Por accidente con mi tía.

Final de semestre en la universidad, pocas horas de sueño y un último examen por aprobar. Había escogido el día antes del examen para estudiar, este coincidía con una fiesta familiar así que mi casa estaba llena de gente e incluso habían ocupado mi cuarto. Ir a una biblioteca no era opción el domingo y no me sentía en confianza para incomodar a algún compañero de clase ese día.

Decidí que si no podía estudiar, al menos podría dormir bien ese día así que me dirigí a el cuarto de san alejo (es un cuarto en donde se guardan las cosas viejas, que por razones que desconozco no son echadas a la basura).

Cuando me dirigía a la puerta me encontré con Eduardo un vecino que salía del cuarto un poco afanado (en ese momento creí que andaba un poco perdido) -no me puedo quedar -me dijo- me despides de tus padres y de tu tía. No le presté mucha atención, entré al cuarto, encendí la luz que lo iluminaba tenuemente, al cerrar la puerta noté lo bien que se atenuaba el sonido de la música. Pude haber elegido estudiar ahí pero ya estaba decidido a dormir. Retiré los objetos que estaban sobre un sofá viejo y fui a apagar la luz.

No me costó mucho trabajo regresar hasta el sofá, aunque estaba oscuro podía distinguir las formas de las cosas y no vi necesario iluminar con algo. Me recosté, programé una alarma en mi celular y rápidamente me quedé dormido.

Me despertó un fuerte peso sobre mi cuerpo, esa sensación me llenó de miedo, por mi mente rondaba la idea de que un súcubo había venido a perturbar mis sueños. Me tranquilizó la sensación de unos labios rozando los míos en busca de un beso. Correspondí ese beso y mis manos subieron su vestido hasta la cintura y empezaron a acariciar su culo (llevaba mucho tiempo sin tener sexo y sinceramente no sabía cuándo lo iba a volver a hacer así que debía aprovechar cualquier oportunidad) -hace rato no me besabas así -escuché en voz baja cerca de mi oído- era la voz de una mujer, eso me tranquilizó más.

Aquella mujer empezó a bajar, desabrochó mi cinturón y sacó mi pene completamente duro, recorrió con la punta de su lengua de la base a la cabeza de mi pene, se lo metió a la boca y bruscamente lo sacó de ella. -¿Eduardo? -escuché- me quedé congelado, estaba seguro de que era la voz de mi tía. -¿Quién eres? Responde hijo de puta -dijo alzando un poco más la voz- Se levantó y rápidamente encontró el interruptor de la luz.

Confirmé mis sospechas, ahí estaba mi tía con rostro de furia, me llenó de morbo la situación. Ella no se molestó en bajarse el vestido y yo tampoco en ocultar mi pene. -¿Que crees que haces pendejo?... ¿No te das cuenta de que soy tu tía? -me decía muy enojada- en medio de sus gritos e insultos yo trataba de comprender la situación (fui un poco lento). -¿Te follas a Eduardo? -la interrumpí-. Su rostro de enojo cambió por uno de espanto, cayó sentada a mi lado -No le vayas a decir a nadie -me dijo- La miré a los ojos y luego bajé mi mirada hacia mi pene, instantáneamente ella comprendió lo que le proponía -Está bien -me dijo agarrando la base de mi pene con una mano- pero solo una chupadita. Accedí a su oferta y me recosté a disfrutar del espectáculo. Ella era una mujer de caderas anchas, con un culo enorme y sus pechos no se quedaban atrás, tenía cabello castaño y piel blanca.

-¿Sabes por qué supe que no eras el? -me dijo entre mamadas- la tienes más grande y también más gruesa que la de tu vecino. Eso me dio un poco más de confianza y empecé a acariciarla mientras hacía su trabajo. -Ay que arrecha(cachonda) me pusiste!!! -me dijo, mientras se amarraba el cabello-
-¿Segura que sólo quieres una chupadita?
Terminó de quitarse el vestido y dejó al descubierto sus pechos. De nuevo se tiró encima de mí y empezó a besarme, bajé a su cuello busqué sus pechos y empecé a chuparlos mientras ella masajeaba mi pene con su vagina.

Nos levantamos, ella se quitó las bragas y abrió la piernas sentada sobre el sofá, yo me arrodillé y empecé a lamer su conchita, mientras jugaba con dos dedos dentro de ella.
-Métemela ya!! -dijo, alzando mucho la voz, sin importarle que toda la familia y vecinos andaban muy cerca-
Me levanté y la penetré, duramos un rato en misionero, me hipnotizaba el movimiento en círculos de sus tetas que ya habían perdido firmeza con la edad.
Me senté y ella se montó encima me cabalgaba mientras yo chupaba sus tetas.
Finalmente se puso en cuatro, siempre es un gusto embestir con fuerza un culo así de grande, con el orgasmo perdió fuerza en sus piernas y cayó sobre el sofá, yo seguí embistiéndola hasta ya no poder mas, lo saqué a tiempo para echar toda la leche en su espalda.
Luego de limpiarse un poco, ella tomó sus cosas y regresó a la fiesta.

4 comentarios - Por accidente con mi tía.

Mauricio15301 +2
senscaional post amigooo no tendras fotos de la tiaaa te dejo puntosss saludoss buen relatoooo
hernanob +1
mi tia chocha fue la primera mujer que vi desnuda....mil pajas me hice