La doctora en el chat.

Corría un 2014 muy tranquilo y como todo noctambulo estaba en mis clásicas noches de chat, en este caso para quienes lo hayan usado el chat de yahoo. Por esos días y como casi siempre el chat se componía de mucha gente del exterior y en lo personal más allá de mi fantasiosa mente me encanta saber que puede llegar a haber un encuentro piel a piel a piel con la persona que comparto mis horas de chat.

Las horas pasaban frente a la pantalla hasta que un privado de mauge abrió una charla, mauge resulto ser una doctora recientemente divorciada en sus 30, muy golpeada sentimentalmente por un marido machista. Al principio no salimos más allá de una charla de conocernos, contarnos un poco de cómo somos y lo que deseamos. Normalmente estas charlas suelen durar la noche de chat, pero al otro día al conectarme a la pc vi que ella me había dejado un mensaje en que me decía algo así “me encanto la charla de ayer, no quiero perder tu contacto”… esa fue la llave a conocernos más, ella cada palabra se habría más y entraba en la confianza de conocernos visualmente, dejar de ser un avatar en la red para vernos a los ojos. Asi fue que compartimos la primera foto. Yo le envié la mía y esperaba el momento de su devolución, ella me envió primero una foto de cuerpo entero, vestía ambo de médica, morocha pelo lacio evidentemente muy cuidado, media 165 aprox caderas muy anchas que dejaban esa figuro culona que muchos nos encanta, un escote prominente cuidado porque evidentemente era su lugar de trabajo pero dejaba en evidencia que tenía unos pechos imposibles de esconder. Llevábamos la más de una semana hablando casi dos diría cuando se dio el primer pie a ir más lejos en nuestra charla, era un viernes en la noche yo estaba preparándome para salir un rato y ella tenía cita con unas amigas por lo que me había contado y como se no había hecho una costumbre al terminar nuestro dia laboral y llegar casa arrancábamos nuestras charlas a eso de las 21 ella me cuenta que no sabía cómo salir que una amiga le presto un vestido y se sentía incomoda en él, yo queriendo saber y más obvio deseando ver le pedí que me mande una foto o conecte la cam para poder verla y darle mi opinión. El silencio invadió el chat y me pregunte si lo había tomado mal, hasta que de pronto apareció la invitación a ver su cam, allí se posiciono ella frente a un gran cortina blanca, tenía un vestido de gasa muy ajustado con uno de esos cinturones que hacen de una especie de corset, sin mediar palabras ella lentmente dio un vuelta y en el brillo de mis ojos salía instinto de un tiburón por la presa, el vestido se metia entr sus curvas dejando sus nalgas independientes como si su tanga separa dos grandes montañas, el vestido tenía la espalda descubierta y su columna dibujaba el camino a la perdición de cualquier mortal, siguió girando las tiras del vestido cubrían sus pechos, grandes firmes imposibles de dejar de mirar eso sin tener en cuenta el hecho de que el negro de su ropa resaltaba el blanco de su rostro y el rojo de sus labios.
Sin dudas ni titubeos le dije que se veía hermosa y que sería el deseo de cualquier hombre. recuerdo un algo asi como “afortunados los ojos que podrán apreciarte en la fiesta, ya que estarás dibujada en mi mente y clavada en mi deseo” ella rio y me dijo, que es un placer recibir un alago asi, en ese momento tome coraje a riesgo de perderla de contacto y le dije, no es un alago alagado estará el caballero que puedo denudar envoltura tan hermosa ya que en tu el vestido más bellos es solo trapo que cubre la piel… entre risas y con una actitud más suelta y bromista sobre sus abundantes atributos nos despedimos no sin antes dejar un nos hablamos luego.


Paso así la noche yo en el pool y ella de seguro robando corazones, al llegar a casa abro la compu sin ánimos de que se conecte es obvio debió estar de joda. A los segundo de estar conectado mientras me disponía a cambiarme siento el clásico zoombido, era ella con un deseaba hablarte antes de dormir, me coloque frente a la maquina ella me invito a ver su cámara y me dejo un cartel que decía gracias, hablamos un rato y me dijo que mis palabras le dieron seguridad.


