De camino a la ciudad I

Un viaje de más de 30 horas abordo de un camión, viajo del centro del país al norte del mismo.
Mi nombre es Mario, y les contaré esta historia que espero disfruten.

Como dije antes mi nombre, mis rasgos físicos no son nada fuera de lo normal, 1.75 cm, cabello rubio oscuro, ojos cafes y complexión delgada.

Es 24 de Diciembre y lo que parecía ser una navidad aburrida dio un giro impresionante.

El camión salió a las 4:40 pm de Guadalajara, Jalisco, con destino a Tijuana, B.C. el 25 de Diciembre a las 10:10 pm.
La ruta aburrido las primeras 22 horas, nada que destacar, salvo un buen culito que se veia en las terminales, pero no más.

El camión llego a la penultima estación, y para ese entonces el camión va prácticamente vacio. Mi asiento es el 25 y tenia libre el de a lado que era el 26. Y los dos asientos laterales también estaban libres, genial dormiria demasiado el ultimo tramo del viaje.

Estaba viendo si entrar a omegle y ver si encontraba alguna mujer verdadera con la cual compartir mis fotos, suerte no tuve. Mientras seguia indagando mi cel, se van acercando dos personas, un hombre y una mujer, pero que mujer. Creí que el hombre la estaba acompañando, pero no era así venía sola.

Una mujer alta, como de 1.78, tez morena clara, cabello oscuro, lente de pasta gruesa negros, unos ojos grandes y una boca con unos labios antojables.
El momento de sentarse hace un movimiento en el cual me percató del enorme culo que posee, acompañada de unos pechos que aunque pequeños de ven antojables.

Traía unas mallas negras, y un vestido color tinto que dejaban ver sus curvas un apetitoso cuerpo. No era delgada, sino mas bien con cuerpo atlético muy bien torneado.

Embobado seguía viéndolo como le tomaba a su café de Starbucks que perdí la noción del tiempo y su mirada se cruzó con la mia, y me voltee desesperado para que no me dijera nada.

Vuelvo a dirigir mi mirada hacia con ella, y me atrapa una vez más, y lo siguiente que hace es levantarse e irse al baño del camión.

No tardo mucho y se volvió a sentar en su lugar, a estas alturas opté por ponerme mis audífonos, y esperar un momento para voltear de nuevo.

Al momento de voltear me doy cuenta que tiene su mirada fija en mi, se levanta y se sienta a un lado de mí. Y me dice al oído.

- Que tanto me miras?

Quedo en silencio y ella continua hablando.

- Mi nombre es Ximena, y tienes el valor de recorrerme toda con tu mirada, dime que tengo?

- No, nada, solo quería verte. - mis nervios no me ayudaban nada.

- Me prende que me vean.

No podía creer lo que estaba sucediendo, ella de acerco y aun así ella esta tomando el control de la situación.

- Es que tienen un cuerpo increíble.

Cruza las piernas y me doy cuenta que ya no lleva las mallas puestas.

Toma una manta verde que esta en su asiento y la pone encima de nuestras piernas.

Con su mano izquierda busca la cremallera de mí pantalón, y deja salir mi pene totalmente erecto, tomándolo con su mano, comienza a bajar y subir, saca su mano y la lleva a su boca para humedeserla de saliva, y volver a hacerme una paja.

Mi mano derecha por instinto reacciona y busca su entrepierna, ella abre sus piernas y me encuentro con una tanga totalmente humeda.

- Así me ponen cuando me ven tanto. -Me dice ella de nuevo al oído.

Sigo con mi mano acariciándole sus labios vaginales, humedos, llenando mis dedos de sus viscosos jugos.

Nos masturbamos mutuamente por un buen lapso de tiempo, hasta que vuelve otra vez con eso voz a decirme al oido.

- me quite la malla especialmente para esto.

Mi amigo como si recibiera una orden su puso más rígido. Y ella lo noto, e hizo algo que me sorprendió totalmente. Se agacho y con su boca comenzó a masturbarme de una manera fenomenal, sin usar las manos, solo su lengua, sus labios recorriendo todo el tronco de mí pene, era una sensación única.

Asientos atrás de nosotros ya no había nadie, solamente 3 asientos adelante vas unas personas, distraídas en su platica.

Ximena deja de comerme la polla, para levantar y hace un movimiento en el cual creo que se va, pero no lo hace, sino que se pone en una posición dejándome todo su culo a placer mio. Si alguien viniera por el pasillo pensaría que esta buscando algo en su asiento.

Asi que con mis dos manos levanto su vestido dejando a merced ese imponente culazo, recorro la tanga, y con mi lengua comienzo a explorar tan rosadito manjar, recorro de arriba a abajo, de un lado a otro, juego con su clítoris, y siento como se contonea, y me inunda la boca de se delicioso néctar de mujer.

Me pide que me siente y en ese instante se pone encima de mí, toma mi pene con sus manos, y se lo va introduciendo poco a poco dentro de si, se escucha el golpe de su colo en mi abdomen, espectacular la forma en que se mueve, dando pequeños giros en mi tronco que me hacen enloquecer.

Se desprende de mí miembro y me dice:

- cómeme las tetas.

Mas tardo en decirlo que yo en tener mis manos quitándole el vestido para comerle esos pezones morenitos. Duros por la excitación ella se monta de nuevo encima de mi. Y comienza con su sube y baja hasta que por fin la tomo de la cintura y hago que ponga sus rodillas en el asiento con su culo dirigido a mi pene.

Intento penetrarla pero ella me dice:

- Hoy no, estoy disfrutándolo mucho de la otra manera.

No me doy el lujo de negarme, asi que la penetro por la vagina, y ella empieza con sus gemidos.

- Ahhhh sii, asiii mmee gustaaa dameee.

Le tapo la boca con una mano y con la otra me envuelvo su pelo y tiro de ella para atrás para darle con mas furia. Y ella parece encantarle porque dice:

- más fuerte, jalare mas fuerte, siii asii papi, jalame.

Estoy a punto de venirme cuando ella se quita y me dice:

- déjame a mi.

Así que se sienta en el asiento y comienza a comerme la polla, hasta que me hace terminar en su boca, Como una vil puta se come cada una de mis fluidos.
Ella levanta y abre sus piernas y me dice:

- el segundo orgasmo porfavor papi.

Asi que comienzo a comerle el coño, y con sus piernas rodea mi cabeza y con sus manos se toca sus pechos, hasta que se estremece toda y termina en mi boca, señal de que ha tenido su anhelado orgasmo.

Me levanto y me le quedo viendo.
Cuando el chófer dice:
- Última parada.

De manera rapida ella toma sus cosas y se va. No me dio oportunidad de decir nada y así me quede con el pantalón en las rodillas y con un delicioso olor a sexo.

Ya en la noche veo en mi mochila que llevo conmigo, un pequeño papel blanco, con un número y una dirección, firmando por Ximena.

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