La amiga de mi abuela II.

Como ya les había contado, después de arreglarle el corte de luz de la casa, Tita, la amiga de mi abuela me invitó a cenar, yo todavía estaba exitado ante lo que había sido mi debut sexual en el cuartito de atrás del garage, cuando llegué a su casa y toqué el timbre, a los pocos segundos me abrió Tita la puerta, estaba ahora vestida como para salir, con un elegante y sobrio vestido a media pierna negro, con un sutil bordado en su frente, que se veía diminuto entre esas tetas que un par de horas antes yo había tenido entre mis labios, epa dije que bonita estás, ¿viste? respondió ella , para seguir diciendo espero que este no lo rompas de un manotazo como el que tenía puesto a la tarde, esta frase me confirmó que no solo iba a cenar con Tita,. Nos sentamos a la mesa y entre charlas sin importancia, terminamos de cenar, la ayudé a levantar los platos y los llevé a la pileta, dejalos ahí nomás que mañana los lavo, ahora vamos que falta el postre me dijo, fuí y me senté nuevamente a la mesa, Tita me agarró de la mano y me dijo ,no vení que el postre lo vamos a tomar en otro lado, y me llevó a su habitación, la cual estaba a media luz, y con la cama ya preparada para ser usada; ahora te voy a enseñar como se coge a una mujer, me dijo, bajame suavemente el cierre del vestido mientras me besas levemente en el cuello y cuando el cierre esté bajo me desabrochas el corpiño, sin dejar de besarme el cuello y buscar con tu lengua la mía, bien ahora deja caer el vestido y suavemente empezá a acariciarme los pechos hasta llegar a los pezones y apretalos haciendo bolita con los dedos índice y pulgar, cuando estén bien duros , como ahora pasa por ellos la lengua, humedecelos y ya están listos para que los mordisquees y me hagas gozar, yo estaba tan concentrado en esas tetas con pezones que parecían piedra que no me di cuenta que mientras tanto ella me había dejado en bolas y me estaba haciendo una paja memorable y cuando me tenía a punto paró y me dijo, ya mereces entrar a mi cama, se acosto boca arriba y me guió encima suyo, mientras decía, ya sabés que tenés hacer, con su mano guió mi pija hasta la entrada de su concha y la penetré con la mayor suavidad posible, una vez adentro bombeé despacio, tratando de alargar el tiempo, pero fué inútil, eyaculé, fuerte y copiosamente, llenando de semen esa concha que horas antes me había hecho debutar, pero esto no terminaba ahí, incorporandose Tita se arrodilló en la cama e introduciendo mi glande es su boca lo limpió y siguio chupandolo hasta que logró ponerlo duro nuevamente (lo que a los 16 no es tán dificil), tomó un pote de crema, se pasó un poco por su culo, se puso en cuatro y me dijo, ahora vas a romper tu primer culo, apoyá la cabeza contra mi agujerito despacio, lo hice como me indicó, guió con su mano la puntita, la colocó en su orificio y ordenó claváme fuerte ,de una, lo hice, esbozó un grito ahogado y recomponiendose dijo, aprendiste rápido, hijo de puta, así con fuerza y sin dar oportunidad de arrepentirse se rompe un culo, acabá y vamos a comer el postre, que hay helado, te voy a dar una porción doble, y la mía en ves de comerla me la voy a poner en el orto, así terminó el día de mi debut, con quien hasta ese día era como mi segunda abuela, pero a partir de ese día paso a ser mi primer mujer, en cualquier momento les cuento otra historia con Tita, hay varias ,y alguna bastante sorpresiva.

5 comentarios - La amiga de mi abuela II.

nuevogus1 +1
Las veteranas con actitud.
Son lo mejor
Sin importar si son gordas, flacas, arrugadas nada.
La actitud de hembra en celo lo puede todo.
Slds, Gus
JA2015
Estan buenos los rrlatos
ligp
muy bueno, seguí redactando
kramalo +2
es decir.... no te la cogistes.... te recogió ella...jaja!!