Se hizo la fiesta

Estamos fascinados por esta experiencia que como decimos salió sin querer queriendo, tal y como dice el mismísimo chapulín colorado.

A veces las cosas sin planear salen de la mejor manera que aun planeándolas, por eso creemos que las cosas sin un plan previo salen de lo mejor.

Este fin de semana queríamos dejar a las niñas en casa de mi suegra para que las cuidara, así Juan y Yo podríamos tener una encerrona sólitos, pues ya ven que Sergio tuvo ese placer de estar conmigo y pues a mi Juanito le toco estar con Natalia.

Así que era ya tiempo de dedicarnos solamente el y yo sin que hubiese intermediarios que nos molestaran o que participaran con nosotros.

El viernes por la tarde Juan llego a la casa, yo ya había preparado las cosas de las niñas para que se las llevase temprano a la casa de su mama. De regreso tenia la misión de llegar a comprar carne, salchichas y todo lo que se hace para asar, así como una respectiva tapa de 48 cervezas para celebrar y estar todo este fin de semana cogiendo.

Juan regreso a la casa como a las 8 de la noche, le ayude a bajar todas las cosas que ocuparíamos para nuestra fiestecita privada. Entramos a la casa, juan saco de la alacena la hielera para colocar una parte de las 48 cervezas.

Saco unas bocinas que tienen adaptador para el IPod, así como el carbón y unas cervezas en una mini hielera.

“prendo el carbón y te aviso para que me traigas la carne mi amor” me dijo

“si precioso, espero que me avises, mientras yo preparo la carne y los frijoles” respondí

Paso un buen rato, cada quien estaba preparando sus cosas, hasta que el me aviso que ya estaba listo el carbón.

“Isa, ya esta listo, trate la carne y las salchichas amor” me grito

Le lleve las cosas, el me esperaba con una lata de cheve (cerveza) en la mano izquierda y extendió la derecha para que le diera lo que le llevaba

“ándale vieja, ponte a tono” me dijo

Agarre la cerveza y de un jalón me la acabe

“ay bárbara, traías sed amor” me dijo

“si es que en la cocina se siente calor, ya vez que el abanico no funciona, y no se quien me dijo que me lo iba a reparar, pero en lugar de eso se puso a cogerse a una amiga de mi mama, bonito negocio” le dije en tono sarcástico


“ay amor eso fue pues porque surgió, además quien cogió con mi amigo, casi mi hermano” respondió

“ay bueno, eso fue porque se me antojo” respondí

Nos besamos de una manera tierna, sus manos agarraron mi cintura y me aferro a el, como diciendo: “esto es mío y de nadie mas”

“te amo” fue la frase simultanea que nuestras bocas y nuestras almas se dijeron mutuamente porque es un sentimiento que nos tenemos muy fuerte el uno por el otro.

Como les digo amo a mi marido, ni loca seria capaz de engañarlo, pero como les comente es bueno probar otras cosas y asuntos masculinos, no quedarnos con el que tenemos, aunque si son cosas excelentes pero a veces es necesario probar otras cosas. Así como el lo hizo con mi mama, y con otras personas, el disfruto con ellas así como yo disfrute de la compañía de Sergio.

Cerca de las 12 y después de cenar tranquilamente en el patio, tomando nuestras cervecitas y escuchando buena música de banda, norteña y texana. Hacia mucho que Juan y yo no bailábamos, estábamos como si fuéramos novios, bien arrimados el uno con el otro.

Estando así nos besamos como nunca, estábamos tan románticos el uno con el otro, Juan me apasiona, me da esa fuerza que necesito para vivir día a día, su amor me alimenta el alma, así como yo soy el amor de su vida, el motivo de su vida.

Bueno, la acción comenzó en la cocina, mientras recogía los platos y demás cosas que estaba colocando en el fregadero, Juan se me abalanzo por detrás, agarrándome todo lo que se puede agarrar, mis nalgas eran estrujadas salvaje-mente, mis senos eran tocados con esa desesperación por liberarlos, por tocarlos, por besarnos, por mamarme los pezones, que en ese momento estaban ya parados.

De la mano me llevo hasta la mesa que estaba a un lado, me empino bajándome los pantalones y las panties hasta las rodillas, colocándose detrás de mi saco su verga y me la clavo en la vagina.

“ay guey despacito, que me duele” le dije

“aguántate que no ves que traigo un chingo de ganas” me decía al tiempo de bombearme con su verga en mi vagina

Sus embates me hacían topar la cintura con la mesa, pero aun así estaba disfrutando la cogida que me estaba dando mi marido.

