Mi Suegro un Semental Lujurioso 1

Mi Suegro un Semental Lujurioso 1
Con el sello de placer y morbo…
Hola ha todos gente porongueros, soy un chico con deseos de compartir mis historias y las de personas cerca a mi, con ustedes…. este como todos mis relatos esta hecho para ustedes para su disfrute, pero he de aclarar ciertas cosas, muchas de estas historias no son de mi autoría, otras si otras si lo son, otras fantasías que he tenidos yo o alguien cerca a mí, que me lo ha confesado, otras son reales pero no mías, relatos de otras personas que me lo confiesas y al final logro convencerlos de que me dejen publicarlos, claro con nombres y lugares diferentes para proteger su identidad, por este motivo es que no digo quien es quien, cual es mío o cual no, cual es real y cual no lo es, pienso que lo hace más interesante y hace pensar a la gente, son muchas las historias que tengo pero poco el tiempo para contar, espero que las que puedo publicar sean de su agrado, sin más que decir disfrútenlo.
Esto empezó ya hace un año, es ahora que tomo la fuerza para contarlo, al principio me sentía mal, pero ya después solo me deje llevar. La idea era una vacaciones para relajarnos en familia visitar la casa de mi suegro con mis hijos y mi esposo, las cosas no nos iban bien, de hecho no iba nada bien, para empezar, mi marido tenía muchas deuda había perdido nuestros autos, nos movilizábamos con la camioneta de mi suegro, y las cosas iban mal para los niños, mal para todos, Aquél hermoso y prometedor viaje familiar se había empañado por el obligatorio regreso de mi esposo antes de lo planeado. Era horrible, ya no podíamos darnos ciertos lujos y vivías de la generosidad de mi suegro, pero eso me molestaba a mí, a mi esposo no tanto, pero a mí me preocupaba.
--Quédate con mi papá y con los niños, juro que tratare de volver lo más pronto posible. -Dijo mi esposo empacando.
--¡¿Pero no puedes pedir una prorroga?! -Dije asustada.
--¡Al banco por la casa! -Exclamo enojado. --Nos la quitaran si no voy para allá y los niños están felices aquí jugando, deja que mi padre los consienta y tu relájate. -Ella no podía hacer nada él tenía razón.
--Ya sabes que no me gusta pasar tiempo sin ti…
--Hazlo por los chicos, juro que tratare de no tardare mucho. -Dijo eso ultimo dándome un beso yéndose. -Dejándome sola con su padre, y ahí empezó todo.
Aquél día de la partida de mi esposo el clima caluroso de verano, se hacía sentir con fuerza por lo que llevaba puesta una minifalda y una camiseta estilo top, que destacaba mis atributos femeninos. Soy una mujer casada con dos pequeños, si pero aun tengo lo mío, curvas bien pronunciada, mido 1.76, de piel blanca y suave, ojos verde claro, labios gruesos, pelo rubio liso y largo natural por cierto, senos grandes pezones rosas y grandes y gruesos, la lactancia ayudo en eso, piernas gruesas, duras en su mayoría hago ejercicio cada vez que puedo, de travesero grande y redondo, algo parado, no diré que bien parado, sería una mentira, pero sí de grandes curvas, algo caderuda, se que tanto hombre como mujeres de distintas edad se voltean para mirarme y a que mujer no le gusta ser el centro de atracción, pero hay en esa casa de mi suegro, una linda casa con un lindo jardín, con muchas flores muchos pajaritos para el disfrute, unos perritos para que los niños jugaban y divertían todo el tiempo, una piscina para adulto otra para niño un yacusi afuera todo en el patio de atrás, era una lugar perfecto para que mis hijos estuviera pero yo no con mi suegro hay, ya verán porque.
--Luego de 8 años de matrimonio y 2 hijos, mi cuerpo aun seguía firme y atractivo. Eso ya se los dije, pero me perturbaba mi suegro, un hombre mayor si, pero que caminaba recto y se comportaba como todo un hombre aun joven, en el sentido que mostraba debilidad, ho algo parecido.