Así todos los días íbamos un poco más lejos cada charla ella me mostraba as me mostraba como le quedaba la ropa, me lucia su escote en evidente actitud buscona y así llegamos a el hecho de poder vernos de una primera cita. Ella ansiosa me dijo como me gustaría que fuera a la cita, entonces yo le dije que si yo elegiría la lencería y que lo demás va por ella. Entre chistes y demases le dije a modo de juego que quería que valla en portaligas, medias de red, corset y demases fetiches que tanto me gustan y hasta ese punto era solo un juego un active de calentarnos con la fantasía.


Así llego el sábado día de la esperada cita, yo como siempre fui digamos formal ya que si bien fui de vestir compro mi ropa en una tienda diseño con cortes bastantes particulares, ella llegó puntual a nuestro encuentro en un lugar de Belgrano llamado el último beso. Ella llego en un vestido negro ajustado sin breteles que aparentemente se sostenía de su pecho lo cual resaltaba su abundante escote, pinto sus labios de rojo fuerte que resaltaba su boca y piel blanca. Tomo asiento sin más que decir que la cena solo fie la excusa para vernos, ambos parecíamos devorarnos con la mirada y en el juego de seducción de dos adultos no fuimos ambientando.


La cena termino y al salir a las calles de Belgrano solo quedo el hecho de que nos comimos la boca, no resisti la tome directamente de su cola para empujarla hacia mi, lo cual la desato como a un ninfa en un juego de lenguas interminable. La noche siguió en un bar llamado silver frente al cementerio de la recoleta, allí tomamos unos mojitos en segundo piso donde hay unos privados muy interesantes para los pecadores. Allí continuo nuestro besarnos y más allá de que los vestidos suelen permitir el manosea el lago de este me impedía llegar a su piel, ella entre caricias y besos llego a tocas mi sexo primero como accidente, después con la palma avienta para luego tomarlo ciega en su deseo, por mi parte solo podía llegar a sus pecho los cuales medio a escondidas pude probar, de una piel suave con unos pezones pequeños rosados que ante la sensación de mis dientes evidentemente despertaban un espasmo seguido de un gemido suabe.


No paso mucho tiempo para encaminarnos al telo, que está a la vuelta casi enfrente del cementerio, solo quedaba un suite en el último piso y allí fuimos, ya en el ascensor pude subir el vestido mientras la acariciaba y sentir sus medias de red y esa pierna de ella que se envolvía en la mía, al entrar en la habitación como un parpadeo ella dejo caer su vestido y poniendo la mejor carita de nena me dijo esto. - es lo que deseabas no?
Ella vestia un corset de tela de esos sin corpiños que explotaban sus pechos grandes, al bajar la mirada un portaligas necro de cintas anchas, con unas medias de red que envolvían sus piernas de gruesas y en el medio un diminuto tanga que ya se notaba mojado de el manoseo anterior, ella intento tocar mi sexo, tome su mano y le dije –hoy disfrutas vos…
La senté en la cama y me arrodille en el piso, sus rodilla flexionaron en mi hombro, dejándome la entrada de sus cuerpo a mi vista, detrás de la tanga que abidamente mi lengua corrió se escondía un tesoro de labios grandes ya abierto y palpitante, coronado por unos pelos en la parte superior casi hasta el lugar donde iría mi lengua a frotar la cereza del deseo. Con mis manos en sus nalgas comí de ese manantial mientras ella se retorcía en la cama evidentemente le gustaba y se entregaba al placer de mi boca. Así la tuve hasta que como una gimnasta se enderezo me tomo de los pelos y me comió la boca.
Después de ese beso me puse de pie, ella libero mi cinturón y mi sexo salio expulsado golpeándole la cara, ella lo tomo muy fuerte con sus manos y procedió a comerlo entero sin tapujos sin vergüenza, era un espectáculo tener a la doctorcita de piel blanca como la leche, en cuatro patas chupándola desaforada con una mano en la cama para controlar el equilibrio y la otra perdiéndose en su sexo. Luego el juego de nuestro deseo nos llegó a un 69 mágico donde ella gobernó desde arriba dejándome la posibilidad de jugar con su agujero pequeño, de a poco un dedo se colaba en su apretado esfínter, su cuerpo reaccionaba a esa invasión no pensada pero a su vez no sacaba el falo de su boca ni tampoco sacaba mi dedo invasor, solo dejaba que esa caliente cadena de actos se diera sola…
Si el sofá de ese curto hablara contaría de la mujer de piernas abiertas y del la carne desgarrada de mi espalda, su sexo caliente cobijo mi sexo sin problemas, solo el líquido sonido de una mujer mojada se dejaba sonar, parecía como un niño en una pileta, así el primer polvo estaba a punto de llegar esa sensación de que se viene lo inevitable estaba llegando. La saque de su seo ya que no deseaba hacerle algo que complicara su vida, y ella al ver mi sexo afuera comenzó a masturbarlo al los gritos de la quiero en la cara, como a una puta. Al aumentar el ritmo su rostro recibió su premio, y así goteando semen del rostro le comí la boca manchándonos ambos la car sin importar más nada.


