mis mejores amigos.

Cierta borrachera en casa de Irving qué, por ser muy responsable, le dejan lacasa sola de vez en cuando y él claro aprovecha para coger con su novia y hacerestas reuniones alcohólicas; una de esas veces hablando y riendo él dice quecuando  tenga la casa sola la puede prestar para coger, que no hayproblema, yo riendo le digo que de ser así en dos días me cojo a alguien en sucasa, él se ríe y me dice: "Puto si no" y ante aquel reto yo le digoque solo mandare unos mensajes y que pasado mañana estaré ahí cogiendo. Nosdamos la mano y cerramos el pacto.

Al otro día en medio de la resaca me manda un mensaje Irving con la hora en laque estará lista la casa para mí. Yo le digo que pasare antes por las llaves.Al principio pensé en María , una exnovia con la que había tenido unos rocesantes, pero después de pensar un poco le mande un mensaje a Esmeralda,diciéndole que si me acompañaba para cuidar una casa por unas horas, cuandoella responde que sí que no hay problema, le mando la hora y el lugar en dondenos veremos con un: «PD trae falda jajaja».

Salgo de mi casa meticulosamente bañado y me dirijo a la casa de Irving, el mesaluda, me da instrucciones precisas de que es lo que no puedo hacer en su casay después de unos minutos me da las llaves. Yo dejo la mochila que llevaba(donde venían los condones) y espero el mensaje de Esme para ir por ella,cuando llega, salgo disparado por ella, camino las pocas calles para llegar alencuentro.

Y ahí estaba, era una chica muy bonita, mediría entonces un poco más de 1.60 m,era delgada con una bonita silueta, su culo estaba parado y se podía nalguearde maravilla, sus pechos eran de buen tamaño para ser delgada; llevaba unablusa blanca sencilla y una falda negra con flores y holanes, me sorprendiópara ser sincero, no pensé que tomara tan enserio el mensaje en donde le decíaque usara falda, sus piernas eran bonitas, tenía los ojos grandes de color caféy el cabello negro hasta media espalda, tenía un lunar cerca de la boca y otrocerca del ojo, era una chica linda con 18 años cumplidos desde hace un mes.Este sería también su regalo de cumpleaños .

"Hola, ¿Cómo estás?" la saludo cuando llego y le doy un beso en lamejilla que se corre hasta su comisura.

Ella sonríe , platicamos por unos minutos y emprendemos el camino a casa de miamigo. Durante las siguientes tres cuadras, todos se la quedaban viendo condeseo, esa falda era en realidad muy provocativa. Yo tenía ya una erección quese iba haciendo más fuerte conforme nos acercamos a la casa.

Llegamos por fin. Abro la puerta principal y después la que da a la sala. Le ofrezcoun vaso con agua, seguimos platicando por un rato, la rodeo con mi brazo, ellaacomoda su cabeza en mi hombro, bajo mi mano hasta sus costillas, le empiezo ahacer cosquillas.

"No... espera, ¿por qué siempre te gusta hacerme cosquillas?" me dicecon una mueca de disgusto fingido.

"Está bien, dejo tus costillas en paz" contesto mientras le doy unlento beso en el cuello.

"ahí... ahí también tengo cosquillas" dice y se empieza a excitar.

"Eres muy cosquilluda" bromeo, "¿y aquí? También tienescosquillas" le susurro en el oído mientras con mi mano acaricio elinterior de su pierna .

"sí, sí, también" dice con la voz entre cortada, me detengo,"no... no pares, sigue" me suplica en un susurro.

Le quito el vaso de las manos y la beso furiosamente, mi mano sube hastaencontrarse con su sexo resguardado por la ropa interior, empiezo a masajearpor encima de la tela, se empieza a humedecer, nuestras lenguas se muevenansiosas, con mi otra mano comienzo a tocar sus pechos por encima de la blusa,la recuesto en el sillón , sus calzones están empapados, meto mi mano por debajode su blusa, levanto su sostén y comienzo a tocar sus pechos, con levespellizcos en sus pezones, ella tiembla, jadea. Con un movimiento de mi manodebajo de su falda me cuelo debajo de sus bragas, de inmediato mis dedos sonempapados por sus fluidos, acaricio toda su vagina y le meto hasta el fondo undedo con mucha facilidad, después meto dos dedos en su húmedo coño, ella gimemientras la masturbo, con una mano alcanza mi pantalón y comienza a abrirlo, lapunta de mi verga esta mojada, lista para penetrar en su virgen sexo. Saca miverga, la empieza a pelar y después a jalármela . Me detengo.