“así me gusta cogerte amor, eres la única que me prende de esta manera” me decía

“así te gusta, que bueno, anda bombéame, dame de tu leche en la panocha, hazme sentir que aun me amas cabron y que las demás son unas pendejas a mi lado” le decía

“No te hagas eres la única a quien disfruto en la cama, porque tu eres mi esposa mi vieja a quien hice y deshice a mi modo” me respondió

“si es así, ándale, vente ya de una vez, dame de tu leche que mi panocha esta sedienta de tu semen” respondí

No paso mucho tiempo cuando sus espermas se depositaron por completo en mi vagina, llenándola por completo tal y como solo el sabe hacerlo.

“que rico, hacia mucho que no me lo hacías así, con esa salvajes de quererme hasta violarme” le dije

“es la intensidad amor, es la intensidad” me respondió

Después de reposar un rato en la cocina, me subí la panti y los pantalones, como quiera después de hacerlo ya bien cogida me tocaba la friega de recoger porque no me gusta dejar mugrero para el día siguiente.

Juan se fue a la recamara a darse un baño, minutos mas tarde yo me le uní. Juntitos nos dimos un rico y delicioso baño, enjabonándonos nuestros cuerpos, tocando nuestros sexos, que el pene de mi viejo de inmediato se levanta bien firmes para metérmelo, yo me agache para darle una tremenda mamada.

El no opuso nada de resistencia, dejo que me “bajara por los checos”, pues deseaba que su amada esposa le diera otra mamada a su miembro. Su verga me gusta porque la tiene recta y de un color delicioso, y como le han dicho varias de sus viejas tiene unos huevotes que nos encantan.

Cuando se la estaba mamando bajo el agua surgió una idea que me hizo estremecer. ¿Por qué no llamarle a Sergio y que se nos uniera en nuestra sesión privada, ya sea de observador de nuestras acciones o simplemente que se sacara la verga y mamársela o que se la jara y me echara su leche?

Era una idea loca, que por ningún motivo pensé que mi esposo aceptaría tal cosa, pero como siempre tenemos pensamientos sincronizados porque el en un momento me agarro de la cabeza y mirándome fijamente me dice:

“oye y si le hablamos a Sergio y a Nereida, para darnos una encerrona los 4 hasta que el cuerpo aguante”

“¿estas seguro?” Pregunte

“si mi amor, se ve que tu le tienes ganas a Sergio y yo me quede con ganas de Doña Natalia, ¿lo harías o no?” me pregunto insistentemente

“esta bien, ¿pero tu crees que el este disponible para venir?” pregunte

“claro que si mi amor, el esta siempre dispuesto a venir a disfrutar tu cuerpecito” me respondió

“¿pero esa señora que onda, a poco crees que venga a estas horas, de seguro ya ha de estar dormida?” respondí

“No amor para nada, hace rato hable con ella y me dijo que estaba sola y que necesitaba de las caricias de un macho cabrío como yo” me respondió

“ay así, bájale cabron, puro pedo el tuyo, pero bueno, Ay Juan ya no se que pensar, me gusta estar contigo y con Sergio, pero estar con esa Señora, que tal que no quiera estar con nosotros” pregunte

El se comenzó a reír despavoridamente, ay Isabel, no te vayas a molestar pero creo tener ya todo preparado para esto, lo que pasa es que ya hable con ambos y están dispuestos a venir, solo espero que tú lo aceptes y ellos vienen inmediatamente. ¿Aceptas? Me pregunto

Que hacia en esos momentos, ¿aceptar estar en una mini orgia con 2 perfectos desconocidos y mi esposo? o de plano mandarlo a la fregada y hacerme la enojada. Era tanto mi desconcierto que no sabia que iba a decir en esos momentos.

“ándale mi amor, acepta, no es presión, pero se que ambos deseamos esto, no es infidelidad porque no es amor, solo es sexo seguro con dos personas que aceptan hacerlo con nosotros.” Insistía.

“esta bien mi amor, pero con una condición, quiero sentir el semen de Sergio en mi culito, ¿aceptas?” le pregunte.

