Romina, mi perra cap 34 a 37

Romina y la trampa del deseo 7

Estaba esperando llegar a casa después de lo de la oficina, me moría de ganas que Romi me masturbara por lo menos. Entre en casa estaba la nena en el comedor y Romi en la cocina, estaba con una bata y los zapatos de taco aguja puestos. Se abrió la bata y empezó a acariciarse las tetas, tenía las medias con liguero y la tanguita del conjunto sin corpiño.
-Te gusto lo de hoy...?
-Si...
-Quedaste calentito...?, dijo sacándose la bata y poniéndose a lavar los platos. Estaba con los zapatitos de taco, el culo estaba más hermoso que nunca, me fui acercando hacia ella.
-Quedate en donde estas..., vos solo podes mirarme..., y si quiero yo te voy a tocar..., te gusta ser cornudito...?
-Si...
-Pero..., tanto????, -y se rió- andate para el baño que voy a ser buena y te voy a sacar la calentura. –me metí en el baño y me desnude. Enseguida entró romi.
-Bien que te desnudaste así no pierdo el tiempo con pajeritos..., -y volvió a reírse.- te voy a aliviar ahora no porque sea buena..., en realidad tengo ganas de que me cojas a la noche..., y si no te saco la lechita..., -me rodeo desde atrás abrazándome y me colocó junto a la bañera, apuntando con mi miembro hacia la misma. Con su mano izquierda empezó a acariciarme las pelotas. Y con la derecha a jugar con mi miembro.
-Que duro esta..., lo tenías así de duro mientras tomabas la leche de tu jefe de mi culito... –mi pija dio un pequeño saltito- Como se entusiasma, contesta por vos..., -su mano izquierda dejó de acariciarme las pelotas y fue hacia mi culo separo mis nalgas y sus dedos empezaron a hurgar en mi culito. Su mano derecha empezó a masturbarme más rápido mientras con su dedo índice de la otra mano me cogía el culo.
-Voy a tener que humillarte cada día más..., Hasta donde voy a tener que llegar...?, me dijiste que era un señor atractivo tu papá..., no???, mi pija escupió leche en todas direcciones. Romi se reía mientras me apretaba la pija con fuerza y me cogía el culo con el dedo.
-Es una broma lo de tu papi..., aunque por ahí..., quien te dice...? –y mi pija volvió a dar como un cabezo. Romi se dio media vuelta y salió del baño diciendo.
-Me voy a preparar el mate..., limpia todo.
Mientras tomábamos mate me pregunto ya más calmados que le contara algo de mi familia.
Le conté algunas pocas cosas de mi madre, mi hermana, sus amantes y de mi padre que era un tipo de mal carácter y que era bastante recio y complicado. Que cuando supo que el portero se había acostado con mi madre, habló serenamente con él, sin siquiera levantar el tono de su voz, el portero quedó tan asustado después de hablar con él que ni siquiera aparecía por el piso. Que nadie sabía en que negocios andaba y otras cosas, la mayoría de las cosas que conocía de él eran por comentarios, algunos decían que era medio mafioso y otras cosas.
Tomaba ella del mate y me miro a los ojos.
-Algún día me gustaría conocerlo..., -dijo con voz de putita. Mi pija reaccionó un poco y traté de disimularlo. Romi siguió con su voz de putita.
-Tendría que conocer a la nieta..., no???. Y la nuera..., que le parecerá. –me acerque la bese y la llevé hacia el cuarto. La nena estaba durmiendo. La tiré en la cama y la empecé a coger.
-Que caliente estas mi amor..., me gusta que estés así..., -se la clavé bien a fondo.
Ni siquiera jodas con lo de mi papá estamos peleados y no quiero que lo menciones el tema ni como chiste.
-Esta bien..., le gustará mi culito...?
la clave más duro y acabé en ese momento. Romi tenía una cara de perversa como nunca le había visto.
-Es un jueguito mi amor..., no seas tonto...
Ya más calmo le dije que no me gustaba, que bastante traumático había sido todo lo pasado para mí. Romi se acostó en mi pecho y me rodeó mi miembro con su mano me acariciaba suavemente las bolas y la pija. Me beso un largo rato y luego me hablaba al oído.
