Mi prima, mis limites y nuestra demencia. Pt. 2

Mi prima y yo caminamos hacia mi cuarto en medio de la madrugada, finalmente habían quedado al descubierto mis sentimientos hacia ella, mi excitación lejos de disminuir era cada vez mas grande. Cerramos la puerta con seguro, encendimos la luz y supe que el tiempo de confesarle todos mis pecados* había llegado.

*Antes de iniciar el relato te recomiendo leer las precuelas, las cuales puedes ubicar en mi perfil o en este enlace

http://www.poringa.net/posts/relatos/2938221/Mi-prima-la-piscina-su-bra-y-su-tanga.html

Mi prima y yo nos sentamos en el borde de mi cama, antes de empezar a hablar la mire a los ojos, en ellos no había mas que curiosidad, no reconocía ninguna sensación negativa en ellos. Su reacción me motivaba a sincerarme, mi plan era que mi honestidad ocasionase que Kristina me permita seguir sacando placer de sus cosas, de su intimidad, de ella. Sentía tener altas posibilidades de éxito, el animal en mí no se oponía.

-Prima, me siento fuertemente atraído hacia ti a pesar de que somos familia, nos conocemos hace tanto, se que no esta bien esto, no puedo ocultártelo mas, pero me calientas demasiado...

Empecé por decir ello y me despaché contando todo lo que había pasado estos últimos días, le conté de su traje de baño verde neon, de sus sandalias, de sus bragas usadas, obviamente oculte los detalles mas perversos, lo de usar su ropa interior para limpiar el semen del suelo, y luego usar su cepillo dental como fuente de placer, quedaba en secreto, solo para mí. Al concluir esperaba recibir una mirada de desprecio, de odio, de asco, de repudio, pero seguía recibiendo una mirada de curiosidad, de intriga.

Evidentemente mi prima no solo se comunicaba a través de sus ojos aquella noche, sino también través de su pezones los cuales estaban parados como piedras y su blusa hacia un pobre esfuerzo por ocultarlo. Mi prima se acercó a mi y lentamente, sin decir palabra, nos fundimos en un apasionado beso. Mi inexperiencia hizo que apenas posara mis manos sobre la espalda de mi prima y tímidamente la acariciara, en cambio ella dominaba la situación, su lengua salía de su boca y recorría la mía. Sus manos apretaban mi torso contra ella, de pronto el beso se vio interrumpido.

-Vladimir, nunca olvidaras esta noche...

Me sorprendió que Kristina había dejado de decirme 'primo' y estaba usando mi nombre de pila, por si eso fuera poco, se había puesto de pie y salió del cuarto. Emprendió camino hacia la pieza de mis hermanas, la seguí para ver que había ocurrido, además de asegurarme que no intentase escapar. Sin importarle el despertar a mis hermanas encendió la luz de la recamara, se acerco a su maleta, empezó a buscar algo, se volteo y al verme, me dijo:

-Vladimir, ve al otro cuarto, no querrás arruinar el regalo que te tengo.

En ese momento comprendí que yo no era mas su primo y que ella era quien estaba al mando de la situación. Retorné a mi cama y me senté al borde de la misma. Al cabo de un momento regresó mi prima, cerró la puerta y se dirigió hacia mi con sus brazos tras su cuerpo, como si tratase de ocultar algo. Se acerco a mi oído y me dijo:

-Así que te gustan mis bragas Vladimir?

-Si Kristina. Me vuelven loco.

Conteste a la vez que me acercaba para besar su boca y dejaba que el animal en mi se apoderase de la situación. Mi prima me mostro su bragas de color azul oscuro que tenia escondidas tras ella, con las que justo hace unas noches había desgastado mi olfato extrayendo hasta el ultimo rastro de olor de ellas.

-Te gustan estas?

-Me encantan, no tienes idea de lo rico que me hizo sentir tu ropa interior.

Le dije mientras la miraba fijamente de forma desafiante. Mi prima me tomo por el brazo e hizo que me ponga de pie.

-Si tanto te gustan mis bragas, quiero que te las pongas.

La bestia no opuso resistencia, accedió a la vez que mi prima se daba vuelta y de forma muy sensual se bajaba sus pijamas y quedaba exhibiéndome unas bragas de color celeste, las cuales de un tirón se saco. Era la primera vez que tenia una vagina delante mío, nunca había visto una en cuerpo presente y finalmente la tenía, tal y como su tanga me había sugerido hace unos días, las gruesas piernas de mi prima ocasionaban que su vagina luciera fascinantemente cerrada y carnosa.