El sin dudarlo me contesto un firme: “SI”

“¿Estas seguro amor?, es algo que solo quiero experimentar solo una vez con el” respondí

“Si amor, es algo que estoy de acuerdo en hacer contigo y mas que el esta sano, se que no hay problema” me respondió

Conclusión del caso, es que Juan le llamo a Sergio y a doña Natalia, la primera en llagar fue esa señora, se veía bien vestida, de clase, con un pantalón de mezclilla ajustado a sus caderas, una blusa negra, ajustada a su cuerpo, escotada muy sexy. Lo que me gusto de ella y no es porque sea lesbiana sino vanidad de mujer es que olía demasiado rico. Creo que traía el Gucci rouse, (no se si así se escriba, pero así me dijo que se llamaba el perfume).

“hola buenas noches, soy Natalia” se presento

“Hola, soy Isabel la esposa de juan” respondí

La situación estaba un poco incomoda, ¿Qué le podía decir a esa señora, que mas tarde estaría cogiéndose con mi esposo? Creo que Juan entendió bien la situación y pues nos trajo una copa de vino a cada una.

“salud por estas dos hermosas mujeres, que son un deleite para cualquier hombre que este con ellas en la cama” decía Juan

Tomamos el trago a nuestras bebidas, por los nervios que tenia me la acabe de un jalón, mas que antes ya había tomado algo con mi esposo, pero no se que me paso, yo digo que los nervios me estaban cortando la borrachera.

Al estar tomándonos la segunda copa en ese justo momento llego Sergio, se veía guapísimo, con unos jeans bien pegados a su cuerpo, se le notaba un paquete que ya deseaba salir de ese pantalón.

“buenas noches, ¿Cómo están?” saludaba cariñosamente a todos los que ahí estábamos.

Juan sirvió las bebidas a todos, incluso a nuestro nuevo invitado. Estábamos como quiera los 4 un poco nerviosos. Pero Juan se veía un poco mas seguro y el fue quien fue marcando la pauta para comenzar con nuestra aventura de sexo.

“¿Qué hacemos ahora?” Pregunte un poco tímida, como les digo nunca había estado en una situación así.

Doña Natalia fue la que se animo y se empezó a desnudar, Juan le hizo segunda y para no quedarnos atrás Sergio y yo lo hicimos al mismo tiempo. Doña Natalia se acerco a Juan ofreciéndole sus senos a que se los probara, yo hice lo mismo que ella, me acerque a Sergio, el me tomo de la cintura y me jalo hacia a el para mamarme los pezones.

La única condición que teníamos era que todo lo que se hiciera se llevara a cabo en la sala de la casa, para que viéramos lo que hacíamos cada pareja. No podíamos estar a solas en ninguna habitación que no fuese la sala, salvo en el cuarto de baño para darse una ducha.

“vente mamita que te voy a gozar como esa ultima vez que lo hicimos” me decía Sergio al tiempo que me mamaba los pechos, su boca se pegaba a mis tetas como bebe recién nacido.

Juan por su parte estaba con esa señora…

(haber amor déjame escribir esto a mis lectores)

Como les decía mi esposa, Natalia se me acerco ofreciéndome las tetas para que se las mamara. Sus pezones ya estaban completamente erectos esperando las mamadas de mi boca.

“así corazón despacito, mira como se las maman a tu esposa, se ve que la tienes bien cachonda” me decía

“si, hace rato me la cogí en la cocina, aun trae leche mía en su panochita” respondí

“míralo que cabron eres, ¿A poco me vas a aguantar aventarme un palo a mi?” preguntaba algo inquietada Natalia.

“Claro que si, traigo mucha cuerda que si se completa para al menos otros 3 palitos” respondí

La recargue en el descansa brazos de un sillón que estaba cerca, se hizo un poco hacia atrás, sus nalgas me quedaron justas a mi altura.

“ándale métemela” suplico

Moviendo las manos por entre sus piernas tomo mi verga y se la coloco en la vagina

“así papito, despacio métemela” decía

Ya deseaba meterle la verga a Natalia, quería sentir esas nalgas, su celulitis, sentirlas así de aguaditas, redondas, deliciosas.

“así precioso, así dame de tu verga que me muero por sentirla, ándale precioso, métemela hasta el fondo” decía

“como quieras mamacita, dime si así te gusta que te la meta” pregunte

“Si, no se que tenga que me encanta precioso, ándale métemela mas, hazme sentir como ese día en la casa, chocame tus huevos en mi panocha” respondía

Le estaba dando una cogida muy buena a Natalia pues mi verga entraba y salía de su panochita sin tanta dificultad, ambos lo estábamos disfrutando. De reojo vi como Sergio hacia que Isabel le mamara la pilinga.