-No seas tontito mi amor..., -me apretó fuerte la pija- Es que lo describís de una manera a tu papi..., que a una le dan ganitas de conocerlo..., -mi pija empezó a crecer en la mano de Romi.- Ay.., amor!!!, otra vez reacciona..., me parece que nunca se pone de acuerdo con vos. Y vos sabes a quien le hago caso yo...
mi cara era de la máxima seriedad posible. Romi cambio el tema y me dijo que no pensaba el sábado ir a ninguna fiesta, que no le gustaba que pensaran que podían ordenarle que hacer y que no, que una cosa es que ella estuviera caliente y provocara situaciones y otra que los tipos pensaran que podían organizar sus cosas. Me beso otro largo rato, se levanto a ver a la nena, yo me fui a dar un baño. Cenamos muy tranquilos los dos y dormimos muy abrazados. Pensaba en mi familia y sentí una oleada de temor. Recordé a mi padre, como siempre me había desacreditado y considerado un pobre taradito, quizás tuviera razón, yo no era nada. Mi padre era un gran señor, la mayoría le temía, algunos los respetaban. Ni siquiera pensaba en la situación de que la conociera a Romi, siempre había sido putañero, y sabiendo que también siempre le había gustado humillarme, prefería no pensar. Esa noche tuve unas cuantas pesadillas. Romina parecía tener cada vez menos limites, en realidad los dos estábamos totalmente fuera de control.
Romina y la trampa del deseo 8

Paso el suceso este de la última charla y la actitud de Romi cambio por completo, modifico su forma de vestir, ya no usaba más tangas ni culotes, y en casi 20 días que pasaron no apareció en ningún momento por la oficina. No había ningún tipo de coqueteos con nadie y la relación entre nosotros iba perdiendo esa pasión de lo morboso y perverso que hacíamos. Una noche en la cama le pregunté que le pasaba y me dijo que la última vez que habíamos hablado, habíamos ido muy lejos y que seguro yo prefería no seguir jugando porque íbamos a salir lastimados. Sabia muy bien de lo que hablaba y se me trabo la voz, no sabía que decir, me había arrastrado al centro del conflicto y no sabía como encararlo.
-Durmamos mejor, amor, que mañana tenes que trabajar. Nos fuimos a dormir y me di cuenta que tenía ganas de seguir el juego, que Romi era mi pasión y a la vez era obvio para mi que sería mi perdición, pero ese era el juego y no podía renunciar a él. La llame del trabajo a casa diciéndole que quería verla de nuevo elegante, que ella era la que mandaba. Sentí una vez más su sonrisa perversa que volvía de algún lugar, asegurándome que me esperaba a la tarde. Entre a la casa y la encontré vestida con el juego de medias con liguero, la tanguita haciendo juego y los zapatos de tacón.
-Hola cielo..., la nena duerme..., veni a tomar unos mates... –fui a la cocina nos besamos y acariciamos un largo rato. Romi habló:
-Amor..., quiero que los llames a tus papis..., -mi cara se iba transformando- Me contaste que discutiste feo con tu papá y que el te ofendió..., lo vas a llamar..., -dijo mirándome a los ojos- y le vas a contar que estas casado..., que tenés una nena..., que queres que las conozcan..., y además..., que te querés disculpar...,
-Pero amor..., mi papá fue el que me faltó el respeto. Se acercó hacia mi y me apretó la pija-
-Eso no importa..., le vas a pedir disculpas..., y le vas a llevar a la nuera..., para que la conozca...,
-Lo que vos digas...
-Así esta mejor..., -se arrodillo delante de mí y liberando mi miembro empezó a chuparmelo suavemente deteniéndose de a ratos.
-Fijate si podemos ir este fin de semana a comer un asado..., me encanta la carne..., espero que a tu papi le guste..., -me volvió a chupar hasta que me hizo acabar en su boca. Se puso de pie y me beso pasándome los restos de mi semen.
-Llama ahora.
Tome el teléfono y disque el teléfono de la casa de mis padres, me atendió mi mamá, se alegraba de oírme le dije que estaba juntado, que tenía una hija, que me gustaría que la conozcan, me aseguró que hablaría con mi papá y al rato me llamaban, le di el teléfono y corte.
-Muy bien..., mi pajerito..., muy bien... –dijo Romi y fue hasta la pieza a ver a la nena.
Al rato llamo mi madre diciendo que mi padre estaba encantado que nos esperaban el sábado en la noche. Llego el sábado.
