La maestra de literatura.

Decidí compartirles los relatos eróticos que escribí y publiqué en una web, espero que les gusten.

Hola amigos, mi nombre es Adrián, actualmente tengo 22 años soy de México, del estado de Sinaloa. Lo siguiente que voy a relatar me ocurrió hace unos años cuando estudiaba en la preparatoria. Yo siempre fui un estudiante muy irregular y en las clases me gustaba interrumpir y ver como perdía el tiempo, además de ser un bromista, era también un lujurioso, siempre andaba detrás de las compañeras y de algunas otras mujeres de mi entorno. Yo iba a una escuela de esas donde van a dar todos los alumnos que no pueden encajar en otras o son expulsados de las mismas, la preparatoria siglo XXI o la equis equis uno, como algunos de nosotros conocíamos a nuestra escuela. Era uno de esos lugares a donde uno simplemente va a esperar a que pase el tiempo para entrar a trabajar en algún puesto en la empresa de tu papi o tu mami o porque no a alguna universidad, esto si de verdad estudiaste, la mayoría de nosotros no lo hicimos. Pero bueno me desvío del tema, todo empezó un día en que llego la nueva maestra de literatura a nuestra escuela.

Nuestra escuela al no tener buena imagen ni reputación cambiaba de planta laboral muy seguido. Muchos maestros se enfadaban y se largaban, yo no los culpo, fui culpable de alguna de esas huidas jeje. La mayoría de estos maestros eran jóvenes de entre 25 y 30 años, recién egresados de carreras que no les dan muchas opciones de trabajo y terminan, como no, en escuelas como la mía. La maestra en cuestión aunque joven, distaba mucho de ser atractiva, la señorita Sosa, era más bien gordita, sin llegar a ser obesa, de un metro setenta de estatura, cara agradable, y pechos medianos, buena nalga, pero nada espectacular. No le prestamos mucha atención en un principio, yo en lo personal no pensé en ese momento en cogerme a la nueva maestra, pero uno de mis amigos inicio todo con una frase simple: en tono de broma me dijo, te apuesto a que no te coges a la maestra nueva. En ese momento le dije, estas loco y todo quedo en broma. Pero me sembró en la mente la semilla de la curiosidad.

Los días pasaron y la maestra se rebelo como una mujer simpática, que trataba de hacer su trabajo, pero al mismo tiempo molesta con el mismo, vuelvo a insistir no la culpo, mi grupo era molesto y la idea de trabajar ahí debió ser muy poco motivante. Por esos días andaba algo caliente y me masturbaba con mayor frecuencia. Por aquella época ya habia sostenido relaciones con alguna compañera y con una muchacha que hacia el aseo en mi casa, sin embargo en ese momento no tenía con quien y me empezaba a resultar frustrante tener que desahogarme hasta 3 veces por día. Fue en una de esas ocasiones en que me encontraba fantaseando tirado en mi cama, que mientras me apretaba duramente el miembro, repasando cogidas pasadas e imágenes de las mujeres que me gustaría cogerme, que se me atravesó por la mente la imagen de la maestra Sosa. Jamás me había cogido a una mujer así y el morbo me invadió y di rienda suelta a una paja monumental mientras me imaginaba que se la clavaba sin piedad por el culo. Mi corrida fue larga y solté dos largos chorros de leche, cosa que jamás me había pasado masturbándome. En ese momento decidí que intentaría un acercamiento con la maestra.

En los días siguientes empecé a trazar un plan. Como ya dije mi escuela era muy poco seria y el personal era más bien apático, así que lo que hice fue organizar a mi grupo, de un modo sutil, para que faltaran a clases un viernes. Día en que la profesora nos impartía clases a primera hora. El plan funciono muy bien y ese viernes, la profesora llego solo para encontrarme a mi sentado en el salón. Ese día vestía un pantalón de mezclilla algo ajustado, que dibujaba muy bien sus nalgas y una blusa blanca de botones cerrada hasta el cuello. En cuanto entro empezamos a conversar:

Maestra: Que paso Adrián? Y tus compañeros?
Yo: No tengo idea maestra, ahora si que no me avisaron que rollo. Me las van a pagar estos tipos, si van a faltar así tienen que avisarme a mi también.
M: Pues esta muy mal que falten de este modo. La educación es importante.
Y: Si, yo lo se maestra, puede que parezca que no me importa pero yo quiero mejores cosas en la vida que andar valiendo madre por otro lado. Pero por hoy mi día se ha despejado y no se que hacer ahora.
M: Porque no vas a tu casa y te pones a estudiar, que buena falta te hace.
Y: Bueno maestra la verdad es que es un poco temprano y mi cerebro aun duerme.
M: si te entiendo yo tampoco me encuentro al 100% tan de mañana.
Entonces vi mi oportunidad y le dije:
Y: Bueno ya que tenemos la mañana libre, porque no vamos a mi casa por un café, vivo a menos de 5 minutos de aquí y podría traerla de regreso antes de su próxima clase, así la mañana no seria un total desperdicio.
Aunque muy renuente finalmente acepto, llegamos a mi casa unos minutos después, yo de ante mano sabia que ahí no había nadie, el viernes es el día libre de la señora del aseo y mis padres trabajan durante el día, pero me hice el tonto y toque el timbre, al ver que no abría nadie saque mis llaves y fingí sorpresa diciendo:
Y: que raro, debería haber alguien.
M: bueno si no hay nadie será mejor que me retire. Dijo la maestra algo molesta. A lo que yo replique.
Y: de ningún modo, pase usted, mi casa es su casa. Sin dar tiempo de que replicara, abrí la puerta y la hice pasar.

Le mostré la sala donde la hice que se tomara asiento en lo que me iba a la cocina a preparar el café. No voy a mentir afirmando que la drogue o algo, ha decir verdad lo considere, pero no tuve oportunidad de conseguir nada. Así que prepare una jarra de café y espere que mis habilidades fueran las suficientes como para seducir a mi maestra.
Durante unos minutos estuvimos hablando de los temas mas intrascendentes y bromeamos alegremente sobre la escuela y los otros maestros. Hasta que por fin logre aterrizar el tema en las relaciones sentimentales y por ende en el sexo. Le dije que en ese momento yo no tenia una novia y le pregunte si ella tenia novio, a lo que ella respondió que si, pero que por su trabajo, no recuerdo exactamente cual, no podía verlo tan seguido como quisiera. Ahí empecé con ligeras insinuaciones, le dije que si yo fuera su novio, ni de chiste la dejaría tanto tiempo sola. Ella rió y respondió bromeando sobre su físico, afirmando que ella no era precisamente una mujer atractiva. Desde muy joven aprendí que en algún punto toda mujer sucumbe a su vanidad así que replique diciéndole que eso no era verdad y que ella era una mujer con muchos atractivos. Ella se sonrojo y aparto la vista diciendo que eso no lograría que me diera mejores calificaciones. En ese momento me senté en el mismo sillón donde ella estaba y le dije muy seriamente, no son calificaciones lo que busco maestra.