(narrado por Isabel)

Mientras que Juan estaba con Natalia, Sergio me hacia hincarme para que le mamara esa verga tan deliciosa que carga, empece a darle besitos en la cabecita, despacito, babeándosela, lambiendosela, Sergio se estremecia con esa lección oral que le estaba dando.

“así mamame la verga, que se ve que te gusta lo que estas haciendo” me decía

Engulle todo su tronco en mi boca, casi desapareciéndola por completo, tomando aire por la nariz para poder soportar esa verga en mi boca. Mi mano derecha acariciaba sus huevos, a veces intercambiaba manos para que el sintiera la diferencia entre las manos.

“que rico me la mamas preciosa, anda párate para meter-tela” me dijo

Me dio las manos para levantarme del piso, me beso en la boca , toco sin nada de tacto y decoro mis pechos.

“ándale vente corazón, que mi verga ya quiere escupir dentro de ti.” Me decía

Me empino en el sillón mas pequeño de la sala, en donde solo cabe una sola persona, poniéndome en una posición un poco incomoda, pero que serviría para mi plan de que me la metiera por el culo.

“me las vas a meter así, pero con una condición papito” le decía

“¿Cuál preciosa, que condición me pones?” me pregunto

“que me la metas por mi culito amor” le dije

Sergio sin tituberar dijo: “Si, lo hago amor”

“déjame ir por la crema al baño y regreso” le dije

Apresuradamente me fui al baño a recoger la crema que utilizo cuando lo hago así con Juan, por las prisas se me cayeron algunas cosas del botiquín.

“wow, si que eres rápida amor, se me hace que ya quieres que te la meta” me dijo

Tome un poco de la crema con mis dedos índice y medio, me encorve para ponérmelo en mi colita, embarre un poco en el ano, el resto del trabajo lo hizo Sergio, quien termino por ponerme cremita en mi culito además de meterme un par de deditos para hacerlo un poquitín grande.

Después ya con mi ano dilatado Sergio se puso detrás mio, sentí su verga en la entrada de mi ano, la verdad me dio miedo porque no sabia como me sentiría de sentirlo de nueva cuenta en mi culito, ahora en presencia de una desconocida que solo seria testigo de como Sergio me metía en el culo su rica y deliciosa verga.

“ahggg, despacito, amor, me duele, despacito corazón, sacala poquito no seas brusco porque me duele, lentamente métemela corazón.” Le decía

Sergio me trato de una manera muy gentil, pues a pesar del dolor que me provocaba con su verga dentro de mi ano, pacientemente me espero a que me acostumbrara a su poringa dentro de mi culito.

Me paso pronto el dolor y Sergio me bombeo lentamente, despacio poco a poco fue incrementando el ritmo, al mismo tiempo que el dolor se fue haciendo placer por disfrutar esa verga en mi hoyito mas intimo.

“así Sergio, dame tu verga, dámela mas duro dentro de mi ano, ándale explota, dame tu leche amor” le decía

El aferrándose de mis caderas me jalaba hacia el penetrándome por completo con su verga, sintiéndola mas profunda cada vez mas

“¿te duele Isabel?” me pregunto

“no corazón, dámela mas fuerte, ándale vente ya dentro de mi, rómpeme mas el culo bebe que siento que voy a venirme” le decía

“así, así te gusta, ya me voy a venir, quiero echártelos dentro de tu culo amor” decía

“dámelos todos, échame tus mocos en mi culito” le dije

Su verga se descargo dentro de mi ano, llenandome de su leche, creo que vació sus huevos por completo en mi ano, porque era bastante sus mocos que salían de mi ano, lo que sentí fue como su verga iba perdiendo la erección dentro de mi culito.

Mientras Juan seguía cogiéndose a Natalia, nosotros estábamos descansando en el sillón, observando bien chismosos como mi esposo se cogía a esa señora, ¿saben? Juan tienen buenas nalgas, desde el punto donde lo estaba viendo se le veían muy redonditas a mi viejo….

(aquí escribe Juan)

Pues como les dice Isabel, yo seguía cogiéndome a Natalia mientras que ellos estaban muy sentados en el sillón, de verdad que no deseaba terminar de la faena con Natalia porque estábamos disfrutándolo.

“Dame toda, cojeme como perro en brama, déjame la panocha bien inflamada de las metidas de verga que me estas dando” me decía Natalia

Yo le daba con todas mis ganas, así la tenia aun empinada arriba del sillón de 3 lugares, mi verga se introducía en su panocha hasta desparecer la por completo, hasta que hacer que mis huevos en su pelvis hacían ese ruido característico de cogida.

