mis dos marido VI

Marcos aparecio muy tarde casi una hora desde que se fue Juan, yo preocupada, que te paso porque no viniste,
el: vine, me acerque a la puerta, te vi tan divinamente cogida, y preferi salir despacio, volver cuando hayas terminado. mañana me contas con detalles , ahora me muero de sueño
Yo: como quieras, me gusto, y mucho
el: mañana hablamos...
Mi dia en la oficina fue terrible, me caia de sueño, y Juan con la escusa de un visita a un cliente cayo como a las 12 del mediodia. lo primero que hizo cuando me saludo, me salio con algo imprevisible.
el: decirte que me tenes enamorado, es mucho no??
yo: estas loco
el: ya lo sabia, anoche lo comprobe, va ser dificil mi vida sin vos, si me privas de tenerte
Se fue, y me dejo con esa frase que por supuesto no esperaba, a mi tambien algo me pasaba aparte de las hormigas en la panza, la de anoche, fue la mejor cogida que tuve en toda mi vida, seguro, inclusive en los mejores momentos de mi relacion con Marcos. y era preocupante porque ese no era el fin de todo esto, era una fantasia, y estaba por cruzar una peligrosa linea. yo a Marcos lo amaba, de eso estaba segura, pero esto que era, necesitaba estar con Juan a mi lado tambien. lo mejor es hablarlo y ver, y quien mejor que mi amado esposo.
el: cuando nos vemos de nuevo
yo: estas loco, yo te aviso, no me confundas.....

Llegue a casa, espere a Marcos con la cervecita en el balcon,
el: uhyy , si hay balcon y cerveza ya empiezo a temblar, jajajja
como me conocia!!!, no tuve problemas en contarle con lujo de detalles todo lo que habia pasado la noche anterior, y lo de la mañana en el trabajo.
El: me imaginaba algo de esto, despues de verlos a los dos, apenas unos minutos, anoche, sin que uds, se den por enterado, lo supuse, nunca te vi asi, tan entregada, tan puta, tan divina.
No te puedo explicar lo que me pasa a mi, solo te pido que no tomes ninguna desicion , vivamos este momento, asi , como vino, con mucho sexo, a mi me enloquece todo esto, mirame, estoy con la pija dura desde que me sente aca. Me gusta tambien Juan, creo que es la persona ideal, para nuestro juego, pero Ana, no pido nada a cambio, solo haceme participe, yo hacepto lo que vos digas, te amo
Yo: ahh Marcos, sos divino, y yo tambien te amo, tenes razon vivamoslo, Juan es un pendex y en cualquier momento nos abandona por cualquier pendeja como el que por supuesto este mejor que yo
el: mejor que vos , dificil, llamalo y que venga, hagamos algo los tres, y asi vamos viendo
yo: te parece??,
el: mas bien, para eso lo aceptamos no?, bueno que venga , dejame un poquito a mi tambien jajaj

Lo llame, a los 30 minutos estaba tocando el timbre de nuestro dto, bajo Marcos a abrirle. me saludo con un beso apasionado, que retribui, frente a Marcos, que solo nos miraba.
Tomamos otra cerveza
M: Juan, te agradezco lo de anoche, Ana la paso muy bien, segun me conto, marcaba territorio, y a mi me encanta que haya sido asi, pero nosotros te buscamos para una de nuestra fantasias, que es estar los tres, que decis?
J: que uds mandan , yo con tal de estar con Ana, hago lo que uds quieran.

Juan se levantó y se acercó a mí, en ese momento me plantó un besó en toda la boca que me dejó sin palabras, poco a poco fui reclinándome en el sofá sin parar de besarle y en ese momento noté como mi marido me subía ligeramente la bata y me bajaba lentamente la bikini. Empezó a masajearme el clítoris con el dedo índice de su mano derecha, solo él sabe cómo hacerlo y le encanta ver cómo se va mojando mi clítoris. Juan paró de besarme, y fue bajando lentamente su boca hasta mis pechos sin separar sus labios de mi piel. Me comió los dos pezones lentamente mientras mi marido iba introduciendo poco a poco sus dedos dentro de mí, alternando mis dos agujeros. Mi respiración cada vez era más agitada, estaba totalmente caliente y quería tener sus pijas dentro de mi boca, así que, me incorporé y le bajé los pantalones a mi marido, iba notando su pija dura bajo del bóxer, cuando se lo quité salieron esos 16cm que me vuelven loca, y poco a poco fui metiéndomelos en la boca. Iba impregnándola de mi saliva, cada vez era más brillante, me la metía entera, hasta llegar a tocar mi barbilla con sus huevos.

Al momento, vi que Juan se había quedado completamente desnudo y estaba sentado en el sofá masturbándose, le hice un gesto con la mano para que se acercara, y allí estaba yo, con una pija en cada mano, las cuales iba alternando con masturbación o mamada. La polla de Juan mediría unos 20cm, era igual de gruesa que la de mi marido, pero en ella podía notar sus venas mucho más marcadas.

Después de pasar un rato jugando con las dos pollas, mi marido se sentó en el sofá y me invitó a sentarme encima de él, me puse de espaldas a él y poco a poco fui introduciendo su polla dentro de mi coño mientras no paraba de mamársela a Juan. Subía y bajaba encima de la polla de mi marido mientras Juan marcaba el ritmo de la mamada y me follaba la boca a su gusto. Mi saliva iba cayéndome por mis pechos, mientras mi marido me los masajeaba y me apretaba los pezones.

Marcos invitó a juan a meterme su pija dentro de mi concha, y así lo hizo, se sentó en el sofá y me senté encima de él. Me la introduje entera y empecé a cabalgarle brutalmente, hasta que me pidió que parara o se corría. Cuando bajé la intensidad de mis movimientos mi marido aprovechó para estimularme mi agujero estrecho, primero me lo chupó y me lo llenó de saliva, y poco a poco fue metiendo sus dedos hasta que llegó a dilatármelo lo suficiente como para meterme su pija. Ellos dos gritaban de placer y yo estaba al borde del orgasmo.

- Sos una perra calentona, y sabes que me encanta, me dijo mi marido al oído.

Ese fue el detonante para que me corriera, empecé a gritar y a retorcerme del placer, ellos seguían reventándome el culo y la concha hasta que noté como mi marido echaba su leche caliente dentro de mi culo. Cuando sacó su pija, noté como el semen bajaba por mis partes íntimas hasta los huevos de Juan. Seguí cabalgándole fuerte, hasta que noté como se corría dentro de mí, él también gritaba de placer, un placer que le dejó exhausto en el sofá.

Saqué su polla casi flácida de dentro de mí y me senté al lado de mi marido en el sofá, aprovechando para darle un beso que hacía que su polla volviera a ponerse tan dura como antes. Invitamos a Juan a tomarse una ducha y él accedió. Cuando él se fue de casa, mi marido y yo nos duchamos juntos volviendo a mantener relaciones sexuales bajo la ducha, esta vez más relajadas pero con el mismo final placentero.

Juan al otro dia, me encaro en la oficina , bien temprano, me habia mandado un wp para que llegue un poco antes, asi hablabamos tranquilos me dijo....

Continuara...