Romi se baño primera, me entré a bañar y ella se fue a cambiar. Cuando vino al baño a pintarse, me asome a mirarla y casi me muero, tenía puesto el vestido rojo transparente, un culote muy parecido al rojo que le habían roto, no tenía corpiño, me miro y sonrió, notó la dureza de mi erección.
-Ay... amor no digas nada..., -vino hacia la ducha y me agarró el miembro- te voy a hacer una pajita para que estés mas calmadito, no sería muy lindo que tu mami te vea al palo todo el tiempo..., y empezó a pajearme mirándome y sonriendo.
-Estoy linda..., no? Quiero que tu papá me vea bien el culito..., lo quiero caliente..., -empecé a acabar en torrentes. Romi se rió y terminó de pintarse en la pieza. Me puse el slip y fui hacia el cuarto a cambiarme. Cuando entre en él Romi estaba sentada en la cama, me indicó al lado de ella que mirara, había una tanga blanca.
-Que pasa amor?
-Es la tanga que me saque..., quiero que te la pongas..., así, si te querés hacer el machito..., vas a pensarlo..., si tu papá te trata de mariconcito..., algo de razón tendrá..., -se puso de pie y salió del cuarto- me lo puse y me sentí caliente con toda la situación, primero olí su tanga y me puso muy caliente. Ella vino a verme y sonrió.
-Que lindo culo tenés..., espero que te ayude a ubicarte..., la tanguita..., cornuda pajera... –y volvió a salir.
En todo el viaje en el auto iba recaliente, no podía evitarlo. Cuando llegamos a la casa, Romi entro con la nena, mi mamá la miro y la beso y la abrazó, mi padre estaba encendiendo el fuego, fui con Romi a mi lado y la nena a upa para que las conozca. Cuando mi padre nos vio ir se quedo asombrado, la miro a Romi y noté como una descarga.
-Te felicito hijo, tenés una mujer muy hermosa.
-Gracias, dijo romi. Ya veo a quien sale tan lindo su hijo.
Charlaron un rato y romi me hablo al oído y me dijo que me fuera hacia el jardín y mirara si mi padre le miraba el culo al alejarse. La escuche a Romi decir que iba a ver si mamá necesitaba algo y cuando mire los ojos de mi padre estaban clavados en el culo de romi sin ningún disimulo, ni siquiera miro donde estaba yo o si estaba mirando hacia ahí.
Fui a la cocina y Romi me miro sonriendo.
-Sentí un calor en el culo cuando venía para la cocina..., y sonrió.
Durante la cena charlamos normalmente, me entere que mi hermana se había casado con Juan y que estaban viviendo en Córdoba mi madre se iba la otra semana a visitarlos. En un momento al finalizar la cena mi padre me miro y me dijo que teníamos que hablar que le debía una disculpa. Romi me miro y metiendo la mano por abajo del pantalón engancho sus dedos con el elástico de la tanga. Por supuesto conteste.
Vamos a mi escritorio, dijo mi padre. Romi nos dijo que nos alcanzaría unos cafés.
Cuando entramos vi la mesa grande oval, mi padre se sentó en una punta y me indicó sentarme en la otra. Al rato Romi entró con los cafés, me sirvió uno, puso dos cucharitas de azúcar y lo revolvió. Fue hacia mi padre y se puso a la derecha de él con su culo rozando el hombro de mi padre, note que la mano de este se movía hacia bajo de la mesa y vi a romi dejar la taza y apoyarse en la mesa, sus piernas se separaron un poco, baje la vista, de nuevo mire y esta vez a la cara de Romi que se mordía el labio inferior, luego vi sus manos con un suave pero firme movimiento como si su cuerpo subiera y bajara levemente. Luego vi aparecer la mano de mi padre y lo vi llevarse los dedos a su boca. Romi habló con voz entrecortada diciendo que nos dejaba solos. Mientras salía y para que Romi escuchara le dije a mi padre que quería pedirle disculpas por lo mal educado que había sido.

Romina y la trampa del deseo 9

Pasaron un par de semanas, las fiestas ya estaban cerca. Romi quería pasar la navidad en casa de sus padres y año nuevo en la de los míos. Yo había hablado con mi madre e iban a venir de Córdoba, mi hermana, con Juan, su marido. La situación se me hacía insoportable Juan aquel que se había cogido a mi madre y a mi hermana, él solo, con su padre, con amigos. Era demasiado. Obviamente me sentía muy mal con el tema. Pasaron un par de días en que no hablamos del tema. Romi me había esquivado sexualmente decía estar cansada, pero a la vez vestía sensualmente como siempre y se comportaba seductoramente.