“ya te tardaste, ándale vente dentro de mi, ándale, ya dame tu leche corazón” me decía

Mi venida fue pronta, pues sus movimientos de cadera de adelante hacia a atrás y de lado a lado me provocaron que me viniera en sus adentros vaginales.

“así quédate no te salgas, déjame disfrutarte todo mi amor” me dijo al tiempo que mi pene iba en descenso de tamaño.

Mientras Natalia disfrutaba de su orgasmo yo le agarraba las caderas y dos veces le bese las nalgotas, así como tome un poco de semen que escurría de su entrepierna y lo embarre en sus nalgotas.

Ya una vez que le saque la verga a Natalia, nos pusimos cómodos en la sala, cada pareja sexual estaba sentada en un sillón, mirándonos los unos a los otros, en eso Isabel tomo una bebida y le dio un trago, Sergio hizo lo mismo, y yo me levante para ir a la cocina y traer otras cervezas.

Como me tarde un poco porque me dieron ganas de ir al baño, al regresar cual fue mi sorpresa, Natalia e Isabel le estaban mamando la poringa a Sergio, las dos estaban hincadas en la sala y cada una se turnaba a mamársela.

(Aquí escribe Isabel)

Mira nada mas ¿celoso? Jajajajajaja.

Lo que paso es que Natalia se acerco a Sergio y como han visto a través de este relato ella es un chingo aventada, se le acerco y se la agarro así sin mas ni mas, sin avisarle le estaba agarrándole la verga a Sergio, quien se lo permitió sin oponer resistencia alguna. Poco a poco se la fue agarrando hasta que se le paro por completo. Natalia hizo que Sergio se levantara para mamársela mas cómoda y no así en esa posición incomoda en el sillón.

Al verla que se la estaba mamando y lo hacia de una manera que se me antojo me les uní, ahí fue donde llego Juan y observo con detenimiento el tratamiento oral que le estábamos dando a nuestro invitado.

“miren nada mas ¿y yo que? ¿a mi no me toca algo?” preguntaba Juan

“claro mi amor, vente, dame tu verga para probártela” le dije

Juan se acerco y me fui sobre su verga que aun no la tenia erecta.

“uyy se me hace que ya se te canso amor, mira no se te ha parado” le dije

“aun traigo pila, anda, mamamela para que se me ponga bien grandota” me dijo

En eso Natalia nos interrumpió, pues le pidió a juan que se acercara a Sergio y así las dos mamariamos sus pollas al mismo tiempo.

“mira compadre que par de golosas salieron estas mujeres” decía Juan

“Si lo que han de querer es nuestra leche compadre” respondió Sergio

Natalia y yo intercambiamos vergas, ella mamaba la de Sergio y yo la de juan y luego al revés. Cada una les proporcionaba un placer al meternos esos deliciosos erectos falos en nuestras bocas húmedas y babeantes.

Natalia se engullía la verga de Sergio además que el se dejaba meter un dedo en el ano.

“señora que rico lo hace, metamelo así despacio, pero no deje de mamarme la verga, hágame lo que sea pero no deje de hacerlo” le decía Sergio a Natalia al tiempo que le hacia eso

Yo por mi parte le agarraba los huevos y se los estrujaba de la manera que a el le gusta. Pero al ver lo Natalia le hacia a Sergio intente hacerlo, pero juan se negó a ello.

“no corazón, haz lo que sabes hacer amo, métete toda mi verga en tu boca y juega con ella, así amor, hazlo” me decía al momento que me lo estaba cachondeando de lo mas rico.

Cuando ambos hombres estaban por aventar su leche, Natalia y yo nos colocamos en el medio de ellos para que nos bañaran con sus fluidos masculinos.

El primero en terminar fue Sergio, quien en su mayoría le cayo la leche a Natalia, a mi solo me cayo un poco en el ojo. Mientras que Natalia se embarraba la leche de Sergio , juan terminaba en mi cara.
“ahgg que rico cabrones, que rico han aventado su leche, y lo mejor que esta bien calentita” decía Natalia

Yo me incorpore con la ayuda de ambos pelados y también Natalia.

"vengase Natalia, vamos a quitarnos esta leche que nos dieron estos peladotes" le decía a Natalia para que así juntas nos fuimos al baño a quitarnos el semen que traíamos encima…..

(esta historia continuara…)

Siguiente parte “travesuras de 2 mujeres en el baño”

0 comentarios - Se hizo la fiesta