Para disfrutar mejor el relato, te recomiendo leer las primeras dos partes...
Fetiche con mi Cuñada (1)
Fetiche con mi Cuñada (2)
<< Realmente nunca me he considerado una chica voluptuosa, pero eso sí, me gusta sentirme sexy, femenina, que toda mi ropa me haga sentirme mujer, principalmente, mi ropa interior. Pasearme por la calle un Sábado con un Jean apretado a la altura de mis caderas, mientras al caminar siento el rozar de mis panties apretadas, humedecidas por el calor de la tarde, es una de las experiencias más excitantes de ser mujer… >>
Me llamo Alexandra, y considero que vivo una vida más común que corriente, la rutina de mi día se basa en llevar a mi hijo de 4 años al colegio Kínder, y recogerlo a medio día, preparar la comida para mi marido (con el cual llevo 4 años casada, hagan cuentas) y pasar la tarde leyendo un libro o jugando algún videojuego.
Vivo aun en casa de mis padre y de común acuerdo aquí también vive mi “familia” junto con mi hermana Carol y su Novio, Diego, de 22 años, la relación con mi marido es de la misma manera, monótona, si hicieron las cuentas verán que me case por compromiso, al quedar embarazada, no quedo opción. El sexo se ha limitado a algunos toqueteos más forzados que gustados, y así han pasado ya casi 6 meses, de deseos reprimidos y noches en la cual mis dedos se vuelven el amante perfecto.
Hace ya 3 meses, mi cuñado se mudó a nuestra casa, son 4 cuartos aquí así que hay suficiente espacio para todos, tengo entendido que lleva una relación de 2 años con mi hermana y he notado la excelente relación que tienen, lo cual, en mi situación sentimental me causa cierta envidia. Sus abrazos, sus besos frente a mí me causan cierto celo, y a veces aunque intente resistirme, una cierta excitación, la forma tan cachonda en que se besan, me moja.
Una tarde, mientras mis padres no estaban en casa, ellos se quedaron en su habitación viendo “películas”, mientras yo me preparaba para ducharme en un baño contiguo a su habitación, al pasar y ver la puerta entre abierta no pude evitar echar un vistazo de reojo, pude escuchar el ruido bajito de la televisión, y al mirar a la cama, pude notar a Diego acostado de lado, junto a Carol, mientras se besaban apasionadamente y sus manos se perdían en la entrepierna de mi hermanita, que abría sus piernas y elevaba su pelvis en señal de orgasmo, me perdí en la escena y perdí también la noción del tiempo, con una sola mano el desabrochaba su pantalón y lo bajaba un poco, dejando al descubierto un hermoso monte púbico, tapado por una linda pantaleta negra, semitransparente, el la hizo de lado y procedió a estimular su clítoris, mientras sus gemidos se intensificaban, seguía con su suave masaje mientras se llevaba de vez en cuando sus dedos a la boca para probar sus jugos.
Comencé a sentir mi propia humedad, la intensidad de la escena me hizo mojar, a tal grado que mis panties se humedecieron, en un arranque de lujuria me dio por revisarlas, y al bajar la parte frontal de mi panty, por accidente tire un libro de un mueble cercano, lo cual hizo que los tres involucrados saltáramos y solo alcancé a ver a mi hermana subir su pantalón y a Diego incorporarse de manera abrupta, rápidamente me metí al baño.
Despues de cerrar la puerta, pude escuchar los pasos de alguien revisando y recogiendo el libro para ponerlo de nuevo en su lugar, olvide el susto y procedí a ducharme, al desvestirme pude notar que mi humedad estaba a full, mis fluidos mojaron gran parte de mis panties y no pude evitar imaginar a Diego tocarme como lo hacía con Carol, sentía cierto cargo de conciencia pero mis demonios pudieron más, antes de entrar a la regadera tuve uno de los orgasmos más placenteros que no tenía en semanas, mi cuerpo se relajó y tome la ducha más deliciosa de mi vida.