Al tercer día me esperaba vestida con la calcita y una remerita corta, el mate listo, me beso y acarició calentándome enseguida. Se puso de rodillas, libero mi miembro y me la chupetió un ratito. Se puso de pie y sentándose siguió con el mate.
-Porque no queres pasar año nuevo en casa de tus papas? –atacó directamente.
-Ehh..., no se..., que se yo...
-Algo raro pasa..., no...?, -se puso de rodillas delante de mí y me la saco del pantalón de nuevo le pasaba la lengüita por la cabeza pero nada mas- Nuestro amigo me dice que algo pasa..., esta bien durito..., como cuando esta muy caliente..., que le pasa amiguito...? –dijo dándome un lengüetazo en la pija y como si hablara con ella.
-Bueno..., en realidad va a venir mi hermana.
-Me encantaría conocerla..., dijo mientras volvía a darme un lento lengüetazo recorriendo mi miembro. No podía más de la calentura.
-Bueno, el marido, Juan..., es el que la enfiestaba a ella con mi mamá y todas las otras cosas que hacían.
-Y..., tenés miedo que se coja a la perrita...? –no contesté
-Ay... amor, si no querés jugar más no hay problemas..., me vuelvo a vestir con la ropita de antes..., más tranqui y terminamos el jueguito..., -se puso de pie y volvió a cebarme un mate. Me dijo que se iba al jardín a trabajar con las plantas. A la noche se acostó con la tanguita, con el culito bien ofrecido hacia mi lado. Cuando la acaricié me dijo que estaba cansada.
-Por favor amor... –le dije, se dio vuelta y me miro a los ojos.
-Arregla para pasar la fiesta en lo de tus papis..., sino mañana mismo se acabó el juego..., además anda a saber si le gusto a ese Juan..., se debe haber garchado a tantas putitas...
Obviamente no podía dormir, no deseaba volver atrás en nuestros juegos, pero la sola idea de verla con Juan me dolía mucho, pero debo reconocer que también me calentaba.
Volví del trabajo al día siguiente con un ramo de flores, romi me miro con una sonrisa, sabía que había ganado otra vez.
-Que vestidito me pongo..., vamos a elegirlo... –fuimos a la pieza y empezó a probarse distintas combinaciones finalmente eligió el rojo con una tanguita negra, demasiado pensé.
Finalmente llegó el día de la fiesta. Romi estaba lista y me vino a ver al baño, mientras yo me bañaba. Mi pija reaccionó al momento. Romi me la agarró y empezó a pajearme.
-Te voy a bajar un poco la calentura..., sino... –y me masturbo hasta que acabé y me apretó fuerte cuando lo hacía, luego me beso y me dijo que me apurara.
Fuimos con la nena y ella en el auto. Cuando llegamos mi padre la tomo de la cintura y la beso en la mejilla muy cerca de los labios. Mi hermana estaba embarazada de ocho meses, Juan estaba más grande, otra vez vi el tatuaje del cuchillo en su brazo y vinieron a mi mente imágenes del pasado. La miro a romi y me felicito.
-Que pedazo de mujer hermano... , durante toda la cena Juan estaba atento a los movimientos de Romi, y hacía comentarios y bromas con ella. En un momento la nena estaba cansada y romi pregunto donde la podía acostar, mi mamá sugirió que el cuarto de mi hermana estaba desocupado, Juan se ofreció a acompañarla así le mostraba y la agarró a la nena en sus brazos acunándola. Yo me escabullí como pude hacia arriba y traté de esconderme, el único lugar que encontré fue bajo la cama. Entraron al cuarto y sentí cuando Juan apoyó la nena en la cama.
-Te salió linda la nena.
-Gracias...
-Si sale perrita como la mamá...
-Que decís, que te pasa...!!!, dijo Romi enojada
-Escúchame..., venís con ese vestidito con esa tanguita y te vas a hacer la estrecha -supuse que la había agarrado del brazo atrayéndola.
-Soltame que está la nena durmiendo...!!
