En la facu!

Para Vos nena!!

Me llamo Oscar pero me dicen Osky, enseño Análisis y diseño de estructuras, me encontraba haciendo a mis alumnas una prueba. Cuando terminaban, entregaban el examen y se iban a sus casas, era viernes última hora y la facultad estaba vacía.
Cuando ya habían pasado más de una hora de la prueba las gran mayoría de alumnas se había ido solo quedaban las rezagadas que en mi experiencia eran las que esperaban que la virgen se les presentara y les dijera las respuestas. Yo tranquilo porque esas alumnas poco iban a hacer y empecé a corregir exámenes. Había pasado un rato y varias ya habían entregado quedando únicamente una estudiante, Vero. La cual miraba por la ventana con la mirada distraída.
– Termine señorita Vero, que se acaba el tiempo.
– Sí señor.
Al rato volví a levantar la cabeza y Vero seguía mirando la nada.
– Vero entrega ya si no sabes qué más poner.
– Espere señor.
Siguió escribiendo dos líneas más y volvió a mirar a la nada.
– Vero entrega.
Ella se levantó con su falda corta que siempre todas las alumnas se subían por encima de las rodillas, una camisa blanca ceñida a su cuerpo que le hacía un pecho voluptuoso, unos zapatitos negros brillante y las medias cortas. Entregó su examen. Había contestado dos preguntas de las 5 planteadas.
– Contestaste muy poco Vero. ¿Estudiaste?
– La verdad es que no mucho.
– ¿Por qué?
– No, sé. ¿Puedo hacerle una pregunta a usted?
– Claro.
– ¿Usted cree que soy atractiva?
– Bueno Vero, hay mucha gente que le diría que usted es atractiva.
– ¿Y usted?, ¿qué piensa?
– Bueno, señorita Vero yo diría que sí, que se ve encantadora.
– Lo que pensaba.
– ¿Por qué lo pregunta?
– Porque el chico, que me gusta no sé si me ve atractiva o no.
– Bueno debería preguntárselo a él.
– Sí, claro. ¿Cree que tengo lindas piernas? miré sus piernas de arriba a abajo eran largas y finas muy hermosas.
– Si lo creo.
– Sí, claro. ¿Y tengo una atractiva silueta? la observé mientras se balanceaba cerca mío moviendo su pollera.
– Si lo creo. Te ves hermosa como todas mis alumnas.
– ¿Y mis pechos? los miraba por encima de su camisa blanca, como le sobresalían dos montañitas en su camisa.
– Bueno, tienes unos agraciados pechos, pero mi palabra quizás no sea la más adecuada ya que soy tu profesor y para mis todas son hermosas y las veo bien.
– Y mi culo.- dijo subiéndose la falda y mostrando que bajo la falda solamente llevaba una tanga blanca muy delgada.
– Bueno, en verdad si tiene un buen culo, dije alejándome de ella con mi silla.
– Ok, yo pienso lo mismo. ¿Y mis pechos se ven tan hermosos que dan ganas de apretarlos? dijo mientras que se desabrochaba varios botones de su camisa y me los mostraba aún metidos en su corpiño.
– Si, se ven bien y dan ganas de apretarlos, tiene unos admirables pechos señorita Vero.
– ¿Quiere apretar mis pechos señor?- dijo mientras se acercaba a mí.
– Bueno señorita Vero creo que lo que me dice no está bien… debería buscarte a un chico de tu edad tengo 38 años y usted apenas 23.
– Si pero yo no discrimino- mientras yo le hablaba ella se había acercado.
– Bueno pero soy su profesor… le decía.
– Si.- Me había desabrochado el pantalón.
– …. Y usted mi alumna y…- le decía.
– Si.- Había bajado el cierre de mi pantalón.
–…la única relación que deberíamos… tener…- le decía.
– Si.- sostenía entre sus dedos mi pija.
–…es… académica…- le decía.
– Esto está mal. – dije yo.
– Muy mal.- dijo ella mientras movía mi pija en sus dedos arriba y abajo.- debería parar pero el chico que me gusta es usted y ahora sé que me ve atractiva, no puedo parar.
Diciendo esto comenzó a chuparme la pija en medio de la sala. Estuvo largo rato comiéndome la pija hasta que ya consiguió que se empalmara del todo, entonces se levantó mientras seguía acariciando mi pija de arriba abajo con su mano.
– Y ahora señor me quiere tocar los pechos.- me dijo.
– Sí, quiero.- le decía.
– ¿Quiere cogerme?- me preguntaba.
– Sí, quiero.- le decía.
– ¿Quiere cogerme con su pija?- me preguntaba.
– Sí, quiero.- le decía totalmente embelesado.
– Yo también quiero.- dijo ella.
Comencé a besarla en la boca mientras que agarraba sus pechos, luego le comí el cuello trayendo en mi lengua toda su fragancia, no importaba. Le abrí la camisa y comencé a comerle un pecho, ella mientras seguía moviendo mi pija para que no perdiera vigorosidad.
– Quiere que se la coma otra vez, señor.
– Si por favor.