Al fin había logrado recuperarme de mis embarazos en base a ejercicio y dietas y, aunque mi esposo tenía en mente en un tercer hijo, la verdad era que yo realmente me lo estaba pensando. Mi esposo partió esa mañana por lo que la tarde entera la pasamos con mi suegro en el patio donde nos había organizado una carne asada para comer mientras los niños nadaban y se divertían en la piscina. La conversación con mi suegro la tuve de manera muy distraída y es que la verdad no paraba de notar cómo me observaba “discretamente, al principio” pasando sus ojos por todo mi cuerpo cuando creía que yo no lo veía. Incluso, en algunas ocasiones, se acercaba a mí con cualquier excusa y rozaba mis pechos o mis nalgas disimuladamente, baya hombre decía yo. Estaba un poco nerviosa. Mi suegro nunca antes había actuado de esa forma. De hecho yo su imagen la tenía como la del abuelo tranquilo y cariñoso que se preocupaba por el bienestar de sus nietos y su hijo. Pero ahora, ahora estaba sintiéndome muy inquieta y más cuando le pille con la mirada clavada en mi trasero ho mis tetas. Cuando mi esposo se comunicó conmigo aquella noche, no sabía qué hacer si contarle lo que había pasado y si se lo contaba como lo aria, el me creería que problemas traería a la familia.
De cualquier forma no creí que mi suegro se fuera a atrever a algo más que verme con la lujuria que lo había estado haciendo, igual ya otros hombres lo habían hecho incluso amigos de mi marido, si se las pase a ellos, se la pasare a mi suegro, eso me repetía constantemente. Ya por la noche mi suegro, mis hijos y yo nos sentamos en la sala frente al televisor para ver una película mientras comíamos palomitas. No sé en qué momento mis 2 hijos se quedaron dormidos pero para cuando lo hicieron, la película ya había terminado y mi suegro comenzaba a tratar de charlar conmigo.
--Qué guapa estás Amanda…- me dijo sorprendiéndome en algún momento de la charla. -- no cabe duda que mi hijo es muy afortunado.
--¡Ha gracias por eso suegro! -Todo eso era incomodo pero lo soportaba. Tratando de ser corte, pero la verdad me sentía incomodo.
--¡No pero si es la verdad! -El insistió mirándome fijamente, sus ojos eran azul como el cielo. Eran lindo debió de admitirlo.
--Es muy educado. -Dije sintiéndome aun mas incomoda.
--Yo diría soy un hombre con ojos que puede ver. -Dijo él, yo pensé, más de la cuenta si me ve.
En ese momento solamente sonreí sin saber que contestar. Su comentario estaba fuera de lugar. Ahora tenía en claro sus intenciones pero porque molestarme de esa manera. ¡Con el simple hecho de ver ya era bastante como para que ahora se llenara la boca de halagos hacia mi persona! Era estúpido y me estaba ya molestando todo eso. Al poco tiempo me despedí para ir a acostar a mis hijos y al día siguiente sus miradas comenzaron a ser más y más evidentes, sus roces incluso llegaron un par de beses a ser apretones y carisias suaves, pero era algo que me ponía los pelos parados, estaba nerviosa todo el tiempo, mis hijos no se daban cuenta, así que no sabía qué hacer. Ya no eran las miradas “discretas” del día anterior sino que pasaban a ser tan atrevidas que ya no le importaba si lo pillaba mirándome al trasero o a los senos y no hacía por disimular sus deseos en lo más mínimo, sus roces eran constante muy constante.
--¿te gustaría jugar un poco de billar?
--Realmente no se jugar…- dije tratando de no sonar grosera aunque por dentro me moría de rabia y quería darle de golpes.
Pero después de todo era mi suegro, parte importante en mi familia pues ya que a mi marido no le iba del todo bien en el negocio, él era quien nos apoyaba con el colegio de mis hijos y las mensualidades de la casa que estábamos pagando, las miles de deudas que nos habíamos metidos los dos él nos ayudaba a pagarla. Ya era difícil decirle que no cuando pedía algo.
--Anda que yo te enseño… mientras podemos hablar de la próxima mensualidad de la casa… mi hijo me ha dicho que ya se ha vencido ¿no es así? -Dijo mi suegro, el sabía cómo dejarme sin armas.
--Si…
--Anda, no se diga más… ¡vamos a jugar! -me dijo entusiasmado mientras tomándome del brazo me llevaba hasta la sala de juegos.
--¿Y mis hijos? -Dije creyendo que eso lo detendría, que tonta era.
--Están en la piscina… nada les pasara… se la deje bajo para ellos, estarna bien. Sabía que hacer masque seguirle.
La sala de juegos tenía una inmensa mesa de billar con todo el equipo necesario, tenía una pista de baile y un mini-bar. Apenas entramos mi suegro cerró la puerta y de inmediato se ofreció a enseñarme a jugar.
--Ya verás que lo pasaremos bien, te gustara el juego, no es difícil y muy entretenido. -Decía mi suegro sonriéndome.