"Levántate" le digo después de lamer sus fluidos de mis dedos (megusta el sabor). Ella no sabe qué hacer, esta aturdida de lo caliente que esta.

Se levanta, yo me quedo sentado, la tomo por la cintura y la pongo enfrente de mí,le doy la vuelta, "espera ¿qué haces?" dice al no entender, cuandoesta de espaldas a mi levanto su falda, lleva un calzón negro con puntitosrosas, le doy una nalgada, "no... espera... ¿qué haces?" abro misfauces y le doy una ligera mordida a sus nalgas mientras las aprieto a mi cara,tomo sus bragas y las desaparezco de su culito parado, su ropa esta empapada,puedo ver que tiene la piel erizada, la empujo hasta que apoya las manos en la mesitaque esta frente al sillón. Sus calzones los tiene en los tobillos, las piernasestiradas y el culo apuntando al cielo, puedo ver su vagina húmeda, empapada,pequeñas gotas resbalan por adentro de sus muslos; en medio de sus nalgas, suapretado culo espera por mi lengua. Aprieto sus nalgas fuerte meto mi caraentre ellas, paso mi lengua de su vagina al culo, sus piernas se doblan,empieza a temblar. "Espera..." dice jadeando, deja una mano sobre lamesa para sostenerse y con la otra trata de cubrir su lujurioso, excitado yhúmedo sexo, jala de la orilla de la falda para cubrir su culo. Yo de un jalónquito su mano y sigo saboreando su sexo. Mi polla dura empieza a latir, la sacode mis pantalones y se la paso como recogiendo sus fluidos.

Recuerdo de repente una de las reglas que me dijo Irving: nada de sexo en lasala.

Detengo el impulso de metérsela completa ahí, la tomo del brazo y le doy lavuelta, ella jadea con la boca sema abierta, se sienta en la mesita, me terminode quitar los pantalones, camino con la verga erecta hasta ponerla cerca de sucara, ella me ve a los ojos y saca su lengua para empezar a chupármela, nuncafue buena mamando verga, pero más que querer acostarme con ella, queríaexperimentar todo lo que se puede hacer en el sexo, incluso se la hubierametido por el culo si me hubiera dejado.

La tomo de la nuca y comienzo a follarme su boca, ella empieza a tocarse, memira a los ojos mientras tiene su boca llena de mi pene. Se la meto hasta lagarganta, ella se empieza a ahogar, se la saca y respira profundo. No resisto más.

"Vamos a la habitación" le digo y ella mueve la cabeza de arribaabajo, se levanta dejando sus calzones en el piso de la sala, se dirige a laescalera, yo la sigo, con cada escalón que sube me deja ver debajo de su falda.No resisto la tentación de ver su concha húmeda debajo de la falda, avanzorápido dos escalones para que ese culo esté al alcance de mis manos, mi mano semueve sin preguntar directo a su vagina, le meto dos dedos y la empujo contrala pared, la beso furioso, mientras siento como sus piernas flaquean, le quitola blusa y le arranco el sostén, me como sus pechos, redondos y suaves,succiono sus pezones paso mi lengua por ellos mientras trato de meter más misdedos y moverlos en su interior.  Me quito la playera, quedamos desnudosantes de entrar a la habitación .

Llegamos a la cama, ella se acuesta, recuerdo que los condones se habíanquedado en mi mochila en la sala, pienso en bajar corriendo por ellos y volteoa verla, con una cara de deseo y lujuria, parecía una puta ansiosa por sentiren su coño mi verga dura y caliente, abre las piernas y veo su vagina, húmeda,con el vello recortado, ella empieza a meterse dos dedos "ven... porfavor..." suplica entre jadeos me sorprende que actué así, es en verdaduna puta enloquecida por coger (después me entero que ya se había venido dosveces, al parecer perder su virginidad la excitaba). No le puedo decir que dejelos condones abajo, volteo hacia la mesa de noche y ahí hay un paquete decondones frutales con una nota que decía : diviértete!! Att. I.

Sonrío con satisfacción . Tomo un condón rojo, con olor a fresa, lo abro y lopongo sobre mi pene como se debe; ella me mira, parece ser que la lujuria y laputeria menguan un poco al acercarme, el nerviosismo está ganando terreno antelo caliente del momento, después de todo es su primera vez y no sabe si doleráni yo mismo sabia.