– Ok. Diciendo esto se volvió a poner de rodillas y a meterse mi pija en su boca. Me bajó los pantalones hasta los tobillos y mientras que con la boca me comía la pija con las manos acariciaba mis huevos. Estuvo largo rato hasta que supongo que estaba suficientemente húmeda ella, se levantó y me dijo a oído.
– Cójame Señor.
Le levanté su falda le saqué su tanguita la cual cayó hasta sus tobillos, luego ella agarró mi pija y se la metió entre sus piernas rozando su conchita. Yo le agarraba el culo para meterle la pija más adentro y ella apretaba para que no entrara “Vamos metelo, todo a dentro”, “estruje mi culo, es todo suyo”, “no sabe cuantas veces he soñado con tener su pija en mi concha”.
– ¿Quiere que me lo saque todo? - me dijo.
– Si, todo.
– Ok.
Se separó de mi cuerpo sacándose mi pija de la entrada de su concha y empezó a hacer un baile sensual.
– Mira que pechos tengo. – dijo mientras los acariciaba.
– ¿Quiere tocarlos?, ¿quiere besarlos? ¿Quiere estrujarlos?- dijo mientras lo lamía con su húmeda lengua.
– Si, le decía mientras movía mi pija para aguantar la erección.
– Luego lo harás todo y más. – dijo mientras se quitaba la camisa del uniforme, quedándose con el corpiño, se dio la vuelta y me dijo:
– ¿Me lo desabrocha? le quité el broche y ella terminó de quitarlo tirándolo junto a donde había caído la camisa.
– Todo esto será tuyo luego señor cuando me coja.
Luego se quitó el pasador de la falda, tiró del cierre y su pollera quedó suelta cayendo al piso junto con su tanga.
Se dio la vuelta y me preguntó nuevamente:
– ¿usted cree que soy atractiva?
– Si, Vero.
– ¿Cree que tengo unas bellas piernas?
– Si Vero.
– ¿y tengo una linda figura?
– Si, Vero.
– ¿tengo unos agraciados pechos?
– Si, Vero.
– ¿Y mi culo?
– Si, Vero.
– Yo pienso lo mismo. ¿Quiere cogerme?
– Si, Vero contestaba en shock.
Se dio la vuelta y apoyándose en la mesa con los codos me ofreció su concha y su culo.
Empecé con su concha, le metí un dedo y luego al momento eran los dos dedos los que estaban dentro de suyo. Luego seguí metiéndole la pija hasta el fondo y le estrujaba las tetas desde atrás, tiraba de sus pezones y los agarraba fuertemente, sin demora me incorporé para tomarla de cada lado de su cintura y meterle la pija para ensartaba con ella, como la hembra que era mientras ella gemía con una poseída, era mi alumna y me la estaba cogiendo en el aula. La tomaba de la cintura y se la metía hasta el fondo, mientras veía un tatuaje encima de su antebrazo derecho.
Al rato saqué mi pija de su concha y le metí un dedo en su ano y luego al momento eran los dos dedos los que estaban dentro de su culo, ese culito era virgen de pija, ella me dijo que fuera delicado. Así lo hice primero le unte saliva y luego empecé a meterle la pija con suavidad hasta dentro aumentando el ritmo en cada embestida. En pocas embestidas ya me estaba pidiendo que se la metiera entera y lo que al principio eran gritos de incomodidad pronto fueron de placer. Gritaba y gritaba pero daba igual lo que gritara nuestra aula estaba alejada de las demás y los únicos que estábamos éramos ella, yo y el guarda de seguridad que estaría fuera en su garita así que podía gritar todo lo que quisiera y yo también.
Paré un momento para que ella se diera la vuelta sobre la mesa, con las piernas abiertas se la volví a meter por la concha, esa conchita con una raya de pelo que abrazaba mi pija y no la quería soltar.
– Cójame Señor Osky, coojammee, coojammeee!
Esa chica estaba disfrutando tanto que llegó a tener un orgasmo allí mismo, orgasmo que la dejó exhausta pero yo aún tenía energía y seguí cogiéndomela, era como una muñeca de trapo y seguía haciéndole lo que quería, lo mismo le chupaba un pezón, que le daba un mordisco en el pecho, que le agarraba un pezón, ella no se inmutaba algo que me ponía más caliente aún y daba rienda suelta a mi lujuria.
Viendo que iba a acabar la saqué de su concha y le acabé por todo su estómago, ombligo y cintura, fue una lechada de tal cantidad que algunos exámenes se marcharon de semen, luego en casa cuando lo corregí me empalmé recordando cómo se habían salpicado.
Creo que eso no importa en la historia, o quizás sí.

En la facu!

Gracias @Vera_mar

12 comentarios - En la facu!

chikabisex +1
Vero aprobó el examen o tuviste la presencia suficiente como para reprobarla?????
el_griego2016
Reprobó pero en casa la aprobé 😉
EL_NEGRO_DAN +1
Muy buen relato
el_griego2016 +1
Gracias x comentar y dejar +
EL_NEGRO_DAN +1
@el_griego2016 de nada
carapicha +1
Muy lindo. Xq ni Seguí estudiando en la facultad, me cache en diez.
el_griego2016
Ops 😀