Cuando Salí, me tope de frente a Diego, por un segundo creí que me había descubierto espiando, solo me sonrió y se metió al baño, justo detrás de mí…
Fetiche con mi Cuñada (1)
Fetiche con mi Cuñada (2)
<< Realmente nunca me he considerado una chica voluptuosa, pero eso sí, me gusta sentirme sexy, femenina, que toda mi ropa me haga sentirme mujer, principalmente, mi ropa interior. Pasearme por la calle un Sábado con un Jean apretado a la altura de mis caderas, mientras al caminar siento el rozar de mis panties apretadas, humedecidas por el calor de la tarde, es una de las experiencias más excitantes de ser mujer… >>
Me llamo Alexandra, y considero que vivo una vida más común que corriente, la rutina de mi día se basa en llevar a mi hijo de 4 años al colegio Kínder, y recogerlo a medio día, preparar la comida para mi marido (con el cual llevo 4 años casada, hagan cuentas) y pasar la tarde leyendo un libro o jugando algún videojuego.
Vivo aun en casa de mis padre y de común acuerdo aquí también vive mi “familia” junto con mi hermana Carol y su Novio, Diego, de 22 años, la relación con mi marido es de la misma manera, monótona, si hicieron las cuentas verán que me case por compromiso, al quedar embarazada, no quedo opción. El sexo se ha limitado a algunos toqueteos más forzados que gustados, y así han pasado ya casi 6 meses, de deseos reprimidos y noches en la cual mis dedos se vuelven el amante perfecto.
Hace ya 3 meses, mi cuñado se mudó a nuestra casa, son 4 cuartos aquí así que hay suficiente espacio para todos, tengo entendido que lleva una relación de 2 años con mi hermana y he notado la excelente relación que tienen, lo cual, en mi situación sentimental me causa cierta envidia. Sus abrazos, sus besos frente a mí me causan cierto celo, y a veces aunque intente resistirme, una cierta excitación, la forma tan cachonda en que se besan, me moja.
Una tarde, mientras mis padres no estaban en casa, ellos se quedaron en su habitación viendo “películas”, mientras yo me preparaba para ducharme en un baño contiguo a su habitación, al pasar y ver la puerta entre abierta no pude evitar echar un vistazo de reojo, pude escuchar el ruido bajito de la televisión, y al mirar a la cama, pude notar a Diego acostado de lado, junto a Carol, mientras se besaban apasionadamente y sus manos se perdían en la entrepierna de mi hermanita, que abría sus piernas y elevaba su pelvis en señal de orgasmo, me perdí en la escena y perdí también la noción del tiempo, con una sola mano el desabrochaba su pantalón y lo bajaba un poco, dejando al descubierto un hermoso monte púbico, tapado por una linda pantaleta negra, semitransparente, el la hizo de lado y procedió a estimular su clítoris, mientras sus gemidos se intensificaban, seguía con su suave masaje mientras se llevaba de vez en cuando sus dedos a la boca para probar sus jugos.
Comencé a sentir mi propia humedad, la intensidad de la escena me hizo mojar, a tal grado que mis panties se humedecieron, en un arranque de lujuria me dio por revisarlas, y al bajar la parte frontal de mi panty, por accidente tire un libro de un mueble cercano, lo cual hizo que los tres involucrados saltáramos y solo alcancé a ver a mi hermana subir su pantalón y a Diego incorporarse de manera abrupta, rápidamente me metí al baño.
Despues de cerrar la puerta, pude escuchar los pasos de alguien revisando y recogiendo el libro para ponerlo de nuevo en su lugar, olvide el susto y procedí a ducharme, al desvestirme pude notar que mi humedad estaba a full, mis fluidos mojaron gran parte de mis panties y no pude evitar imaginar a Diego tocarme como lo hacía con Carol, sentía cierto cargo de conciencia pero mis demonios pudieron más, antes de entrar a la regadera tuve uno de los orgasmos más placenteros que no tenía en semanas, mi cuerpo se relajó y tome la ducha más deliciosa de mi vida.
Cuando Salí, me tope de frente a Diego, por un segundo creí que me había descubierto espiando, solo me sonrió y se metió al baño, justo detrás de mí…
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