Me coloco sobre ella con el peso en mis brazos, apunto mi verga hacia su mojadosexo, olía a vagina y a fresa artificial; la empiezo a penetrar despacio, ellasuelta un pequeño "ay" de dolor, me detengo, siento como su calor yhumedad aprisionan mi sexo debajo del condón, sigo penetrándola, ella aprietalos dientes.

"¿Estas bien?" pregunto entre jadeos con la calentura contenida. Ellacierra los ojos y mueve la cabeza de arriba hacia abajo, comienzo a mover lascaderas metiendo y sacando mi miembro, me vuelve loco el ritmo lento, siento enmis huevos el deseo de metérsela con más fuerza y más rápido , hacerla gritar,pero contengo la fantasía lujuriosa y me dedico a disfrutar de la sensación deestar por fin dentro de una mujer.

Ella empieza a gemir, su voz es dulce y llena de lujuria. Sin darme cuentaempiezo a subir el ritmo, meterme en su interior húmedo y caliente, sentir comopresiona mi miembro era lo mejor que había sentido. "Espera..." diceentre jadeos, "espera..." repite y tontamente pienso que va acorrerse como en las películas porno así que hago embestidas un poco másfuertes. "No... Espera..." pone sus manos en mi pecho empujando unpoco, me detengo con la erección en su interior, "se me cansaron laspiernas" me dice tiernamente.

Yo sonrió y me salgo de su vagina, ella se estremece, baja las piernas ypuedo ver un delgado hilo de sangre bajando de su sexo; mi pene sigue duro ypalpitante envuelto en su funda roja.

"¿Estás bien?" pregunto con la respiración entre cortada. Ellamueve la cabeza asintiendo, sus pechos se mueven cada que respira.

"¿Y ahora?" me pregunta entre jadeos, yo sonrió de satisfacción.

Lo pienso un momento y después tímidamente digo: "quiero atrás".

"No... Ahí duele mucho" me contesta alarmada.

"No, que quiero estar atrás de ti" sonrió.

"¿Pero cómo?" pregunta extrañada.

"Ósea... " reúno valor, "te quiero en cuatro" le digo unpoco avergonzado.

Ella suspira como si le faltara el aire, puedo ver como la lujuria se vuelvea encender en sus ojos. Ella empieza a acomodarse sobre las manos y lasrodillas, "¿así?" pregunta viendo por el hombro y dándome una vistahermosa de su coño y su culo.

"Un poco más atrás" le digo mientras me acomodo para meterse laotra vez. Ella da dos pasos hacia atrás y la punta de mi verga toca su calientesexo. Tomo mi miembro y lo paso por su vagina, ella empieza a jadear de nuevo ycuando estoy a punto de penetrarla, un destello me da en el ojo, volteo y veoque las cortinas de la habitación están abiertas, la dejo ahí con el culoparado y corro a cerrarlas, ella al darse cuenta se acuesta para ocultarse. Unavez que están cerradas ella se sienta en la orilla de la cama.

"No había nadie, nadie nos vio" la tranquilizo aunque no sé si seade todo cierto.
Sonríe con nerviosismo, le devuelvo la sonrisa; pasa sus ojos de mi carahasta mi sexo, se queda viendo ahí, bajo la mirada y veo mi erección ya sinfuerza. La tenía aún hinchada pero con textura de plastilina.

"Ven aquí... " dice sentándose en la orilla de la cama y jalándomecon sus manos en mis nalgas, "yo te ayudo" termina con mi miembro ensu cara, abre la boca y da una sola chupada, voltea a verme y dice con emoción:"sabe a fresa" después se lame los labios y comienza a chuparmefuriosamente, deliciosamente, la mejor chupada que me había dado. Rápidamentemi venga regresa a estar dura y palpitante, "ya está lista" dicesacándose mi pene de la boca y sonriendo.

Se vuelve a subir a la cama, se vuelve a acomodar en cuatro, otra vez estaempapada enseñándome sus dos ricos agujeros. Vuelvo a ponerme un condón defresa y antes de metérsela paso mi lengua por su sexo.

"Aquí también sabe a fresa" le digo dando otro lengüetazo, ellagime hermosamente y sigo comiéndome su coño, saboreo la mezcla de fresa convagina. Subo mi lengua y también le chupo el otro hoyo.