En ese momento me lance de lleno a besarla, ella forcejeó un poco al principio pero a los pocos segundos estaba respondiendo a mis besos. Su lengua era calida y húmeda y sabia a café. Con mis manos fui acariciando su cuerpo, empecé por sus caderas y fui subiendo llegue a sus pechos, que aunque eran algo pequeños para mi gusto, estaban duros como piedras. En el momento en que baje a besar su cuello, la maestra empezó a decirme aquello de: no debemos hacer esto Adrián, es incorrecto, esto no esta bien, todo esto mientras jadeaba y gemía y sus pezones se ponían mas y mas duros, fue en ese momento en que tome uno de sus pechos por encima de su blusa y empecé suavemente a morderlo, a lo que ella decía mm no eso no, mmmmmmm detente por favor. A lo que yo replique detener que maestra, ¿esto? y mordí un poco mas fuerte. A lo que ella solo siguió gimiendo, para ese entonces yo ya tenia el pito a reventar, mi pene no es enorme, no mide veintitantos centímetros ni nada así, de hecho solo mide 14 centímetros de largo, pero lo que lo hace especial es, que es muy grueso, tanto que en su parte más gruesa no puedo abarcarlo con mi mano. Así que tome una de sus manos y la lleve directo a mi paquete, ella al sentirlo abrió sus grandes ojos de modo desmesurado y con tacto tembloroso empezó a recorrerlo tímida pero firmemente. Yo aproveche ese momento para levantarla y llevarme la a mi cuarto, durante todo trayecto le metí mano y le dije lo rica que estaba y lo caliente que me ponía. Ella no decía mucho, solo repetía que esto no podía ser y que si nos descubrieran los dos estaríamos en problemas. Ya en mi cuarto me coloque a su espalda y con mi cadera rozando su trasero le fui quitando la blusa, mientras nos besábamos y le acariciaba los pechos. Fue en ese momento que mi mano se deslizo dentro de su ajustado pantalón solo para encontrarme con una mata de pelo rebelde y húmeda, caliente como pan recién salido del horno. Empecé a masturbarla y sentí como su respiración por momentos se pausaba y ya no dijo nada. Le quite su bra y le baje su pantalón con todo y sus pantaletas. Y la recosté en mi cama, donde le empecé a dar sexo oral, el vello me hacia cosquillas en la nariz, la cual por momentos se me embarraba con el flujo que era abundante y rico. La maestra con la cabeza echada para atrás solo gemía y por momentos decía: Ahí, ahí papito, si, que rico lo chupas, eres mejor que mi novio. En ese momento ya tenía los pantalones fuera y estaba solo con la camisa del uniforme.

Entonces le dije: Maestra, ahora es su turno de pasar este examen oral y le enseñe mi verga, la cual estaba en su máximo, grande y gorda con la cabeza brillante por el liquido preseminal. La maestra puso sus ojos como platos y se incorporo y gateo hacia mi, agarro mi verga y empezó a masturbarla mientras lamia la cabeza y el tronco y por momentos chupaba mis huevos. Parecía que no tenía mucha experiencia pero le ponía mucho entusiasmo. No me cabe entera en la boca dijo ella, eso no importa le dije, ahora por favor relájate y disfrútalo, le dije mientras me ponía un condón. Por favor no Adrián, no me lo metas, me va a doler mucho, mejor deja que te la chupe y ya. De eso nada, lo vas a disfrutar mucho maestra, vas a ver como me pides más. En ese momento me coloque entre sus piernas y le di sexo oral nuevamente, recorriendo desde su ano hasta su clítoris. Justo en el momento en que vi que un nuevo orgasmo se acercaba, me detuve y coloque mi pene en la entra de su vagina, mientras ella me decía con cuidado por favor, fui hundiendo poco a poco la cabeza en su apretada vagina. Mamacita aprietas bien rico le dije mientras empujaba poco a poco, con cuidado me dijo, es mas grueso que el de mi novio y me duele. En cuanto estuve completamente dentro, ella soltó un soplido de alivio y me dijo, me llenas toda no te vayas a mover muy rápido. Yo sentía como esa panochita me apretaba y casi parecía que me mordía, mientras la maestra con los ojos cerrados y las manos en mi pecho me seguía el ritmo moviendo sus caderas de modo circular. Cuando vi que ya estaba acostumbrada empecé un mete y saca primero lento pero luego rápido hasta que la maestra alcanzo un orgasmo brutal que la hizo casi perder el sentido, con la mirada perdida y algo de baba en los labios me dijo que le encantaba y que por favor no me detuviera. En ese momento sin sacarle la verga, la rodee con mis brazo y le di la vuelta de modo que ella estuviera sobre mi y le dije hora de cabalgar maestra, ya veras como acabo contigo, me dijo la maestra sonriendo con malicia, mientras empezaba a cabalgar salvajemente. Con mis manos en sus pechos y las suyas sobre mi estomago, la maestra Sosa me dio la cabalgada de mi vida, en unos minutos que me parecieron eternos la maestra termino dos veces y de un modo salvaje. Me voy a correr le dije, si papi córrete, córrete, dijo ella moviendo sus caderas de un lado a otro y mientras apretaba su caliente vagina. En cuanto termine ella se deslizo a un lado de mi y con la cara roja y las pupilas dilatadas me dijo, ha sido la mejor cogida que me han dado, yo controlándome un poco y recuperando el aliento la bese y le dije, quien dijo que ya terminamos. Ante su mirada de sorpresa, me baje y chupe su vagina, la cual estaba cubierta de jugos y muy dilatada.