No pude admirar esa obra de arte durante demasiado tiempo porque de inmediato Kristina se puso la tanga de color azul que me había mostrado y que tanto me habían complacido la noche anterior. Una vez cambiada, y con bragas limpias. Mi prima me ofreció las bragas usadas y me dijo

-Póntelas.

Intercambiamos lugares, ella se sentó al borde de la cama y yo me quede de pie frente a ella. Paso a paso me fui desnudando, primero la camiseta y luego mi pijama. me excitó como la mirada de mi prima evidencio una grata sorpresa al sacar mi verga del pantalón de dormir. Estaba erecta, con las venas latiendo a mil por hora y la cabeza estaba mas grande y roja que nunca, desbordada por líquidos pre seminales. Incluso me animé a preguntarle:

-Te gusta?

-La tienes preciosa, Vladimir.

Mi prima me entrego las bragas usadas que llevaba hace apenas unos segundos, introduje mis piernas en los huecos y empecé a subirlas con facilidad gracias a la ayuda de Kristina. En cuanto la braga llegó a mi entrepierna estas me producían cierta incomodidad, no porque me sintiera puto, todo lo contrario, me quedaban bastante ajustadas dado que era imposible que mi verga entrara en ellas, mi tranca siempre encontraba la forma de escaparse y lucir imponente.

La escena arranco una nueva expresión de sorpresa a mi prima quien se puso de pie nuevamente a la vez que se retiraba lentamente su blusa dejando así sus pequeños pechos al aire. Kristina y yo nos volvimos a fundir en un apasionado beso, no había distancia alguna entre su cuerpo y el mío, mi pene quedó directamente apoyado contra su abdomen, mi glande chorreaba jugos directamente sobre su ombligo. El sentir sus duros pezones contra mi pecho me daba un placer enorme. Éramos ella y yo, vistiendo sus bragas, despojándonos de tabúes y dejándonos llevar por el placer.

En medio del apasionado beso, Kristina y yo nos arrojamos a la cama, yo caí sobre ella y me ubique de manera que mi verga quedara justo sobre la entrada de su estrecha vagina, nuestros sexos únicamente estaban separados por un húmedo trozo de tela pegado a su coñito. Carente de experiencia empezaba a embestirla como pensando que podría follarla con interior y todo.

-Tranquilo.

-Kristina, quiero que mi primera vez sea contigo.

Atine a decirle casi balbuceando mientras a punta de besos devoraba su cuello con locura. Mi prima respondió apartándome un poco de su cuerpo y agarrando mi verga entre sus manos. Sus dedos tardaron nada en empaparse de los líquidos que mi verga derramaba. Lentamente la empezó a masturbar, evidentemente ella era quien estaba al mando. Yo seguía con su interior puesto, la escena era demasiado placentera al punto que daba todo de mi para estar a la altura y no correrme en ese preciso instante.

Mi prima masturbo delicadamente mi pene con su mano y con la otra empezó a abrir espacio entre su interior y su apretada rajita, a la vez que se abrió de piernas y con sus gruesas extremidades me envolvió el cuerpo, Krisitina estaba al mando de la situación, ella mandaba y finalmente puso mi verga sobre su empapada raja.

Y allí estábamos, mi verga, su húmedo coño, ella a punto de ser vulnerada y yo desesperado por abrirme paso entre su ser y tener mi primera vez, en eso mi prima me tomó del cuello y me dijo al oído:

-Hazme tuya.

Empuje mi verga dentro de su interior pero me costaba hacerla entrar, empujaba y no podía, me aparté un poco y me excito fuertemente ver como el ancho de mi cabeza se veía desproporcionado en relación a la pequeña abertura vaginal de Kristina. Me empezaba a frustrar de no poder entrar dentro de mi prima, pero entonces guiado por el instinto tome mi verga y con mi hinchado glande recorrí de arriba hacia abajo su rajita, lo cual le arranco un gemido a Kristina y permitió que mi cabeza quede perfectamente empapada en sus jugos.

Otra vez empecé a empujar dentro de ella, y con sorprendente facilidad gracias a la lubricación, la cabeza de mi verga se animó a entrar, no sin antes sacarle un desgarrador gemido a mi prima.

-Que rico Vladimir, sigue metiéndola.