"Ah... Ah... Ah... " le encanta sentir mi lengua paseando portodas sus zonas de placer, "ya métemela" jadea, yo la obedezco y sela meto entera de una sola vez, como ya la había penetrado antes y estabaempapada, mi verga resbaló hasta el fondo de ella. "Ah...Sii...así..." gime mientras me la cojo.

Sus nalgas aplauden contra mi abdomen con ritmo, la tomo de las caderas, suculo se ve hermoso desde atrás. La penetro más fuerte y rápido, ella cierra suspuños jalando las sábanas. Le abro las nalgas, puedo ver cómo le entra y lesale mi verga enfundada en rojo fresa; siento saliva en mi boca al ver suculito abierto, se me antoja meterle la lengua en su ano, le doy con másfuerza, se me hace agua la boca.

"Ay... Ay... Ay... Si... " dice como puta. Siento que no aguantaremucho más.

Se la saco, no resisto más y paso mi lengua de su abierta vagina a sucerrado culo, ella aprieta las nalgas atrapando la punta de mi lengua.

Siento que me empiezan a doler los huevos, me acuesto con la polla comomástil, "te toca a ti... Siéntate" le digo invitándola para que seensarte sola en mi miembro.

Ella se acomoda con una pierna a cada lado de mi cintura, yo detengo miverga como un palo recto para que entre más rápido, lo acomoda en la entrada desu coño y se va sentando poco a poco, siento como su cuerpo tiembla, estácansada y yo tengo el orgasmo en la punta del pene. Mueve sus caderas de atráspara adelante cada vez más rápido y de vez en cuando sube y baja dándosesentones que la penetran hasta el fondo de su calor lujurioso; aprovecho paraagarrarle los pechos y darle una o dos nalgadas.

Pronto pierde el ritmo, sus jadeos se hacen más rápidos, sus movimientosparecen un ataque epiléptico "ya no puedo..." dice con un gemido quese convierte en un pequeño grito agudo. Cae sobre mi pecho.

Mi orgasmo esta cerca así que agarro sus nalgas y comienzo a moverme alzándolacon mi pelvis, ella gime casi sin voz, me corro caliente, muy caliente dentrodel condón de fresa.

Nos quedamos así, ella sobre mi pechos apretando sus tetas contra mí y yosintiendo como la verga de ser un hierro duro se vuelve arcilla. Nuestrarespiración regresa a la normalidad poco a poco.
Ella se recuesta a mi lado con una sonrisa, comenzamos a platicar de cosascotidianas hasta que llegamos a hablar de sexo, es ahí donde me confiesa que lanoche anterior había visto videos porno para darse una idea de cómo sería, mecuenta que se masturbo hasta llegar al orgasmo y que mientras cogíamos habíasentido esa sensación tres veces. Yo me disculpo por no tener una polla de 30cm como la de los actores porno, ella se ríe y me da un beso en la mejilla,después entra a bañarse. Me quedo recogiendo las cosas, siguiendo lasinstrucciones dejadas por Irving, bajo a la cocina por un vaso de agua yregreso a la habitación siguiendo el rastro de ropa en el suelo.

Ella sale del baño, se toma el vaso de agua y vamos recogiendo la ropa hastala sala, se comienza a vestir mientras la veo, el sostén, la blusa, la falda yhasta el final, inclinándose para darme un espectáculo se pone las bragas, miverga se empieza a endurecer de nuevo (bendita juventud). Nos quedamos sentadosun rato platicando mientras la tarde pasa.

"Me tengo que ir... " dice viendo su reloj. Salimos de la casa ycaminamos abrazados, después tomados de la mano y luego caminando uno al ladodel otro, volvemos a estar «sin compromisos». Llegamos a la parada donde toma untaxi, se despide con un beso en la mejilla y yo regreso a casa de Irving.

"¿Qué tal estuvo?" pregunta cuando le entrego las llaves.

"De maravilla" le contesto.

"Te ves cansando" me dice riendo. Bromeamos un rato más hasta queme despido dándole las gracias
"no te preocupes, ya me las cobrare",dice despidiéndose y vaya que se la pague al presentarle a una amiga algo putacon la que se divirtió mucho.

Regreso a casa recordando mi primera vez, llegando a casa me masturbarepensando en Esmeralda. No sé cómo habrá sido la primera vez de todos o como larecuerdan, pero si puedo asegurar que cada que Esmeralda come o huele la fresaartificial, recuerda su primera vez y los condones rojos con los que me lacogí.

Así sucedió, créanlo o no.

Por su atención y tiempo, gracias.

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