Me quite el condón y mientras seguía dando le sexo oral, empecé a acariciarme hasta que mi pene quedo listo otra vez. Entonces empecé la fase dos y le dije ok, ahora te vas a poner a cuatro patas. Lo que tu digas papito. Estando así le seguí chupando la vagina desde atrás y le ensalive el culito, era un culito pequeño, arrugado, rosa y con toda la pinta de que jamás había servido para otra cosa que cagar. Entonces le dije lista? Si papi, y empecé a metérsela de nuevo por la vagina, pero esta vez lentamente y controlando mi respiración, ya que no me quería correr rápidamente. Mientras, empecé a acariciar su culito con mis dedos, con una técnica que vi por ahí, que consiste en chupar el dedo, meterlo en el culo, perder el asco, volver a chupar y volver a meter, así hasta que el culo esta listo. La maestra al sentir esto me dijo, que haces, deja de hacer eso. A lo que yo respondí con una sonora nalgada, mientras le decía, este culo y estas nalgas ahora son míos, son de tu papi entiendes. Si papito me dijo ella, moviendo sus caderas. Cuando su culo estuvo listo, le dije –muy bien, ahora este culo, va a ser mío, ábrete las nalgas. Por favor no, por el culo no, nunca me lo han hecho y tu verga es muy gruesa, me va a doler mucho. Relájate putita, ahora vas a saber lo que es un hombre de verdad y no el pendejo con el que andas, si te duele muerde la almohada. Entonces puse la cabeza de mi verga en la entrada de su culito y empecé a empujar, la maestra no decía nada, pero tenia lagrimas en los ojos, cuando la cabeza por fin entro la maestra soltó un largo aaaaaaaaaaaaayyyyyyyy y empezó a suplicarme que me detuviera, la única respuesta fue un empujón más firme que hizo que todo mi pito entrara en ese culito apretado y caliente. La maestra ya no decía nada, era como si le faltara el aire, mientras movía mi verga en su culo yo acariciaba su mojada vagina con rapidez, y sentía como palpitaba en mi mano. En ese punto la maestra empezó a disfrutar y a mover sus caderas de un lado a otro, yo sentía como sus orgasmos iban y venían y su culito apretaba mi verga como si quisiera comérsela. Después de un rato mi orgasmo no se iba a hacer esperar más así que le dije: Dime de quien es este culo? Es todo tuyo papi, has con el lo que tú quieras. En ese momento se la clave hasta el fondo y me vine dejando toda mi leche en las profundidades de su culo. Ella al sentir mi leche dentro tuvo un último orgasmo y quedo sin fuerzas, tirada de espaldas en mi cama. En ese momento me di cuenta que mi verga estaba algo manchada de mierda y un poco de sangre, así que tome mi trusa y me limpie el pito lo mejor que pude, mientras veía el culo de mi maestra abierto como un boquete y riendo le dije mira como te lo deje y le pase los dedos alrededor del culo. Ella solo me dijo eres un salvaje, ahora me va a doler toda la semana seguramente. No te enojes, apoco no te encanto. Si me gusto, pero no le vayas a contar a nadie de esto por favor, nos meteríamos en problemas.

Después de ese día cogimos otras veces, pero unos meses después ella dejo el puesto y me dijo que tenía que terminar su relación conmigo y no nos volvimos a ver nunca. Aunque no fue mi primera relación, la maestra me enseño algo importante: que yo podía cogerme a quien yo deseara si le ponía empeño y la verdad que estoy muy agradecido, ya que gracias a ella gane confianza y pude tener relaciones con otras mujeres y en especial con algunas otras maestras, pero eso ya es parte de otras historias.

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