-Tenes ganas de que te garche, no...? Romi le dio un empujón en el pecho y fue hacia la puerta. Juan la tomó del brazo y la atrajo hacia si, Romi se resistió un poco, pero enseguida se estaban besando y el tipo la toqueteaba a placer.
-Que lindo culo tenes, pendeja..., te va a gustar que te entierre a mi amigo... –y supe que le llevaba la mano a su miembro.
-Hmmm...., no se...
-Dale putita, arrodillate y saludalo, no tenemos mucho tiempo... –Romi se puso de rodillas y supuse que se la estaba chupando.
-Te gusta..., ya se garcho a tu suegra y a tu cuñada..., faltás vos nada más...
-Pero no tenemos tiempo ahora..., porque no venís mañana a casa...?
-Y tu marido...?
-A él le gusta mirar cuando me cogen..., sentí el gruñido de Juan que acabó con lo que romi le dijo- Le voy a decir a mi marido..., queres...?
-Que le vas a decir puta...?
-Que te diga si podes venir a casa..., hay una mancha de humedad en la pared..., me dijeron que eras albañil... –Juan sonrió irónicamente.
-Y nos va a estar mirando, como garchamos...?
-Si queres, claro...,
-Decile que me invite...,
Juan salió del cuarto, salí de bajo de la cama, Romi tenía restos de semen en la boca, me besó, un beso bien largo...,
-Anda sintiendo el gustito..., ya escuchaste y me apretó la pija saliendo luego del cuarto.
-Cuando baje le dije a mi hermana si me lo podía prestar a Juan un rato, mañana a la tarde cuando termináramos de celebrar así veía una mancha de humedad en la pared. Esa noche nos quedamos a dormir donde mis padres, Romi me dijo.
-Que lástima me hubiera gustado terminar el año garchando...
-Y aprovechemos.
-Tenés que guardar tu lechita para mañana dijo y me beso.

Romina y la trampa del deseo 10

Nos estábamos por dormir y sentimos un golpe suave en la puerta. Sentí la voz de mi papá hablando bajito.
-Abrime putita..., quiero terminar el año cogiendo... –Romi se puso los zapatos de taco y con la tanguita puesta nada más fue hacia la puerta. La abrió y mi padre entro enseguida.
-Yo tengo las mismas ganas..., de terminar garchando..., -se empezaron a besar mordiéndose las bocas, la nena dormía en el cuarto de al lado.
-Que arriesgado..., y si se despierta tu mujer y no te encuentra...?
-Que importa pendeja..., y sus manos se paseaban por todo el culo de Romi. Romi giro la cabeza hacia la cama y me miro con carra de perra.
-Levantate..., que la tenemos que usar... –y mientras se abrazaban caían en la cama.
-Que suerte que alguien se acuerde de garcharme..., decía Romi mientras mi papa corría la tanga a un costadito y se la dejaba ir.
-Te gusta mi amor... como terminamos el año...??? , acercate a besarme... y pajeate despacito...., ponete mi tanguita... –así lo hice, mi padre me miro con una sonrisa-
-Tiene lindo culo no...?, dijo Romi. Mi padre empezó a bombearla cada vez más fuerte.
-Que gorda la tenes..., no querés lechita de mi pecho...?, todavía sale un poquito... –mi padre empezó a mamarle las tetas con deleite.
-Que delicia... si fueras mi hembra...
-y... que soy...???, no soy tu hembrita...?
-Digo si fueras sólo mía...,
-Y..., haceme tuya...
-Y como hago, si ya estás con el infeliz de tu marido.
-Bueno a él lo amo..., pero si quiero no me toca más..., -mi padre no aguantó más y le lleno la conchita de leche. Le mordió de nuevo los pezones y salió en seguida del cuarto. Me fui directo a la conchita de Romi, me agarró fuerte la cabeza y me restregaba por la concha.
-Y como haría para hacerte de él? ,dije levantando la cabeza sólo un momento.
-Y..., si me dejo de cuidar..., -mi pija explotó así como estaba contra las sabanas y Romi volvió a tener un orgasmo. Nos quedamos dormidos, nos despertaron los golpes en la puerta, era la hora de almorzar, la nena había estado con mamá muy contentas las dos.
Durante todo el almuerzo las miradas de Juan saboreaban el culo de Romi por anticipado y además me miraba a mi, no entendía nada. Había garchado a muchas minas pero nunca le había pasado algo así, creo que lo disfrutaba de antemano. En un momento en que estábamos los tres, Juan nos dijo.