--Empecemos la clase si… -Me dijo y así fue que comenzó con sus arrimones ya que, para “enseñarme a jugar”
Se colocaba detrás de mí y me abrazaba por lo que sus manos rozaban mis senos mientras que su abdomen se juntaba con mis nalgas. Trataba de controlarme y no darle una cachetada por ser grosera y pasado, pero yo no podía ser así con el dueño de la casa, era solo una invitada en ella. El tiempo pasaba y yo observaba como él cada vez respiraba más agitado y como yo estaba igual. Cuando no se re-pegaba a mí por detrás, se colocaba frente de mí para ver mis senos en todo su esplendor ya que cuando me agachaba para tirar, debido al escote que traía puesto, mis senos lucían firmes y atrevidos ante su mirada lujuriosa de ese hombre, que no cesaba ni un solo momento. Pero no fue sino en una de esas apretadas que me daba por detrás que las cosas terminaron de irse por el barranco…
--Piensa muy bien la jugada linda…- en lo que me decía esto.
Sentí, lo sentí, y en verdad lo sentí, y me paralizo, como una de sus manos se movía por mis caderas y se desplazaba hacia mi culo el cual acarició fuertemente pasando su mano sobre mis nalgas con movimientos circulares. Fue entonces que me di cuenta que estaba dispuesto a todo y nadie podría detenerlo. Que podría hacer yo para evitarlo. Rápidamente analice la gravedad del asunto y supuse que de despreciarlo su ayuda económica acabaría inmediatamente y hasta la casa podríamos perder, y el podría defenderse que era una mentira, y a quien creería mi marido, a su padre, quien le ayudaba en todo ho a mí su esposa, quien era una de los porque de sus deudas más grandes, ya de por si la situación era difícil sin las deuda en su matrimonio, por ella y por los malos negocios que había hecho su esposo, a eso le untaban con la insistencia de su marido de tener un tercer hijo, no pintaba bien para ella, su marido tenía un carácter muy volátil y eso le daba miedo, pensó también en sus hijos en que dirían. En la situación en que estábamos, económicamente era solo uno de los problemas…
--Perdóname pero no aguanto más… -Me dijo y en eso sentí como sus manos se posaban sobre mi trasero y, de un movimiento, me subían la falda que si bien era más larga que la del día anterior no le había presentado ninguna dificultad para subirla. --¡Juro que lo soporte por mucho, pero simplemente no puedo más! -Se disculpaba mientras me acariciaba el trasero con firmeza.
Yo no sabía cómo actuar ante eso, se disculpaba y parecía sincero, y bueno era una mujer, y me gustaba la verdad como me tocaba pero sentía miedo, y el corazón se me iba a salir del pecho. Los segundos que siguieron a su atrevimiento debieron ser los más largos de mi vida… por mi mente paso la idea de voltearme, darle una cachetada y largarme de ahí a toda prisa pero a ¿¿donde iría?? ¿¿¿Esperaría hasta que mi esposo llegara por nosotros??? ¡¿Y cuando llegara que le diría?! ¿Cómo explicaría lo que paso con su padre, si es que me atrevía a hacerlo? Luego lo medite, y supe que eso no podía pasar, mi esposo era un volcán por cualquier cosa, por eso sería el fin de todo. Mi suegro continuaba masajeándome las nalgas como en espera de mi respuesta. Yo quedé inmóvil cuando sentí como él desde atrás de mí se agachaba y me bajaba la tanga hasta los tobillos… yo sabía lo que venía y sabia que debía de evitarlo hacer algo, pero no hice nada, solo me quede hay sin hacer nada.
--¡¡¡Que belleza!!!- dijo mi suegro al contemplar completamente desnudas mis nalgas y mi concha, algo peluda, pero en ese momento yo no pensé en eso.
Inmediatamente se incorporó y comenzó a desabotonarse el pantalón… Yo no hacía nada por evitarlo ni por animarlo pero creo que mi silencio era perfectamente interpretado a su conveniencia así que, luego de escuchar como su pantalón y la hebilla de su cinturón golpeaba el suelo, me preparé psicológicamente para lo que estaba por ocurrir. “Error no estaba preparada” En toda mi vida la única verga que había entrado en mi conchita era la de mi esposo… me había casado virgen, había jurado fidelidad y en mis planes estaba continuar siéndole fiel pero ahora… no podía creer que esto me pasara, que si buscara un amante estoy segura que nunc aparecería. Cerré los ojos cuando sentí como su gruesa verga comenzaba a hundirse dentro de mi cuca. Las paredes de mi vagina se estiraban para abrirle paso a ese pedazo de carne desconocido. Mi suegro me penetró de manera lenta pero firme hasta que lo metió todo, ho bueno hasta que yo lo sentí hasta el final solté sola un gemido.
--Haaaaaaaaaaaaa. -Era grande y grueso, mi vagina estaba abierta, yo misma abría un poco mas mis piernas, sintió que ya no entraba más… ¡fue en ese momento que, sin pensarlo dos veces, comenzó a moverse y a gemir como desquiciado!
