Relato erótico sexo en Lince

Cuando estaba en la universidad, había en mi salón una flaca que era la más joven del grupo. Ella ingreso de 16 y la mayoría en el salón pasábamos los 20. La flaca pocas veces compartía alguna reunión después de clases, siempre decía que debía llegar temprano porque si no sus padres se molestaban. A veces cuando hablábamos de sexo en plan de joda, la flaca se sonrojaba y decía “las señoritas decentes no hablamos esas cosas”, no nos imaginábamos que ella era la reyna del sexo en Lince.

La flaca tenía su novio pero decía que se daba a respetar. Cuando entramos al tercer año nos tocó estudiar por las noches durante semana y sábado hasta medio día. La flaca vivía cerca a mi casa así que siempre nos íbamos en el mismo carro y con el paso de los meses la flaca agarro confianza conmigo. Ella empezó a trabajar en las mañanas con uno de sus tíos en una ferretería, llevaba su ropa para cambiarse antes de ir a las clases. Se acercaba del momento de descubrir a esta adicta al sexo en Lince.

Un sábado me dice que la acompañe a la ferretería para recoger su ropa de chamba. Nos fuimos a pie y la zona era medio movida entonces me dice “guarda mi celular”, lo que me extraño porque la flaca nunca dejaba su celular ni para ir al baño. Al llegar a la ferretería espere afuera. Voy y vengo dijo y se demos un montón y en eso suena su celular, no le hice caso, pero seguía sonando una y otra vez, entonces me entro la curiosidad. Lo saco del bolsillo de mi casaca y vi que le habían llegado un montón de mensajes de números no registrados y seguían llegando mientras miraba, de sapo abrí un mensaje y decía: “nos vemos mañana en el mismo hotel”. Me quede cojudo y dije: “Ella es la reyna del sexo en Lince”.

Abrí el historial de mensajes del celular y vi que la flaca era una tremenda putita, en uno de esos mensajes le decía a un chibolo: “vamos al cine, nos sentamos al fondo y te la chupo ahí abajo o quieres primero hotel y te hago la sillita al natural”, en otro mensaje la flaca le decía a un tío: “compras love lub que quiero que me lo mandes por atrás”, pucha esa flaca era una adicta al sexo en Lince. Me excite con esos mensajes, luego de recuperar aliento tuve que poner como “no leído” los últimos mensajes antes que venga la flaca. Cuando vino me dijo “¿no me han llamado?” yo me hice el loco nomas y le dije “estaba sonando pero no hice caso”.

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Pasado algunos meses, un día después del tono de la universidad a donde la flaca fue por primera vez, estábamos haciendo hora con la gente hablando de todo un poco. En el grupo estaba una chata que era jugadora confesa y yo la jodía. En eso la flaca, la que es adicta al sexo en Lince, me dice “no hables esas cosas delante mío, respétame” Entonces me acerque a su oído y le dije: “soy como tu conciencia, a mí no me engañas. No te la des de santa”. La flaca se palteo pero no me dijo nada en ese momento.

Mientras transcurría la noche la flaca se pasó de copas. La saque a bailar y empiezo a meterle floro y le digo “vi tu celular ese día, me gustaría tener la suerte de probar como haces el sexo en Lince”. Me sonrió y solo me dijo: “puede ser”. En ese instante pensé “esta noche la hago”. La seguí pulseando y en eso que le doy un chape sin encontrar resistencia. Nos fuimos afuera de la facultad a seguir con el paleteo. Le propuse ir mejor a un lugar más privado, “vamos rápido entonces” me respondió ya que solo tenía permiso hasta las 3 de la mañana.

Así que me la lleve a un telo cerca y como ya sabía sus gustos para el sexo en Lince, le empecé a dar por troya un buen rato. Luego me dice quiero chupártela a pelo y se puso a mamarla completa. La flaca era joven pero toda una experta que esa noche nos metimos dos polvos y cuando acabamos el segundo le digo: “¿y donde quedo la señorita decente?”. La flaca se reía nomas y me dijo que sea nuestro secreto.


link: https://www.youtube.com/watch?v=Oibm3j7Yrro

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