Ya despojada de lencería y solo con las media de red 10 minutos después de ese polvo legendario mi soldado ya pedía batalla y ella al verlo me miro y dijo, mi marido jamás me pidió más a lo que con cierto aire agrandado le conteste por eso no soy tu marido.
Sin titubear ella comenzó el chichoneo que nos llevó al balcón de la suite con vista la cementerio, y en el morbo de la situación era evidente que deseaba ser poseída allí, ella coloco sus codos en el balcón dejando su culo en pompa, allí en jugada osada me arrodille y comencé un beso negro de esos que buscan convencer, como un político deje que mi lengua sea mi arma y después de unos minutos de lengüetazos y de una mano masturbadora mi lengua venció ese apretado esfínter, ante gemido de rendición, asi dedique tiempo a dilatar mientras ella dejaba de resistirce para comenzar de a ratos a abrir sus nalgas prominentes con las manos. Acto seguido me puse de pie y coloque mi sexo en ese premio apretado, ella solo atino a vuelta su cabeza y decir despacio, hace años que no lo intento y no tengo buenos recuerdos, con ayuda del lubricante del preservativo y mucho amor fue entrando hasta perderse en su rosado augurito, ella no emitía palabra sus piernas temblaban, hasta que comenzó el bombeo, al principio suave a lo que respondió gimiendo de aceptación y después vino el momento de poseerla sin piedad, ella arqueaba su espalda de placer y dolor y cada tanto dejaba escapar de su boca sos un hijo de puta… así la empale frente al cementerio hasta llenarle el culito de leche, al terminar desde su anito se dejaba caer una gota de semen que le recorría la pierna mientras no quedamos abrazados mirando el amanecer en el cementerio.
Nuevamente dentro del cuarto ella se exploró con sus dedos diciéndome me rompiste el culo, mirándome a los ojos. A lo que respondí aun el turno no termina asi que no digas que te lo rompí por aun deseo más de tu cuerpo.


Después de esa noche ese culito fue mío, incluso cuando ambos tenemos nuestras historias a parte cada tanto me encuentro en mi celular el mensaje que dice necesito una poco de tus mimos lo cual siempre termina con ella empalada, casi siempre de parada que es como nuestro sello de coger…

Leo avtr.

el relato es verídico y dejo unas fotos de la dama en cuestión.


La doctora en el chat.

argentina

4 comentarios - La doctora en el chat.

kramalo
muy bueno....!! sos un grande.....
JBares
Que lindo pibe, va mi mas sana envidia