--¡AAHHHHHHHHHHHHHHH HMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM! -Dijo él. --¡Lo siento Amanda…! mi linda Amanda, pero desde que eres novia de mi hijo siempre lo he querido hacer.
No, no lo creía, era novia de su hijo del Cole, y me lo dice ahora, yo simplemente no lo creía, apretó mis manos a la mesa, me agarre con fuerza, apreté los diente me mordí el labio aguantando. Así continuó por varios minutos más mientras, sin dejar de follarme, me desnudaba de arriba para liberar mis senos y comenzar a manosearlos. Si en un momento creí que su venida sería pronta realmente me equivoque… mi suegro demostró tener vitalidad y fuerza para follar por horas y vaya que sabía hacerlo bien pues, cuando menos lo pensé, yo también estaba gimiendo con él de ¡¡¡puro placer!!!
--¡AAHHHHHHHHHHHHHHHHHHMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM AHHHHHH! -Gemía yo apretando los dientes. --Ha, ha, haaaa, ha, ha, ha, ha, ha, haaaa, ha hay dios… ¡Hay Dios…! ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah… ¡Diossssssssss! ha, ha, ha, ha, ha, ha… ¡Haaaaaaaaaaaaa!
--Sabía que te gustaría… HMMMMMMM… Eres una putita muy sabrosa… OHHHH HMMMM. -Aguante hasta donde más pude y ya cuando no pude evitarlo, mi orgasmo se hizo presente.
--AAAHHHH… ¡¡¡Me voy a venir…!!! AHHHHHHHH- Gemí con voz entrecortada y mi suegro arreció sus embestidas. --PLAC, PLAC, PLAC, PLAC, PLAC, PLAC. -Solo eso se escuchaba cuando el conchaba contra mí, su polla era definitivamente más grande que la de su hijo, me sentía llena con ella dentro... Hasta que de pronto, empujando su verga lo más profundo que pudo, ¡¡¡me vació todo su semen en el interior de mi vagina!!!
--AAAHHHHHHHHHHHHHHMMMMMMMM YOTAMBIÉNNNNNNNNNNNN HMMMMMMMM ¡HO POR DIOS! ¡QUE RICO TENEI ESA RAJA!
Una sensación de intenso placer sexual me invadió… chorros de semen hirviendo rondaban mi interior y el orgasmo había sido de los mejores de mi vida. Luego de eso quedamos inmóviles y durante minutos ninguno de los dos hablo. Su verga seguía hundida en mi vagina palpitando echando semen y semen, por lo que mi suegro decidió retirármela cuando al fin recupero un poco el aliento. Me acomodo el mismo la tanga y mi demás ropa, yo aun estaba alucinada de lo que había pasado. Mi suegro se sentó sobre el sillón aun con el pito de fuera y fue entonces que yo, dándome media vuelta, finalmente lo vi a los ojos… era una polla grande y gruesa fácilmente más grande que la de mi esposo, su hijo, yo no pude contener los musculoso de mi cara, y le sonreí, el me devolvió la sonrisa, yo desvié la mirada, sentía mi cara roja estaba como una tonta colegiala con un tipo guapo y mi suegro no era nada de eso. El se subió los pantalones se acomodo y se sirvió un trago del Mini-Bar, Él me miro y me demostró con su mirada que la había pasado de maravilla. Y yo igual, jamás en mi vida había sentido semejante orgasmo, no sabía que se podía sentir tanto placer en tan poco tiempo mire la hora habíamos estado cogiendo alrededor de media hora, eso era mucho para cualquiera, su marido era muy rápido en eso, supuse que todos los hombres lo eran, que equivocada estaba. Lo miré y luego vi su verga ay en su pantalón el buen bulto, aun guardaba un muy buen tamaño… definitivamente mucho mayor que la de mi esposo.
--Bueno hasta mañana. -Dijo el así tan tranquilo.
Yo me quede ahí, me senté en el sillón un rato, luego Salí, busque a mis hijos en la sala. Como pude los subí a sus cama luego me subí a la mía me desvestido me bañe tenía mucho semen dentro de mí y solo tocar mi concha me excitaba, la tenía muy sensible, el agua me recorría mi cuerpo, pero era como si mi suegro lo hiciera otra vez, Salí del baño me seque y así me acosté a dormir, me puse a llorar pero no sabía porque me reí como una tonta pero no sabía porque, no sabía lo que había pasado ho lo que pasaría, que tonta he ilusa era, me quede dormida pensado en lo que me hiso mi suegro, baya sueño, no sé si llamarlo de ese modo pero así fueron las cosas, así todo comenzó.
Continuara…

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