Muy despacio fui introduciendo mi verga, centímetro a centímetro. Una vez que tres cuartos del mástil estuvieron dentro, empecé a moverme hacia dentro y hacia afuera de Kristina, me movía muy despacio al principio. Noté que una vez vulnerada su cavidad, la situación había cambiado, quien controlaba todo era yo, mi prima reaccionaba de acuerdo a la intensidad y a la frecuencia con la que la bombeaba.

Me excitó volver a tener el control, la bombeaba en diferentes intensidades. Mientras mas rápido la bombeaba, mas rápido gemía, cada tanto me gustaba darle con mucha fuerza para oír sus gritos de placer al sentir toda la magnitud de mi venuda verga en lo mas profundo de su ser. Así mismo, me detenía momentáneamente para degustar de sus deliciosos senos, me asombra el sensible tacto de mi lengua y como parecía saber en donde, cuando, y como debía lamer los pezones de mi prima, me dedicaba un rato al uno y un rato al otro, sus pezones estaban muy muy duros, pero no fue hasta los succioné fuertemente como un bebé que estos se hincharon y adquirieron un apariencia gigantesca.

Me aparté de sus senos y seguí moviendo mi verga en su interior, no me sentía con la experiencia suficiente para colocar a mi prima en alguna posición de esas complejas que se ven en el porno, no me anime a hacerla mía de manera diferente a la que estábamos, así que fue ella quien decidió moverse.

En un solo movimiento extrajo mi verga de sus cálidas entrañas, cerró sus piernas y las levanto delante de mí, casi formando casi un Angulo recto. Kristina poso todo el grosor de sus morenas piernas sobre mi hombro izquierdo, acercó su cuerpo a mí, hasta que mi verga estaba a solo un empujón de volver a estar dentro de suyo. De no ser por la empapada tela de la braga que ella aun llevaba puesta y se había reacomodado en su sitio.

Esta vez no esperé a que Kristina me facilite el trabajo, abrí la entrepierna de su interior y empece empujarle mi glande nuevamente, mi ancha cabeza esta vez entro con muchas mas dificultad, y es que no había lubricación subiente para la fricción que generaba la carne de sus gruesas piernas apretando su raja, sumado a su braga azul añadiendo mas presión a la húmeda cavidad sexual de Kristina.

Ya adentro, empecé a bombear con dificultad, y lejos de sentirme incomodo, sentí que esa presión estaba ahí para ser liberada, como si de una competencia se tratase empecé a darle duro y parejo a mi prima, mis bolas rebotaban sobre su cola al ritmo de mis embestidas.

Mi prima no paraba de gemir antes mis salvajes arremetidas contra su sexo, el cual cada vez iba cediendo a mi grosor sin dejar de sentirse deliciosamente apretado. Con mi boca besaba las pantorrillas de Kristina, y con mis manos alternaba caricias y apretones a sus gruesas piernas y ocasionalmente me detenía solo para arrancar un grito de dolor y placer producto de pellizcar sus pezones.

Con las piernas de Kristina sobre mi hombro volví a bombearla frenéticamente, esta vez no necesitaba de mayor esfuerzo para que todo mi mástil la atravesara. En medio de besos, caricias y sexo, el cuerpo de mi prima empezó a arquearse eléctricamente, como si la hubiese impactado un rayo empezó a gemir cada vez mas fuerte, intuitivamente le di una nalgada mientras mi prima se contorneaba. No necesitaba ser un experto para saberlo, Kristina mi querida prima estaba en medio de un orgasmo y era yo quien se lo había ocasionado.

Con dificultad por la forma en que ella se movía intente seguirle dando pero fue imposible, mi verga salió como un resorte de su vagina a la vez que el orgasmo de mi prima llegaba a su parte final. Una vez mi verga estuvo fuera sentí que sin preverlo y sin desearlo en ese momento, el rayo que había impactado a Kristina me impacta también en lo más profundo de mi verga. El rayo me recorrió cada centímetro del cuerpo y finalmente encontró una salida a través de mi glande.

Sin tener tiempo para tomarlo en mis manos y dirigir el disparo, un blanco chorro de espeso líquido seminal voló desde la punta de mi pene hasta posarse en el labio inferior de mi prima y recorrer su mentón hasta descender a su cuello. Otros dos chorros de menor intensidad se estrellaron uno en su cuello, el cual término se derramándose hacia los costados embadurnando así el cabello de mi prima. El otro fue a parar a su seno derecho. En cambio el ultimo chorro, más débil cayó sobre el abdomen de Kristina, iba desde su esternón hasta morir en su ombligo.