-Pensando en la cogida que te voy a pegar hoy, no saben la cogida que le pegue a la preñadita...
-Te vas a quedar sin lechita..., dijo Romi como si hablara de cualquier cosa.
-Quedate tranquila que el ojete ese divino que tenés te lo voy a dejar bien lleno.
Finalmente nos fuimos en el auto, Pasamos un minuto por la casa de los padres de Romi a ella se le ocurrió que era buena idea que la nena estuviera un rato con los otros abuelos. Cuando se subió al auto y arranque se pasó al asiento de atrás, empezaron a franelearse. Romi le libero la pija y se la chupetió un rato, después se acomodó y corriéndose la tanguita a un lado se la metió en la conchita. Juan le mordía los pechos, yo veía el culo de Romi por el retrovisor con el vestido puesto y la tanga corrida a un costado.
-Te gusta mirar cuñado...?
-Si.
-Que suerte tenemos..., no?
Llegamos a casa y Romi se recompuso y entró en la casa. Juan se quedó conmigo esperando que cerrara el auto y me miraba.
-No te entiendo, sabes que no te entiendo. –yo solo agache la cabeza y entramos. Romi estaba apoyada en la mesa con los tacos puestos, el culito ofrecido con la tanguita corrida a un costado y la botellita de aceite junto a su culo. Juan sonrió al verla. Me miro y dijo.
-Que familia política mas maravillosa me toco..., si estuviera mi padre... –puso sus manos al costado del cuerpo de Romi y le fue mordiendo y chupeteando todo su cuello y espalda, luego bajo por su espalda y se entretuvo mordiendo y chupando su culito, luego se desnudo. Y me dio una bolsita, de esas que usaba con mi madre, ponela en una cerveza y traela. Serví dos vasos para ellos que brindaron.
-Que le pusiste...? ,dijo Romi.
Por respuesta le cacheteo el culo, yo recordaba la sensación cuando había tomado de ese brebaje. Estaba totalmente sacado. Juan empezó a cachetearle el culo a romi que lo sacudía pidiendo más.
-Que rico..., dame duro..., metemela de golpe sin lubricar..., quiero tu verga ya...!!! –Juan sonrío y la clavó, romi estaba transfigurada.
-Si... duro..., rómpemelo bien..., hijo de puta..., dame bien duro..., no tenés ningún amigo para traer...? –Romi estaba totalmente sacada, ni siquiera me registraba.
-Juan sonriendo dijo que si yo lo iba a buscar...,
-Movete infeliz que esperas...!!! –Juan se separó de romi y me dio una dirección, por suerte o no, no lo sé, no era lejos.
-Es Sebastián, un amigo. Iba a pasar a verlo, decile que surgió una fiesta, que venga.
Cuando volví Romí estaba sentada sobre Juan con toda la verga enterrada en el culo,
-Vení a chuparme la concha infeliz...!!! –el amigo de Juan empezó a desnudarse se acerco a romi, que se trago la pija desesperada. El tipo este también tomo cerveza y me hizo correr y la clavo a Romi. Estaba cada vez más sacada. Pedía que la rompieran toda.
Juan le tiraba del pelo y el tipo le mordía los pezones. La garcharon un tiempo larguísimo y acabaron los dos al mismo tiempo dentro de romi que quedo como desmayada, primero se salió Sebastián. Romi se puso de pie, y también Juan que la hizo arrodillar le dieron sus pijas para que las limpien y así arrodillada como estaba empezaron a mearla, romi abría la boca queriendo tragar. Después se vistieron y se fueron. Romi se acostó en la cama y se quedo dormida. Estaba más relajada que nunca, me desnude, todavía tenía el tanga que me había puesto la noche anterior, lo baje un poco solamente y le clave la pija en el culo que entro con facilidad, sentía la leche de Juan que lo lubricaba bien, me levante y fui a tomar un trago de cerveza, volví al cuarto y volví a metersela la agarré del pelo y mientras le rompía el culo, la insultaba y le mordía el cuello, romi en su inconsciencia pedía más todo el tiempo, finalmente me contraje y le deje mi descarga en el fondo de su culo. Buen año pensé y caí dormido a su lado.

1 comentario - Romina, mi perra cap 34 a 37

theassbrocker
Que carajo le pusieron a la cerveza en el cap 10? Buena saga.