En medio de suspiros mi prima y yo recuperamos el conocimiento, con mucha delicadeza y con una sonrisa de placer, mi prima tomaba mi verga ya flácida y la exprimió hasta sacar un par de gotas que cayeron sobre su tanga.

Mi prima apenas consciente de la pintura expresionista que mi semen había dibujado sobre su moreno cuerpo me pidió que me acostase junto a ella. Caí rendido, ambos estábamos boca arriba pero con nuestras cabezas giradas hacia el otro, ella me miraba con unos ojos llenos de alegría y ternura, yo no podía quedarme atrás y le devolví una mirada alegre también.

-La pasaste bien Vladimir?

-Tenias razón Kristina, nunca olvidaré esta noche.

Me empezó a calentar el que al momento de abrir y cerrar la boca para hablar, el labio superior de Kristina se llevase consigo un fino hilo de semen producto de la viscosa porción que quedaba en su carnoso labio inferior luego del estallido que nuestra faena me había provocado.

La situación nos provocó mucha risa.

-Te gusta el semen? Lo has probado?

Le pregunté cómo induciendo a que se llevase dentro de su boca la esperma que quedaba en sus labios.

-No tendrá el mejor olor, pero me gusta mucho recibirlo sobre mi cuerpo. Lo de comerlo esta en veremos, me da curiosidad pero nunca lo he probado.

Dijo mi prima a la vez que utilizaba sus dedos para limpiar el semen que había quedado en sus labios, una vez lo hizo se puso y de pie, me tomó de la mano y me propuso ducharnos juntos.

Fue una experiencia muy divertida, nos enjabonamos mutuamente y finalmente pude recorrer cada centímetro de su cuerpo con mis manos, la experiencia era mas didáctica que erótica de manera que a pesar del morbo que la situación me generaba mi verga no estallaba como en otras ocasiones. Ahí descubrí que la piel de Kristina no solo se veía suave sino que también lo era. Después de enjabonarnos empezamos a enjuagarnos y nos fundimos en un largo abrazo, abrazo que de pronto se convirtió en un apasionado beso, beso que a diferencia de los anteriores no era algo que nos generara calentura, ese beso me hacia sentir otra cosa. Sera que eso que sentía, era el amor? Me había enamorado de mi prima?. Que sentido tiene intentar encontrar un porqué? La estábamos pasando bien y solo eso importaba.

Después de ducharnos, nos secamos mutuamente y nos vestimos. Mi prima recogió sus cosas y con un largo beso me deseó buenas noches y me pidió que duerma pronto para que no falte al colegio al día siguiente.

Finalmente y de la forma menos esperada había poseído a mi prima. Sentía como si esa noche hubiéramos firmamos un pacto tácito, yo no controlaba la situación, ni tampoco la controlaba ella, a partir de entonces todo iba a pasar porque tuviera que pasar.

Antes de irme a dormir y para no perder la costumbre me masturbe imaginando todas las nuevas posibilidades que mi prima me había abierto. La semana al cuidado de ella estaba llegando a su parte media, a partir de mañana empezaría la cuenta regresiva para su partida, esto me hizo temer que la presión de seguir vulnerando la intimidad de mi prima hiciera de la espontaneidad, ingrediente fundamental de todo este periplo desapareciera.

Sin embargo, basto con que amanezca el día, para darme cuenta de que aún había diversión para largo.


Mi prima, mis limites y nuestra demencia. Pt. 2

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Este ha sido mi quinto relato, espero les haya gustado. Consideré prudente que mis primeros relatos cuenten una historia basada en hechos reales para luego animarme a intentar con la ficción.

Me haría muy feliz y me motivaría un montón a seguir escribiendo mis experiencias, el recibir sus opiniones, críticas y sugerencias sean positivas o negativas.

- vladimirtrach@outlook.com

3 comentarios - Mi prima, mis limites y nuestra demencia. Pt. 2

palmerio +3
Muy bueno, cerraste muy bien la historia. Me gusto mucho. Gracias...
Johnlalovega21 +1
No estuvo nada mal para ser un amateur, estoy impresionado con la realidad que plasmas tus historias,gracias por compatir ésto con nosotros. 😃
Aunque dudo algo e la veracidad de los hechos...
Bloodimos1
Para hacer una critica tan fuerte... me parece q tuwbws muchos posts